Los solitarios y los que se bastan a si mismos |
"No
hay nada peor que la soledad de dos en compañía"
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Estos solitarios parecían
estar enojados con la vida y se retiraban a su columna como una expiación,
como un castigo. Aquella sociedad que le
marcó el rumbo a la humanidad por su sabiduría y extraordinario
desarrollo, sin embargo no tenían en su vocabulario la palabra soledad,
pero cuando alguien violaba las leyes o decía cosas contra los mandones,
lo hacían beber cicuta , un veneno poderoso o de lo contrario lo
condenaban al destierro, en alguna apartada isla. Fue el antecedente del
exilio. La llegada del
cristianismo trajo otra forma voluntaria de pagar culpas: fueron los
ermitaños los que se retiraban al desierto a vivir en una cueva a meditar
y a rezar. Hubo santos que se flagelaron, ayunaron, hicieron terrible
penitencia como San Antonio y Santa Rita, famosos por sus milagros y vida
sacrificada. Pero ni en el cielo los dejan tranquilos porque son los
encargados de buscarles novios a las chicas poco pizpiretas. Los célibes son
aquellos que no forman pareja, parece que el primer intento de
matrimoniarse, fue tan desagradable la experiencia que no quisieron
reincidir. Seguro que inventaron el refrán más vale solo que mal acompañado. Los sacerdotes católicos
son obligados a vivir en un celibato, pero hemos descubierto últimamente
que no son tan fanáticos de esa regla tan dura... y aunque muy "
camuflados" se tienen sus aventuras a las escondidas y hasta con
mellizos en descendencia. Así que no tanto presumir de castigar el cuerpo
porque como los hay, los hubo y bien cerquita. Hay otra clase de célibes
recalcitrantes que no solamente andan solos por el mundo, sino que odian a
las mujeres. Se recuerdan algunos santos que de jóvenes disfrutaron
abiertamente de compañías femeninas, pero vaya a saber por qué
peregrina causa combatieron en su vejez a las mujeres sean cuales fueran
sus defectos, pero tanto San Agustín, como San Ambrosio y San Pablo acuñaron
la sentencia "mujer, puerta del infierno". A esos que renegaron
de la creadora de sus días les llamaron misóginos.
Existe
la soledad de dos en compañía. Es cuando el matrimonio no se da bola por
meses. Esto fomenta las relaciones paralelas que es una forma de practicar
la geometría trazando toda clase de figuras, en especial el triángulo,
eso sí no se estudia ningún teorema. La
globalización ya tiene harta a mucha gente por eso es muy moderno que el
matrimonio tenga camas separadas, casas separadas, cuentas separadas, teléfonos
celulares, autos para cada uno, como una salida a la tolerancia. Tanto se
toleran que terminan buscan dormir en otra parte. Ya
se acabaron los tiempos en que los tipos eran absolutamente necesarios,
fatalmente imprescindibles, sobre todo luego de ponerse de moda los
juguetes sexuales. Así me lo aseguró una desprejuiciada vecina. En
la edad media, la lectura era grupal y en voz alta, nadie leía solo y en
silencio, estaba mal visto como los que se masturban en público o frente
al televisor en el programa de Tinelli o gran hermano. Las
cifras son aterradoras: para el 2015 se calcula que la unidad, en un 15%
vivirán los solos y solas. Así se va perfilando en el primer mundo.
Entonces será verdad lo que dijo Atahualpa "la soledad es la
coquetería del alma". ¿Pero cómo será la cosa de coquetear sin
competencia? O al menos sin el otro? Europa
bate récords de solitarios, pero también tienen el récord de suicidios.
Es decir, cuando no le podés pasar la mufa a otro, te reventás a voso
mismo y ¡Chau! Antes
aprendimos que el hombre era un ser gregario porque vivía en sociedad y
que el trabajo curaba la soledad, por eso los solitarios tienen mascotas,
se la pasan muy ocupados todo el tiempo limpiándoles la caca. Los
egoístas y mal llevados terminan quedándose solos, pero por lo general
se buscan una amiga cama afuera. Los bohemios y los dandys viven en
soledad porque los posibles candidatos no les aguantan los vicios. Los
hombres no pueden vivir solos, son muy raros los que se bastan a sí
mismos y se limpian la pieza, por ese lado no tienen fanatismo. Las
mujeres solas se las arreglan mejor, sobre todo después de un matrimonio
de cuarta. Las doñas independientes son autosuficientes, pero no tienen
buena prensa; o le están buscando romances clandestinos, o las tratan de
histéricas, neuróticas o de lesbianas, así les gusten a rabiar los
morochos, atléticos y seductores. Los
hombres solos y autosuficientes, son una rareza zoológica (a no ser que
militen entre los gays). El solterón es siempre un objetivo a hacer
centro en el flechazo, termina trágicamente si se concreta la cacería. La solterona repudiada, rechazada y burlada, pero si tiene una buena jubilación y no le da el viejazo, la pasa bomba. La peor de todas las soledades es la de estar solo en la multitud. Si te caes en medio de una manifestación enardecida, seguro perdés la vida, pero no los ideales, eso sí, los que te quieren, seguro que se van a llorar al campito. |
Susana Dillon
31 de mayo de 2009
Gentileza de "Ciudadanos autoconvocados de Río Cuarto"
http://ciudad4.blogspot.com/
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