Ausencias |
Primer acto
“Tesorito de Mami” |
Escena
1
Cuarto
de adolescente, cama mesa de luz, ropero o cómoda. Desorden, ropa tirada
por el piso, la guitarra arriba de la cama, libros, hojas de carpeta por
doquier, zapatos fuera de lugar, posters de grupos musicales, peluches,
fotos,
etc.
Entra
la Madre a la habitación vestida de calle, recién llega del trabajo,
enciende la luz, comienza a acomodar la habitación y mientras lo hace
reniega en voz alta:
MADRE:
(
Dejando la cartera sobre una silla del cuarto
) Camila, Camila,
todos los días lo mismo, todos los días la pieza es un caos, un horror,
Beirut en llamas, Pearl Harbor, ¡qué sé yo! ¿Hasta cuando? ¿Cuándo
vas a sentar cabeza y te vas a poner las pilas y vas a madurar? ¡Sos una
señorita, sos grande ya! ¡Tenés diecisiete años! No es justo que yo
que trabajo como una mula para que no te falte nada, para que puedas
ostentar el celular de última generación, las zapatillas
de marca, la ropa cool, como vos decís, tenga que
venir a acomodarte la pieza y a sacar toda esta mugre...
Ya,
sé, ya sé, que no es cosa mía, que podría dejarla así como vos la
dejaste, que no tengo por qué meterme en tus cosas, que vos ya sabés
como y dónde dejás tus papeles en medio de tu gran desorden
organizado... Pero ¿qué querés? Me da vergüenza que vengan tus amigas
y vean la pieza en estas condiciones... Si hasta calzones sucios y pañitos
usados aparecen debajo de la cama... ¡Qué mugrosa que te has vuelto! Tu
papá tiene razón cuando dice que yo soy la culpable de todo, que yo te
malcrío, que no te dejo madurar... Aunque en eso
bueno, en eso no tiene toda ,toda la razón. Porque yo le
digo a tu papá que sos bastante responsable, que te pusiste
las pilas en la escuela, que este año sólo te quedan
3...Comparado con el año pasado, que casi te traés a los profesores a
casa...(
Sigue juntando, doblando, guardando
) ¿Y esto?(
encuentra
una cartita)
A ver, a ver, ¿Qué dice? Total ahora que no estás...(
la
lee
) ¡Mi nena está enamorada!¿Quién la firma? ¡Qué letra! ¿Qué
dice? Nico, Nico, ¿cuál es? ¡Espero que no sea el de la moto! No tengo
nada contra las motos, pero ese chico es como raro, llenos de aros y
tatuajes, me da... miedo. Ay, nena, espero que seas responsable y no hagas
nada raro... Si tu padre se entera nos mata a las dos... Bueno, yo acá
haciéndome problemas y capaz que Nico es el de anteojitos y pelito castaño
que estudia Ingeniería en Rosario, el sobrino de Paquita, el que conoció
en los quince de Natalia...
Ese
me gustaría más. Parece tan seriecito... Además es lindo el pibe, no va
querer anda paveando... Pero qué pienso... Si mi nena es chica para eso.
Si apenas tiene diecisiete, Tesorito de Mami. Tiene tiempo de pensar en
novios en serio... Qué desastre! ¡Todas las hojas de carpeta,
desparramadas por ahí, cómo no vas a tener un cero en Matemática!
Siempre le digo, pero no me escucha: Matemática es orden, hay que ser
ordenado para estudiar matemática...Pero no hay caso, ella me mira y me
dice,” dejame de romper má”.
Qué
cosa. Uy, Acá está la compañera de la media lila que lavé el otro día
y no podía encontrar... La guitarra (
hace unos acordes, toca algo)
¿Quién iba a decir que te gustaría tanto como me gustaba a mí? Pero
las cosas de valor se guardan en su lugar señorita kilombito. Así no te
va a durar nada... Y mirá que salió cara esta guitarra..
. (La guarda
y la pone en un rincón)
¡Los
libros de Historia que estaba buscando la semana pasada, mirá dónde
estaban!
¿Qué
tiene acá,? Unas fotos, mi amor... ¡Qué linda con el padre! ¿Y esta
otra? Loca, como se afeó con ese aro en la pera... Menos mal que el de la
lengua no se lo hizo... Con esa carita tan linda que tiene...
¿Y
esto? Ah, el palo de Hockey. Esto sí que lo tiene olvidado. Ummm Las
zapatillas necesitan agua y jabón, y este vaquero no da más... (
Sale
y vuelve con una escoba y una pala, barre, pasa el trapo sobre los
muebles, levanta los peluches)
Pero
no es justo, ocho horas en el trabajo y después venir y seguir acá... No
doy más. Un día me voy a cansar y no le lavo un calzón más. Que
aprenda ella solita a hacerse las cosas, acaso no dice que es tan grande
que se quiere ir a vivir sola, que cuando vaya a la facu, que esto que lo
otro... ¡Se la van a comer los piojos! ¡Qué loca! Le voy a cambiar las
sábanas, le voy a poner las rosas o mejor las blancas con el bordadito
que tanto le gustan... Hay que lavar las cortinas, tienen olor a tierra...
No sé por qué quiso sacar las de Barbie, si eran tan lindas... (
junta
las sábanas, saca las cortinas, cambia la cama, mira la hora)
Uy! ¿Qué
hago de cenar? Tengo unas milanesas de anoche, y algo de ensalada...
Listo, pido una pizza. Tengo que terminar acá, no sea cosa que esta noche
venga con alguna amiguita del cole a dormir y la otra se encuentre con
este nido de ratones... Lo único que falta es que diga que la madre es
una sucia... Porque seguro que la madre de
ella tiene señora por hora... ya quisiera yo un poco de ayuda...
Ustedes las adolescentes siempre lo mismo, que no tienen tiempo con el
cole, con gimnasia, con las actividades extraescolares, con esto y con lo
otro. Con los amigovios, el ciber y la tele mejor diría yo. No te preocupés
mami, me dice, ya lo voy a limpiar el sábado, pero ese tan anhelado día
nunca llega, porque el sábado duerme hasta la una... ¿Cómo pueden
dormir tanto? (
sale de la habitación y
apaga la luz una vez ordenado todo)
Telón corto
Escena
2
Se
oye cantar un gallo, lo que anuncia el nuevo día. La Madre dice desde
afuera de la escena:
MADRE:-
¡Me voy a trabajar! (
Entra en la habitación,
enciende la luz, comienza lentamente a desordenar la habitación, saca la
ropa que guardó la noche anterior, los libros, las hojas, la guitarra la
pone sobre la cama, destiende la cama, etc)
MADRE.-
No es posible que todos los días tenga que hacer lo mismo. No es justo
que cada mañana tenga que venir y llamar tu atención de esta manera. Hay
que ir a la escuela tesorito de mami, hay cosas importantes que hacer.
Yo
le dije a tu papá que vos eras una chica responsable, que nunca te ibas a
meter con un chico como el de la moto, que ibas a ser responsable de tus
salidas, que no ibas a andar con cualquiera que se te pusiera delante ni
te hiciera una sonrisa cariñosa...
Pero,
cambiaste, neni, cambiaste, dejaste a tus amigas de siempre, empezaste a
escuchar música rara, te encerrabas horas y horas en tu cuarto, te
volviste agresiva e intransigente... Dejaste el Hockey
y las clases de inglés, aunque el colegio no lo descuidaste tanto,
lo admito.¿Por qué no te dije nada cuando vi tus cambios? ¡Qué se yo!
Tuve miedo de enojarte... Además qué podía yo decirte si últimamente
casi nunca me escuchás...
Vamos,
señorita hay que levantarse para continuar con la rutina de todos los días...
Y
no me digas que me deje de romper, porque no me voy a dejar de romper.
Ahora sí que me vas a escuchar, porque esta situación no puede
continuar...
Tu
papá se fue, ¿sabés? Dice que yo tuve toda la culpa por consentirte
tanto, por confiar tanto en vos, por no impedirte que salieras con ese
loco borracho de la moto...
¿Pero
qué quería que hiciera? Si me ponía en contra, vos te ibas a poner más
rebelde todavía, mejor dejar que el pibe viniera, darle cariño, cebarle
unos mates, conocerlo mejor... (
Sigue desparramando las cosas)
Las
cosas anduvieron bien un tiempo, si hasta se sacó un par de aros de la
cara... Y te digo que creo que se empezó a bañar más a menudo...
Pobre... Le faltaba cariño, contención... Vos tenías razón y no era
malo el pibe; pero dejame decirte que ese chico no era para vos, vos te
merecías otra cosa, otra vida...¿Pero quién se lo hacía entender a tu
viejo? Él tampoco hacía nada, todo me lo enchufaba a mí, yo tenía que
ser la bruja, la mala, y bajo ningún aspecto yo quise tomar ese papel. Te
lo juro, tesorito. Si ya se te iba a pasar... Cuando aparecieran los
chicos de la Facu, se te iban a ir los ojos para otro lado...
Tu
papá se fue, dos días después de que discutieron tan feo, ¿te acordás?
Yo quise evitar que se pelearan pero él, siempre tan calentón, no pensó
en ese momento las consecuencias de prohibirte que salieras con el
melenudo...
No
lo hizo por malo. Lo hizo por guarda... ¿Podés entenderlo? No. Ya sé.
Si sos tan chiquita... tan inmadura... Tan calentona como él.
Y
por esa estúpida pelea que tuvieron ese día...
Siempre
me pregunto por qué saliste con el pibe, si lo viste que estaba tomado.
Por qué no te pusiste el casco, por qué no pensaste en mí que tanto te
quiero...(
Se quiebra y empieza a llorar)
¿Por qué subiste a esa
moto, por qué no le avisaste que el semáforo estaba en rojo, que se iban
a matar? ¿Por qué no te quedaste encerrada en tu cuarto como otras
tantas veces, si ese día yo te lo había perfumado con los jazmines del
jardín de Paca? ¿Por qué te fuiste para no volver nunca más, por qué
tengo que desordenar tu cuarto cada mañana antes de irme para hacerme a
la idea por la tarde de que estuviste aquí?
(
Llora y se desahoga en llanto;
luego se comienza a recomponer, se seca las lágrimas y se incorpora)
Tu
papá no se bancó tanto dolor. Me pregunto si lo verás desde donde estás
vos, si habrán
tenido la
posibilidad de encontrarse alguna vez, si habrán hecho las paces... Papi
no es malo, tesorito de mami, es un poco calentón. (
Sale y antes de
cerrar la puerta y dice) C
apaz que a la tarde nos veamos, los tres
digo. Por ahí, no voy a trabajar hoy y los salgo a buscar, para que
estemos los tres juntos otra vez. No sé. Estoy tan cansada... Hasta
luego.
(
Cierra la puerta tras de sí)
TELÓN FINAL
Acto dos
“Mamita querida”
Muebles
de cocina, mesa, sillas, teléfono, al fondo una cortina entre abierta,
desde atrás se ve una cama, un televisor encendido mirando hacia la cama,
no se debe ver quien está en la cama. Una mujer de mediana edad, entra
con las cosas de los mandados.
Mujer
-
Ya
no podés comprar la carne. Hoy voy a tener que arreglarme con los
zapallitos y los morrones. Vos sí que no tenés problemas-(mira hacia la
cortina que esconde una cama.)- Nunca los tuviste. Primero, un hígado de
fierro, a prueba de balas. Comieras lo que comieras no te pasaba nunca
nada. Eso sí que yo no te lo heredé. ¡Esta vesícula de mierda me está
matando! ¡Y encima el doctor me empezó a cobrar el arancel diferencial!.
Atorrante.(Sigue acomodando las cosas que trajo en la cocina, el aparador,
etc)
La
Choli dice que el doctor de ella no le cobra diferencia, pero, qué se yo.
A mi me da miedo andar cambiando ahora. Ese otro andá a saber si me
cambia todo, y me termina matando, a la final! Este es un hijo de puta,
pero, que se le va a
hacer!
Ya me conoce. Me tiene la historia clínica hecha. De cuando te llevé por
lo de los intestinos…¿Cuanto hace? Como seis años. No, más, me
parece. Qué se yo. NO me acuerdo. Me parece que el Rogelio estaba en la
casita de Flores.
Uh!,
me olvidé los huevos. Bueno, los zapallitos los haré sin huevo. No voy a
salir otra vez! Con el frío que está haciendo a ver si me engripo! Vos sí
que estás fenómeno…NO pasás frío… NO pasás hambre. (Se asoma) Te
reís. No sé de que mierda te reís.
Tengo
que llamar al del cable, para que lo arreglen, el canal de las novelas
sigue cortado… Otro, ese . Otro gasto inútil… Me pregunto para qué
te prendo el televisor si no ves nada. Me mirás cada vez que me asomo con
esos ojos de hielo, penetrantes, que me ponen la piel de gallina.
La
vieja de enfrente se fue para el campo de los pinos. Ya sé, parecía más
fuerte que vos, pero a cada chancho le llega su San Martín.
(Saca
unas boletas del monedero) Los impuestos no los pago más.
Qué se le va a hacer!
Total
está todo a tu nombre. Que se los cobren a Magoya. Demasiado tengo con el
choclo que todavía tengo en la farmacia. Al pedo tanta medicación. Tanto
gasto de enfermera, y la mar en coche! Un día me canso y no le doy un
mango más a la vieja turra de la farmacia. Se cree que no me doy cuenta
de que no me hizo bien el descuento del Pami, y que no diga que el otro no
le paga…
Estoy
harta de miseriar, de no ser dueña de comprarme un
mísero par de medias, un calzón, qué sé yo! Todo a la farmacia,
todo a la enfermera, todo a los putos médicos. Sí, ya sé, ya sé. Si me
hubiera casado con el Hugo, en vez de casarme con el vago del Cacho, hoy
tendría un mercadito a mi nombre. No me lo tenés que echar en cara cada
vez que viene el tema de la plata. Claro, ya sé lo que estarás pensando,
como si te pudiera leer la mente, mi hermanita mayor sí que eligió bien.
Claro, la Elbita se encanchó a un gringo con plata, que le llevaba 23 años,
pero que le compró casa en el centro, otra de fin de semana, auto y qué
se yo cuanto más, en cambio el Cacho, era un sucio, un vago, un
cafiolo…NO me digas más, me retumban tus palabras en la mente. Ahora no
podés hablar, pero cuando podías, no te quedaste corta echándomelo en
cara. Sí. Nunca te cansaste de decirme lo suertuda que fue la Elba. Pero
lo que nunca supiste es que el gringo bien
que la cagaba a palos, a esa otra zaina. Y ella a su vez, (hace el
gesto con la mano) Unos cuernos así de grandes le puso al tano de mierda
ese. Con el Tito, el almacenero, con Purrete, el del taller mecánico, y
hasta con Giusseppe, el hermano del marido. Sí. No lo supiste. Pero yo sí,
porque un día me le caí de sorpresa y el cuñadito salió en
calzoncillos de la pieza de ella. Flor de puta fue mi hermanita. Yo por lo
menos, nunca le puse los cuernos al Cacho. Bueno, una vez , (se ríe) ¿No
te lo conté? Bueno, ahora que no podés decirme nada, me desahogo. Pedro
Robledo. Se llamaba. Era un churro bárbaro. Le vino a cobrar una deuda de
juego al desgraciado de mi marido. Como él no estaba lo atendí yo. Le
lloré un poquito, me hice la víctima. Cuando quise acordar, me estaba
manoteando una teta! ¡Qué hijo de puta! Pero estaba re bien, el guacho.
Olía bien, se vestía bien. Me apretó contra la pared y me besó como un
loco, me tocó un poco. ¡Ay, me agarran los calores de solo acordarme! En
eso se escuchó la camioneta de Pacussi, el de enfrente, y me soltó
creyendo que era el Cacho. Estaba re alzado el loco. Quedamos en vernos
otro día. Y le perdonó la deuda. Era un tigre en la cama. Después ya ni
quise que el Cacho se me acercara. No podía dejar de comparar! Pero
Pedrito no apareció más.
Ya
sé, te estarás horrorizando. La nena, la chiquita te salió putita. La
grande también. (Prepara el mate)
Pero
yo me privé de vivir. ¿Sabés? Primero por casarme con el turro del
Cacho, que me cagó la vida. Después, cuando nació la Nelly. Vivir para
ella. Hasta que se casó. Y en los últimos 10 años, vivir para vos. Para
atenderte, llevarte al médico, lavarte el culo, cambiarte los pañales,
comprarte los remedios, buscarte enfermeras, cambiarte las sábanas, dar
vuelta el colchón, etc, etc. ¿Y Yo?( Se pone un poco agresiva, airada) Y
yo ¿qué? ¿Cuando una alegría? Tengo 58 y hace veinte que no siento un
hombre al lado mío.
Me
cagaste la vida, y lo único que tengo es esa mirada tuya de hielo que me
compara con mi hermana. Hace
como
tres años que no duermo una noche entera. Me despierto a cada ruido, cada
movimiento, me parece que
te
estás largando de la cama, que voy a entrar al cuartucho y te voy a ver
tirada en el piso, cagada y meada hasta las trancas, como la vez de
Navidad. Linda Navidad me hiciste pasar. La Nelly que no podía venir con
los chicos. Claro, se iba a lo de la suegra. Ahí era todo joda, en cambio
acá…Y yo, sola acá. Con vos, y el borracho del Cacho, que viene a
joder en las fiestas. Encima el boludo ese se fue temprano. Solas. Vos y
yo. Me acuerdo que me abrí la sidra y ¡me corté con el alambre de
mierda ese que trae el corcho! Me bajé sola la sidra. Y a las diez y
media, me fui a dormir. NO había pasado ni una hora. Ni una hora cuando
escuché el ruido. Te habías caído. Y yo medio en pedo, encima, no sabía
para que lado agarrar.
Estabas
bañada en mierda, que asco! Y me mirabas sonriente desde el piso y aplaudías
una y otra vez. ¡Qué mierda aplaudías! Tu Parkinson te manejaba las
manos, que lo parió. Cómo te odié esa noche, mamá. Perdoname, pero ¡te
quería matar! Hacía como cinco años que te estabas por morir. Tres
veces te internaron en el hospital desahuciada! Dos veces el cura te dio
la extremaunción! Y nada. Seguías y seguías…jodiendo. Jodiéndome.
Porque la otra, tu preferida nunca apareció. De vez en cuando, me tiraba
unos pocos pesos, como queriendo calmar la conciencia. Pero visitarte,
cuidarte, limpiarte el culo. No. Jamás. La señora no estaba para esos
trotes. Que la columna cervical, que las uñitas esculpidas, que la puta
que la parió.
Y
así solo yo te cuidé. Me esforcé. Te velé en vida, desde hace diez años,
que te velo.
Esto
no puede seguir así. Estoy harta. (SE da vuelta hacia la cama) Esto me
está matando. Me está volviendo loca. Tengo que terminar con esto. ¡NO
me mires! Te odio, te odio!
(Toda
la siguiente escena se desarrollará detrás de la cortina, y se verá la
sombra de la mujer como en un teatro chino)
Basta
de suero, (arroja el porta suero fuera del cortinado, la chata, cajas de
medicamentos, sale y busca un cuchillo en el cajón de la cocina, y una
bolsa de consorcio) ¡Basta! Tengo que deshacerme de todo lo que te
pertenece, te tenés que morir de una vez, de una puta y condenada vez!
Morí, morí, morí (Acuchilla algo que no será visible para el público)
Vieja bruja. Me cagaste los mejores años de mi vida.( mete todo dentro de
la bolsa y lo saca fuera de la casa. Suena el teléfono, se sienta y más
calmada atiende) Hola, si? Ah, qué haces, Elba? Acá estoy. Me agarró la
loca, y me deshice de todo Me estaba matando ver a mamá mirándome desde
la piecita…
Sí,
ya sé que hace seis meses que se murió y que era hora de que limpiara
ese sucucho.
Pero
qué querés no me acostumbro a que no está más. Sí, ya sé, ya sé. Mañana
mismo desarmo el circo y me pongo la máquina de coser en el lugar en
donde estaba la camita. Por lo pronto, hice mierda la almohada y ese colchón
percudido y saturado de olor a orines. Tiré al carajo la foto de la
vieja, Hoy se lo lleva el basurero. Bueno, chau. Mañana te llamo, saludos
al gringo. Se apagan las luces |
Alicia Cruceira
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