Carl Jung y la psicología analítica
por Dr. Jesús Dueñas Becerra

Hospital Psiquiátrico de La Habana
jesus@infomed.sld.cu

El doctor Carl Gustav Jung fue uno de los más eminentes discípulos del neuropatólogo vienés Sigmund Freud, padre del Psicoanálisis Ortodoxo. En una entrevista que, a los 84 años de edad, le hiciera un medio europeo de prensa, le confesó al periodista que si hubiera podido elegir otra profesión hubiera sido arqueólogo. El otro gran amor del ilustre científico era la naturaleza, y en particular, la zoología. Sin embargo, matriculó Medicina, que —según él— resultó ser una «elección oportunista y hacer algo útil con seres humanos me resultaba atractivo». Jung había decidido trabajar como asistente de uno de sus profesores y estaba estudiando para los exámenes finales cuando leyó un libro sobre psiquiatría. Hasta ese momento, jamás le había prestado atención a esa especialidad biomédica, porque no le resultaba interesante. Ahora bien, en cuanto leyó la introducción, que defendía el criterio de que la psicosis o locura era una inadaptación de la personalidad, ese descubrimiento fue crucial para el futuro alienista, como se les denominaba a quienes atendían a los pacientes con afecciones mentales. Fue un amor a primera vista. El corazón le latía aceleradamente y le notificó al profesor que no sería su asistente, y que estudiaría psiquiatría. El docente no lo entendió ni los amigos tampoco, porque —en ese momento— la psiquiatría carecía de relevancia en el espectro científico-médico. El punto culminante en la carrera de Jung fue conocer, en MIL907, a Sigmund Freud. Carl Gustav le había enviado al famoso neurocientífico austriaco un libro que escribió sobre esquizofrenia, y luego, viajó a Viena para reunirse con él. Las conversaciones que sostuvieron esos dos genios de las ciencias médicas contemporáneas sellaron la colaboración que se estableció entre ellos. Freud y Jung fueron, además de maestro y discípulo, muy buenos amigos, pero este descubrió de inmediato que cuando aquel tenía un pensamiento sobre algo era inamovible e inconmovible. Por otra parte, Carl Gustav dudada acerca de muchas hipótesis y teorías defendidas con ardor por el maestro, lo cual dio lugar a las desavenencias y discrepancias que obligaron a Jung a distanciarse de Freud, y a fundar su propia escuela, conocida como la Psicología del Yo, un valioso aporte al desarrollo de la doctrina psicoanalítica.

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