El circo |
…cuando cierra su función el circo, cuentan los cuentistas de sus olores, de sus dolores, de sus artistas, de sus magos y de sus trapecistas, y de sus domadores, en sus tres pistas. El circo, cuentan los cuentistas, nos muestra los horrores de nuestra psiquis con aristas porque, en verdad, queremos ver: como se cae el equilibrista como la fiera se come al domador como los caballos desmontan a la ecuyère como el malabarista se equivoca de botella como un payaso vestido de oro le pega a otro vestido de harapos como restalla el látigo y suena la fanfarria cada vez que hay peligro de muerte y eso vamos a ver, ¡eso!, y contenemos el aliento porque para eso pagamos, como en la tarde de toros, otro circo, o en la riña de gallos, otro circo, queremos ver y oler la sangre no importa de quien sea, pero no la nuestra… |
Tito Devrek
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