Muñeca |
Para
Marita y Ximena |
Hoy vuelvo atrás queriendo
recordarte, mirando a tu muñeca sorprendida con el brillo en los ojos, sonriente y aquel
mohín de niña consentida ¿Mamá, no puede hablar esta muñeca? por qué, si tiene boca me
preguntas. quisiera yo decirle que la amo y que ella me conteste si me escucha Avanzo en el recuerdo nuevamente quedando lejos aquellas fantasías no es ya la muñeca tu presente llegan a ti otras melancolías Eres mujer y niña al mismo instante quieres lograrlo todo en cada día yo entre gruñona y complaciente comparto en tus quince años la
alegría Tus lágrimas recuerdo, tus sonrisas al término de etapa secundaria la despedida de horas compartidas con inquietudes juveniles en el
alma. Ya no habrá más campanas ni
recreos con tu mandil de colegiala, te veo ahora feliz en el recuerdo de aquel ingreso a superiores aulas Serás lo que te dicten tus anhelos Viajera, maestra o asistenta, mas sé que siempre mis desvelos te seguirán con la mirada atenta. surgirá entonces rodeado de
misterio aquel primer amor que tú presientes ilusionada quisieras retenerlo y junto a ti, soy joven nuevamente Al matrimonio llegarás soñando con ser la madre que tenga en su
regazo ya no aquella muñeca de tus juegos
hablando sino el propio bebé acunado en tus
brazos. Pasando pues las horas y los días mi amor de madre te sigue siempre
viendo como a la dulce niña traviesilla de cabellos rizados o de cerquillo
inquiero con tu linda muñeca o el cuadernito
nuevo o como la chiquilla que no dejó el
colegio. Mas las arrugas surcarán mi cara y blancas canas adornarán mi frente pero tú, hija
mía bien amada, seguirás siendo niña en mi
presente. |
del Poemario "Camelia"
Bertha Cuba de Paredes
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