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La vida es como un rompecabezas:
tenemos unas cuantas piezas ya puestas en el pasado
que no pueden cambiarse de lugar,
unas pocas en la mano,
que debemos colocar ahora y con mucho cuidado,
y muchas que irán apareciendo en el futuro,
cuyo color y forma desconocemos,
por lo que de nada sirve especular...
El rompecabezas no tiene forma definida,
puede ser cuadrado, una larga hilera o una esfera;
la cantidad de piezas también es desconocida,
y lo único que podemos esperar es que,
cuando hayamos puesto la última ficha,
el resultado sea tan coherente y hermoso
que Dios mismo quisiera colgarlo en su sala,
sobre el hogar. |
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