El globo de ensayo del profesor Cambría |
Hace ya días, vimos
aparecer unos negros nubarrones hacia el lugar que ocupan las famosas
manzanas legadas en sus tiempos por la señora Adelia María Harilaos de
Olmos, aclarando más tarde en su testamento la tenencia. El objeto era
construir sobre ellas, escuelas o instituciones benéficas. Así lo dispuso esta
aristócrata en tiempos en que se había propuesto legar su fortuna para
la educación popular y la atención de niños, jóvenes y ancianos
necesitados. Una de las obras que se
proyectaron y construyeron desde la órbita nacional fue precisamente el
Centro 11, que luego pasó a la provincia y de allí a nuestro municipio
que lo sigue sosteniendo con el beneplácito de la población que disfruta
de sus instalaciones… y cosa insólita: siendo la educación, en estos
tiempos, materia abandonada, el Centro 11 es el amparo y el goce de los niños,
jóvenes y ancianos que concurren a realizar actividades deportivas y
terapéuticas que se concretan eficazmente, pues las instalaciones se
atienden con esmero no sólo en lo que al edificio se refiere, sino en lo
concerniente a la labor profesional. En una palabra, que la ciudad y su
gente, en esta época crítica, adhieren a la aprobación de sus funciones
para que sigan sin que haya ni modificaciones ni cambio de personal idóneo. Pero, como cosa que
funcione, es casi un milagro, hubo quien se empeñó en trastornar lo bien
hecho con fines personales, a lo que era y sigue siendo afecto hasta el
presente. Sin que pocos
avizoraran la tormenta, el profesor y rector del Nacional hizo funcionar
su globo de ensayo, urdiendo esta intriga, con argumentos traídos de los
pelos y presuntos mandatos de la donante, con fines que quedan muy claros:
su propio beneficio. Ha sido rápida la
reacción de quienes han trabajado o recibido los bienes del Centro 11, se
pusieron en guardia haciendo uso de la memoria. La noche del 23 de
abril, mediante un comunicado, el Gobierno Provincial puso las cosas en su
sitio. No habrá tal traspaso al Colegio Nacional por más malabares ni
argumentos interesados. El tema es no innovar. El sólo constatar en
el estado que se encuentra el edificio del colegio hizo erizar la piel de
la ciudad entera. Las intenciones del provocador han quedado en evidencia
y como dicen los jóvenes que asisten al ruinoso edificio, que hasta tiene
instalaciones clausuradas por inhabitables, “el profe ha quedado al
salto por un bizcocho”. Este globo de ensayo del profesor-rector lo retrata de cuerpo entero, es probar a ver cómo le sale esta nueva estratagema para quedarse con los vueltos, como es su habilidad. |
Susana Dillon
lunes 27 de abril de 2009
Gentileza de "Ciudadanos autoconvocados de Río Cuarto"
http://ciudad4.blogspot.com/
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