A mis hijos |
Cinco capullos cinco pimpollos que vieron la luz desde mí cinco pájaros que anidaron en mi vientre en mis brazos, en mis pechos y en mis rodillas. Cinco golondrinas que levantaron vuelo uno a uno, sin pedir permiso, pero con las mochilas llenas de ganas de vivir Orgullosos, bravíos, valientes, intrépidos Quise protegerlos del dolor pero el dolor fue inevitable, implacable. Llevan mi sangre y mi color de ojos y algunos son aún más hermosos que los míos Ellos son más perfectos, más temerarios, mas arriesgados Cinco guerreros que pelean por su Independencia pero que vuelven a mi regazo después de cada guerra. Cinco perfumes distintos, cinco caricias diferentes cinco retos iguales Cinco nombres pensados en las largas noches y días de las cuarenta semanas de gestación. Nombres con sentido, de cinco personas que le dieron sentido a mi vida Y luego el ciclo vital se renueva en ellos son de buena semilla y se multiplican y la planta madre se siente en la cima su meta en la vida ha sido cumplida Trascendiendo en ellos, por ellos, a través de ellos, mis hijos. |
Alicia Cruceira
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