Se ha fugado
mi cuerpo
esta mañana
Viaja por senderos
desconocidos
entre cedros
y alcaparros
Se fugó sin descifrar
-en la Rosa de los Vientos-
el nombre del
Duende-Poeta
que me ofrenda
su bosque
Iba en busca
de un espiral
y aquel océano inclemente
despertó por mi sangre
Si me fugo
de nuevo
no me atrapes
La Luna Nueva
con su certeza
me empuja
al Reino del Poema
Y levito
a la hora del crepúsculo
mientras desnuda
asciendo tus espejos
El bosque me entrega
su conclave
y viajo de un silencio
a otro
sin detener el paso
Llego a la cajita
de música
a la íntima morada
del poema
Por eso si me fugo
de nuevo
no me detengas
Tú comprendes
el desgarrado despertar
de la soledad
Y los puntos suspensivos
por los cuales navegué
por siglos
El árbol de la vida recibe
al Duende de los cien espejos
y al Poeta de los cinco nombres
Lleva en sus ojos lejanos
un caballo que galopa
por las copas
de sus árboles
Abarca el bosque entero
e inaugura la vida
por este verde esmeralda |