Espalda |
Ahora si, queriendo ser bueno he parido a la maldad porque te he herido, te he herido en lo mas hondo, en dónde tu pasión se acalla para dar paso al intelecto. ¿Sirve? De que sirves sangrante y con odio, sólo carne y cerebro, cuando yo quería a tu alma y a las caricias de tu espíritu. Fui yo. Triunfal. ¿Acaso no se mata aquello que se ama? Ahora sí, he terminado al amor, a nuestro amor, a mi amor, a tu amor, he inaugurado al odio nuestro odio mi odio, tu odio. ¡Basta! Recuerda únicamente a mi espalda, caminando hacia las olas. |
Tito Devrek
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