El Evangelio según San Quino

Un diálogo de Gabriel Di Lorenzo con Quino

Un miércoles a las once de una mañana de sol intentamos, como quien se anima a una fantasía, solicitar una entrevista con Quino.

Una hora más tarde, después de una breve conversación por teléfono, Quino nos recibía en su departamento de la calle Alvear. Así de simple, como es él.

“ No somos periodistas; en realidad no es nuestra intención hacer un reportaje, no sabríamos como hacerlo, la idea es simplemente conversar un poco”.

Desde su sonrisa Quino nos dice: "Mejor; mirá, una vez en Comodoro Rivadavia una nena de ocho años hizo una pregunta que a un periodista jamás se le hubiera ocurrido; preguntó: si a ustedes no les pagaran, seguirían dibujando... Me pareció fantástico"

-¿Respuesta?

-Y... hipócritamente dijimos sí, claro es nuestra vocación. Sí, seguro que uno sigue dibujando, uno dibujaba antes de que le pagaran.

Luego, nos muestra unos dibujos hechos en hojas de carpeta. Es una historieta qué le mandó una nena de doce años. El personaje se llama "Bella Tipa" y en la ficción es la esposa de Quino. En una de las hojas, la niña ha dibujado una Mafalda con cara de enojada que dice, "este zanahoria no me dibuja más". Entre risas, Quino nos dice: "Mirá esto, es bárbara, la nena esta es una desfachatada, dice que es muy tímida pero es de una desfachatez... dibuja la figura humana con una gracia".

Uno confirma así, algo que se percibe apenas se lo conoce: Quino es absolutamente sensible a la inocencia, o mejor aún, la inocencia jamás lo ha abandonado.

La charla continúa y nos animamos a una reflexión, buscando una pregunta.

-Hablamos de una nena de doce años que hace una referencia a Mafalda, cuando desde el ’73 usted abandonó la tira, vemos que aún hay vigencia, en nuevos lectores, de esta Mafalda. Una vez Borges hablando de los clásicos los definía diciendo algo así: “Si por ejemplo todos los libros de Kafka desaparecieran y nadie supiera quién fue Kafka, una memoria colectiva recrearía las historias "kafkianas". Por analogía podríamos pensar qué si todo Mafalda se perdiera, creo que una memoria colectiva la crearía de nuevo, se repetirían sus dichos y todos los temas que fue tocando. La pregunta sería, entonces, si tiene conciencia de haber creado un clásico.

-Sí, bueno, la conciencia me la han hecho adquirir, no es que a mí se me ocurra pensarlo. Ante cosas así, sobre todo de otros países; ayer vino una chica que vive en Boston, es argentina, está estudiando y vive con un chico argentino, y me contaban que cuando les agarra el ataque de nostalgia empiezan a contarse tiras de Mafalda. Entonces si, lo admito como un hecho que existe.

-Mafalda remite a lo cotidiano, ante cosas cotidianas uno recuerda algo de Mafalda, está en todos, quiero decir con esto que pasó al lenguaje popular; cosa que tal vez no pase con la literatura...

-Bueno, no, también pasa con otros, con Cortázar, hay mucha gente que quedó enganchada y tal vez no sepan que están citando a Cortázar. El domingo fuimos a la casa de Sábato y justamente hablando de esto, de qué es lo que tiene vigencia y lo que no, de lo que pasa de moda o no, él decía que lo que no pasa de moda es lo que habla de la muerte y el amor... los problemas fundamentales del ser humano y Mafalda toca esos temas, que son cotidianos y trascienden siempre. Porque el (Sábato) decía que por ejemplo, de qué le sirve un logaritmo a uno, cuando se está muriendo; es decir, que la ciencia progresa pero el arte, los sentimientos, no progresan nunca; no es que Picasso sea mejor que Rafael Sancio, no progresó la pintura, hizo una cosa distinta, no es que una cosa vaya mejorando... y con la literatura pasa lo mismo... yo anoche estaba leyendo un pasaje del libro de Daniel, de la Biblia, y digo: ¡inventaron el dibujo animado!; hay una escena, te lo voy a traer, que es mejor que Tom y Jerry, es la parte que se llama "La Escritura en la Pared": hay un rey que está dando un banquete y están todos bastante en curda, el rey con las minas, en un banquete para mil personas, si querés leé todo el párrafo...

Quino me alcanza una Biblia que se podría decir tiene más señaladores y marcas que páginas, ubico el fragmento en cuestión y leo:

“Dio el rey Baltasar un gran banquete en honor de los grandes de su corte. Estando él ya entonces lleno de vino, mandó a traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del templo que hubo en Jerusalén para que bebieran en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas. Trajeron, pues, los vasos de oro y plata transportados del templo que hubo en Jerusalén y bebieron en ellos el rey y sus grandes. Bebían el vino y celebraban a sus dioses de oro y de plata, de bronce y hierro, de madera y piedra. En aquel momento aparecieron unos dedos como de mano de hombre que escribían enfrente del candelero, sobre ia superficie de la pared del palacio real y el rey veía la palma de la mano que escribía. Mudósele al instante al rey el color del rostro, llenábanle de turbación los pensamientos que venían y se desencajaban las junturas de los riñones y batíanse una contra otra sus rodillas”.

Entre risas, Quino, interrumpe la lectura y continúa la conversación...

-Es una de Spilberg, esas manos que aparecen en la pared y empiezan a escribir solas, el tipo que se vuelve loco. Pero lo de la juntura de los riñones es una imagen que ni de Tom y Jerry, cuando el otro le da veneno y queda el esqueleto, eso de las junturas es cine puro.

Siguiendo con Borges... él decía que la Biblia no era un libro sino una biblioteca.

-Sí, sí, es una biblioteca.

-Bueno, ahora es más que eso... Daniel inventando el dibujo animado. (Risas)

-Desde el principio de la Biblia con la serpiente que habla ya es Walt Disney, es fantástico; cuando ando flojo de ideas agarro y leo la Biblia, la leo mal porque agarro y la abro en cualquier parte... está todo ahí... mirá estas festicholas, es una maravilla.

-Aparte de haber sido escrita por Inspiración, sirve para la inspiración.

-Sí, sigue inspirando (risas).

-Es muy lindo esto que estamos hablando para pensar la relación entre la historieta y la literatura...

-Oski vivía fascinado con la idea de ilustrar la Biblia, era una cosa que le hubiera gustado muchísimo.

-¿No ha pensado en retomar esa idea?.

-Sí, quiero antes echarle un vistazo a otras cosas, porque Durero ilustró el Apocalipsis; porque ésa es otra, ese bicho que describen ahí, el Leviatán este, con todas las cabezas y los ojos esos...

-Y las visiones de Ezequiel, uno no ha visto en películas de terror algo similar a esas visiones o a “La apertura de los sellos”.

-Sí, bueno, ¿viste en “El Arca perdida” cuando abren la caja?, es bastante sacado de ahí, ¿no?; recién ahora con toda la tecnología se podría empezar a filmar en serio la Biblia; bah, en serio y en joda también, porque esto es fantástico; pensá que está escrito por tipos que no habían visto cine, teatro habría, pero no se puede decir, esta imagen se la afanaron a cualquier película... como lo del libro de Daniel, unos dedos escribiendo en la pared, puta que lo parió, que lindo ¿no?... y al final esa misma noche al rey lo asesinan, es redondo. También cuando se habla del plan económico.

-¿Cómo sería eso?.

-Es una palabra de Jesús, mirá qué frase.

-(Lee un fragmento señalado en la Biblia) “Pues por eso mismo debías haber dado a los banqueros mi dinero para que yo a la vuelta recaudase mi caudal y mis intereses”.

Quino nos explica:

-Porque es un rico que decide irse de viaje y le deja a cada uno de sus sirvientes una moneda de oro y uno que se asusta mucho la entierra para no perderla, en cambio los otros la fueron invirtiendo y le devolvieron al patrón los intereses; está bien, Jesucristo lo pone como un ejemplo de que a la fe hay que saber invertirla, y no decir: “Ah, bueno, yo tengo fe; y quedarse ahí”.

Nos hubiera gustado quedarnos ahí. Observando, con cierto pudor, la mesa de trabajo de Quino, su lugar. Conversando sobre tantas cosas que hubiéramos querido preguntarle. Disfrutando, casi como niños, de ese encuentro.

Antes de despedirnos, lo inevitable : "no nos perdonaríamos, ni nos perdonarían, si no le pidiéramos un dibujo para la revista".

" y, bueno... hacemos una Mafalda con un unicornio"

Demasiado, maestro, demasiado.

 

Un diálogo de Gabriel Di Lorenzo con Quino

 

Publicado, originalmente, en: Unicornio, un caballo con suerte  Núm. 3 Diciembre de 1992 - Enero de 1993

Unicornio, un caballo con suerte revista literaria publicada en Mar del Plata entre mayo de 1992 y enero de 1994. Se publicaron 6 números

Link del texto: https://ahira.com.ar/ejemplares/unicornio-no-3/

Gentileza de Ahira. Archivo Histórico de Revistas Argentinas que es un proyecto que agrupa a investigadores de letras, historia y ciencias de la comunicación,

que estudia la historia de las revistas argentinas en el siglo veinte.

 

Ver, además:

 

                      Joaquín "Quino" Lavado en Letras Uruguay

 

 

Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce   

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