|
Nos miran.
Permanecen.
Palpitan.
Un cúmulo brillante y eterno
allí arriba,
testigo de nuestro pasar
tan poco importante.
Círculos, círculos, círculos.
No somos más que un planeta
dando vueltas en círculos,
seres cuya vida no es más que un círculo,
existencias repetitivas,
experiencias reiteradas,
sentimientos conocidos.
Un círculo irrompible nos atrapa,
un avanzar para llegar al mismo lugar.
¿Será que cuando el viaje termine
habremos aprendido algo?
¿Habremos avanzado?
¿O permaneceremos eternamente atados? |
|