Un Carioca y un Uruguayo unidos por el Río Paraná en el imaginario colectivo latinoamericano. |
“O
dificil é ser simples. Os
meus personagens falam linguagem regional. Linguagem é apenas informacao
da verdade regional, mesmo em forma de diálogo. O povo é simples como eu.
Eu me considero dentro do meu jeito de ser. É o meu jeito de ser. Sou eu.”
José Mauro de Vasconcelos.
Para una mejor
integración regional hay que empezar por
interconectar culturas y
de la manera más simple. (Anónimo de la Región Latinoamericana). |
El gran escritor Ze Vasconcelos, nacido en Río de Janeiro y peregrino del mundo por todo el territorio Brasileño, hablaba del lenguaje del pueblo simple como el lenguaje del alma. Su par, el gran escritor Horacio Quiroga, nacido en la ciudad de Salto, Uruguay pero que gran parte de su vida pasó en la Argentina, describía en sus relatos personajes entrelazados con su destino en un ambiente natural. Aquel, en la selva amazónica o en el sertâo brasileiro o en una gran urbe metropolitana donde podía suceder todo lo que un hombre podía imaginar, por ejemplo, hasta la aparición de un palacio japonés en plena plaza de Sao Paulo. Éste, en la selva misionera, que lo encantó desde el primer día que la visitó y allí pudo tejer historias de animales en lucha con el hombre, de hombres peleando con la naturaleza y de hombres “desterrados” en busca de su sentido de vivir y de su tierra natal. Realistas ambos, con tintes mágicos de lo que sería la novelística de Juan Rulfo, no dejaron de retratar la historia del hombre en su medio ambiente, muchas veces hostil, otras mimetizándose en las fuerzas de la naturaleza. A
Ze Vasconcelos, lo vemos más volcado al género novelístico
pero con algunos cuentos en su haber, como ser, los
del libro “Harina Huérfana”,
centrado primordialmente al tema de la soledad del hombre en un
medio ambiente determinado y también en “Corazón de Vidrio”, dedicado
a niños y adultos –como toda su obra en general-
donde describe en relatos
cortos, la vida de un pájaro, de un pez, y
de una mangueira, entre otros. En
cambio, a Horacio, lo observamos volcado en absoluto al cuento, es el
maestro del cuento, al estilo Edgar Alan Poe o Kipling,
con finales siempre inesperados. Muchos con tintes
existenciales como “El Hombre Muerto”, “Los Desterrados”[1]
, “Los Destiladores de Naranja”, entre otros, conectados
con su trágica y
contradictoria vida personal; no
olvidemos que Quiroga fue docente, escritor, constructor, viajero,
peregrino, autodidacta, juez de paz en algún lugar de la provincia de
Misiones, sin contar los innumerables hobbies que tenía, en especial, la
química práctica –que lo llevó a hacer varios experimentos de todo
tipo- también la mecánica y la fotografía.
En lo estrictamente literario, también se ha dedicado a los niños
como Ze, como ya mencionamos a “Los
cuentos de la selva”, un libro sobre historias de distintos animales de
la selva misionera – extensión del macizo del Brasilia y por qué no de
la Amazonia también, si esta Región se interconecta toda, a través de ríos
y paisajes similares.- Y ni
que hablar de los innumerables oficios o personajes que ha asumido nuestro
querido Vasconcelos, el cual fue agricultor, operario, boxeador, maestro,
profesor primario, garimpeiro, sertanista, modelo, actor de cine, actor de
televisión, periodista , locutor, a más de escritor, pintor y también
peregrino ya que ha recorrido casi todo el inconmensurable Brasil. En
lo personal, descubro en la obra de ambos autores muchos puntos en común,
que me despiertan la idea de organizar un MERCOSUR
desde lo cultural.
Con
el ingreso de la REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
como Estado miembro de
este gran espacio subregional, y más allá de la integración económica
tan necesaria para estas regiones australes,
entendemos que este temperamento va a favorecer a interactuar en
un plano interpersonal más que interestatal, lo que favorecerá
también la integración en otros ámbitos
–el económico- sin perder de vista por cierto, a las personas como
motores de esta fusión cultural. Así,
un punto de partida sería
empezar a conocerse a través de
obras literarias y musicales; uno no valora lo que no conoce y en
consecuencia, no quiere lo que no conoce.
Es
que el ingreso de este país hermano al MERCOSUR ha encendido la pasión
de integrar a esta región
austral- sin perder cada uno sus individualidades-
, brindando mejores
empleos, eliminando en lo
posible las desigualdades sociales, generando espacios de conocimiento
mutuo y en definitiva, transformando
a la región en una zona de
paz y desarrollo para consolidar el valor justicia. En
suma, si bien no se trata de
efectuar un estudio exhaustivo de ambos escritores y de su obra, la idea
es mostrar los puntos en común
de ambos y sus diferencias para despertar
la atracción en los jóvenes
para conocer más sobre a estos dos grandes escritores del siglo
pasado que, quizás
sin saberlo, tanto han hecho
por construir la integración regional que todos quisiéramos tener y
que quizás no podemos realizarla
por falta de un horizonte claro y simple. Por ello, qué mejor que
concluir con la frase de José
Mauro de Vasconselos: “O dificil é ser simples.” Referencias: [1] En este cuento, Quiroga hace expresa mención a la vida de dos desterrados brasileños en la selva misionera, su miserable vida como trabajadores en los yerbatales y la necesidad de volver a su terruño que siempre sienten los deterrados en general. En este caso, los personajes –a pesar de estar espiritual y geográficamente tan cerca- nunca llegan a su amado Brasil, porque mueren en el camino, aunque para ellos –tanto en su mente como en su sentir- ya habían llegado. |
Alejandro
Della Sala
Este trabajo también fue publicado en la Revista logogrifo de la editorial Ala de Cuervo de Venezuela en el mes de Julio de 2006.
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