Anette Delgado y Dani Hernández en "Con 2 que se quieran 3"
por Jesús Dueñas Becerra
jesus@infomed.sld.cu

cagliostroduenas@gmail.com

 Anette Delgado y Dani Hernández

Foto Nancy Reyes

Los primeros bailarines Anette Delgado y Dani Hernández, figuras insignia del Ballet Nacional de Cuba (BNC), que jerarquiza la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, miembro de honor del Consejo Internacional de la Danza, fueron los invitados de lujo al espacio Con 2 que se quieran 3, que sale al aire los martes, en horario estelar, por el Canal CubaVisión, con guión, conducción y dirección general del cantautor, poeta y escritor Amaury Pérez Vidal.

Anette y Dani constituyen una “pareja con duende”, al decir del genial poeta, escritor y dramaturgo granadino, Federico García Lorca (1898-1936), con una “química especial” que los caracteriza, no solo como los talentosos bailarines que son, sino también como pareja en la vida y en el arte.

La entrevista es un género periodístico que, según muchos teóricos de nuestra profesión, es uno de los más difíciles, porque le exige al entrevistador inteligencia global y emocional, cultura general y sentido del límite, entre otros indicadores no menos relevantes.

Por otra parte, deviene un “pie forzado” que se le da al entrevistado para que se desarrolle desde los puntos de vista artístico-profesional, humano y espiritual, con el objetivo de ofrecer al televidente, radioyente o lector una visión integral de la personalidad de quien se enfrenta —en un ambiente cálido y cordial— al entrevistador.

Esa percepción de lo que debe ser la entrevista, Pérez Vidal la ha interiorizado e incorporado a su estilo único e irrepetible de preguntar para satisfacer —en la medida de lo posible— las necesidades cognoscitivas y espirituales de la teleaudiencia que sintoniza ese gustado espacio semanal.

Con apoyo en preguntas diluidas en una conversación —al parecer— “formalmente informal”, el conductor de Con 2 que se quieran… va introduciéndose poco a poco, “como llega cojeando la verdad de la mano del tiempo”, según el pensador heleno Annon, en el mundo interior de los entrevistados, para lograr —con sus bien disparadas flechas, que siempre dan en el centro de la diana— que liberen todas y cada una de las energías positivas que los identifican, no solo como bailarines, sino también como seres humanos, que se han entregado en cuerpo, mente y alma al arte de las puntas, y han llevado a los escenarios nacionales y foráneos la excelencia artístico-profesional que los identifica.

En ese contexto, el telerreceptor pudo conocer —entre otros detalles muy interesantes— cómo nació, creció y se consolidó en Anette y Dani la vocación hacia el ballet, cómo discurrieron los años de estudiantes en las escuelas de ballet, donde descubrieron en maestros de la talla excepcional de Fernando Alonso (1914-2013) y Ramona de Sáa, tanto en el aula, en las clases, en la barra y en los ensayos, como fuera de esos contextos docente-educativos, los valores éticos, estéticos, patrióticos, humanos y espirituales en que se estructura la personalidad de un bailarín integral; virtudes que se adquieren en la Escuela Cubana de Ballet, de la cual son dignos representantes, y perfeccionan al integrar el elenco del septuagenario BNC.

Por otra parte, develaron secretos relacionados con los sacrificios que exige la profesión que libre y soberanamente han escogido, las lesiones que sufrido como consecuencia de la compleja técnica académica (pasos difíciles de ballet), y que, en el caso específico de Dani —con una impecable trayectoria artístico-profesional en el campo de la danza clásica— estuvieron a punto de alejarlo para siempre de las tablas…, pero la capacidad de resiliencia (levantarse cada vez que se resbala y cae, para seguir avanzando hasta poder ver el amanecer), que singulariza a este joven artista lo hizo adoptar la decisión más sensata: ponerse en manos de la ciencia médica para volver a bailar, a vivir, porque, tanto para él como para su esposa y pareja de baile, “danzar es vivir”.

Entre otras cosas puntuales, hablaron de la predilección que sienten hacia el ballet clásico, aunque no subestiman —en modo alguno— la danza contemporánea, porque —según destacaron— incursionar en este campo les facilita herramientas muy útiles a la hora de interpretar los grandes ballets clásicos, con los que hacen vibrar de emoción a los balletómanos insulares y extranjeros que los ovacionan hasta el cansancio.              

En un plano más coloquial, más íntimo, Anette y Dani relataron algunos pormenores de su vida familiar y conyugal, a la decisión responsable adoptada por la pareja de tener descendencia (Anette está embarazada) para beneplácito de los dos, a quienes se les refleja la alegría y la felicidad por ese acontecimiento trascendente en la vida matrimonial: traer al mundo a un pequeño príncipe.

Por último, no me asiste la más mínima duda de que la entrevista realizada al matrimonio integrado por los artistas Anette Delgado y Dani Hernández, sobre todo por la frescura juvenil que le irradiaran a la teleaudiencia, ha sido —hasta ahora— una de las mejores de la tercera temporada de Con 2 que se quieran…    

Anette Delgado y Daniel Hernández en "Con 2 que se quieran"

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