El circo 
Tito Devrek
Buenos Aires

…cuando cierra su función
el circo, 
cuentan los cuentistas
de sus olores,
de sus dolores,
de sus artistas,
de sus magos y de sus trapecistas,
y de sus domadores,
en sus tres pistas.
El circo, cuentan los cuentistas,
nos muestra los horrores
de nuestra psiquis con aristas
porque, en verdad, queremos ver:
como se cae el equilibrista
como la fiera se come al domador
como los caballos desmontan a la ecuyère
como el malabarista se equivoca de botella
como un payaso vestido de oro le pega a otro vestido de harapos
como restalla el látigo y suena la fanfarria
cada vez que hay peligro de muerte
y eso vamos a ver, ¡eso!, y contenemos el aliento
porque para eso pagamos,
como en la tarde de toros, otro circo,
o en la riña de gallos, otro circo,
queremos ver y oler la sangre
no importa de quien sea, pero no la nuestra…

Tito Devrek

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