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vacío existencial, que configuraran la evolución del letal SIDA en un
paciente que trató de luchar contra ese flagelo de la humanidad, pero
que, lamentablemente, falló en el intento por vencerlo.
La
pasión de JL,
del realizador brasileño Carlos Nader, es el título del documental
incluido en la programación de la trigésimo séptima edición del Festival
del Nuevo Cine Latinoamericano.
Ese
audiovisual discurre durante 82 minutos entre la realidad y la ficción.
En ese lapso, registra cómo JL, artista carioca de la plástica, grabó
los pensamientos, emociones, sentimientos, inclinaciones homosexuales
manifestadas desde la más temprana adolescencia, aventuras gay
(la mayoría producto de sus fantasías homoeróticas), la sólida relación
que lo unía al núcleo familiar, hechos históricos acaecidos durante su
corta vida (36 años), la contaminación con el VIH, el abandono del
tratamiento médico con AZT, la depauperación física, psíquica y
espiritual, así como el vacío existencial, que configuraran la evolución
del letal SIDA en un paciente que trató de luchar contra ese flagelo de
la humanidad, pero que, lamentablemente, falló en el intento por
vencerlo.
JL
trató de llenarse de amor al otro o no yo, así como de
irradiar energía positiva por todos los poros del cuerpo y el alma, pero
no tuvo la dosis suficiente de resiliencia para enfrentarse al
virus y derrotarlo con esas armas que, inteligentemente empleadas,
pueden ser un escudo protector contra los embates del VIH-SIDA.
Todo lo contrario, dejó que sus pensamientos se tornaran negativos, y en
consecuencia, perdió la fe, la esperanza y la seguridad en sí mismo,
trató en vano de quitarse la vida, y por último se arrojó en los brazos
de Tanatos (la muerte), una de las últimas narraciones recogidas
por la grabadora, que sintetiza los últimos meses de sus apenas cuatro
décadas de vida.
No
piense el lector que esas imágenes desfilan todo el tiempo por la
pantalla grande, sino que el documentalista suramericano se vale de
símbolos creados por JL, y que reflejan esquemáticamente toda esa gama
de experiencias y vivencias, reales o imaginarias, experimentadas por el
artista.
En
realidad, La pasión de JL, es un audiovisual que invita al
espectador a la reflexión serena y profunda acerca de los pensamientos,
emociones y sentimientos contradictorios que asaltan al homo sapiens
cuando no sabe quién es, qué objetivos persigue en la vida y hacia
dónde encamina sus pasos. |
