Musulungo |
A Musulungo, gato sin pedigrí |
Llegaste una tarde de diciembre por la puerta de entrada, sin llamar. Corriste por las habitaciones sin mirar a los lados, ni advertirnos. Alguien te llamó para acariciarte y no acudiste a su llamada. Luego viniste a mí y yo compartí mi cama y mi pan por diez años y un día, justamente. Hoy buscaré un rincón en el jardín para enterrar definitivamente la alegría que nos trajiste aquella tarde, Musulungo. |
©
René Dayre Abella
renedayre@gmail.com
del poemario "Poesía Repartida y otros poemas"
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