Venga y vea, sufrido oblador de impuestos adonde va a parar el sudado
dinero del IVA, la DGR y cuanto papelito acredita que Ud. es un sujeto que
aporta obedientemente a la gloria de nuestros conductores para que hagan
lo que se les da la gana y no lo que el pueblo clama y exige.
El Casino ya es otra realidad nefasta, junto con el alcoholismo juvenil,
la droga y la prostitución que nadie combate y con la que varios lucran.
Con lo que costarán estas instalaciones proyectadas a esos fines más los
misteriosos azudes, se podrían instalar algunas fábricas que dieran
trabajo y no fomentaran vicios, pero claro, una empresa de trabajo honesto
no coimea, ni presiona para que se vote al caballo del comisario.
Los Planes Trabajar, los de Jefas y Jefes de Hogar, las míseras
jubilaciones, la plata destinada a la educación, vendrá junto a los jóvenes
aburridos a para al Casino, que no dejará aquí sus ganancias, por que ya
conocemos de sobra como se hacen estos negocios aprobados por apretones de
nuestro gobernador y sus favorecidos, que no pudo instalar en Córdoba,
pero que nos los encajan a nosotros gracias a la obsecuencia de nuestros
concejales que se llenan la boca de democracia, pero que obedecen
ciegamente las ordenes que indica la disciplina partidaria que nada tiene
que ver con los intereses del pueblo, ni con la moral ni la ética que
alguna vez hemos enseñado a los jóvenes.
Esos jóvenes que se juntan en la plaza central y sus adyacencias a estar
entre ellos, por que no quieren o no pueden acceder a otros
entretenimientos, hoy se los está tentando con otra lacra. Hay quienes
los acusan de fumarse porros y beberse cervezas, pero no advierten este
otro peligro, que no sólo hará más ricos a los hoy beneficiados, sino
que por obra y gracia de nuestros conductores se les brinda lo que les
faltaba: la oportunidad y la adrenalina que desata el juego. Allí lo
tienen, frente a su alcance, con sus rutilantes luces, aunque sea un local
donde el apiñamiento, el zumbar de las máquinas y la compulsión del
juego forman un cóctel explosivo para tentarlos con otra adicción.
¡Y nuestro intendente que una vez tuvo el digno cargo de Rector de la
UNRC, hoy, sin pudor alguno les pone a su disposición el vicio del juego,
en lugar de garantizarles trabajo! ¡Qué nos venga con su sermón
sabatino a contarnos sus logros! ¿Alguna vez se le habrá cruzado por la
cabeza que su proceder está en abierta contradicción con los valores que
hacen a la vida digna, junto a la moral y la ética? Está visto que no.
Todavía queda gente que queremos a los jóvenes sanos, honestos, con el
venturoso futuro del trabajo y la capacitación, abjurando de ser ñoquis,
punteros, asesores, colgados del presupuesto o convertidos en la comparsa
que rodea a los conductores de la corrupción. Siempre habrá quien se
ufane de este lamentable carnaval de la decadencia, pero que se sepa que
somos muchos los que exigimos la instalación de fábricas, frigoríficos,
talleres, empresas donde se recuperen los valore y la dignidad ciudadana.
Basta de desocupados, planes levantamuertos y usina de vagos, basta de
proliferación de tahúres y alimañas, que medran al conjuro de luces de
colores y ¡Hagan juego señores!
Por que este parece ser el único camino que nuestros conductores han
encontrado para reactivar el país, un país en bancarrota, en default,
gracias a ellos y en el que persisten con sus métodos.
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