Giselle: gema de la danza universal
por Jesús Dueñas Becerra
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El Ballet Nacional de Cuba (BNC) llevó a las tablas del recién restaurado Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, el ballet romántico Giselle, con coreografía de la prima ballerina assoluta y miembro de honor del Consejo Internacional de la Danza, sobre la original de los maestros Jean Coralli y Jules Perrot. Libreto de Théophile Gautier y Vernoy de Saint Georges, inspirado en una leyenda popular germánica, recogida por Heinrich Heine, y música del maestro Adolphe Adam. Como parte del repertorio del BNC, Giselle posee una gran trascendencia, no solo en lo que respecta a su propia historia, sino porque, con esa obra y Alicia Alonso como su excepcional intérprete, la mayor Isla de las Antillas trasciende —por primera vez— en el contexto internacional de la danza. Los papeles protagónicos de esa gema de la danza universal fueron desempeñados por Anette Delgado y Dani Hernández, Sadaise Arencibia, Viengsay Valdés y Víctor Estévez. La Reina de las Willis fue interpretada por la bailarina principal Estheysis Menéndez, Premio UNEAC de Interpretación 2015, Cynthia González y Ginett Moncho, quienes debutaron en ese papel. El primer bailarín Ernesto Díaz encarnó a Hilarión, el guardabosque. Estos talentosos danzarines estuvieron muy bien secundados por solistas e integrantes del cuerpo de baile, cuya actuación se caracterizó —básicamente— por la plasticidad para adaptarse al ritmo coreográfico y dramatúrgico de la obra llevada a escena, el respeto a la técnica académica y al estilo que la distingue. El acompañamiento musical estuvo a cargo de la Orquesta Sinfónica del coloso de La Habana Vieja; agrupación dirigida por el maestro Giovanni Duarte. Las figuras insignias del BNC demostraron —con creces— que han interiorizado e incorporado a su estilo inconfundible de bailar, las sabias enseñanzas del célebre maestro ruso A. Schaiskevich, quien estima que «no son los battements a la barre, ni el virtuosismo de una elevada técnica, los que producen el milagro del vuelo […], es el arranque espiritual, el éxtasis». Espiritualizar la técnica académica; he ahí la llave que —según el doctor José Orlando Suárez Tajonera, Premio Nacional de Enseñanza Artística 2007— «abre todas las puertas del fascinante mundo coreográfico-dramatúrgico». ¡Qué otro recurso aportado por las artes escénicas o la ciencia psicológica podrían utilizar Anette Delgado, Sadaise Arencibia y Viengsay Valdés para representar la impactante muerte de Giselle!, la joven campesina que fallece por amor al noble Albrecht, y se convierte —por la magia de la danza— en una willie del bosque. Para que puedan irradiar, por todos y cada uno de los poros del cuerpo y el alma, tanto la ternura como la dulzura que identifican —desde la vertiente caracterógenica— a Giselle. O para que evidenciaran sobre las tablas que bailar deviene una fuerza interior que transmite energía positiva, y por ende, permite emplear —con precisión y exactitud— los disímiles medios que ofrece, tanto la técnica académica, como la interpretación teatral y así caracterizar, en el primer acto, a la inocente aldeana que muere virgen y en el segundo, a un espectro fantasmal, a un ser inanimado. Dani Hernández y Víctor Estévez le prestaron pie y alma al apasionado duque de Silesia, quien estuvo a punto de morir bailando por el amor que le profesa a Giselle. Por otra parte, se desempeñaron como excepcionales partenaires, cuyas virtudes fundamentales son —entre otras— la caballerosidad, la elegancia en los saltos y giros. Para los carismáticos bailarines, danzar es sentir el ballet como un chispazo de electricidad que les recorre, no solo el esquema corporal, sino también les acaricia el intelecto y el espíritu. Los incita a entregar lo mejor de su yo íntimo para regocijo de los amantes del arte de las puntas y los colegas de la prensa especializada, quienes percibieron —desde lo más hondo de su ser— ese «corrientazo» que los hizo vibrar de emoción y ovacionar hasta el cansancio la indiscutible excelencia artístico-profesional de tan aventajados discípulos de doña Alicia. |
Giselle 1er acto - Anette Delgado y Dani Hernandez - Ballet Nacional de Cuba |
Giselle 2do acto - Anette Delgado y Dani Hernandez - Ballet Nacional de Cuba |
Jesús Dueñas Becerra - psicólogo, crítico y
periodista
jesus@infomed.sld.cu
Publicado, originalmente, en la web de la UNEAC http://www.uneac.org.cu/ - La Habana, 13 de enero de 2016
Link: http://www.uneac.org.cu/noticias/giselle-gema-de-la-danza-universal
En Letras-Uruguay ingresado el presente trabajo el día 21 de enero de 2016
Autorizado por el autor, al cual agradecemos.
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