Causas de muerte en pacientes con esquizofrenia
por Dr. Jesús Dueñas Becerra

Hospital Psiquiátrico de La Habana
jesus@infomed.sld.cu

El doctor Guillermo Franco Salazar, eminente internista y cardiólogo cubano, ha desarrollado durante casi dos décadas la línea de investigación relacionada con las causas de muerte en pacientes con esquizofrenia recluidos en el Hospital Psiquiátrico de La Habana. Para el también ex profesor titular de la Universidad Médica de La Habana, la esquizofrenia NO es una enfermedad mental que daña única y exclusivamente el cerebro del paciente; por el contrario, es una grave dolencia psíquica, que no sólo lesiona el encéfalo, sino también otros órganos vitales de la economía humana. Los hallazgos anatomopatogénicos en más de 600 necropsias realizadas en esa emblemática institución durante casi 20 años hacen pensar en la vulnerabilidad del paciente con esquizofrenia a la bronconeumonía y la broncoaspiración. Afecciones respiratorias agudas que dan al traste con la vida del paciente en muchos casos, y que aparecen registradas estadísticamente como las primeras causas de muerte en pacientes con esquizofrenia ingresados en el capitalino Hospital Psiquiátrico. La esquizofrenia, al parecer, “protege” al paciente contra los tumores malignos u otras enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares, que cobran infinidad de vidas en la población supuestamente sana. Una respuesta coherente a las preguntas que el doctor Franco Salazar todavía hoy se formula acerca de ese tema, habría que buscarla en el campo de la bioquímica cerebral. Con apoyo en los resultados de las investigaciones biomédicas, la causa de ese padecimiento es, probablemente, de origen bioquímico, o bien, como consecuencia de alguna otra noxa orgánico-cerebral que produce alteraciones en el metabolismo encefálico. Alteraciones supuestamente modificadas por el empleo de psicofármacos que la terapéutica médica utiliza para combatir los síntomas de la psicosis esquizofrénica. Esas drogas antipsicóticas no sólo influyen sobre el metabolismo cerebral, sino también sobre el funcionamiento hepático, renal y pulmonar. El uso sistemático de esos medicamentos puede ir creando las condiciones patogénicas “ideales” para que el paciente fallezca como consecuencia de determinada enfermedad y no de otras.

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