Ya nada queda de tí |
“Y aquella casita tan blanca y bonita "... |
Ya nada queda de ti. No queda nada. Ni la sombra recortada de tus yaguas. Ni la fragilidad de tus horcones. Ni la blanca desnudez de tus paredes chorreando siempre cal, embadurnadas. Ya nada queda de ti. No queda nada. Me veo desde el fondo del recuerdo tanteando tus rincones. Escalando el regazo de mi madre. Descubriendo quizás los primeros olores. Ese olor de la tierra que se abre al abrazo del sol, recién mojada. Ya nada queda de ti. No queda nada. Quisiera deambular por tus mayales. Perderme entre guizazos. Beberme el sol a sorbos y en la noche acunar para siempre aquella infancia que se quedó dormida y arrullarla. |
©
René Dayre Abella
renedayre@gmail.com
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