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El Nuevo Vedado: un museo al aire libre
Unión de historiadores de Cuba,
Sección de base municipal Plaza de la Revolución

por Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

 
 
ÍNDICE:

A manera de prefacio

Antecedentes mediatos

Antecedentes inmediatos

Albores del Nuevo Vedado

Conformación del Nuevo Vedado

Nuevo Vedado: transformaciones a partir de 1959

El Nuevo Vedado en el municipio Plaza de la Revolución

A manera de epílogo

Fuentes

Anexos: Mapas, Imágenes, Fotos


A manera de prefacio:

Barriada del Nuevo Vedado, barrios

Si nos limitamos al imaginario que aun prevalece sobre Nuevo Vedado (para otros popularmente, El Nuevo Vedado), es este un reparto no sólo de elite, sino elitista, “favorecido” y hasta “marginador”, sin tradiciones ni cultura popular ni cultura propia, “no cubano” y muy difícil al trabajo comunitario. Son esquemas simplistas y peyorativos por regionalismos, incomprensiones y otras miserias humanoides[1], que ignoran los tantos valores que tradicionalmente ha aportado (y sigue aportando) El Nuevo Vedado a la cultura cubana, que sin duda alguna, no debe obviar a esta barriada entre sus más legítimos motivos de orgullo. Es eso sí, una barriada (relativamente) homogénea y apacible, chic y ultramoderna, explícita novedosa desde su nombre que, lamentablemente, algunos confunden con el antónimo de la tradición, sin apreciar lo tradicional incubado en todo “lo nuevo”.

Sin embargo, Nuevo Vedado es, con toda razón y justicia, un topónimo harto conocido en toda Cuba y por no pocos extranjeros, aunque también demasiado confundido, lo cual motiva este libro, dado lo apriorístico con que ha sido (mal) asimilado en las divisiones político-administrativas (dpa), que debieran legitimar los mejores valores de cada cultura comunitaria, lo cual es infrecuente en numerosos países al concebirse de espaldas a las investigaciones y menos aun, desde dichas comunidades, sino hacia ellas y a menudo, al margen de ellas. Aun actualmente, esta barriada está dividida en dos concejos: Colón-Nuevo Vedado, y Nuevo Vedado-Puentes Grandes; el reconocimiento del topónimo fue un logro de las investigaciones de la cultura en el municipio (1996), puesto que siempre había sido ignorado por la dpa.

Tal imagen elitista ha propiciado su menor atención, consciente o inconsciente, pero siempre injusta y fatalmente; la luz científica desde este texto, propone una mirada más profunda y menos prejuiciada, que aporte su historia y otros valores, hasta hoy sin la atención y promoción de otras comunidades cubanas, lo que ha (de)generado aquí un gran foco de silencio que mal interpretado como tal, ha obviado una identidad eminentemente residencial con muy escasa diversidad de instituciones que en otras barriadas aledañas desbordan por cuantía y calidad, y lo peor aún, le han inventado acciones que tergiversan su cultura popular tradicional (que el populismo casi siempre subvalora bulla vulgar, antítesis y principal enemigo de lo popular) de tan noble y hospitalaria comunidad, contra su vasto patrimonio.

Tan así es que esta que se pretende colección de las diversas barriadas en el tan diverso y rico municipio Plaza de la Revolución
[2], inicia con Nuevo Vedado por ser la más necesitada de una promoción científica, mientras aumentan por los más diversos motivos (todos lógicos) los interesados en dicha barriada, donde predomina la cultura doméstica en tanto es residencial en su esencia y desde sus raíces, a comprender y respetar para el más feliz resultado del trabajo comunitario, si bien confluyen otras identidades y aun al conformarse en tanto reparto al mediar el siglo XX, ya heredaba hasta hoy tradiciones y patrimonio seculares; actualmente se extiende a ambos lados de la Avenida 26 entre el Jardín Zoológico de La Habana y Zapata (al oeste de la Necrópolis Cristóbal Colón), aunque al occidente de la Avenida 26, completa toda esta Avenida hasta 23 hacia el río Almendares, cuyo cauce sobre todo al sur se reconoce muy joven, apenas con 200 años.

Son más de 0,4 Km en ligera curva cóncava desde el Puente de 23 (1909) por toda la Avenida 23
[3] hasta 26 y por esta al sur, otros 0,3 Km en su frontera norte oriental hasta Zapata, donde continúa implicando las comunidades a ambos lados de 26 hacia el río al oeste, y al este Carmelo casi 0,7 Km hasta el fondo suroccidental de la Necrópolis Cristóbal Colón (1871), donde 80º al sur continúa por calle Loma 0,7 Km (ahora al este la barriada de La Plaza) hasta el fondo norte oriental del Zoológico (1939), que bordea más de un Km al sureste limitando al barrio Aldecoa hasta la Avenida 26, frontera que vuelve al noroeste otros 0,3 Km hasta la Avenida del Zoológico que 0,7 Km al sur lo limita del Bosque de Puentes Grandes hasta la ladera oriental del río, de la cual ocupa hacia el norte cerca de 1,5 Km serpenteantes hasta el Puente de 23, que los separan del municipio capitalino Playa.

Los diversos barrios en tal extensión, se dividen básicamente por la gran protagonista local: Avenida 26. Hacia el oeste, impera la identidad desde el río: de norte a sur, el Cementerio Chino impone otra identidad barrial alrededor, igual que del otro lado de 26 y más al sur, el Cementerio Bautista, emparentado con el aledaño barrio La Dionisia, originalmente marginado (1939), hoy insalubre; entre estos y 26, al norte, el Reparto Las Torres, y al sur, Conill o Santa Ana; más al sur, el barrio del Zoológico, con cuyo fondo colinda. Del otro lado de 26, de sur a norte desde la Avenida del Zoológico (a cuyo sur limitan Aldecoa y Puentes Grandes) el Reparto Kohly del Nuevo Vedado
[4]; el barrio del Bosque del Nuevo Vedado, y el barrio del (parque) Acapulco… Cada uno con sus zonas y focos comunitarios, entre ellos al extremo norte, 23 y 26 y la zona liminal (de transición) del Parque del BRAC[5], en 23 entre 32 y 30 a 25 y al puente de 23.

Allende la calle Loma, interactúa el Reparto Hidalgo de otra barriada: La Plaza, aunque por la mayor tradición del topónimo Nuevo Vedado, sin análisis científico, muchos inmigrantes desconocedores (incluidos directivos, promotores e instituciones) le continúan llamando Nuevo Vedado, con todo el daño consecuente contra la identidad de tales comunidades que así desdibujan, lo que enfrenta esta monografía.

Antecedentes mediatos:

Metodológicamente, la identidad ambiental es el antecedente más mediato e inmediato al mismo tiempo, tan antigua como vigente; en este caso (como en otros), varios aspectos coinciden lógicamente, con el resto del entorno municipal y más allá; de acuerdo al relieve, litografía, suelos, precipitaciones, salinidad y biota reliquia o fósil, el hoy Nuevo Vedado se extiende al sur de las pendientes escalonadas del Carmelo, de las cuales la más reciente, en la actual calle 27, copa el extremo norte neovedadense, y a partir de ella se expanden al sur las colinas y llanuras erosivas sobre rocas margosas arcillosas, arenosas y altas; las depresiones caracterizan más a las barriadas costeras, pero aquí se evidencian todavía (ejemplo en 37 entre 24 y 26). Por estos y otros valores, El Nuevo Vedado ha quedado incluido entre las recomendaciones de los especialistas de fines del siglo XX, para aprovechar sus recursos ecológicos en paisajes desde el punto de vista escénico, y áreas verdes en su trascendencia higiénico- ambiental (Muñiz, 1991), lo que tan esencial resulta a las raíces e identidad actual de esta barriada, la única en el municipio en que predominan las condiciones ambientales favorables (Gil y col., 1991) debido a que:

1. Sólo cuenta con una arteria rápida de comunicación: la Avenida 26, a cuyos lados se extiende la barriada, por lo que disminuye la contaminación sonora y por gases de vehículos del exceso de población flotante que identifica a sus barrios aledaños, no tan (casi) exclusivamente residenciales.

2. Origen y conformación cultural en la etnogénesis local (y a pesar de su carácter metropolitano y sensibles migraciones) con normas pre-establecidas desde sus propias raíces y con su propio sentido (legítimo orgullo) de pertenencia.

3. Urbanización relativamente más moderna y novedosa en comparación con su alrededor, si bien ya con más de medio siglo implica sus propias tradiciones y valores patrimoniales.

4. Sistema arquitectónico de menor población residente, con escasos centros que motiven la atracción de la población flotante que impera en sus alrededores, salvo por la Avenida 26 y en las inmediaciones norteñas, la Avenida 23.

5. Al no tener costa, carece de la alta salinidad e inundaciones costeras que tanto afectan a los barrios norteños, salvo el río.

De clima tropical húmedo y precipitación promedio anual entre 1000 y 1400 mm, las temperaturas medias anuales oscilan de 24º a 25º… igual que el resto del entorno municipal, pero al distar de la costa más de 1.5 Km con edificaciones intermedias, no llega igual la brisa y es algo más cálido y seco. Predominan los vientos fundamentalmente desde el nordeste, también frenados por las construcciones intermedias, si bien a su nordeste la Necrópolis Cristóbal Colón constituye un vasto espacio sin altas edificaciones; y no es costero, pero sí fluvial, pues al oeste comparte la orilla oriental del río Almendares con la barriada del Carmelo al norte, y con la de Puentes Grandes al sur, ambas del mismo municipio Plaza de la Revolución, dentro del cual ocupa el área centro occidental y cuyas otras barriadas lo rodean totalmente (La Plaza al este) excepto allende el río, el municipio capitalino Playa al oeste[6]. Más allá en el Parque Metropolitano[7], en 1995 vivían 7 mil personas (muchos ilegales) con 16 polos de atracción.

El río históricamente proveía las oportunidades de muy diversa vida local, de lo que resta como sitio natural el (otrora) Bosque de La Habana que en este territorio también ha logrado subsistir, aun muy limitada y parcialmente: el Bosque del Nuevo Vedado que identifica a su comunidad en torno a la Avenida del Bosque (sur y oeste del Nuevo Vedado) y sus remanentes a las márgenes del río Almendares, en el que la isla Josefina justo hacia la altura del Nuevo Vedado
[8], conserva vegetación seminatural donde aún queda flora endémica local, sin desdeñar la hipótesis del paso de otras especies detectadas en las barriadas inmediatas[9]; identificado por la micantria, cuyo verdor floral semeja más hojas, y su riqueza de peces, insectos, anfibios, reptiles, aves[10] … el bosque es hijo de un río con numerosos valores presuntos para la arqueología fluvial y “paisaje comestible”, con más de 150,000 años, cuando comenzaba a separarse de la actual bahía de La Habana.[11]

A pesar de reconocerse como la única barriada del municipio con predominio de condiciones ambientales favorables, el lamentable deterioro del río al avanzar el siglo XX (aun cuando actualmente se aprecia la mejoría) propició que se le detectara hacia 1989 un foco insalubre al final de la calle 37 y río; al otro extremo de la barriada al este nacerá en 1939 el barrio La Dionisia, entonces marginado luego (1989) el mayor insalubre del municipio, pero no por razones ambientales sino por el fondo marginado de la Necrópolis de Colón.

Al no ser un territorio costero, no es tan susceptible al paso de protoarcaicos y preagroalfareros y luego, los agroalfareros desde el este, huyendo de los conquistadores españoles, cuyos restos detectados por las costas cercanas no descartan sus incursiones en estos parajes al sur, dadas las bondades antaño del río; la vigencia precolombina en esta barriada no trasciende a la legada por su carácter metropolitano y cosmopolita nacional, incluidas las mezclas y herencias, migraciones, transculturaciones en toda la cultura, el imaginario y la enseñanza, la literatura y todo medio de difusión masiva, así como los estudios contemporáneos de revalidación; aquí el entorno ambiental como germen de vida y escenario interactivo, sobre todo el Bosque de La Habana, el tránsito a través del río al oeste y algún que otro accidente natural, ha trascendido más para las raíces e identidad del Nuevo Vedado que las culturas precolombinas, aunque ambas en mayor o menor medida, conforman también la identidad cultural local.

Dado el río, son al norte y al sur (respectivamente: Carmelo y Puentes Grandes) las primeras y más cuantiosas comunidades coloniales locales, y donde más proliferan hasta el siglo XX, con focos al este, nordeste y sudeste, en las barriadas del Vedado y la de (hoy) La Plaza
[12]; comunidades de cuya composición étnica y social y de cuya cotidianidad llegan lejanos ecos a este territorio que hoy es Nuevo Vedado, sobre todo por su tránsito al río (a través, por ejemplo, del decimonónico Paso de la Madama), pero sin la fuerza que a la sazón definía primero al sur y luego al norte, por lo que los caminos para ello apenas legan huellas que anuncien la posterior urbanización[13].

Se deduce el paso del otrora Pueblo Viejo que ya antes de la villa de San Cristóbal de La Habana en la bahía (1519) le antecedió a orillas del río hoy Almendares
[14], y el tránsito de botes y chalupas que desde el río llevaban el agua a beber hacia la villa de la bahía, antes de que en 1592 funcionara la Zanja Real. Los terrenos del hoy Nuevo Vedado, aunque con menos énfasis al no ser costero, también quedaba incluido dentro de aquel vasto territorio en que se prohibía talar y por tanto, quedaba bajo la denominación generalizada del “Monte Vedado” a partir del 10 de diciembre de 1565, con toda su impronta ecológica y de la cultura popular y oficial de antaño, de portugueses y franceses, etc. El Monte Vedado deviene antecedente mediato al topónimo que definirá desde 1860 el Reparto Vedado como su antecedente inmediato al nordeste y ya en pleno siglo XX (casi cuatro centurias después), al (Nuevo) Vedado, con toda la tradición implícita en ello.

Durante todo el período colonial y las primeras cuatro décadas de la República, cuando el reparto Vedado era ya un hecho floreciente al nordeste, el territorio que hoy ocupa Nuevo Vedado permanecía ignorado y casi en la marginación: en la colonia pertenecía al Distrito de 2da. Clase que era Puentes Grandes desde el sur, y entre las escasas referencias locales que nos llegan del siglo XIX se centran valores que heredaría el reparto al conformarse hacia mediados del siglo XX que ya desde antes, incubaba en su territorio sus propias tradiciones y patrimonio de valor nacional y más allá, tales como topónimos locales cuyas raíces preceden aún más: Santa Ana[15], Las Torres[16], Kohly[17] ...

A inicios del siglo XIX se refiere en la ladera suroeste de la que desde 1871 sería la Necrópolis Cristóbal Colón, al centro inmediato, La Noria, de donde salía un camino irregular hacia el este: la Cantera, a la altura aproximada de las actuales calles 27 y 28, en el hoy Nuevo Vedado; el Paso de la Madama
[18] atravesaba el río en los terrenos del Marqués de Las Torres y de don Federico Kohly (apellidos que ya sentaban raíces para sus respectivas comunidades hoy neovedadenses), ligeramente al sur, a unos 50 metros hacia la intersección de las actuales calles 35 y 30, al fondo de lo que luego sería el Cementerio Chino y cuyos terrenos atravesaba este camino, que también cruzaba el hoy reparto Las Torres y el centro y sur de la que luego sería la Necrópolis Cristóbal Colón.

Paralelamente el río era la primera identidad local que llamaba la atención, como muestra la publicación semanal dedicado “al bello secso”, El Almendares
[19] y luego, 1881-1883[20], entre otros que ya a la sazón, asumían este río como valor patrio contra el colonialismo[21].

El esplendor comunitario local transitó durante la segunda mitad del siglo XIX, desde el sur y sudeste donde habían florecido Puentes Grandes (desde inicios del siglo XVI), San Antonio Chiquito (desde mediados del siglo XVIII), El Príncipe (1767), El Cerro (1810-1850), la Quinta luego de los Molinos (1834), La Ciénaga (1837), Aldecoa (1865)… hacia el norte, donde La Chorrera desde sus antecedentes del siglo XVI, los decimonónicos Bongo y Gavilán y el caserío de La Playa, no cobran fuerza sino hasta la parcelación del Carmelo (1859) y El Vedado (1860), que trascenderán hasta la actualidad, asumiendo el protagonismo al oeste de la antigua villa en la bahía. Todo esto no tuvo mayor impacto donde hoy está Nuevo Vedado, sino a su derredor.

La Necrópolis Cristóbal Colón (1871) fija de antemano el límite centro oriental del que será décadas después El Nuevo Vedado, y parece paradoja, pero desde un inicio condena explícitamente todo su fondo a la marginación y al origen ulterior de los hoy neovedadenses: el Cementerio Bautista y el barrio La Dionisia. La calle que nace con la necrópolis Colón en su camino a la antigua villa en la bahía al este: Zapata, al extenderse luego al oeste define el peculiar microurbanismo de uno de los cascos comunitarios hoy neovedadenses: el Cementerio Chino (1893), que anuncia antecedentes inmediatos al Nuevo Vedado.

Antecedentes inmediatos:

Los antecedentes inmediatos al Nuevo Vedado se remontan a la marginación religiosa y étnica desde la Necrópolis Cristóbal Colón; ya el 22 de octubre de 1872 llega a Cuba el primer Cónsul General chino Liu Lia Yuan, y a pesar de la oposición del Obispo de La Habana, de inmediato comienza gestiones para lo que 21 años después fructificaría como el Cementerio Chino
[22]; pero ni con mucho, eran los chinos los únicos marginados en tal recinto sepulcral: antes que ellos logran tal “independencia” (al menos al morir y con esta esperanza en vida, con su cultura funeraria e integral consecuente) los bautistas, cuando el 1 de febrero de 1887, al fondo marginado de la citada necrópolis y tras fuertes luchas religiosas, étnicas y sociales de todo tipo, incluso políticas, logran fundar el Cementerio Bautista, lo que resuelve al menos parcialmente tales conflictos: muchos de los cubanos que regresaban del exilio independentista, traían consigo otras tendencias cristianas que los distinguían más de aquella España colonizadora[23]; los católicos papales, despectivamente, los enjuiciaban a todos en la misma nomenclatura de “protestantes”, de donde derivó el nombre Protestantes al callejón que bordeaba el fondo abandonado y marginado de la Necrópolis Cristóbal Colón que debían remontar pues al suroeste serían amontonados todos los no católicos papales ante la intolerancia religiosa, y dedicaban a los suyos sus rituales funerarios tales como la inhumación ante los ojos nada satisfechos de la difícil tolerancia oficial, que usaba soldados para prohibir procesiones y entierros bautistas; nombre Protestantes que heredaría una calle de La Dionisia (1939) al erigirse sobre este cementerio antes marginado.

El fundador y propietario del Cementerio Bautista era el pastor Alberto J. Díaz, avalado en la Real Orden del 28 de abril de 1866 y en la del 6 de agosto de 1884, que autorizaban (¡Por fin!) la construcción de cementerios para quienes murieran fuera de la comunidad católica papal y debían dar conocimiento antes de las 48 horas de abrirlo al público
[24]; el Obispo, dueño de los terrenos a ambos lados del Cementerio de Colón, los cercó y obligó a tomar otro camino abandonado que por tal razón, llegó a conocerse hasta hoy como Callejón (o calle) de los Protestantes, que bordea al cementerio del este al sudoeste hasta la ulterior Dionisia que se levantaría sobre el Cementerio Bautista, a donde eran confinados para sus enterramientos. Parte de los terrenos del Cementerio Bautista pertenecían al Sr. Eustaquio Rodríguez y Rodríguez de la finca Los Zapotes, y otra parte a la finca Las Torres[25]; por ende, Los Zapotes y Las Torres eran fincas antecedentes al Cementerio bautista que, como es obvio, al menos el topónimo Las Torres se ha conservado entre las tradiciones locales y el patrimonio del Nuevo Vedado[26].

El Cementerio Bautista, luego de las ruinas de bancos, fuentes y glorietas
[27] que restan del Bosque del Nuevo Vedado hacia el de Puentes Grandes al final de la Avenida del Zoológico y en el paso local a través del río, que reflejan hasta aquí los ecos de la opulencia del sureño Puentes Grandes, es la construcción más antigua en El Nuevo Vedado y sobre parte del cual se levantaría en 1939 el barrio hoy neovedadense, La Dionisia; en tan temprana época (1887) esta propiedad bautista que sería el Cementerio contó con la escuela de Eloísa V. Halloran y su esposo el misionero J.Halloran con su sistema pedagógico tan revolucionario para entonces, que incluía en la modesta capilla del cementerio, clases gratuitas para los niños de los contornos y una academia con clases de tarde y noche para adultos.

 

El Cementerio Chino (1893) Antecedente mediato al Nuevo Vedado
Foto del autor, auxiliado por Maikel Arista-Salado y Roberto Carlos Hernández Núñez


Pero el Cementerio Bautista no fue el único resultado lógico de las pugnas religiosas, étnicas y políticas con que la intolerancia en la necrópolis Cristóbal Colón condenaba su fondo a la marginación y, de paso, sentaba antecedentes inmediatos a lo que décadas después sería El Nuevo Vedado, aportándole desde mucho antes de su conformación, sus más antiguos valores patrimoniales: el 20 de mayo de 1893 se aprueban finalmente las gestiones para el Cementerio Chino
[28], cuya fecha de fundación se considera el 29 de octubre de 1893, cuando con la primera inhumación (el cadáver de Braulio López) se asienta como primicia y casco histórico a su comunidad inmediata que le rodea a ambos lados y al fondo, hacia las antiguas propiedades del marqués de Las Torres y las de Don Federico Kohly, sobre las que se construye; arquitectura de D. Isidro A. Rivas, la mayoría de sus construcciones serían obra de asociaciones de chinos residentes en Cuba[29]. Es el único lugar de Cuba que mantiene el culto budista (religiosidad predominante de estos inmigrantes chinos) a cielo abierto; sus estudios continuaron en el siglo XXI, por Teresita Labarca Delgado.

Tras los ocupantes yanquis en 1898, llegaron los empresarios (incluyendo nuevas inmigraciones chinas a Cuba, ahora sobre todo, transculturados desde los EUA) que comprarían por bajos precios o se adjudicarían grandes extensiones de tierra en el Cementerio Chino (tal vez por ello fue fechado 1908 por el Museo Municipal) que al igual que el Bautista, cada uno devendría casco histórico local para sus respectivas comunidades hoy neovedadenses; mientras tanto, entonces sobre todo por los centros fabriles del sur y sus desperdicios al río
[30], comenzaron lenta pero cada vez más acelerada y peligrosamente, los daños a tan importante corriente fluvial (el Almendares) que por aquí, corría al norte para desembocar al mar, y en la que en 1907 el aun adolescente pero ya significativo cine cubano fija sus ojos para uno de sus títulos más sugestivos de estas identidades locales: Un duelo a orillas del Almendares, dirigido por Enrique Díaz Quesada.[31]

El paso de la Madama no podía competir ya con el tránsito allende al río en la fiebre de urbanización que se apoderaba tanto del sur en los ya seculares Puentes Grandes (continuidad entonces de la Calzada del Cerro hacia 51), como del norte con el Puente (Pote) de Ibáñez (1886) a la Avenida de las Américas (Quinta Avenida en Miramar) hacia la desembocadura y sobre todo, mucho más reciente y ya definiendo el límite norte del que luego sería El Nuevo Vedado, el viejo puente de barcas en 23 y luego, otros dos con vistas a los tranvías, hasta el de 1909
[32], el Puente llamado oficialmente de Asbert[33] y popularmente de 23: el primer puente de hormigón armado (entonces todo era en acero) en Cuba, con gran funcionalidad sobre el río.[34]

El Puente de 23 se abrió al público el 23 de enero de 1911; durante el gobierno de Mario García Menocal (1913-1921), una compañía se empeñó en hacer la línea de los tranvías en la ruta Playa-Estación Central, que iba por Carlos III, Zapata, Paseo y 23 hasta este puente; Menocal había propuesto a la compañía concedérselo, con tal de que ellos rellenaran la cantera entre 26 y 28 (una furnia de unos 40 metros de profundidad) para que por allí pasara el tranvía, en todo lo cual corrió mucho dinero; finca que había alquilado un anciano con un hijo de piernas muy arqueadas de tanto andar a caballo, que eran quienes andaban en todo aquello hasta que la compañía se hizo cargo del terreno, pero antes, para todo había que pedir permiso a Rosqueta[35].

En verdad aun en 1909 el puente no era funcional pues no se habían adaptado lo suficiente los terrenos alrededor como para su acceso, labor que habría que continuar; pero permitiría dos o tres décadas después, la comunicación directa del Nuevo Vedado con las ya florecientes áreas allende al río a través de la calle 23, apogeo todo en derredor que coadyuvaría al nacimiento y florecimiento neovedadense, sobre todo por el esplendor comercial de la cercana (apenas a un kilómetro al este) “esquina de 12 y 23” (“esquina caliente”) tradicional hasta la actualidad, con toda su comunidad consecuente tras levantarse el portón de la Necrópolis Cristóbal Colón en 1904, que hizo de 12 y 23 la tan popular y céntrica esquina
[36]. También al sur en 1912, Kohly se hacía más viable, por influencia de Puentes Grandes y Aldecoa, desde el sur; todo ello cimentaba un entorno para pocas décadas después, al conformarse El Nuevo Vedado al sur de 23 y a ambos lados de la Avenida 26, propiciar la otra esquina céntrica de estas áreas: 23 y 26, con su comunidad consecuente en torno.

El 18 de febrero de 1914 se aprueba otra planificación de los repartos Carmelo y Medina sobre terrenos de la finca La Campana, originalmente reparto Rebollo
[37]; comprendía de 15 a 29 y de Infanta y Malecón al río, por lo que incluye el área norteña del hoy Nuevo Vedado, concretamente de 29 a 23 y de 26 al río, entonces (cuando aun no se hablaba de Nuevo Vedado) entendidos en relación con y desde El Carmelo (y por supuesto todavía no eran los territorios priorizados en esta urbanización) lo que se ratifica en el plano de urbanización de 1918, uno de los de mayor extensión: ya en 1918 se comienza a hablar de un “nuevo Vedado”, cuya arquitectura se anunciaba al este[38]. El río continuaba aumentando su interés y representatividad[39]; en 1936 se compra el terreno que sería en calle 27 # 1010 entre 28 y 30, para ubicar aquí la lavandería que había nacido en 1926 como La Comercial en Infanta, de donde pasó a Paseo y 3era. (Vedado)[40] cuya instalación le era insuficiente, y se deciden a ampliarse aquí en 27[41]. En 1938, en los estudios cinematográficos que había cerca del Cementerio Chino, la entonces naciente pero ya floreciente estrella Rosita Fornés filmó su primera película: Una aventura peligrosa[42]; de esta década restan entre Zapata y 27 y de 24 a 26[43], los humildes pasajes Kohly.[44]

El 24 de diciembre de 1936 es destituido el presidente Miguel Mariano Gómez que había sido apoyado por Batista; lo sustituye el entonces vicepresidente Federico Laredo Brú hasta 1940 en un peculiar panorama nacional, quien en 1938 reconoce legalmente la necesidad de un Jardín Zoológico en La Habana, presionado por los promotores de esta institución para la que ya se daban así los primeros pasos… de donde emanan los hitos que serían los albores del Nuevo Vedado
.

Albores del Nuevo Vedado:

Dos sucesos marcarán definitivamente a 1939 para los albores del Nuevo Vedado: por una parte, la inauguración del Jardín Zoológico Tropical de La Habana, y por otra, aunque parezca paradoja (o quizás justo por actualizar hasta las raíces de la elite y desde su misma semilla, la historia de la marginación en la localidad en momento tan paradigmático) el nacimiento de su barrio marginado La Dionisia, hoy el mayor barrio insalubre de todo el municipio Plaza de la Revolución.

Jardín Zoológico de La Habana (1939) Familia de Ciervos, escultura de Rita Longa (1948)

Antecedente inmediato al Nuevo Vedado
Foto del autor, auxiliado por Maikel Arista-Salado y Roberto Carlos Hernández Núñez

La inauguración del Zoológico el 30 de octubre de 1939, fue el antecedente inmediato al Nuevo Vedado al limitar el norte del barrio precedente, Aldecoa, por lo que se puede valorar como casco histórico al menos, de su comunidad neovedadense aledaña al nordeste del Zoológico. Sin lugar a dudas éste, el primer zoológico cubano, es un hito para la cultura ambiental (concretamente: ambientalista) cubana, con sus antecedentes de cultura zoológica institucional cubana[46].

Los mayores entre los primeros promotores para este Zoológico eran el Dr. Carlos de la Torre (naturalista de Cuba) y el Dr. (profesor universitario) Nicolás Puentes Duany en 1937
[47]; inaugurado el 31 de octubre de 1939, devino primer Zoológico cubano valorado el tercer mejor zoológico del mundo, con el nombre original de Parque Zoológico Tropical de La Habana, ubicado entonces entre la calle Gravina[48], Santa Teresa, Aldecoa y calle 47. También respondía a antecedentes locales: al sur, en calle Gravina y calle Santa Teresa[49], estaba el Parque de los Chivos, así llamado porque allí los vecinos se reunían a conversar y llevaban sus chivos a pastar[50].

En un inicio, este Zoológico
[51] ocupaba terrenos mucho más extendidos al oeste (por donde hoy bordea la Ave. 26) y no tanto al este, dados los terrenos occidentales de Aldecoa sobre los que luego se construiría el este del Zoológico. Eran años en que profesar el amor a toda otredad (en este caso, la ecológica) constituía al menos una luz de esperanza en el que amenazaba ser el ocaso del mundo: la Segunda Guerra Mundial (1939-1945)[52].

Era un momento en que la alta burguesía cubana pretendía huir de las clases “socialmente inferiores” hacia este territorio casi virgen que denominarían Nuevo Vedado al que habían fijado sus ojos (tras ubicarse aquí el Zoológico con la Ave. 26), de relativa exclusividad entre el moderno Aeropuerto de Boyeros y los orígenes de Miramar por el Puente que databa de 1909; aunque de aquí, continuaría emigrando allende el río primero y tras 1959, allende el mar. El propio nombre aludía directamente a su ancestro, el otrora elitista donde la elite cubana jamás logró su pretendida exclusividad: El Vedado; aquí, más al suroeste, lucharían por ella en este barrio residencial que sería, ahora, El Nuevo Vedado, símbolo de modernidad.

En cuanto al otro acontecimiento de 1939 que incubaría al Nuevo Vedado, el nacimiento de La Dionisia, nos apunta a la paradoja de que tan exclusivista Nuevo Vedado nacía, sin embargo, con un barrio marginado en su propia semilla como si así recordara el sistema social del que no podían prescindir los más adinerados sectores; así actualizaba lo más posible la historia de marginación que había acompañado al fondo de la Necrópolis Cristóbal Colón. Tan marginada era La Dionisia, que se erigió sobre parte del ya referido Cementerio Bautista, al llegar los desalojados de La Pelusa
[53] cuando el Sr. Carrasco parcela estos terrenos de la antigua finca y vaquerías de Los Paredes y del Cementerio Bautista, y nace el barrio marginado La Dionisia (1939), nombre debido a la compañía que se dedicaba a estas parcelaciones para los más humildes[54].

De 1945 aproximadamente databa la bodega más antigua de La Dionisia, la de Herminio Collazo
[55] al entrar en este barrio marginado, en Protestantes # 1 y 2da.; otras muchas familias de diferentes regiones españolas habitaban aquellas primeras casas de La Dionisia (entonces barrio eminentemente blanco, muy humilde), que luego se mudarían con sus hijos y sólo restan algunos descendientes; pero no hubo otra bodega en La Dionisia hasta los años 50; tampoco hubo farmacia nunca en La Dionisia, que ya entre 1944 y 1945, contó con su propia iglesia: la de Santo Domingo de Guzmán[56]; ya en esta década había unas 50 casitas en La Dionisia y unos 200 habitantes, sobre todo españoles y descendientes; luego llegan entre otras de sus amistades, algunas familias negras como la de Francisca Volumen, entonces niña.

De La Dionisia inmediata a la Necrópolis de Colón y fundamentalmente, por estar sobre parte del Cementerio Bautista, emanan leyendas locales de Poltergeist, ultratumba y ouijas, muy propicio al espiritismo y cultos de palo monte; lejos de obstaculizar el origen ya inminente del aristocrático Nuevo Vedado
[57], le complementó en curiosa relación transcultural, y al igual que sus predecesores, El Nuevo Vedado no logró aislarse de tales sectores y con el tiempo, dejó de ser tan mal vista[58]; igual el Bosque de La Habana, por su identidad en estas áreas que ya despuntaban neovedadenses (aunque no sólo en estas), acogía toda marginación: aun hacia 1949 se mantenía como uno de los lugares para duelos que tristemente pervivieron del período colonial, si bien en Cuba no fueron tan fatales como en otros países[59].

En 1940 es cuando los trabajadores de la tintorería La Comercial (hoy La Cubana) organizan su sindicato y hacen sus primeras demandas al patrón: salariales
[60]; desde 1945 y hasta hoy será La Cubana[61]. El Ciclón de 1944 dejó estragos en el Zoológico, donde causó serios destrozos[62]; en 1945 se construye hacia el sur[63] la Fuente Luminosa[64] que determina una rotonda de importantes arterias locales hacia el aeropuerto internacional José Martí (que nos comunica al mundo) más al sur por la Avenida de Boyeros, y ya ello determina urbanizar este norte con una vía rápida de comunicación que confluyera a dicha rotonda: la hasta entonces calle Gravina que atravesaba Aldecoa, al asumir el sistema de numeración del norteño barrio costero El Carmelo, sería aquí (en su extensión y comunicación norte-sur y por esta vía, con el puente de 23 hacia los florecientes repartos Miramar y restantes allende el río) la Avenida 26: la arteria del Nuevo Vedado.

Conformación del Nuevo Vedado:

Ya con el majestuoso Jardín Zoológico Tropical de La Habana, y la Rotonda de la Fuente Luminosa para comunicar al sur con diversos puntos de toda la ciudad, del país y del mundo; y mientras La Rampa al este se encaminaba a la vida nocturna y la bohemia, y a otros negocios y comercios de la vida eminentemente recreativa y turística con toda la población flotante consecuente, las clases más pudientes huían de las menos favorecidas en el Reparto Vedado donde nunca lograron su pretendida exclusividad, y fijaban sus ojos para residir aquí al suroeste, apartados pero por supuesto, con sus propios vehículos de transportación, casi indispensables en comunidades como serían el Reparto Kohly y el Bosque del Nuevo Vedado al extremo sur hacia el río, por donde se encuentra en la actualidad el restaurante El Bosque al final de la Avenida del Zoológico y la loma conocida popularmente como de los Tres Perritos. Hijos legítimos del Vedado y hermanos distintivos entre sí por sus funciones sociales, van conformándose casi a la par, Nuevo Vedado y de inmediato, La Rampa, además de Miramar allende el río al oeste sobre todo por la costa, si bien éste último sí competía y desplazaría en sus funciones sociales al Nuevo Vedado, robando la atención hasta ahora exclusiva sobre su progenitor, El Vedado.

Para los nuevos empeños de una avenida 26 que lograra mejor comunicación con el resto de la ciudad y básicamente con el aeropuerto al sur, en 1947, durante la presidencia del Dr. Ramón Grau San Martín, se hace la expropiación de un área de 8,080.30 metros cuadrados, para un área total de fabricación expropiada de 3,337.75 metros cuadrados con el fin de ampliar la hasta entonces calle Gravina y convertirla en Avenida 26, la cual se concibió atravesando áreas entonces ocupadas por el Zoológico, por lo que éste fue reconformado restándole su extremo occidental y ampliándolo hacia el este, lo cual ocupó más espacio del barrio Aldecoa, por donde tendría hasta la actualidad, una entrada permanente, no obstante su entrada principal sería por la nueva y flamante Avenida 26, cuya construcción hizo que repartos como Miramar, que ya comenzaban a florecer con los más adinerados, tuvieran mejor acceso para el aeropuerto en Boyeros al sur; de paso se construye la calle Ullóa, en íntima relación con la Sociedad Cultural de Aldecoa, al sur, pero extendiéndose por el sur del naciente Nuevo Vedado.

En Gravina (ahora Avenida 26) y Kohly estaban las oficinas y almacenes de la pasta dental Gravi (luego edificio perteneciente a la Empresa de Arquitectura y similares, aunque la fábrica no estaba aquí sino que radicaba donde se hallaba la pasta dental Perla), con lo que se relacionaba el nombre de la calle Gravina, y al parque hoy Acapulco (ya en la barriada Nuevo Vedado al noroeste) se le llamaba “el parque de la Gravi”, entonces sin tanto impacto como tendría lógicamente, a partir de la Avenida 26 como vía rápida de comunicación, a ambos lados de la cual los más acaudalados se posesionaban con pretensiones de exclusividad, huyendo de los “socialmente inferiores”.

En 1948 se colocan las esculturas Familia de Ciervos (según otros, Familia, Ciervos o Venados, grupo escultórico en bronce) de Rita Longa sobre promontorio de piedra que ella hizo en el mismo Parque, para dar la bienvenida invitando a la entrada del Jardín Zoológico, al que se le hace entonces la primera gran remodelación: el área era de 1.25 caballerías, y en aquel momento el venado macho se puso mirando hacia la entrada, pero al ampliarse la calle Gravina hoy Ave. 26, hubo que cambiarlos y ponerlos como están hoy. Esta escultura con grado de protección 3 no es la única, aunque sí tal vez la que más identifica al Zoológico e incluso, al entorno comunitario; ya dentro, se destaca también la escultura ambiental del hongo, que se encuentra al entrar al mismo Jardín Zoológico de La Habana, a la izquierda: escultura de bronce (vaciado) de una sola pieza, que representa a un niño que juega con un pelícano sobre un gran hongo, con una altura aproximada de 1.70 metro.
[66]

Al construirse el Jardín Zoológico de La Habana que limitó la extensión de Aldecoa al oeste hacia el río, y sobre todo luego, al construirse la Avenida 26 (cuya fecha suele fijarse en 1947) para unir Boyeros y el aeropuerto José Martí con los nacientes repartos Miramar, allende el puente de la Avenida 23, y que a su vez acortaba la extensión al oeste de dicho Zoológico extendiéndolo al este y limitando aún más a aquella Aldecoa, se originaría al oeste y norte de Aldecoa una nueva barriada bien distintiva: Nuevo Vedado. La Avenida 26 era una urgencia explícita de mejor comunicación con el resto de la ciudad y sobre todo, con el aeropuerto de Boyeros, por parte de los más acomodados sectores sociales que fijaban sus ojos tanto en este naciente Nuevo Vedado, como en Miramar y allende el río a través del Puente de 23. Se definiría así la Avenida 26 como eje rector local y única vía rápida de comunicación (hasta la actualidad) de este naciente reparto residencial que sería Nuevo Vedado.

Y por supuesto, ello implicaría en los años siguientes la urbanización del resto del entorno comunitario inmediato a ambos lados de dicha Avenida 26, nombre que asumía para esta antigua calle Gravina extendida aquí al norte desde Aldecoa en su sudeste, pero que ahora entroncaba con la calle 26 del Carmelo al norte, con quien enlazaba como consecuente hijo del Vedado, cuyo decimonónico sistema urbanístico de cuadrícula regular perfecta (entonces logro magistral y ejemplar del Carmelo) es fácilmente apreciable que intenta heredar y extender a este sur con mucho menos éxito que en sus vecinos precedentes norteños y costeros, más frustrado en Nuevo Vedado aun que en el reparto Vedado, donde tal sistema urbanístico tampoco logra la mayor perfección originaria del Carmelo en su occidente por su propia identidad y entorno local a adaptarse. Más exitosa en Nuevo Vedado resulta la herencia (igualmente del Carmelo y del Vedado) de la jardinería sobre todo privada, tan afín a la arquitectura local y sus nuevos sectores sociales antaño. Ya en 1949, en calle 37 entre 26 y La Torre, el Ciro´s bar era un gran bar atendido por Esperanza y su esposo Ciro ya fallecido: vendían batidos, helados, muy buenos (exquisitos) sándwiches, cervezas…y llegó hasta la Revolución.

Las irregularidades urbanísticas en El Nuevo Vedado se ejemplifican en la propia curva de Avenida 26 al sur al tener que bordear al Zoológico previo; y luego otras calles internas dada la identidad ecológica local y otros antecedentes, como lo sería la curva de Avenida Kohly, construida en este lustro hacia 1950 por los descendientes de don Federico Kohly donde ya se fabricaban casas; aquí a la derecha al abrir los límites, vivía una artista muy famosa: Iris Burguet, y a la salida en 39 y 28 en una casa cuya pared mostraba par de micrófonos, dos comediantes de televisión muy famosos: Jesús Alvariño y Normita Suárez; era un nuevo reparto con una categoría muy distinta a la de La Dionisia; ya se había poblado la calle 39 y aun antes, 24, en el reparto Las Torres, por diferentes compañías que a la vez la gente llegaba y compraba.

Otras calles internas muestran la irregularidad urbanística, que incluso impregnan esta identidad a su nombre propio, como Herradura y Norte en el barrio que surgiría al fondo del Cementerio Chino; otra identidad urbanística local es la numeración de las calles que asimismo heredan desde El Carmelo en el norte para extender al sur, igualmente relativo e irregular (aun quedan áreas por urbanizar al alejarse de la Avenida 26, sobre todo hacia el río y el bosque, lógicamente, así como al fondo e inmediaciones de la Necrópolis Cristóbal Colón) y junto a 26 (calle en El Carmelo, que deviene Avenida en El Nuevo Vedado, al ser su arteria principal con doble vía) se extienden sobre todo 24, 28, 30… y además de las parcelaciones ya señaladas de 25, 27 y 29, surgen 31, 33, 35, 37, 41, 43… más irregularmente al acercarse a los antecedentes locales, 45, 47… algunas calles que no podían heredar más que de los más genuinos ancestros locales al ser soluciones urbanísticas a la nueva identidad local, y asumen aquellos nombres de tradición y arraigo local como Kohly (calle y Avenida), Las Torres, Conill
[67] y otros… la que bordea la Necrópolis Cristóbal Colón, que hereda el nombre del ancestro local (aun cuando predominara para el otro extremo de dicho cementerio) San Antonio, por el ingenio homónimo allí ubicado desde primera mitad del siglo XVIII… calle que al extenderse al finalizar tal recinto funerario, con el nombre Colón, penetraría hacia el sur sudeste a la barriada de La Plaza en una nueva identidad posterior, cuyo límite podemos asumir con la calle Loma y de la que también llegan sus calles con sus nombres a estas inmediaciones, como Bellavista, Tulipán (en Nuevo Vedado es 41), Panorama y al entrar más en El Nuevo Vedado, Santa Ana…

Más difícil de mantenerse aun en esta nueva identidad urbanística, es la numeración de casas cada medio centenar por cuadras pares e impares al frente una de otra, que identificaba al Carmelo y al Vedado, pero que aquí lógicamente al insertarse en otra identidad es cada vez más irregular hasta imponerse otras influencias, sobre todo al alejarse del Carmelo hacia el sur, donde comienzan además las interinfluencias con el este de la nueva barriada de La Plaza y sobre todo su reparto Hidalgo pero allende al mismo, desde El Cerro, de donde se acerca por ejemplo, la ancestral calle Tulipán, ahora 41 al extenderse en Nuevo Vedado. Todos estos son factores de identidades locales raigales, que por supuesto aun cuando no logran conservar el racionalismo original que identificaba al Vedado y sobre todo, al Carmelo (más inmediato por el norte al naciente Nuevo Vedado y por tanto, con más influencias, sobre todo urbanísticas, si bien sus influencias sociales y económicas llegaban más bien del pujante reparto Vedado) pudiera entenderse simplemente como otra identidad raigal local (¿tal vez, ni mejor ni peor?) por sus propias características y ancestros, que no demerita en lo absoluto sus tantos valores arquitectónicos y de cultura integral que ya a la sazón, eran notoria identidad neovedadense.

En 1950 la lavandería La Cubana era famosa
[68]; ya en 1951 se había avanzado en la urbanización actual de todo lo que sería el Reparto Kohly: la actual escuela secundaria básica Josué País en Ave. 41 y 36, era la antigua mansión del dueño del Reparto Kohly, el cual se expandía al sur con sus fastuosas residencias hasta limitar con la Avenida del Zoológico en la que quedaba incluida la conocida popularmente como Loma de los Tres Perritos, indicadora de las colinas señaladas al inicio en la identidad ecológica local; un restaurant tan apartado como El Bosque, explicita la exclusividad a la que se alejaban estos sectores sociales, en un área donde el automóvil particular era lo indicado para entrar y salir de sus mansiones (a menudo con garaje) y del reparto en sí, con lo que se definían aun mejor las comunidades que conformaban el Reparto del Nuevo Vedado.

Entonces se apreciaba ya perfectamente el micro urbanismo que por localidades, identifica las raíces de cada uno de los barrios que en conjunto conforman hacia la actualidad El Nuevo Vedado, a saber:

1. La calle 36 y la Avenida Kohly (en lugar de 34), así como 32, 30 y 28, interceptadas por las calles 39, 41, 43, 35 y 47, todo ello en el Reparto Kohly; a la sazón se reconocía oficialmente como Alturas del Vedado de 26 a 36 y de Avenida Kohly a calle 47.

2. El parque La Bandera en calle 30 de Ave. Loma y Ave. Kohly al sur hacia el Bosque del Nuevo Vedado, bordea toda la margen del río hasta la altura de su paralela 43, y el puente por el que la Avenida del Zoológico cruza el río allende al (hoy) municipio Playa, con su peculiar parquecito abandonado pero muy aprovechable (con las ruinas referidas desde Puentes Grandes), que remite a la época colonial y deviene uno de los repartos más apartados y solitarios del Nuevo Vedado, donde el restaurante y cafetería El Bosque al lado de la (referencial) torre hacia lo más sureño, intrincado y exclusivista del reparto, y ya hacia su periferia más accesible hacia la céntrica Avenida 26
[69] el Club Barbaram con la farmacia al lado, reinan sin rivales para el servicio local.

3. Estaba urbanizado como hoy todo el barrio de la Herradura o de 26 al río y el del Cementerio Chino; esto es, todo el oeste de la Avenida 26, donde ya se apreciaba (además del ancestral Cementerio Chino) el parque y las calles 37, 35 y 33, así como las calles 30, Norte, Avenida Loma y Avenida (del) Parque, con un urbanismo muy propio que asimismo le legará el popular nombre de calle Herradura, en U.

4. También estaba urbanizada por supuesto aquella primera comunidad al norte del Cementerio Chino que desde 1914 se incluía aún en la urbanización del Carmelo, y que deviene barrio liminal entre El Carmelo y El Nuevo Vedado; en ella se apreciaban las calles 29, 27, 25 y claro está, 23 como la primera y más importante, que en este caso separa del Carmelo; y 30, 28 (que no lograba salir a 23 aun) y lógicamente, 26.

5. Al este de dicha Avenida 26 estaba urbanizado como hoy todo el Reparto Las Torres hasta el Cementerio, que era lo que entonces se le llamaba oficial y casi exclusivamente Nuevo Vedado. Incluía ya entonces las calles 35, 37, 39 y hasta la hoy 41 sin urbanizar como extremo sur limitando con la entonces La Rosa; y las calles La Torre, 24 y 22, desde la calle San Antonio Chiquito que bordea el lado suroeste de la Necrópolis Cristóbal Colón.

6. Sólo estaban sin urbanizar los terrenos al sur del barrio anterior de Las Torres y al nordeste del Zoológico, comprendidos entre 26, 45, Loma, La Dionisia (que aun se extendía en territorio mucho más vasto sobre La Julia, hoy en La [barriada de la] Plaza) y el fondo del Jardín Zoológico de La Habana, que pertenecían a La Rosa, en el barrio que hoy pudiéramos llamar asimismo La Rosa o Conill pues la calle hereda el apellido de una de las más connotadas y adineradas familias de aquella “alta” sociedad de La Habana republicana, asociados también al VTC del Carmelo (Enrique Conill) entre sus calles protagonistas; pero estas tierras de La Rosa aún sin urbanizar se extendían de Loma y 26 a 41 y Aldecoa.

7. No por marginado, podemos obviar La Dionisia, que entonces cubría toda la esquina sur del Cementerio de Colón al este y al oeste, y toda la calle Protestantes (su calle principal, junto a 1era. Y 2da.), a limitar con La Julia en la (hoy) barriada de La Plaza, a mediados entre la esquina sur y la esquina este del Cementerio, límite directo al sur, y al oriente de éste límite La Julia (antiguos terrenos de La Portuguesa o Julia Borges) se extendía hacia 6, de 35 a 43, comunidad hoy identificada por edificios Pastorita sobre todo, en la barriada actual de La Plaza, al este del Nuevo Vedado.

8. Y por último (tal vez debió ser el primero), aun desdibujado, del Jardín Zoológico emanaba su propio barrio por sus límites norte y norte oriental hacia el oeste.

Entre 1952 y 1953 se continuaba caminando y adelantando casas en los terrenos inmediatos a los referidos; se abría una década en la que proliferarían las construcciones para todo tipo de servicio local, sin faltar los servicios religiosos; por ejemplo, se legarán en estos años iglesias y templos cada una con sus propias celebraciones y otras identidades, como la de Santa Catalina (Panorama # 672) y la del Perpetuo Socorro, donde hay algunas monjas cubanas pero más bien mexicanas con los dominicos, herencia legítima del Carmelo y El Vedado entre otros muchos aspectos, demostrada también en la primacía de la orden de los dominicos en la localidad, sin excluir otras denominaciones cristianas, cultos sincréticos (no sólo en La Dionisia) y espiritismo entre otras vertientes religiosas y de la llamada parasicología. Llama la atención que numerosos neovedadenses, contra el imaginario de su elitismo, han preferido asistir tradicionalmente a la mucho más humilde Iglesia de Jesús Obrero al norte, frente al barrio marginado El Fanguito, a pesar de quedar más lejos.

Ya de estos años se citan en El Nuevo Vedado aun naciente monumentos de historia patria, como el busto a José Martí en calle 24 # 855 esquina 41, frente a la hoy Escuela Especial Sierra Maestra
[70]; igualmente, se comenzaba a incorporar los parques locales: así por ejemplo los de diversas escuelas y otros parques locales casi siempre pequeños, normalmente con carácter deportivo y/o para matutinos y vespertinos, áreas educacionales y deportivas, actos políticos y artísticos que por décadas, han sido el escenario contribuyente de valores recreativos y deportivos locales implementados para el baloncesto, volleyball, pelota y otros deportes no sólo como actividades escolares, sino durante un sano y constructivo ocio de la juventud local. Esto se enriquecerá durante la Revolución, con los parques aledaños a algunos de los edificios (por ejemplo, de microbrigadas en el último cuarto del siglo XX) y otras áreas constructivas contemporáneas con interés estratégico, político y militar, aunque siempre han sido muchos menos y más salteados que en las barriadas costeras precedentes.

 

Comunidad de 23 y 26: confluencia de vías hacia El Nuevo Vedado.
Foto del autor, auxiliado por Maikel Arista-Salado y Roberto Carlos Hernández Núñez

Ahora que queda conformada 26 con toda su impronta y la ya referida trascendencia de la calle 23 en su comunicación por el Puente allende al río, es cuando se llega a implantar un nuevo hito local de población flotante, esquina que legará su identidad para toda la comunidad inmediata: 23 y 26. 26 comunica así directamente y a través del puente de 23, al oeste allende el río (Marianao y la floreciente Miramar) con el sur de la ciudad y en particular, el aeropuerto de Boyeros. 23 por su parte, se refuerza en toda su dimensión, y dado el auge de las comunicaciones con Marianao y Miramar a través del puente; la impronta que El Nuevo Vedado y allende al sur capitalino, el Aeropuerto Nacional e Internacional, habían adquirido para la calle 26, y en respuesta a las necesidades del moderno desarrollo de esta área, no es casual que 23 y 26 devenga otra esquina de importante intercambio de rutas (del tranvía al ómnibus urbano, tanto para Nuevo Vedado como continuidad con 12 y 23 y más al este) y en consecuencia, de zona comercial (tiendas, gastronomía, etc.) y por supuesto: población flotante aun cuando no resida en ninguna de estas comunidades aledañas, en discreta competencia (tal vez no más por el ya próximo triunfo de la Revolución) con el aun relativamente cercano 12 y 23 a poco menos de un kilómetro, teniendo en cuenta además el desvío impuesto a 23 entre 16 y 18 a unirse con 21 en El Carmelo[71].

Esto es, el fenómeno comunitario en torno a 23 y 26 es respuesta inmediata a la impronta neovedadense y su esencia de modernidad
[72], y a sus nuevas necesidades de desarrollo para la calle 26, una vez ya consagrada la trascendencia de 23 sobre todo, tras el Puente del Almendares o de 23. Todo ello ocasiona que 23 y 26 devenga otra importante esquina de cambio de rutas[73] y en consecuencia, zona comercial (básicamente, tiendas y gastronomía) inmediata al eminentemente residencial Nuevo Vedado y también para los vecinos del Carmelo norteño y más allá: aun hoy, la tienda El Danubio y la juguetería Mi Osito, el Restaurante chino Yang-Tzé con su cremería en los bajos desde inicios de los años 70 como Coppelita[74], junto al entonces célebre “carrito del helado” con su música peculiar; así como la cafetería La Cuevita, etc.; comunidad de 23 y 26 en torno a la que proliferan asimismo, y en consecuencia, sus singulares edificios.

De 1951 data el edificio Pilar en 26 y Zapata, singularmente adaptado a esta inflexión de calles en la misma esquina, sobre la cafetería El Viso entonces con muy bueno sándwiches y banqueticas, en una barriada donde la culinaria estadounidense se evidenciaba, pero también la francesa, la criolla y hasta la asiática, reflejo del cosmopolitismo local; al trazarse 26 quedan las modestas casitas del pasaje Kohly de 26 entre 29 y 27. Entre otras construcciones de la década del 50 resta la capilla de Conill en 41 y Conill, construcción religiosa de 3 metros de altura total aproximada sin uso actual[75]; así como la casa de mampostería de calle 47 entre Conill y Tulipán, que consta de planta baja (dos plantas) y un primer piso de arquitectura racionalista con unos 4.5 metros de altura total aproximada, donde entre 1962 y 1967 vivirá el Comandante Che Guevara.

Entre los fundadores del Nuevo Vedado, aun resta la longeva familia del aragonés Bonet y la catalana Francisca Camps, que vivía en Conill y calle 26, y levantó su residencia en el cuchillo de Ave. 26 y 26 a 41
[76]; y en 39 # 893 entre 24 y 26, la de los Sastre Vidal[77]; por calle 41 construían Acacia y su hermana Celeste. Al cruzar 26 había una farmacia (aproximadamente desde 1945) que se auto reconocía con su dirección: 26 y 39, donde compraba Onelia por una afección de piel y siempre le regalaban un souvenir, al lado de una dulcería de dulces finos, que hoy es una casita, en la parada de ómnibus.

En la medida en que aumentan los inquilinos del naciente Nuevo Vedado, éste contará con sus propios servicios de todo tipo, y con el tiempo (recordemos también la presencia de los más humildes desde los mismos gérmenes, herencia de su historia previa de marginación) se desarrollará un sistema de bodegas, puestos, fondas, ferreterías y comercios, ya no (sólo) para las elites, aunque ninguno con más objetivo que la población local e inmediata y para sus necesidades elementales, a diferencia de aquellos precedentes en las barriadas costeras, mucho más metropolitanos y cosmopolitas.

Tengamos en cuenta que las elites del Nuevo Vedado nunca pudieron desprenderse de los más humildes, ni tampoco les convenía deshacerse del todo en inherente y al mismo tiempo, aparencial contradicción, por hallar entre ellos su personal de servicio y mano de obra barata, (relativamente) cercana y controlable, pues La Dionisia se separaba de Las Torres mediante un vasto solar yermo; por lo que El Nuevo Vedado pretendido como el reparto excluyente que no había podido ser El Vedado, tampoco pudo serlo y por tanto, no trasciende al mito.

Este impacto hace proliferar igualmente La (marginada) Dionisia, donde a fines de esta década llegan negros
[78] y mulatos a vivir, y ya en estos años 50 se abrieron otras dos bodegas: la de Ángel en calle 2da. # 8 ó # 9, y otra más arriba, la de Sanelín Orián. Con la precedente ya citada, serían las tres bodegas de La Dionisia al triunfo de la Revolución, que luego llegarían a cuatro. Había una bodega anterior a 1950, de un cubano blanco apellidado Villa que la desbarató e hizo casa hacia 1955-1956, luego la vendió y se fue de aquí; y la quincalla de unos seis o siete hermanos mulatos muy decentes todos, entre ellos tres hembras, en calle 1era. y 2da. Dos de ellas, Amelia y Carmela, de unos cuarenta años de edad, mueren aquí ya en la Revolución, cuando aún era quincalla en la salita de su casa. “Surtidita de todo”, esta “quincallita” databa de fines de los años 40 casi 1950, con perfumes Soir de Paris de frasco azul, a 20 centavos los más pequeños y otros a 40 ó 50 centavos. A los niños, a veces les orientaban jugar varones con varones y hembras con hembras, por la educación sexista: ellos a la pelota (que también jugaban los adultos) y carriolas de madera que construían ellos mismos, y ellas al pon y la suiza; también se jugaba a la gallinita ciega y a tocar la base.

Igualmente en las inmediaciones hacia la (hoy) barriada de La Plaza (en el Reparto Hidalgo, entonces Ensanche del Vedado) pero en función de la elite del Nuevo Vedado fundamentalmente, como su consecuencia y por tanto en su extensión y vínculos de todo tipo, en Bellavista # 715, los maristas comienzan a construir un sistema escolar propio para los neovedadenses que pretendía unificar todos los niveles de la enseñanza, desde las más tempranas edades hasta la Universidad, inconclusa dada la irrupción revolucionaria y que luego será la Escuela José Luis Arruñada
[79], que a pesar de la transculturación dada la inmigración en ocasiones indiscriminada, aun por más de 20 años conservaba su imagen de escuela chic, a menudo dogmatizada, pero probablemente, escuela con la mejor irradiación cultural de la ciudad, dada su tradición en tal sentido con el más genuino orgullo local, lo que no se deteriora sino hasta fines del siglo XX con los indiscriminados movimientos migratorios y fluctuación laboral… sólo entonces llegó a presentar reales problemas sociales.

Nuevo Vedado devenía el más residencial de todos nuestros repartos, sobre la base de una cultura doméstica que le identificaba, como demuestra por ejemplo, su identidad lúdica, sin perder vínculos con entidades sociales como el VTC en El Carmelo costero, de cuyo vedadismo devenían hijos auténticos con su moral de respeto, elegancia, distinción, caballerosidad, espíritu deportivo y refinado gusto que no necesariamente se divorciaba de la sencillez… Ya a la sazón, y por tal influencia del VTC y de su vedadismo, nacían tradicionales desde sus inicios y hasta hoy a identificar al Nuevo Vedado por ejemplo, determinados juegos de mesa y las cartas, particularmente, el bridge, aunque el que más se popularizaría y aún décadas después se jugaba, era el continental, por las cartas estadounidenses, y la brisca con las cartas españolas. El mah-jong, iniciado sobre todo por las féminas, llegó a desplazar al bridge; y el dominó desplazó al mah-jong casi por completo. Tampoco pueden obviarse la lotería y otros juegos de mesa como el ajedrez, las damas, el parchís y el Monopolio o Capitolio, entre otros similares, todo ello tan afín con la cultura doméstica que aquí proliferaba, pues su vida social la hacían fuera de la barriada, entre otros muchos componentes de una rica y sana vida recreativa. Entre los juegos infantiles, hasta las últimas décadas se destacaban las escondidas, los varones jugaban a las bolas y la pelota, y las niñas, a las muñecas, hacían casitas y “cuquitas”; y se bailaba la suiza, a veces también con varones.

Es en El Carmelo pero en las inmediaciones de la comunidad de 23 y 26, en la calle 23 # 1461 apartamento 5 casi esquina 24 (apenas a 100 metros de 23 y 26) que en febrero de 1951 se inaugura el primer dojo o sala de judo, que se nombró Jujutsu Club Habana, presidido por R. Carrera Machado y con Andrés Kolychkine Thompson
[80] como profesor, quien llegó a Cuba el 21 de enero de 1951 (por lo que en 1957 se propone el 21 de enero como Día del Judoka en Cuba) procedente del Colegio de Cintas Negras de Bélgica para introducir el judo en Cuba, auxiliar al desarrollo del judo en Centroamérica, y propiciar desde Cuba, la unidad del judo de las Américas; y es entonces y aquí que exhibe por primera vez en Cuba el judo en todas sus facetas: deporte, medio de defensa personal, y actividad social hacia la prosperidad mutua. Ya en abril reciben a judokas franceses para un tope amistoso, primera experiencia internacional del judo cubano, y pronto hubo otros clubes en activo aun no oficialmente constituidos.

Por supuesto, el impacto del judo al inmediato y naciente pero ya floreciente Nuevo Vedado, no se hizo esperar: así se logró por ejemplo, en Nuevo Vedado, la Sección Judo Club Ferreteros en 24 y 42 y el Hogar Industrial Nacional del Ciego; éste último tuvo una Sección de Judo atendida desde El Carmelo por el VTC
[81] y se hacían demostraciones de judo auspiciadas por la Asociación de Propietarios y Vecinos del Nuevo Vedado, pues en 1954, Kolychkine hizo pruebas para introducir el judo en el Centro de Reeducación del Ciego, y los no videntes llegaron a competir con la Selección del Vedado Judo Club. Entre otros apellidos prominentes del Nuevo Vedado en estos inicios del judo en Cuba, se cita el primer dan Mario García Kohly quien fue enviado a propiciar los clubes de judo de Manzanillo, y también los logró en Bayamo.

A los argumentos contra la homogeneidad elitista local, además de La Dionisia y otros, se agrega el movimiento obrero: en 1953, ante una huelga de los trabajadores de la tintorería La Cubana en 27 entre 28 y 30, el dueño Robinson llama al Buró de Investigaciones y se personan Calviño y el Chino Ruich que penetraron por la fuerza con ametralladoras y bayonetas, acusándolos de conspiración
[82.

Entre las construcciones más valiosas en Nuevo Vedado se destacan, de 1954, la casa de Cristina Abad en calle 36 # 146 esquina a 45, del trascendental arquitecto Ricardo Porro
[83]; y la casa de Paulino Ingelmo en calle 47 # 807 entre Conill y Santa Ana, del arquitecto Manuel R. Gutiérrez García (Martin y Rodríguez, 1992); en 1955 el arquitecto Frank Martínez construye el edificio de viviendas de calle 47 # 1220 esquina a 36. También en 1955, el arquitecto Chiong (padre) construye la casa de Norte # 34 entre 35 y 35 (Herradura); Chiong era hijo de senador, vivió esta casa y ese mismo año, construyó al lado para su padre, la de Norte # 36; en su casa se reunían pintores, poetas y otros artistas e intelectuales. Preso en la Revolución, aquí viviría uno del Ministerio del Interior.

El panorama nacional (y concretamente en el entorno metropolitano en que nacía Nuevo Vedado) es cada vez más convulso; desde 1955 se produce una serie de enfrentamientos de estudiantes y otras organizaciones contra la policía del presidente Fulgencio Batista (1952-1958), quien el 5 de mayo de 1955 crea el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC) con cuartel sede en el (hoy) parque entre 30 y 32 y de 23 a 25, al iniciar El Nuevo Vedado desde el puente de 23 al sur, conocido por ello hasta hoy por muchos como parque del BRAC o del Framboyán por esta planta que lo ha sublimado hasta la literatura, o de los Mártires, por todos los que allí serían torturados y asesinados desde entonces. Al concluir 1956 ha nacido el Ejército Rebelde en la lejana Sierra Maestra, pero con múltiples simpatizantes y luchadores en estas comunidades metropolitanas con todo el peligro consecuente por la máxima concentración de todas las fuerzas gubernamentales más represivas aún con mayores intereses de los sectores dominantes y del propio imperialismo, a pesar de lo cual las vida y acciones clandestinas se incrementaban, también aquí.

 

Cine Acapulco (1959) Corazón del Nuevo Vedado
Foto del autor, auxiliado por Maikel Arista-Salado y Roberto Carlos Hernández Núñez


De diciembre de 1956 data el supermercado de 41 y Ave.26 antaño precioso, donde permanecía abierta la venta de cerveza, pero otras ocasiones eran incluso por invitación; reflejo ya entonces de un Nuevo Vedado no tan exclusivo. En 1957 Ricardo Porro construye otra residencia singular en Nuevo Vedado, la de James Ennis en Avenida del Bosque # 9 entre Nueva y 38; pero es en 1958 que esta barriada gana lo que sería su corazón cultural y social en general, al ser dotado en Avenida 26 entre 35 y 37 de su cine: el Acapulco
[84], último cine construido en La Habana y que sería reconocido entonces como el mejor y más hermoso de todo el continente, con sus paredes frontales y laterales de cristal a través de las cuales podía verse el interior desde la calle, y viceversa, la calle desde su interior, y como solía ser entonces, sus expendios de confituras, refrescos y otros; una de las escasas instituciones artísticas neovedadenses, al ser eminentemente residencial; y consecuentemente con el cine que de pronto deviene atractivo de población flotante, el parque al frente antes de la Gravi, hereda ahora el nombre del cine, como Parque (del) Acapulco.

Existe la hipótesis de que este nombre se debe a la vía de Avenida 26 para llegar por ella al aeropuerto internacional de Boyeros y de aquí, a la famosa playa mexicana Acapulco; lo cierto es que así queda engalanada y rebosa vida esta arteria principal de la hermosa barriada del Nuevo Vedado, en la que florecían otros tantos valores arquitectónicos que ya la definirían para toda Cuba, como “todo un museo (al aire libre) de arquitectura moderna” (Martín, 1997)

Con todo ello revolucionaba El Nuevo Vedado para la cultura cubana, y más allá… y quizás sistémicamente, no hubo ninguna contradicción entre las elites que le identificaban, y que revolucionara también para la cultura política cubana. En el movimiento obrero, por ejemplo, el sindicato de la lavandería La Cubana en 27 # 1010 entre 28 y 30, había llegado a ser clandestino, y aun así, en 1958 los obreros presentan una demanda hecha por Porfirio Wal que era del sindicato; fue apresado y estuvo detenido varios días (Ferro, 1995).

Más allá de las luchas sindicales, Silvina Morán Navarro era viuda de Afón
[85] y vivía con sus dos hijas miembros del clandestino Movimiento “26 de Julio” (M-26-7), Agnes “Nené” y Aymeé Afón Morán[86] en Norte # 42 (razón por la que las llamaban “las norteñas”, Rodríguez Camps, 2005:29 y 185) y Herradura en Nuevo Vedado[87]; en la misma cuadra (a sólo unas cuantas casas) vivía una bailarina de Tropicana que le decían la Manboleta (sic), amante del político batistiano Rafael Díaz Balart (ibídem:36) por lo que a cada rato se parqueaban casi al frente, automóviles de los cuerpos represivos[88]; y fue esta casa de Silvina y sus hijas y atendido personalmente por ellas, la tercera y definitiva hasta su devolución, donde del 23 al 24 de febrero de 1958 (durante unas 27 ó 35 horas según la versión) estuvo secuestrado el corredor automovilístico argentino quíntuple campeón internacional, el argentino Juan Manuel “Volante” Fangio[89]. No era esta, ni con mucho, la única casa neovedadense en clandestinidad; durante el mismo secuestro de Fangio, para su devolución, al estar interrumpido el teléfono de “las norteñas”, hubo que llamar desde la casa de Jorge Aldereguía, otro combatiente clandestino que vivía prácticamente al lado de las Afón Morán. Ese mismo lunes 24 de febrero nacía Radio Rebelde en la Sierra Maestra, que al día siguiente comentó de esta exitosa retención de Fangio quien tras 10 años de carrera internacional, el 16 de julio de 1958 con 47 años de edad y en el Grand Prix de Francia en Reims, se retiró; falleció en 1995.

El 28 de abril de 1958, en el cuartel del BRAC en el parque de 23 a 25 y de 30 a 32, es asesinado, luego de ser torturado, el miembro del M-26-7 Oscar Lucero Moya, (el mismo que apenas dos meses antes, había dirigido el secuestro del corredor de automóviles argentino Juan Manuel Fangio hacia esta misma barriada del Nuevo Vedado) llamado luego “mártir del silencio” porque nunca llegó a delatar a nadie a pesar de las torturas; será el suyo el nombre que en pocos años recibiría el parque oficialmente, a pesar de que no es el único martirizado en este recinto; poco después, el 19 de mayo de 1958, se ha señalado como la fecha de su muerte, junto a otros revolucionarios como Julio César González, Jesús de la Cruz Zumaguero y el melenero Gregorio Arlee Mañalich; también en 1958 se ha citado a Fulgencio Oroz, con sólo 19 años de edad, entre los muchos aquí asesinados.

No se puede concluir este primer período del Nuevo Vedado sin olvidar que, a pesar del apogeo señalado con una identidad e historia ya reconocidas tanto por la elite con todo su afán exclusivista como por la cultura popular y todo el imaginario de todo el país, su topónimo, como los de muchos barrios (marginados y no) del país, La (también naciente pero ya muy bien definida) Rampa al extremo nordeste allende El Vedado, ni El (colonial) Carmelo al norte inmediato, no había sido reconocido oficialmente ni siquiera entre los famosos y clásicos “43 barrios de La Habana”, condicionados más por los intereses politiqueros de alcaldes y otros con vistas a las elecciones, que por la identidad histórica y cultural de cada comunidad. Este mal de espaldas a la dinámica comunitaria desde cada comunidad, que atentaba contra tantas identidades y valores patrimoniales capitalinos y del resto de Cuba, llega a la Revolución.

Nuevo Vedado: transformaciones a partir de 1959

En Nuevo Vedado, como en el resto del país y sobre todo en la capital por la inmediatez, el triunfo revolucionario retumbaba desde su alborada; quizás una de las primeras transformaciones fueron de estratos sociales, puesto que muchos batistianos y agentes de los aparatos represivos vinculados a crímenes y torturas huyen a Miami o se esconden, mientras comienza el proceso de emigración de muchos (no todos) temerosos del comunismo y de las revoluciones en general, o de perder sus posesiones y bienestar económico, profesionales y similares, de los que muchos habitaban en estas comunidades.

Con el avance de Fidel Castro desde el este del país, la huelga general revolucionaria para consolidar la victoria rebelde, la formación y rápido establecimiento del Gobierno Provisional Revolucionario y los intentos de impedir la fuga de los grandes responsables de crímenes y robos durante el batistato, reducirlos a prisión y enjuiciarlos, a la par que mantener control, orden y seguridad en la capital, es el ambiente general que llenan cada comunidad cubana (y sobre todo capitalina) estos días. A las 6 p.m. del 2 de enero de 1959 entra en Columbia la avanzada de la columna # 2 Antonio Maceo y una hora después su jefe, el Comandante Camilo Cienfuegos; los capitanes Rogelio Montenegro y “Pao” Iglesias Pariño son designados para informar a los seleccionados sus nombramientos como jefes de las 19 estaciones de policía de la ciudad: se ocupan la radiomotorizada, el Servicio de Inteligencia Militar (SIM) y el ya referido BRAC en El Nuevo Vedado, entre otros centros represivos (Rodríguez Llampert, 2003).

Particular impacto tuvo en estas áreas la entrada de las tropas rebeldes lideradas por Fidel Castro Ruz que el 8 de enero de 1959 llegaron a La Habana, y del entonces Palacio Presidencial en la Avenida de las Misiones (hoy Habana Vieja) por Malecón a todo 23 hacia Columbia, a través del Puente de 23 y de estos límites norteños del Nuevo Vedado, recibidos en tal trayecto por el pueblo, que acudía de toda la ciudad.

El 18 de febrero de 1959, el Comandante de la Revolución Camilo Cienfuegos disuelve el BRAC frente al parque del Framboyán referido, y lo desmantela el 28 de febrero, quedando hasta hoy en la memoria histórica local como Parque del Buró o del BRAC; parque de forma romboidal y proyecto inconcluso donde se ha señalado el cuartel del BRAC, edificio entonces demolido
[90] en cuyo espacio fue construido un parque infantil; décadas después, quedaría inventariado por el Museo Histórico Municipal como sitio histórico, donde le agregó una tarja con el nombre de Oscar Lucero Moya, “Mártir del Silencio”.

En las residencias abandonadas por los emigrantes llegan a vivir aquí desde el resto del país, otros tantos de muy diversas extracciones sociales, vinculados en buena medida (tampoco todos) con el nuevo gobierno revolucionario e incluso, con altos cargos de dirección política y militar, que continuarán llegando pues como barrio residencial concebido de elite, en Nuevo Vedado vivían muchos de los dueños de las oficinas e instalaciones de servicios, administrativas y otras de la urbe capitalina que identificaban las barriadas al norte y al nordeste (sobre todo El Vedado y La Rampa, pero en toda la ciudad y el país), en lo que repercutirían las nacionalizaciones de empresas estadounidenses dictadas en agosto y septiembre de 1960 y la Ley 890 que en octubre nacionalizara las grandes empresas cubanas, para acelerar las emigraciones con sus familias, de sus propietarios y otros beneficiados y amparados por ellos, muchos residentes en El Nuevo Vedado, si bien ya hacía unos años que al no haber logrado su exclusividad social en esta barriada, los más elitistas entre ellos estaban emigrando allende el río a sus nuevas y más suntuosas mansiones hacia Miramar, el Biltmore, el Country Club y El Laguito, generalmente en el hoy municipio Playa; emigración incrementada en vísperas de 1959 y sobre todo después, pero allende el mar norteño.

Pasarían a propiedad estatal numerosas sucursales bancarias, oficinas, hoteles y otros centros de servicios; la Ley de Reforma Urbana en octubre de 1960 entregó certificado de propiedad de las viviendas a sus residentes, y todo ello incentivó un constante flujo migratorio de abandono del país sustituidos por otros sectores sociales del resto de Cuba. Sin embargo, a pesar del drástico cambio y de las esenciales diferencias políticas, y tal vez por predominar cierto status social entre los nuevos inquilinos, durante décadas después el imponente prestigio del Nuevo Vedado como barrio chic logró mantenerse, e incluso se alimentan en el imaginario los prejuicios en su contra como “barrio de elite” y peor aún: elitista
[91], y contra los conceptos reduccionistas y populistas (a menudo, racistas y regionalistas) de cultura popular e incluso, de tradición, al ignorar la cultura doméstica, que incluía por ejemplo, los referidos juegos de carta y de mesa.[92]
 

Hubo valores que, en efecto, se perdieron; así por ejemplo, una de las grandes artistas cubanas de entonces que abandonó el país, Olga Guillot, vivía en Conill-A entre Conill y 45, donde construyó un edificio que dejó para alquilar y que ella no habitaría; la quincalla que desde antes de la Revolución estaba en calle Conill y Santa Ana, tras la nacionalización, dejó de ser quincalla. El crecimiento mecánico exterior antes creciente comenzó a ser deficitario (Guanche, 1996). Pero El Nuevo Vedado heredaba de la República y ganó en la Revolución, también, numerosos valores, atractivo para la residencia de no pocos de los más connotados artistas e intelectuales cubanos del momento y/o sus obras, otras figuras públicas y personalidades, lo que sin lugar a dudas contribuye fuertemente a conservar durante décadas su prestigio como comunidad de elegancia y buen gusto.

Así por ejemplo, la vedette de Cuba (para muchos, de América y hasta España) Rosalía Pavet Bonavia (Rosita Fornés) del Retiro Radial (reparto Vedado al nordeste) se muda con su esposo el relevante actor, galán y cantante Armando Bianchi hasta enviudar de él y aún después hasta fines de 1997 cuando se mudó hacia Siboney (municipio Playa al oeste) como si reinara todo el panorama y punto de referencia a un tiempo durante varias décadas, al último piso del edificio de Avenida 26 y Avenida del Zoológico, frente al Jardín Zoológico de La Habana, hacia el Reparto Kohly del Nuevo Vedado
[93]. En el mismo edificio aunque no tan alto, vivió el célebre pianista y cantante guanabacoense Ignacio Villa, “Bola de Nieve” (fallecido en México en 1971), con quien la vedette estrechó aquí relaciones entonces además, por su vecindad[94]; otro de los grandes nombres de las artes cubanas que aquí residió hasta su fallecimiento, fue el pintor Mariano Rodríguez[95]; Roberto Gottardi, el impar arquitecto italiano que se destacó junto a Ricardo Porro construyendo las Escuelas Nacionales de Arte en Cubanacán, hoy municipio Playa; y un vasto etcétera.[96]

Desde enero de 1959 los trabajadores de la lavandería La Cubana en 27 entre 28 y 30, se integraron a las actividades populares[97]; el 26 de noviembre de 1959 Ernesto “Che” Guevara de la Serna es designado Presidente del Banco Nacional de Cuba[98], y si bien el nuevo Gobierno Revolucionario en breve hallaría sede en la aledaña barriada de La Plaza que decidiría en su identidad desde entonces al este[99], también muchos de sus líderes y otros alzados rebeldes, así como sus allegados y otros seguidores por los más diversos motivos y desde todo el país, ocupan las residencias abandonadas por los emigrantes y así quedan viviendo más cerca de sus nuevas posiciones de combate en el contexto social naciente, para enfrentar la agitada vida cotidiana que les exigía el proceso revolucionario, con lo que este entre otros tantos componentes de toda la cultura, continúan aportando durante el nuevo período a la rica historia patrimonial del Nuevo Vedado. Así por ejemplo, el casi legendario argentino que tanto luchó en Cuba y en otros países, el Comandante Ernesto “Che” Guevara, reside con su familia desde 1962 y hasta que viaja a luchar al Congo, en 47 entre Conill y Tulipán, como una tarja lo reconoce en esta casa construida en los años 50´s[100], que en 1983 será Archivo Personal del Che.

También en 1959 fija residencia en Loma # 684 entre Colón y Lombillo Juan Marinello Vidaurreta, con su esposa y prima María Josefa “Pepilla” Vidaurreta, cuya madre Sofía del Canal, que allí se había mudado, era la residente hasta entonces de esta pequeña casa de una sola planta con jardín al frente y patio trasero, que distaba mucho de ser de las más ostentosas de esta comunidad[101]; son algunas de las tantas casas famosas de estos líderes, algunas más legendarias que históricas por sus versiones en la cultura popular y el imaginario. [102]
Entre 1959 y 1960 se realiza la segunda gran remodelación del Zoológico, obras que culminaron en 1961
[103]; varias construcciones antecedidas en El Nuevo Vedado al finalizar la República, culminan en estos primeros momentos de la Revolución. Así, en 1959, Lanz y del Pozo acaba su propia casa en Edison Sur # 17 entre 38 y Avenida del Bosque, en el Nuevo Vedado, y Cristófol y Hernández Dupuy levantan la casa de Isabel García en Loma # 20 entre 37 y Lindero, en 1960, año en que hacia el área norteña neovedadense casi bajo el Puente de 23, se define el Parque Recreativo del Almendares[104]. También desde 1960 en 37 y Río despunta en evolución hacia 1980 el Vivero que hoy es Municipal, área económica, medicinal y ecológica.

En 1961 con la invasión de Playa Girón, dadas las tensiones con la Iglesia, el cura de la iglesia de La Dionisia la cerró y se fue; el local entonces sería usado para albergue tal vez de ciegos y lisiados. A la victoria del 19 de abril es que del Nuevo Vedado pero extendiéndose al este en la barriada de La Plaza, se le da el nombre al (hoy) policlínico 19 de abril, en el que Nuevo Vedado recibe sus servicios de salud. En los años 60´s se coloca una tarja en homenaje a Oscar Lucero Moya “Mártir del Silencio” en el parque llamado del BRAC entre 23 y 25 y de 30 a 32
[105]. En 1965, el escultor José Ramón de Lázaro Bencomo “Delarra” esculpió la cabeza de Juan Marinello, hoy en su Casa Museo “Juan Marinello” en Loma # 684 entre Colón y Lombillo.

En 1967 se llamaba Nuevo Vedado al territorio entre la Avenida 26 y el río, y entre 37 hacia Norte y Sur; al sur se llamaba Kohly entre 27 y Norte y Sur, y de 28 hacia el río; Alturas del Vedado era el nombre que se daba a toda la curvatura de la Avenida Kohly hasta 26; La Rosa, entre 26 y 47 y entre Santa Ana y 41; Alturas de Ayestarán entre Tulipán y Santa Ana y de 47 a Sur; Zoológico, entre la Avenida del Zoológico al norte hacia 38 y río, paralelo a la Avenida del Zoológico desde 38 al río aunque sin llegar a cruzar con la Avenida Antonio Soto, la cual seguía por la misma entrada del Bosque hacia el sur (hacia Puentes Grandes) divergiendo de 42, desde donde hacia el Zoológico se encaminaba por la Avenida del Bosque, 40 y 38; las callecitas entre la Avenida Antonio Soto y 38, de sur a norte, se llamaban Sur, Marte y Nueva; la Avenida Antonio Soto iba de la rotonda del Bosque de la Avenida del Zoológico al norte hasta entroncar un breve tramo con la calle 38 y seguía a Avenida del Río o del Bosque, y más al sur casi bordeando al río, Julio, que continuaría al sur allende la Avenida del Zoológico como Avenida del Río hacia Puentes Grandes. La isla Josefina se situaba en pleno río, poco más al norte de donde llegaba la Avenida del Zoológico a la altura de calle 38 (donde se hallaba la parte más ancha de la isla) y más al norte hasta poco más de la altura de la calle 39. Allende el puente de 23 (hoy municipio Playa) al sur colindaba con el Parque y Alturas del Río, y más al sur hacia la isla Josefina, el reparto Kohly (de Playa)

Entre 1968 y 1974 reside al lado del cine Acapulco la reconocida instructora de teatro Ana María Paredes Vilariño; aun reside el pintor Orlando Hernández Yanes y su esposa la también pintora Isabel, “Casiguaya”; abundan los profesionales de prestigio que en todas las manifestaciones han aportado a la cultura cubana e incluso universal, residentes y visitantes a estas comunidades neovedadenses
[106]. La casona solitaria en lo alto de Ave.Kohly a Ave.26 donde los Guasch Bounzoño criaron a sus hijos José Luis y Ana (de Canadá), hoy pertenece a la compañía telefónica, ETECSA.

Hacia 1970 las obras del Cordón de La Habana (siembras en torno a la capital) trajeron consigo una nueva emisora radial capitalina: Radio Metropolitana, que hasta la década finisecular
[107] halló sede en el edificio homónimo de Avenida 26 y 41. Sus adolescentes, tras cursar la primaria en la Arruñada, muchos continuaron estudios en la escuela secundaria básica Antonio Guiteras en 12 y 17 en el aledaño Carmelo al norte, excepto el curso 1969-1971 cuando se habilitó para el primer año de secundaria (7mo.grado) la más cercana escuela Capitán San Luis en 21 entre 22 y 24, en el antiguo reparto Rebollo igual del Carmelo, pero mucho más cercano y limítrofe al Nuevo Vedado.[108]

Hasta 1973-1974 estuvo en calle 39 # 890 entre 24 y 26, “la bodeguita”
[109], una de las bodegas más antiguas[110] y que ahora desaparece (como todas aquellas bodegas pequeñas) para unirla al Supermercado, antecedido por estas cuatro bodegas, una pescadería y un punto de leche. Aun en los años 70´s, la construcción de calle 39 hacia 37 entre 24 y 26 eran casi todos solares yermos por la gran depresión del terreno sin rellenar aun ni urbanizar, furnias a las que los niños de la comunidad se deslizaban en sus juegos, y por 39 se subía a La Dionisia por un trillo. En las divisiones político-administrativas de estos años, el topónimo Nuevo Vedado solía ser silenciado y hasta absorbido por otros, como fue el Seccional Vedado.

Del I Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) a finales de 1975, se derivó la nueva división político-administrativa vigente, que no se haría efectiva sino hasta el 30 de octubre de 1976; mientras tanto, en la conmoción que sufrió la sociedad cubana y toda la Humanidad del 6 al 7 de octubre de 1976 frente al horrendo “crimen de Barbados”
[111], se señalan entre sus 73 mártires (que incluían dos coreanos y 11 guyaneses) aquellos cubanos que residían y mantenían diversos vínculos con El Nuevo Vedado, sobre todo trabajadores de Cubana de Aviación (aeromozas, pilotos, etc.) sin obviar la delegación deportiva de esgrima de ambos sexos, y otros.

El Nuevo Vedado en el municipio Plaza de la Revolución:

Al nacer el 30 de octubre de 1976 el municipio Plaza de la Revolución en la división político-administrativa vigente fruto del I Congreso del Partido Comunista de Cuba en 1975, todo el territorio del Nuevo Vedado formó parte de dicho municipio hasta hoy. En el sistema de instituciones de cada cultura municipal quedaba incluido el Atlas de la Cultura Popular Tradicional
[112]; mientras tanto, el Bosque de Nuevo Vedado era copado por almacenes y unidades militares hasta la actualidad, incluso con sus propias áreas deportivas y cultura general.

En 1977 fallece una de las grandes figuras de la cultura cubana reconocida y concretamente, del Gobierno Revolucionario, que en Nuevo Vedado había fijado residencia desde 1959 y hasta su muerte, el intelectual Juan Marinello Vidaurreta[113]; esta su casa donde residió sus últimos 18 años, desde 1990 será la Biblioteca Memorial Juan Marinello, en Loma # 684 entre Colón y Lombillo. De julio a agosto de 1978, con el XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes con que retumba toda Cuba y en particular, la Ciudad de La Habana, también los CDR del Nuevo Vedado recibieron delegaciones extranjeras en sus cuadras, y desde 1978 con el I Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y hasta la actualidad, siempre el cine Acapulco ha sido el protagonista local.[114]

Con los sucesos de la Embajada del Perú el 19 de abril de 1980 y los movimientos migratorios consecuentes, más intensos que de costumbre, la Avenida 26 y las calles e instituciones del Nuevo Vedado también fueron escenario de los llamados “actos de repudio” (sin olvidar sus excesos lamentables), y en general de los mejores y peores valores de tales acontecimientos, en un clima tenso y febril. En esta década de los 80´s es cuando la Arruñada se convierte en una de las cuatro escuelas Pre-Eide del municipio, esto es, especializada para formar talentos en las diversas disciplinas deportivas, que llegará a tener hasta hoy, su propio gabinete médico y odontológico.

En octubre de 1983, a raíz de una conversación con el Comandante Fidel Castro, surge la necesidad de crear un centro para investigar y divulgar la vida, obra y pensamiento del Comandante Che Guevara, y por supuesto, se escoge la casa neovedadense donde lo vimos vivir desde 1962 y hasta su partida al Congo; nace así en 47 entre Conill y Tulipán el Archivo Personal del Che
[115]; se acercan los años de las Micro Brigadas[116], que cuando menos, determinan el paisaje urbano inmediato y tanta impronta tuvo con este sistema para militares y otros al sur del reparto Kohly, La Dionisia y otros barrios neovedadenses, a veces con la colaboración de España, Canadá y otros países.

En función de los concejos populares entonces en génesis, el nuevo sistema de programas y proyectos a partir de los Estudios Culturales
[118] arrojaron importantes resultados que conducirían a revitalizar Nuevo Vedado[119]: así, a partir de los más diversos sectores y parámetros (Couceiro y col, 1989) se definían La Dionisia[120] como el mayor de los barrios insalubres en todo el municipio con casi 2,000 habitantes, caracterizado sobre todo por la vagancia habitual y el alcoholismo, y un foco insalubre (menos de 20 casas) estaba en 37 y Río, influencia de la contaminación entonces del río Almendares[121]; y en todo Nuevo Vedado, una cultura eminentemente doméstica y vida social que se desarrolla fundamentalmente fuera de la barriada[122] con sus fiestas[123] y religiosidad[124], valorando incluso su transportación y otros servicios.[125]

A la sazón comenzaba el llamado “desmerengamiento del campo socialista” en Europa (con su nueva correlación de fuerzas a escala internacional) y en su consecuencia, el “Período Especial” en Cuba, con nuevas oleadas migratorias sobre todo a partir de 1994 y los balseros emigrantes por la costa cercana norteña. La cultura popular se hace sentir de disímiles maneras, sobre todo en la nueva composición social del Nuevo Vedado no siempre como valores positivos, y en la otrora chic Arruñada comenzarán a detectarse focos delictivos y de violencia agresiva hasta entonces desconocida en la barriada. Pero como resultado de los Estudios Culturales se dirigían los ojos a los valores genuinos y ancestrales de esta comunidad, a promover desde el prisma científico. En 1990 el albergue para ciegos y lisiados en la antigua iglesia de La Dionisia pasó al parque de 41 y 24 (donde hoy están los niños con dificultades mentales) y en su lugar, aquí quedó para decoración y tapicerías, arreglando muebles del Estado. La noche del 7 de marzo, coordinado con el Equipo Municipal de Estudios Culturales, se esperó el Día Internacional de la Mujer en calle 26 entre Avenida 26 y 43[126]. El 3 de octubre de 1990 es fundada la Biblioteca Memorial Juan Marinello en Loma # 684 entre Colón y Lombillo[127].

Al constituirse el CAM (Consejo de la Administración Municipal) y los concejos populares[128] el 10 de octubre de 1990 (Rodríguez Pérez, 2010) estos fueron numerados[129]; desde entonces y hasta hoy, la barriada de Nuevo Vedado ha estado dividida, fatalmente, en dos, aproximadamente en torno a la calles 35, 37 y calle Norte[130]. Hasta la actualidad, no se ha logrado rectificar fronteras entre concejos como sí se ha podido en otras barriadas del municipio; los logros en esta comunidad sí se obtendrían en cuanto al topónimo Nuevo Vedado.

Al celebrarse en marzo de 1991 el II Simposio Territorial de Estudios Culturales en la Semana de la Cultura
[131], éste pretendió por primera vez trascender a las instituciones subordinadas a la Dirección Municipal de Cultura, y para tal primera experiencia se escogió justo el Jardín Zoológico de La Habana[132]. El temor a la novedad y la escasa experiencia de los directivos entonces frustró esta iniciativa del Equipo Municipal de Estudios Culturales[133]. Desde 1991 cada segundo sábado a las 2 p.m. comienza la peña “Acuérdate del adulto mayor” en Nuevo Vedado[134]; cuando en 1992 se decide aprobar topónimos a los concejos, lo cual permitiría revitalizar parte de los valores comunitarios locales, el sur se llamaría Puentes Grandes[135], en tanto el norte se llamó entonces, Chullima[136]. Tamaño error trató de ser enmendado por Estudios Culturales del municipio, y el III Simposio Territorial de Estudios Culturales el 5 de mayo de 1993 asumió como sede abrir la llamada “Iglesia del Derrumbe” (hecho en sí mismo muy revolucionario entonces) en el casco histórico de la extensión del Carmelo, topónimo que se revitaliza por primera vez y se refuerza al celebrar en la misma comunidad la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana el 16 de noviembre de 1993[137], con lo que el topónimo Chullima se sustituye[138] y el concejo al que pertenecía el norte neovedadense comenzó a llamarse Carmelo: no era todavía su topónimo, pero sí era más consecuente. No obstante como en breve se apreciará, el próximo peldaño sería reconocer oficialmente el topónimo Nuevo Vedado por primera vez en su historia.

En 1994 Belarmino Castilla Mas inaugura la tarja de 0.55 metro x 0,80 metro a Josué País en la escuela homónima, mientras se mantiene Nuevo Vedado como ambiente de artistas e intelectuales
[139]; sin la debida atención ni educación y exigencias a sus nuevos inquilinos, algunos de sus jardines devenían pasto de los chivos, y aunque por ser eminentemente residencial, no ha sido de las áreas más proclives a ser consideradas como “trampolín al extranjero” al quedar apartada de aquellas de más población flotante[140] como La Rampa al nordeste allende El Vedado, ello no elimina las influencias internacionales típicas al cosmopolitismo local[141], con uno de los niveles culturales comunitarios más reconocidos en el país.

Es en 1996 cuando se establecen ocho consejos populares hasta la actualidad: el entonces Carmelo perdió sus áreas sureñas que incluían el norte neovedadense y otras, con las que se conformó el consejo Colón-Nuevo Vedado: así se oficializó por primera vez el topónimo Nuevo Vedado
[142], sin la menor duda uno de sus más sentidos valores patrimoniales, y tal revitalización y reconocimiento oficial deviene gran aporte y salto cualitativo para la historia de la cultura neovedadense; aunque por otra parte, la barriada ha seguido dividida aún en la actualidad, y este norte neovedadense queda en el mismo consejo de las comunidades carmelenses 12 y 23 y Reparto Rebollo. El sur continuó llamándose Puentes Grandes, pero poco después se le reconoce también como Nuevo Vedado-Puentes Grandes[143].

No obstante, ello no bastaba para que se respetara y comprendiera la cultura y el patrimonio neovedadense, acusado incluso de “no cubano” (incubando la vulgarización de “lo cubano” y posturas racistas, regionalistas y otras miserias humanoides de intolerancia) y se potenciara por ejemplo, desde su cultura doméstica, se evadiera el populismo igualitarista y la impostación de valores que amenazaban su identidad para “igualarla” a las otras barriadas y “ver” así su cultura popular igual… lo que llegó a propiciar una comparsa
[144] que, como hemos visto, jamás fue identidad ni valor de esta comunidad[145].

Justo en estos mediados de los años 90´s fue el primer intento de un ciclo de cine anti homofóbico, que escogió el Acapulco;
[146] en octubre de 1997 ya se reconocía el Proyecto de danza Alegrías de España[147]; en octubre de 1998 se celebra el I Coloquio Internacional Magisterio, Cultura y Proyección Social de Juan Marinello[148]. El trabajo sistemático con el potencial del Nuevo Vedado como el resto de todo el municipio, lo ha estrechado cada vez más a toda la vida integral municipal[149], y entre sus diversas instituciones destacan las escuelas[150] y se observan letreros de sindicatos y otras sociedades (SNTAP, SJAE), la reparadora de refrigeradores y efectos similares al lado del Cementerio Chino, el Club del Dominó, la Asociación Nacional de Lebreles Afganos, etc. Al fundarse la Sociedad Ourensana de Cuba entre las sociedades de gallegos y sus descendientes, la sede municipal se ubica al fondo del Cementerio Chino, en Norte # 34 entre 35 y 35 (Herradura), casa de Soledad Figueral Prado[151], mientras continúa su vida cultural[152].

Tampoco ha cesado la tensa lucha ideológica en El Nuevo Vedado, como en el resto del país
[153]; en octubre del 2000 se reportaban 15,327 habitantes en el consejo Colón-Nuevo Vedado, y 14,381 en el Nuevo Vedado-Puentes Grandes, aunque ya sabemos que cada uno de ellos abarcaba otras comunidades no neovedadenses; continúa aportando valores a la cultura cubana[154] , y abundan artistas y otras celebridades entre sus residentes o con otros vínculos[155]. Durante la década finisecular, a partir del llamado “Período Especial”, el macro entorno se matizó con nuevas problemáticas e incluso, “tipos sociales”[156] y nuevas conquistas desarrollan la Revolución a otros niveles.[157]

Se evidenció asimismo una anagnórisis muy provechosa para el trabajo comunitario en todos los sectores (la “vuelta a las raíces” y “la totalidad perdida” preconizadas por lo mejor de la postmodernidad), a pesar de que la barriada aun se encuentra dividida en dos consejos populares; la recuperación del “Período Especial” con que se llamaba a las puertas del tercer milenio, lejos de perder el trabajo comunitario ganado en esa década, debía enriquecerlo desde los valores develados en torno al reconocimiento del Nuevo Vedado en tanto “museo (al aire libre) de arquitectura moderna” como principal aporte de la década, “con todos y para el bien de todos” en su máxima diversidad y con el protagonismo de las comunidades, incluido el entorno ambiental para el bienestar de todos y cada uno de sus componentes en su sistema indisoluble con el ser humano.

A la sazón, en la Cuenca del Almendares- Vento se señalaban viviendo del municipio Plaza de la Revolución 61,060 habitantes en 13,390 viviendas, desglosados en territorios de tres consejos populares, de los que en Nuevo Vedado—Puentes Grandes habitaban 15,360 personas. Entre los proyectos culturales que entonces se desarrollaban con todo éxito en Nuevo Vedado en esta, que al respecto pudiéramos considerar su “época de oro” de tal trabajo, se destacan las acciones de la promotora Mercedes Arango Hernández
[158]. Para el 28 de enero del 2003, por el 150 aniversario del natalicio de José Martí, se pretende aprovechar un local como biblioteca al servicio de la comunidad en Lombillo y Tulipán[159]; pero por inconvenientes como la pequeñez del lugar que no admitía sala de lectura, esta biblioteca Ismaelillo para préstamos (sin sala de lectura) no se inauguró sino hasta el 13 de octubre de 2003, con numerosos visitantes desde entonces. En marzo del 2003, el jueves de la Semana de la Cultura Municipal y como actividad central de dichos festejos, el VIII Simposio Territorial de Estudios Culturales y VI Fórum Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura, constituyó el primer homenaje oficial al Nuevo Vedado, a sus instituciones, personalidades y muchos más valores[160]. En el mismo año 2003 el Parque del Acapulco queda rebautizado como El Parque de la Paz (también Mártires de África), mientras que en el Jardín Zoológico de La Habana se logra reproducir una especie en extinción: el cóndor de Sur América, que ahora volaría como metáfora de esperanza y futuro para todos.

El jueves de la Semana de la Cultura en marzo del 2004, la sede del VII Fórum Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura es, ¡POR FIN¡ el Jardín Zoológico de La Habana, aquel viejo sueño frustrado por la incomprensión y temores en 1991 y que ahora celebraba así en su homenaje, el 65 aniversario de dicha institución
[161]; en el IX Fórum Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura el jueves de la Semana de la Cultura en marzo del 2006 en el casco histórico del barrio Pan con Timba (Zapata y A) de la barriada de La Plaza al este, Margarita Arias y Juan Ernesto Pérez presentan la biblioteca Ismaelillo, que profundizará su director Florencio Hernández González en el XIII Simposio y Fórum el jueves 18 de marzo de 2010 en el casco histórico del Vedado[162]. Se continúa demostrando que muchísimos (no sólo los neovedadenses) aman o al menos, se interesan, respetan y hasta admiran al Nuevo Vedado, y lo reconocen en toda la ciudad, en toda Cuba y más allá; es el caso del escudo que le propone Arista-Salado[163] (Anexo), sin cesar otras acciones.[164]

A manera de epílogo

No ha pretendido esta, ni mucho menos, legar una historia acabada del Nuevo Vedado; de hecho, ninguna historia nunca debe absolutizarse acabada, siempre sujeta a actualización constante, a las nuevas visiones cada vez más integradoras, y a la profundidad de las investigaciones en proceso. Así por ejemplo, aun faltarían las monografías que merecen numerosas de las instituciones aquí citadas, personalidades que aquí han residido en todas las manifestaciones de la cultura, muchas de sus construcciones y calles… sin obviar posibles correcciones. Lo que sí se pretende es fundamentar desde ya, una necesaria concepción y visión integral y metodológica para el estudio del Nuevo Vedado con todo su valor patrimonial, de tanto interés para toda Cuba e incluso, más allá, estudio de caso a aplicar casuísticamente en otras comunidades.

En un panorama actual, en el banco de problemas aún se conserva una barriada dividida en dos consejos populares y en cada uno de ellos, comparten con otras comunidades bien distintas, como 12 y 23, el Cementerio de Colón y el Reparto Rebollo al norte, y Puentes Grandes y Aldecoa al sur; ello obvia las raíces e identidades comunitarias, y exige políticas de más rigurosa educación en estos valores comunitarios para su preservación y sobre todo, de los promotores en cada consejo (que a menudo lastran insuficiente formación general), lo que se dificulta más aun en la fluctuación laboral que ha distinguido al territorio frente a la competencia y que al menos en Cultura municipal, se ha agudizado tremendamente (como nunca antes) del año 2008 al 2010, sin la debida atención política para saber retener al personal.

No obstante, se ha logrado revitalizar valores
[165], lo cual es muy difícil frente a los prejuicios, esquemas y simplismos antes referidos y en territorio tan complejo por su etnogénesis y conformación cultural, la dinámica modernidad-tradición distintiva del Nuevo Vedado, el movimiento migratorio, y la aun demasiado escasa educación científica sobre las culturas comunitarias, con un personal aun insuficientemente motivado ni preparado sobre todo a nivel de instituciones y aquellos que sobre tales valores, deben erigir sus imágenes, que en consecuencia, no siempre son satisfactorias y a menudo, dañan. Casi siempre, El Nuevo Vedado ha sido desde sus antecedentes y según cada contexto histórico, protagonista de los mejores y peores momentos de la vida social cubana; recuérdese la inmediatez de la barriada de La Plaza al este en torno a la Plaza de la Revolución, máximo símbolo político nacional y de alcance internacional durante medio siglo de Revolución, con todo su impacto en esta comunidad durante marchas y otras campañas.

Sin excluir la chica moderna o la dama exquisita que en el imaginario representan al Nuevo Vedado, tampoco se puede reducir así tanta complejidad y riqueza histórica cultural. El Nuevo Vedado deviene estudio de caso de comunidad metropolitana eminentemente residencial, donde impera la cultura doméstica en torno a la cual se abre un universo cultural mucho más allá, pero que también esta barriada la trasciende, junto al amor por los deportes heredados del vedadismo desde el norte costero, con su afán por la elegancia, el respeto, la vocación por las artes y las ciencias, por la naturaleza, el buen gusto y otras virtudes, mientras equilibra tradición y contemporaneidad, amenazado por una insuficiente promoción científica de tales valores contra imágenes simplistas y estereotipadas que perjudican a tanto y tal patrimonio de todo tipo.

En tal diversidad de una homogeneidad no más que relativa que identifica a la barriada de Nuevo Vedado, en la actualidad se aprecian ocho barrios neovedadenses
[166]; y con estas identidades, El Nuevo Vedado avanza hacia la mejor convivencia con la mismidad y con toda otredad hacia la alteridad cuando sea menester, lo cual le es históricamente inherente dada su vocación raigal tradicional de cosmopolitismo hospitalario y su esencia metropolitana, que implica mayor dinámica con todo otro, a menudo en franco choque de valores en la dialéctica tradición-modernidad frente a las amenazas tradicionalistas (conservadoras), populistas y de impostación de valores por la avalancha migratoria que tanto enriquece, pero que puede lacerar sensible y peligrosamente sin educación científica en muchos cuya misión social es precisamente, promover los valores locales y tanto patrimonio local de todo género que como es obvio, ya compete a todo el país y mucho más.

Sobre la historia de marginación
[167] se levantó una cultura distintiva con todo orgullo al que le asiste el más legítimo derecho, barriada metropolitana asimismo diversa en barrios internos (y estos en zonas, y estas en focos) con una homogeneidad no más que relativa, y a la que se le han inyectado las urbanas, rurales y otras de toda Cuba y de otros países[168], que más que implicar gradientes, pulsa la verdadera alma de esta comunidad cosmopolita, caso particular dentro de las comunidades urbanas. Entre tantos valores inmigrantes bienvenidos los mejores, pero sin traicionar la organicidad y autenticidad desde las raíces comunitarias; en sana paráfrasis martiana, “injértese Cuba (y el mundo) en nuestras comunidades, pero que el tronco siga siendo el de nuestras comunidades”… que es el mejor aporte que se puede brindar a toda la cultura cubana y universal.

 

Propuesta de escudo para El Nuevo Vedado. Autor: Maikel Arista-Salado y Hernández (2006)
Foto del autor, auxiliado por Maikel Arista-Salado y Roberto Carlos Hernández Núñez

 

Fuentes:

BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:

1. Arango Hernández, Mercedes; Bárbara Santana Alonso y María Ester Monteluz. El talento no está oculto: la semilla está en el barrio. Proyecto Comunitario “Alegrías de España” Consejo Popular Colón-Nuevo Vedado, III Fórum Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura Plaza de la Revolución (2do. Premio) 2000.

2. Arista-Salado y Hernández, Maikel. Plaza Heráldica; fundamentación para exposición personal en la Casa de Cultura de Plaza de la Revolución. Noviembre 15, 2008.

3. Betancourt Sanabria, Luis Adrián: Cochero, Editorial Ciencias Sociales, 1998.

4. Couceiro Rodríguez, Avelino Víctor. Historia e Identidad comparadas de las diversas barriadas del municipio Plaza de la Revolución. Mención en Premio Anual Nacional de Investigación Cultural, Centro de Investigaciones y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, 2002.

5. ---: Historia de Plaza de la Revolución, libro digital publicado por Publicitaria Imágenes del CIMEX, con la Comisión de Historia del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba Ciudad de La Habana, y su Proyecto Identidad. 2003.

6. ---: Hacia una antropología urbana en Cuba. Colección La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz, 2009.

7. --- y Jorge Manuel Perera Fernández. Breve reseña para un estudio del entorno comunitario de la Biblioteca Memorial “Juan Marinello”. Memorias del Coloquio Internacional “Magisterio, Cultura y Proyección Social de Juan Marinello”, Biblioteca Memorial Juan Marinello, 1998.

8. -------: Más Allá del Cementerio. Boletín digital El Almendares # 16. Dirección Municipal de Cultura Plaza de la Revolución. Octubre 1998.

9. -------: La Biblioteca Memorial “Juan Marinello”. Boletín digital El Almendares # 16. Dirección Municipal de Cultura Plaza de la Revolución. Octubre 1998.

10. -------: La Identidad entre Comunidades Urbanas a través de la Arquitectura y el Urbanismo. Aprobado para su publicación en la Revista Revolución y Cultura, publicado por la Biblioteca Científico – Técnica de la Academia de Ciencias de Cuba, 28.2.2000.

11. -------- y María Elena González Delgado. Reseña histórica, caracterización actual y proyección de las áreas insalubres en el territorio del actual municipio Plaza de la Revolución. Simposio de la Ciudad de La Habana. 1er. Premio, 1989 (inédito).

12. -----------------: Bases para la promoción cultural en las diversas barriadas del municipio Plaza de la Revolución. Grupo Municipal de Estudios Culturales Plaza de la Revolución, 1991. X Simposio de la Cultura Ciudad Habana, 1992, y 6to.Premio Provincial Ciudad Habana ANIR- BTJ en Cultura, 1992a (inédito).

13. ----------------: Estudio de las vías para un mejor estímulo y aprovechamiento del potencial artístico y científico del municipio Plaza de la Revolución. 1992b (inédito)

14. Cruz Huici, Lianet. Proyecto de Desarrollo Sociocultural para el Centro de Estudios Che Guevara. Un modelo de integración a la comunidad. Tesis en Opción al Título de Licenciatura en Estudios Socioculturales, Universidad Agraria de La Habana, 2008 (inédito)

15. De las Cuevas Toraya, Juan: 500 años de construcciones en Cuba. Chavín, Servicios Gráficos y Editoriales S.L, La Habana, 2001.

16. Ferro Hernández, Felicindo. Historia de la Lavandería “La Cubana”. Encuentro de Historia e Identidad de mi Barrio El Carmelo. Consejo Carmelo, Plaza de la Revolución. 1995 (inédito)

17. Flores Pérez, Abelardo y Fernando; y Ernesto Guzmán Gómez: Historia del Judo en Cuba 1951-1961, Editorial Científico-Técnica, Ciudad de La Habana, 2007

18. Fornés, José Enrique y col. Parque Metropolitano. Parque Metropolitano de La Habana. Memorias del IV Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución, marzo 1995.

19. Gil de la Madrid Pesant, Katia; Jorge Luis Machín, Marisela Quintana Orovio y Onaney Muñiz Gutiérrez. Estado del Medio Ambiente en el municipio Plaza de la Revolución y algunos aspectos metodológicos para su análisis. Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución. 1991.

20. Gil de la Madrid Pesant, Katia; y Odalys González González. Relación entre el estado del medio ambiente y la salud de la población en el municipio Plaza de la Revolución. Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución. 1991.

21. González-Lanuza Rodríguez, Gaspar. Clandestinos. Héroes vivos y muertos. Edit. Ciencias Sociales, La Habana, 2007.

22. Guanche Pérez, Dr. Jesús. Componentes étnicos de la nación cubana. Colección La Fuente Viva, Fundación Fernando Ortiz. 1996.

23. Guerra Letrán, Ángela. Un acercamiento a la última morada bautista. Dirección Municipal de Servicios Comunales Plaza de la Revolución. Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución, marzo 1991.

24. Libro de Expropiaciones e Indemnizaciones de la República de Cuba del Ministerio de Obras Públicas, 1947.

25. Martin Zequeira, Arqta. María Elena. Un Recorrido por las Principales Obras Arquitectónicas del Municipio Plaza de la Revolución. Memorias del V Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución y Puentes Grandes. 2do.Premio. 1997.

26. --- y Eduardo Luis Rodríguez Fernández: La Habana: Map & Guide to 337 significant architectural monuments in the Cuban capital and its surroundings. Dirección Provincial de Planificación Física y Arquitectura de Ciudad Habana, Cuba. Trialog, Darmstadt, Alemania. 1992.

27. Monterde Orejón, Edith. El cementerio chino. Consideraciones preliminares. Necrópolis Cristóbal Colón. Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución, marzo 1991.

28. Mora, Evelio R. Rosita Fornés. Editorial Letras Cubanas, Ciudad Habana, 2001.

29. Muñiz Gutiérrez, Onaney. Regionalización ecológica natural del municipio Plaza. Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución. 1991.

30. ---: Rescate de la flora local. III Encuentro de Historia y Tradición de mi Barrio “El Carmelo” (1er.Premio) 1999.

31. Museo Histórico Municipal Plaza de la Revolución. Archivo de Patrimonio Municipal. 1994.

32. Pérez Dulón, Elsie. Reseña histórica y problemática actual del Jardín Zoológico de La Habana. Jardín Zoológico de La Habana (Directora) Memorias del II Simposio Territorial de Estudios Culturales Plaza de la Revolución (Sesión Plenaria), marzo 1991.

33. Rodríguez Camps, Arnol. Operación Fangio. Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 2005.

34. Rodríguez Llampert, Héctor. “El triunfo en la capital”, en diario Juventud Rebelde, 1 de enero de 2003: última página.

35. Rodríguez Pérez, Iris L. Escuela primaria “Eduardo García Delgado”: lugar histórico para una circunscripción. XIII Simposio Territorial de Estudios Culturales y Fórum Municipal de Ciencia y Técnica de la Cultura Plaza de la Revolución. 18 de marzo de 2010 (inédito)

ENTREVISTAS A INFORMANTES CLAVES:

1. Onelia Obeso Collazo.

2. Consuelo Gil López.

Notas:

[1] “Sentimientos o cargas negativas contra el prójimo: envidias, maledicencias, ambiciones negativas desmedidas, competencias desleales, subvaloraciones contra el otro, etc. No las reconozco propiamente humanas, aunque sean portadas por los humanos, toda vez que no son valores humanos, sino antivalores que desdicen precisamente de su humanidad y remedan la vigencia del planteamiento de Marx, de que aun vivimos la prehistoria de la Humanidad, en cuyo futuro se espera queden depuradas” (Couceiro, 2009:340)

[2] Urgencia fundamentada hace casi 20 años (Couceiro, Perera y González, 1992a), y que la historia municipal (Couceiro, 2006) dista mucho de satisfacer.

[3] Su límite norte que la separa del reparto Rebollo y los barrios Fanguito, Alturas del Fanguito y Las Canteras, todos occidentales en la barriada Carmelo.

[4] El original, donde en el siglo XIX se extendían las tierras de don Federico Kohly hacia el norte, aunque en el hoy municipio Playa del otro lado del río se haya referido en el siglo XX, otro Reparto Kohly.

[5] Así reconocido popularmente, por decirse que aquí estuvo el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC) del batistato; también del Framboyán, hoy de los Mártires u Oscar Lucero.

[6] Concretamente sus repartos Kohly y Almendares, que guardan estrecha familiaridad histórica y cultural con El Nuevo Vedado y otras comunidades del hoy municipio Plaza de la Revolución.

[7] Con un 50 % boscoso, y con la jardinería y variada agricultura en los conceptos actuales de permacultura verde con asesoría y financiamiento canadiense y una entidad italiana interesada en discotecas, tal vez por La Cueva, las áreas verdes alcanzan el 80 % del Parque.

[8] Por la Empresa Ejército Rebelde, que hizo bajar el nivel de las aguas y se ha desdibujado como isla.

[9] Como El Carmelo al norte, donde se descubrió un yacimiento de monos araña, además de restos de foca tropical y de almiquí por la costa a oriente y occidente respectivamente.

[10] Famosas las de hermoso canto en el siglo XIX, ya entonces víctimas de la depredación humana.

[11] Ambos, bosque y río, son los únicos inventariados por el Museo Histórico Municipal como sitio natural, con fecha 24 de enero de 1997.

[12] Esta última sobre todo, a partir de la Zanja Real desde 1592.

[13] Como se mostraba al norte sobre todo en El Carmelo (cuya pionera es la comunidad de La Chorrera en la desembocadura del río), y antes al sur, en Puentes Grandes e incluso, Aldecoa (1865), al sur sudeste.

[14] Y del que ya entonces (inicios del siglo XVI) brotaron los gérmenes para los más antiguos asentamientos coloniales en la región: La Chorrera al norte, y Puentes Grandes al sur.

[15] Calle que llegaría hasta aquí al urbanizarse desde la barriada de La Plaza al este, así llamada por la quinta allí del Marqués de Jústiz de Santa Ana en el siglo XVIII y que ya desde fines del siglo XVII en el sur puentegrandino poseía molinos de tabaco de polvo rapé.

[16] Por el marqués de Las Torres (s.XIX) con sus terrenos al centro hoy neovedadense atravesado por la calle homónima que distingue al reparto consecuente entre Ave.26 y la Necrópolis de Colón.

[17] Apellido de ascendencia suizo alemana que en el siglo XIX poseía terrenos del sur (donde hoy referimos el reparto Kohly con toda la impronta de su tradición) y centro occidental hoy neovedadenses.

[18] De las Cuevas, 2001:160. A la altura aproximada de la actual calle 37 (500 m al sur del puente de 23) prolongaba el Camino de la Sierra desde el norte por el sudeste del Cementerio de Colón.

[19] 18 de enero de 1852-1853; contó con hitos de la cultura cubana como Ildefonso Estrada y Zenea que introducirá el kindergarten (sistema pedagógico de raíz alemana) en Cuba, y el gran poeta romántico bayamés que fusilarán los españoles en caso controversial, Juan Clemente Zenea; Rafael Otero; el caricaturista vasco Víctor Patricio Landaluze que aquí comenzó a publicar sus grabados y dibujos de tanta trascendencia para la plástica cubana y el tipo (costumbrista) de “lo cubano”; el bayamés José Fornaris, figura cumbre del siboneyismo; el criollista Ramón de Palma y Romay, el poeta romántico Rafael María de Mendive Maestro de José Martí que fallecerá el 24 de noviembre de 1886; el médico y poeta Ramón Zambrana con quien casa la poetisa oriental Luisa Pérez de Zambrana; Felipe López de Briñas, Luisa Molina, Narciso de Foxá, José Agustín Quintero, José Gonzalo Roldán, Francisca González Ruz…

[20] Cuando ve la luz otro periódico “El Almendares”, fundado por Diego Vicente Tejera (considerado exponente al socialismo utópico cubano) con Pablo Hernández, Vivinio Govantes y Govantes, Manuel de la Cruz (uno de nuestros tres pioneros del modernismo junto a Martí y Casal), Enrique Hernández Miyares, Mercedes Matamoros, Antonio Bachiller y Morales (quien ya había referido al río Almendares en 1841 en su Paseo pintoresco por la Isla de Cuba), Nicolás Heredia, Emilio Bobadilla, José Varela Zequeira, Aurelia Castillo de González, Domitila García de Coronado (estimada primera periodista cubana), Pedro Giralt, Isaac Carrillo y O´Farrill, Francisco Ruig y Puente “Julio Rosas”, Rafael María Merchán, e incluso se afirma que colaboró José Martí, aunque sólo se ha verificado la reproducción de La Opinión Nacional  de Caracas, Venezuela, con su artículo sobre el científico inglés Charles Darwin, pero también se le adjudica en enero de 1882 su trascendente crónica sobre el dramaturgo y poeta inglés Oscar Wilde, que se repetiría el 10 de diciembre de 1882 en La Nación de Buenos Aires, Argentina.

[21] El habanero Ignacio Cervantes, máxima figura del nacionalismo musical cubano, componía la danza para piano Almendares que hacia 1996 para el audiovisual …y aquí estoy, capital de capital (dirigido por Pablo Massip y con guión de los investigadores del municipio, Couceiro y Perera), Luis Manuel Molina transcribiría para guitarra; el también habanero José Martí le llamaría “mi Almendares”.

[22] Igual que otros países con comunidades chinas estimables, puesto que carecían de condiciones mínimas para ser asumidos al morir en la reciente Necrópolis Cristóbal Colón, estrictamente católica papal.

[23] Entre los primeros bautistas (estos, al iniciar los años 1880´s), episcopales, presbiterianos y metodistas, hubo no pocos mambises de renombre, todo lo cual apuntaba a la nueva correlación de fuerzas en Cuba.

[24] Por ello compró seis acres de terreno con los donativos de la Convención Bautista de Alabama, E.U.A., que aportó $300.00 usd, y del diácono J.S.Paine, que aportó $200.00 usd, terrenos que pudieron aumentar años más tarde; el 15 de noviembre de 1888 se deniega por Real Orden la súplica del Obispo de la Habana Manuel F. Santarder al Ministro de Ultramar para clausurar el Cementerio Bautista, y el Obispo atacó y excomulgó a todos los bautistas, aun cuando la prensa lo veía como progreso de leyes para masones, excomulgados y otros “disidentes del catolicismo papal romano”, reflejo de la secular lucha religiosa en el mundo que ya se evidenciaba dentro de la Necrópolis (ya llamada) de Colón.

[25] Del marqués de Las Torres, cuyo nombre hereda la calle principal del hoy neovedadense reparto homónimo y aledaño, entre el Cementerio y la Ave.26; el Reverendo los compró a razón de $0.80 centavos por sepultura la segunda; algunas áreas muy pedregosas para enterramientos llevaron a otra concesión a Díaz por el mismo cesionario, que cambió por otro.

[26] Guerra, 1991. La puerta del Cementerio Bautista se halla a sólo ocho metros en el ángulo noroeste del Cementerio de Colón, formada por un portón de hojas de pino. El Superintendente General era el Inspector Felipe Díaz, el Secretario Alfredo B. Díaz y el Constructor, Francisco Bueno. Se dividía en tres Departamentos que contenían 20 cuartones con nombres alegóricos a personalidades de la Iglesia y a las Sagradas Escrituras. Un establecimiento proveía de sistema desinfectante según las leyes de sanidad, al cuidado de un médico inspector que expedía un certifico; el sepulturero vertía sobre el piso cal viva y algún depósito con ácido fénico, y realizaba el proceso desinfectante en las carrozas mortuorias. Los aranceles variaban según la edad para los miembros de la congregación, y podían adquirir terrenos a perpetuidad en tramos. Sus cuartones y otros elementos han desaparecido, por lo que sus valores artísticos han mermado considerablemente, no así su valor histórico y significación cultural religiosa. Rodeado por un muro de dos metros de alto con puertas de hierro para entrada y salida, sólo una calle con un obelisco en el centro comunica a tres puertas y lo divide en dos departamentos; predominan los senderos. El Cementerio totaliza aproximadamente 45 bóvedas y/o falsas bóvedas muy similares al llamado “murito chino”, algunas con osario y la mayoría de granito. Actualmente limita al norte con el fondo de la Empresa El Granito y al oeste con la calle San Juan Bautista. Sólo resta una escultura de piedra en el panteón de Manuel Giberga y Galí sin conjuntos escultóricos ni variedad arquitectónica. Hacia 1991 predominaba enterrar (en tierra), se exhumaba sólo en las bóvedas con osarios pues no hay un osario colectivo, y se fundamentaba como Monumento (al menos) Local, para su mayor estudio y preservación.

[27] Quizás anunciaban el concepto de “arquitectura fantasmagórica” del profesor suizo francés contemporáneo, Klaus Schneider; otrora sedes de brillantes bailes con lo más selecto de aquella sociedad habanera, como el ofrecido el 25 de mayo de 1854 al almirante Duquesne y oficialidad de la escuela francesa que mandaba, ecos de aquel esplendor puentegrandino al sur.

[28] Anunciado por Reales Órdenes del 29 de abril de 1855 y del 28 de abril de 1866.

[29] Monterde, 1991. Hoy Monumento Nacional (inventariado como construcción civil con grado de protección 1 por el Museo Histórico Municipal; de acceso restringido y en 1991, en regular estado de conservación con valor histórico y uso como cementerio), consta entre los últimos cementerios construidos en La Habana (luego el de Regla en 1900) y penetrado por la extensión al suroeste de la calle Zapata que bordeaba a la Necrópolis Cristóbal Colón al finalizar esta (de tal suerte que Zapata deviene la calle central interna del Cementerio Chino y determina su peculiar microurbanismo); su portón ya anunciaría la actual Avenida 26 (arteria corazón del Nuevo Vedado) con fondo a 28, entre 31 y 33. Sus áreas están pavimentadas con tumbas de mampostería, mármol y bronce; antes los enterramientos de chinos eran marginados como todos los otros no católicos papales a espacios de abandono como el llamado popularmente “Cementerio del Pudridero (luego de los Ingleses)” en las costas del luego Reparto Vedado. Originalmente, este Cementerio fue emplazado sobre una superficie de 9 mil metros cuadrados de la finca Las Torres propiedad de D. Federico Kohly. Sus terrenos costaron $8,000.00 pesos a razón de $0.90 centavos oro el metro, adjuntas las obras y vías de acceso ejecutadas, llegó a importar $23,700.00 pesos. Su rito funerario se halla asociado a la milenaria religión budista: su planta se divide en cuatro cuadros regulares cortados por dos calles perpendicularmente cruzadas en ángulo recto, toda el área quedaba cercada por una verja de hierro. A la derecha de la entrada se hallaba la habitación del celador, actualmente sede de una Empresa de Servicios Necrológicos; y a su izquierda, el salón donde se reconocían los cadáveres. Ya en el interior y en el extremo este de la calle transversal, había una habitación de ladrillos rojos con tejas francesas destinadas a quemar sándalo e imitación de papel moneda como ofrenda a los muertos. En el sur del cementerio estaba la cochera para el carro que conducía a los pobres, en el ángulo sudoeste una sala de depósitos de cadáveres y frente a la cochera, el osario. Fosas individuales cubrían la superficie de los cuadros, pues no usaban fosas comunes. Su área se ha reducido actualmente a $8,189.8 metros cuadrados destinados a cuatro cuadros irregulares que resultan del corte de dos ejes en cruz que regentan el trazado básico de la planta, llamados Cielo, Tierra, Vivos (o Humanidad) y Muertos. Sobre la superficie hay 23 capillas, panteones, falsas bóvedas o “muritos chinos” y nichos colectivos, y coexisten enterramientos (en tierra). Las restantes construcciones han desaparecido. Las verjas exteriores se han sustituido por un muro ciego y la portada se ha reducido al arco central, donde en caracteres chinescos permanece la inscripción “Cementerio Chino”. No hay un estilo puro, sino la combinación de elementos del arte oriental y europeo llegado a nuestras costas. Las obras carecen de la grandiosidad y riqueza del arte chino, son más bien sobrias y a menudo sacrifican la elegancia de las líneas. El estado de deterioro no crítico reconocido en 1991, afectaba a la instalación. La cremación había sido totalmente sustituida por el enterramiento (en tierra), frecuentemente disimulado por la construcción de falsas bóvedas. Previa autorización del Casino Chung Wah los fallecidos son enterrados en las capillas o parcelas de las familias o asociados a que pertenecen. Si es en parcela, la práctica corrobora que en su testamento el difunto determina el tipo de planta y modo de sembrarla: si a su alrededor, o sobre el montículo de tierra que cubre los restos. El cadáver se acompaña de las tradicionales ofrendas florales, pero las plantas simbolizan con su crecimiento la elevación del alma y la salud del espíritu del difunto y de sus familiares vivos. A veces el difunto quiere (y se cumple) que se corten las plantas al año del entierro. Paralelamente queman incienso, sándalo, dinero falso y ofrecen alimentos. La escasez del “Período Especial” en los años 1990´s, los redujo a celebrar (peregrinaje) la festividad equivalente al Día de los Fieles Difuntos, que en su calendario lunar es entre fines de marzo y principios de abril.

[30] Ya al iniciar el siglo XX, las comunidades que desde la colonia pululaban al sur casi inmediato (Puentes Grandes y Aldecoa) se reforzaban con el obrero y sus identidades en apogeo, mientras al norte, El Carmelo y sobre todo El Vedado avanzaban aceleradamente al auge nacional.

[31] Reconocido como “padre del cine cubano”.

[32] José Miguel Gómez asume la presidencia tras la segunda intervención estadounidense en Cuba.

[33] Por el General Ernesto Asbert, entonces gobernador de La Habana, que había participado en la Guerra de Agosto y aspiraba a la presidencia frente a diversos escándalos (casas de juego, rencillas políticas hasta hechos de sangre, etc.) en los que se vio involucrado. Betancourt, 1998:101; 134-135.

[34] “El Puente Almendares”, en revista Bohemia. 21 de noviembre del 2008. Año 100, # 24:13. Sus obras de construcción habían comenzado el 1 de diciembre de 1908 (de 1907 el primer proyecto, de tramos metálicos, en junio de 1908 se acuerda sea de hormigón por su proximidad al mar, alto costo para mantener y cercana fábrica de cemento a 100 metros) y concluyeron el 15 de julio de 1910; los ingenieros proyectistas eran E.Klapp y W.J.Douglas, de la firma Wm.Barclay Parsons (New York, EUA) y los contratistas, la firma (España-EUA) Champion y Pascual “de esticidad” (La Habana) en subasta del 31 de agosto de 1908; la obra se replanteó el 20 de noviembre de 1908, con los Ing. Juan Cosculluela (gobierno cubano), Saxton (proyectista, poco después sustituido por G.B.Strickler quien llevó el peso técnico), M.Allard (constructora) y Eduardo Tella (técn. Provincial: De las Cuevas, 2001:173); al penetrar uno tras otro los pilotes sin resistencia, tal vez por pocas calas, apoyaron el puente sobre gran balsa de hormigón. El costo de la ejecución material fue $ 217,106.88 sin incluir la pavimentación y los faroles para el alumbrado ($ 217,751 según De las Cuevas, 2001:174). Con 703 pies de largo, y un ancho total de 44 pies 6 pulgadas, la altura hasta el tablero del puente son 44 pies. Por ese puente existía el proyecto de formar una doble vía de tranvías que enlazaría La Habana al Columbia (Ave.41), Marianao y Puentes Grandes. Por el gobierno provincial los supervisores eran los ingenieros Francisco Franquiz (Director de Obras Públicas) y J.A. Cosculluela, Ing. Auxiliar del Departamento. Antes de concluirse, la Havana Electric Railway Co. logró sobre el puente una doble vía para extender los tranvías a Marianao, y a cambio mantendrían el pavimento y aportarían los faroles y su coste eléctrico; el arco pequeño que hoy da acceso al Bosque se concibió para dar paso a un pequeño ferrocarril de la fábrica de cemento El Almendares, al lado norte del puente. El 23 de julio de 1910 se publica con cuatro grabados, que el sábado anterior había sido el acto de recepción oficial del puente (“esbelto, sólido y sencillo”) al que fueron el gobernador General Asbert, los consejeros, el secretario del gobierno Sr. Barruecos, el particular del gobernador Ernesto López y Balguer, los ingenieros de la provincia, los contratistas de las obras, representantes de la prensa y algún público, con las mujeres que temían por el tránsito. Honrado en el volumen 74 del año 1911 de la Revista de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles, entre otros méritos de este puente se destaca el arco principal que cruza sobre el río con 58 metros de luz.

[35] Había al norte un puente de madera para los tranvías y otro puente de hierro, el llamado de Pote (de José López Rodríguez, casado con Ana Luisa Serrano y padre de José López Serrano) cuando el General Asbert era gobernador, y unió la calle 21 con la Ave. 41 (Calzada del Columbia en el Batistato), de donde nacieron allende el río, los repartos Kohly, La Sierra, Miramar, Almendares… Del oeste capitalino allende el río y a través de este Puente de 23, la población flotante llegaba de madrugada al salir del Cabaret La Verbena y desde 1939, Tropicana, para prolongar aquí sus noches como remanente de la vida bohemia, a menudo a complementar con la vida nocturna al Vedado Tennis Club (VTC) por 12 a Calzada y que se extendería luego a La Rampa, al otro extremo de la calle 23; así, aunque 12 y 23 y demás referencias se vinculan integralmente con El Carmelo y más allá al resto de la ciudad, por eso mismo determinan y explican el auge ulterior para esta zona norte del Nuevo Vedado, concretamente 23 y 26, auge de las comunicaciones con Marianao y Miramar por el Puente de 23 y en respuesta a las necesidades de desarrollo del moderno Nuevo Vedado y su comunicación hacia el sur capitalino y en concreto, el Aeropuerto Nacional e Internacional en el actual municipio Boyeros; allende el río, en el prometedor Miramar entonces en gérmenes, en 1920 George H. Duncan levantaba la Torre del Reloj en 10 y Quinta Avenida, que el mismo Pote (José López) avistaba como avenida exclusiva, donde “no viviría cualquiera”, y de 1921 data la Fuente de las Américas del italiano Pietro Manfredi y el mismo arquitecto George H. Duncan, también en 5ta. Avenida entre Cero y 2. Esta comunicación a través del Puente de 23 protagonizaría los orígenes de Miramar y del Nuevo Vedado, así conectados casi directamente.

[36] Máximo punto de atracción de población flotante en El Carmelo y en estas inmediaciones, incluida aquella que viaja por el área en tránsito entre puntos cualesquiera de la ciudad y ahora, mediante el puente, allende el río; sobre todo al comenzar a construirse desde 1912 en Calzada y 12 (entonces Reparto Trotcha, en El Carmelo) el Vedado (Yatch) Tennis Club (VTC), 12, que comunicaba al norte con el VTC y al sur con la Necrópolis Cristóbal Colón, emerge como una arteria trascendental que mereció entre las primeras, a pesar de su escaso tramo, un tranvía eléctrico que reforzó la impronta de 12 y 23 con su importante parada de ómnibus aun vigente que a la sazón, allende el río por este Puente de 23, llegaba el I-4 (Marianao- Parque Central); el U-4 (Playa- Estación Central); y se podía trasbordar al V-7 (Vedado- Avenida Menocal) y el F-1 (Universidad- Muelle de Luz), día y noche con gran cantidad de parroquianos y transeúntes asiduos que animaban la ya famosa esquina; hacia la década del 50 los ómnibus (llamados popularmente guaguas en Cuba; entre los primeros, la marca inglesa Leyland, aun en la Revolución) comienzan a sustituir a los tranvías eléctricos (cuyos rieles aun restarían décadas después cual testigos de medio siglo en nuestras calles como 23, 12, y otras) ya desatados de dichos rieles y que paraban a lo largo de su recorrido donde se le pidiera, luego con paradas fijas al margen de la disciplina de choferes y usuarios según cada momento histórico, que contaría con diversos paraderos en las inmediaciones como aun se recuerda detrás del Jalisco Park y en 17 e/26 y 28 con fondo a 19 y frente a la guarapera.

[37] Al norte inmediato del luego Nuevo Vedado, extremo sur occidental del Carmelo justo al Puente de 23.

[38] Aun cuando sea en la (hoy) Rampa, es interesante destacar en N # 352 esquina a 25 (hoy Palacio Municipal de los Matrimonios) la casa de Fausto G. Menocal en 1921, obra del importante arquitecto Emilio de Soto, casco histórico para su comunidad rampera concreta y, para su época, una construcción sumamente revolucionaria que adapta majestuosa y arquitectónicamente un domicilio particular al promontorio rocoso donde se ubica, al estilo de sus coetáneas “casas de la pradera” que en EUA innovaba Frank Lloyd Wright; sería la arquitectura que en breve identificaría con su propia creatividad y originalidad, al Nuevo Vedado.

[39] Desde las vivencias y remos de Julio Antonio Mella y su novia Olivia Zaldívar hacia la Chorrera, hasta la poesía de Dulce María Loynaz y del camagüeyano Nicolás Guillén.

[40] Donde ya tres carros servían a domicilio y a restaurantes, hoteles y posadas: su mayor clientela.

[41] Ferro, 1995. A 6 pesos el metro cuadrado y a 10 pesos el millar del ladrillo para su actual edificación, que llegó a costar 45,000 pesos y fue pagado con letras bancarias. Esta nueva instalación comenzó con seis máquinas de almidón, seis de casimir, un mangle de seis rollos, seis tamboras de madera, y un promedio de 50 trabajadores con dos sistemas de trabajo: a destajo (ejemplo: los planchadores a máquina) y a jornal fijo: nueve pesos a la semana. A los negros sólo se les permitía trabajar en las calderas, reparaciones, etc. Pero el dueño, el español Constantino Hernández Lamela, temía perder clientela si se enteraban que su ropa era manipulada por negros. Su socio comercial, Manuel Díaz, se responsabilizó con Ramón Suárez como persona de su confianza, antes ayudante de albañil en la construcción del centro, y ahora el primer negro en trabajar con la ropa. Los trabajadores tenían derecho a nueve días de descanso al año; no tuvieron sindicato hasta 1940.

[42] Producida por la CMQ y para la que necesitaban una quinceañera rubia y bonita que supiera cantar, sin influencias y sin casting, sólo la probaron y le dieron el papel, con lo que aquí la que luego sería “la vedette de América” inició ya entonces su carrera cinematográfica (Mora, 2001:46).

[43] A la Avenida 26 de 27 hasta casi Zapata, abre un foco comunitario de siete u ocho “casitas”.

[44] Todos de madera y techos de tejas; apellido de don Federico Kohly que las mandó construir, heredado desde las raíces decimonónicas del Nuevo Vedado mucho más al sur hasta aquí.

[45] El 18 de septiembre de 1938 se legaliza el Partido Comunista de Cuba (PCC), que desde su fundación en 1925 en El Vedado, había tenido que subsistir en la clandestinidad. En 1939 se celebra el II Congreso del PCC en Santa Clara, y luego se constituye el Partido Unión Revolucionaria. También se había fundado la Confederación de Trabajadores de Cuba que agrupaba a todas las organizaciones obreras, y cuyo Secretario General fue Lázaro Peña.

[46] Así por ejemplo, dentro de los exuberantes y hermosos jardines del hotel Trotcha fundado en 1886 en las costas del Carmelo aledañas al Reparto Vedado, donde en una de sus tres fuentes llegó a morar uno o dos cocodrilos que constituían una de las mayores atracciones y el gran grito cultural de La Habana de su momento y donde además se hospedaba la célebre actriz francesa Sarah Bernard con su peculiar mascota; el micro zoológico en aquellos terrenos donde hasta 1911 había estado el primer ferrocarril cubano y antes que en 1929 y hasta la actualidad, se generara el Parque de la Fraternidad (hoy municipio Centro Habana); y paralelamente, la Finca de los Monos (que no sólo incluía simios, entre otras especies animales) de Rosalía Abreu en El Cerro. Todas ellas de una manera u otra, y necesariamente, vinculaban la fauna con la flora y otros componentes indispensables del entorno, lo cual en el Jardín Tropical de La Habana que ahora nos ocupa, ha hallado cumbre.

[47] Bajo la presión de estos y otros, en 1938 el Presidente Laredo Bru reconoció legalmente su necesidad, mientras la moda eran los planes de remodelación de las capitales en el mundo, sobre todo americanas.

[48] Hoy Ave. 26, a la sazón antecedía a la calle 26 (no a la Avenida) para comunicar directamente la Calzada del Cerro o de Puentes Grandes con la Avenida 23, atravesando terrenos como los de Hidalgo Gato hacia la hoy barriada de La Plaza, y al norte al inmediato Nuevo Vedado, los de la familia Conill (del VTC), a quienes debe su nombre la calle y comunidad neovedadense consecuente, vendiéndose con las vallas anunciadoras desde 60 centavos hasta 24 pesos el metro, cambiante de una semana a otra

[49] En el barrio aledaño Aldecoa, que databa desde 1865, límite suroriental al Nuevo Vedado.

[50] Único lugar de esparcimiento local entonces en las tardes sabatinas y domingueras, para aquella Aldecoa precedente, que sería acotada por el Zoológico, por el que perdería su banda occidental. No en balde, Aldecoa llegó a contar dentro de su propio barrio limitando al Zoológico, con una de las más famosas dulcerías de todos los alrededores: Bambi, nombre que debe por supuesto al venado que identifica a este Zoológico tanto por los espacios en que habita esta especie hacia la céntrica Avenida 26 como por la escultura que pronto, se le colocaría a su entrada.

[51] Hoy Jardín Zoológico de La Habana en Avenida 26 entre Conill y Aldecoa con su propio micro universo urbanístico y ecológico que lo identifica incluso con zonas y focos internos (en este caso como es lógico, según especies), lleno de valores de flora y fauna y otros culturales en general: mapas, un tren para el recorrido interno, parques de diversiones, centros gastronómicos de identidad y otros muchos, al margen de los valores artísticos de las esculturas y diseños que lo identifican, actividades allí realizadas (celebración de cumpleaños infantiles, fiestas con payasos y otros artistas sobre todo para niños, etc.), ya más recientemente la Sala de Vídeo y entre otros tantos, sus valores en la educación científica (concretamente ecológica) de varias generaciones de cubanos.

[52] Múltiples huellas se hicieron sentir de tales momentos en Cuba, y en particular en estas comunidades, a tono con tan dramáticos sucesos internacionales. Probablemente los logros que la izquierda alcanzó en la Constitución de 1940, sean algunos de los más evidentes reflejos de esta nueva coyuntura mundial. Este Zoológico hablaría muy bien de la cultura cubana (y concretamente, local), según el concepto de cultura atribuido indistintamente al científico alemán Alexander von Humboldt entre los siglos XVIII y XIX, y al prócer mexicano Benito Juárez en pleno siglo XIX: “la cultura de un pueblo se mide por el trato que profesa a sus animales”, de total vigencia al ambientalismo contemporáneo, y sobre todo entonces, ahora con conceptos más elevados y humanitarios para con las restantes especies in situ, sin excluir tampoco lo ex situ; ardillas, pavorreales y otros vivirían fuera de jaula. Quizás uno de sus mayores valores que le han hecho trascender a nivel internacional, ha sido lograr la reproducción aun en cautiverio (para su mejor cuidado), de especies en peligro de extinción.

[53] Por los planes de la construcción de la Plaza Cívica José Martí (barriada de La Plaza, al este) cuyos pobladores migraron en las inmediaciones (por la Timba hacia San Antonio Chiquito al oeste de Paseo) pero también aquí (del otro lado de la Necrópolis Cristóbal Colón) entre otros lugares más distantes para nuevos barrios marginados como El Fanguito (a orillas del ya deteriorado río Almendares pero más al norte, en El Carmelo fluvial), e incluso otros en la periferia capitalina.

[54] La Dionisia cubría entonces toda la esquina sur del Cementerio, mientras hoy se limita al suroeste, ya que el sudeste se ha vinculado más gradualmente con la barriada de La Plaza, al este del Nuevo Vedado.

[55] Cuya sobrina Onelia veremos continuar la tradición familiar de bodegueros en plena Revolución. Alfredo Obeso Noriega (natural de Santander, España, y padre de Onelia) la había comprado en 1940 en Protestantes esq. a 1era. (una de las primeras casas y familias de La Dionisia) con la lotería que había ganado su esposa Piedad Collazo Valdés, quien muere en 1948, y en 1950 el padre la vendió (pues la había obtenido con su esposa y quería tener su propio comercio y dejar de ser dependiente de comercio ajeno) al Sr. Félix Menéndez, cubano que fallece en el 2002 y vivía ahí mismo, pues la bodega tenía su casa de vivienda al lado; en 1968 es intervenida pero se mantendría, siempre con su nombre La Taberna. En sus portales tenía un estante de cristal donde vendían fritas, pan con puerco, frituritas, etc. y una vidriera donde se apuntaban números para la lotería, que se jugaba todos los sábados. Los dos hermanos de Onelia fallecen en EUA, Orestes en 1995 y Olga en el 2005.

[56] De los dominicos, al lado del hoy Círculo Infantil, a la entrada de La Dionisia por 39 de calle 24 a calle 22 que aquí se pierde por otra identidad urbanística, en calle Protestantes al subir el camino y algo más allá al cementerio bautista. Era una parroquia filial de la Iglesia de San Juan de Letrán en I y 19, Vedado.

[57] Toda vez que El Vedado precedente no había logrado ser tampoco la soñada zona residencial excluyente y pululaban cada vez más las casas de inquilinato, solares, cuarterías, edificios de apartamentos para clase media y otros, incluidos barrios marginados cercanos: La Timba y El Fanguito.

[58] Si bien tampoco se caracterizó nunca por la violencia sino por vagancia habitual y el alcoholismo, y por supuesto, también ha contado entre sus moradores con los mejores valores trasmitidos tradicionalmente y, en las nuevas opciones durante la Revolución, incluso con profesionales de relieve. Pero en sus primeras décadas, sus habitantes eran aprovechados para el servicio doméstico de los que serían sus vecinos del naciente Nuevo Vedado, incluidas la lavandería, tintorería, limpiabotas y otros al devenir empleados honestos y confiables relativamente cerca (y por ende, relativamente seguros) para un servicio cómodo y barato con sus propias bodegas y otros pequeños negocios locales.

[59] Y por la falta de vigilancia por momentos deplorable en cuanto al deterioro ambiental y pasto para la delincuencia, el Bosque de La Habana ha sido tradicionalmente aprovechado en relación sistémica (en ocasiones, excluyentemente antagónicas con fatales resultados) de valores y antivalores, de la religiosidad popular y sus cultos sincréticos, la tolerancia sexual sobre todo aquellos sin más opciones de cada contexto histórico y también, cómo no, el paseo romántico ante la belleza del paisaje, sobre todo mientras se propiciaba el remo en sus aguas; el uso y a veces, abuso ambiental con los peores y mejores motivos personales; entre estos últimos, encontrar ahí el arbolito (ya seco) para adornar la Navidad; antivalores como abandonar animales que a veces, además del daño ocasionado a la mascota dejada a su triste suerte, han (de)generado auténticos peligros públicos; entrenamientos y hasta exhibición de animales, a veces como se ha podido apreciar en los últimos años, con los más loables fines de aprehender sus valores y desarrollar sus habilidades mediante asociaciones como el deporte canino y la Federación Cinológica de Cuba; o individuos para los más patológicos antivalores: la violencia agresiva, el daño y el comercialismo más atroz y despiadado contra las restantes especies que conforman el mundo en que vivimos.

[60] Ferro, 1995. El horario era de 5 a.m. a 9 p.m.; el magle pagaba a 12 centavos la hora y los centrifugueros 9 pesos semanales. El patrón los acusó a todos de huelguistas y fueron apresados, pero tuvo que incrementar los salarios. Roberto Mas hizo huelga de hambre por su derecho a operar una máquina entregada a otro trabajador, y triunfó. En 1944 el patrón, Constantino Hernández, vendió al estadounidense William Robinson los derechos a explotar el negocio y la instalación, en un contrato por cinco años que establecía un alquiler de 250 pesos mensuales por el edificio, la instalación y los equipos, y además un pago extra de 100 pesos mensuales para que la lavandería usara el agua de un pozo que allí había, pozo y funciones que continúan; luego, Robinson compró La Comercial (terreno, edificación, equipos y enseres) por 61,000 pesos.

[61] Entre otros negocios, Robinson adquirió otra lavandería llamada La Cubana en la Calzada de Rancho Boyeros (contigua a la antigua fábrica de Canada Dry) que de inmediato unificó a esta que desde entonces y hasta hoy se llama La Cubana. Aumentaron sus servicios y operaciones, su personal y nuevos equipos, incorporó trece camiones para el servicio a domicilio, hoteles, etc. todos con su rótulo Lavandería La Cubana; el sindicato, ya más organizado, exigió la tarifa estándar, o sea un incremento del 25 % del salario, y sólo lograron el 18 %; en 1945 Robinson implanta el salario fijo a todos, dadas las altas ganancias en aumento, y resolvió la protesta rotunda con un plus salarial a casi todos. Los mozos de limpieza trabajaban de noche; había un económico, un pagador y un departamento que calculaba los vales; el administrador revisaba paquetes seleccionados para verificar su contenido; los lunes trabajaban doble para recuperar el domingo, y los suplentes venían todos los días para cubrir alguna ausencia y cobrar a 30 centavos la hora, que luego subiría a 36, con un horario sin límites y sin escalafón.

[62] Que el Ministro de Obras Públicas del Gobierno de Grau, José Villalón (conocido en el humor popular como “Pepe Plazoleta” por su afán de resolver todo mediante parques y plazoletas), acertó en este caso al remodelarlo, pues tan bien se le avenían su sistema de parques y plazoletas para su configuración del Zoológico hasta la actualidad.

[63] Tras los barrios sureños Aldecoa, Puentes Grandes y los ecos hasta aquí del Cerro.

[64] Conocida por el humor popular como Bidel de Paulina, dada la gruesa esposa de Villalón.

[65] Según datos extraídos del Libro de Expropiaciones e Indemnizaciones de la República de Cuba del Ministerio de Obras Públicas, 1947.

[66] Ambas esculturas se citan en Ave.26 e/47 y Santa Teresa y de 1939 a 1945, en buen estado de conservación, accesibles, de valor ambiental y uso actual ambiental, propiedad estatal.

[67] Apellido de una prominente familia que con Enrique Conill y otros figuraban entre los ilustres miembros y deportistas, incluidas las féminas, del VTC, al norte costero.

[68] Ferro, 1995. Se instalan equipos con esteras para la marca invisible, se chequea con rayos ultravioletas por lotes de 35 a 40 vales, y la ropa era pesada; había diez zonas de recogida en La Habana Metropolitana: en cada carro el chofer y sus ayudantes, todos uniformados con camisa blanca y pantalón, corbata y gorra (en cuya visera se exigía la chapa que identificaba a la lavandería) azules, que se les lavaba al exigírseles la mejor presencia con un casillero en la lavandería para su ropa sucia de estos trabajadores; un mecánico y un fregador para mantener los carros. Desde muy temprano en la mañana hasta la noche, se recogía a domicilio; percheros de madera que además, regalaban al cliente, sus retornos se cuantificaban y semanalmente se entregaba el resumen; ya entonces los ayudantes ganaban 35 pesos semanales entre las 5 a.m. y las 11 p.m., con un recorrido entre Tarará, Playas del Este y Habana Metropolitana; además del salario, los ayudantes recibían un 5 % y los choferes, un 4 % de la recaudación. Un departamento indemnizaba a los clientes si se perdían o deterioraban piezas. Había mucha propaganda en los precios, cortesía por tarjetas agradeciendo a los clientes, a los que a fin de año enviaban tarjetas de felicitación y para los trabajadores, un aguinaldo: 25 pesos a los choferes y 20 a los ayudantes. Los trabajadores comían por cantina de distintas casas particulares, sobre todo de ellos mismos que a ello se dedicaban para aumentar sus ingresos. Empaquetaban las piezas de hilo (ropa de cama) en cajas, con terminación presentable que cobraban caro; se filmó una película a color como propaganda, con todo el proceso desde la recogida hasta la entrega, que estrenaron en el cine Arenal, allende el puente de 23; las carretillas las limpiaba un solo hombre, y los tanques de agua otro que recibía 10 pesos por vez, y otro por las pailas, 20 pesos por vez. El que limpiaba la chimenea, apodado “El Manco”, fue electrocutado durante ese trabajo; se exigía previa capacitación en la unidad Lindsay para determinados puestos: desmanche, planchados, etc.

[69] Única arteria de población flotante en la comunidad, frente a servicios de transportación por vía aérea hacia la Isla de la Juventud y también para el campismo y otros servicios similares, luego de impronta checa, hoy Terminal de Ómnibus Viazul en divisas.

[70] Busto de bronce sobre pedestal de piedra con acceso por pasillo de ladrillos, y la inscripción “Al venir a la tierra todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después en pago contribuir a la educación de los demás.  José Martí”, dedicado por supuesto, al Héroe Nacional de la República de Cuba, y referido por el Museo Histórico Municipal al iniciar la década finisecular, en buen estado de conservación, accesible, valor histórico y ambiental, uso actual conmemorativo y propiedad estatal.

[71] El tramo por 23 entre 26 y el río hacia el sur queda más bajo influencia del Nuevo Vedado que entre 26 y 18 hacia el sur, pues este último evidencia las raíces carmelenses y en particular, el impacto del Cementerio de Colón.

[72] Incluso al sentido más limitado de modernidad burguesa desde sus orígenes ancestrales revolucionarios en la Europa postmedieval, pero sin excluir los valores de postmodernidad en tanto cuestionamientos de la misma modernidad desde la Revolución Francesa de 1789 y en su evolución tan disímil en el tiempo.

[73] Del tranvía eléctrico al ómnibus urbano y sobre todo, al servicio de estos entornos comunitarios cada vez más nutridos, y más cercano aquí que en 12 y 23; así como para enrumbarse desde aquí por 26 a todo Nuevo Vedado y por esta vía, al sur de la ciudad incluidos los aeropuertos; función que más recientemente se tomaría mediante calle 25 para los ómnibus y todo vehículo que llegue desde el oeste apenas cruzan el puente Almendares o de 23; y por Zapata para la comunicación con el este.

[74] Ecos del impacto nacional del Coppelia al este y en respuesta a las privaciones económicas del período.

[75] Pequeña capilla emplazada en el proyecto de una iglesia que no se llegó a construir, valorada por el Museo Histórico Municipal hacia 1991, como accesible, propiedad estatal y uso (entonces) laboral.

[76] A la sazón, esta era una zona de tan escaso tránsito, que ver pasar un carro era todo un espectáculo: todos los terrenos de la zona eran yermos. Bonet era de la sociedad dueña del restaurante Potín en Línea y Paseo (Vedado, aproximadamente de 1945 aunque aparenta más actual) y otras propiedades, quizás bancos; Francisca tenía dos hermanas: Nena y Lolita, cuyo esposo era el dueño de tres o cuatro panaderías en La Habana, llamadas El Sagrado Corazón, con una harina que traían de Canadá con “pesotes” (pesos grandes) que se los mandaba como regalo por la gran venta de esa harina canadiense. Las hermanas eran célebres por sus bellos bordados, cuyos clientes eran de mucho dinero. El padre Camps era dibujante, uno de los que hizo los diseños del Panteón de los Bomberos en la Necrópolis Cristóbal Colón. La familia se relacionaba con la del ex presidente José Miguel Gómez; desde 1952, Rosa fue la sirvienta de esta casa llamada “de los Camps”, donde quedó al fallecer la viuda, ya sola.

[77] Luis Sastre (anestesista del Hospital Neurológico, en El Vedado) y su esposa Irma Vidal (hematóloga, jefa de laboratorios del hospital Calixto García, también en El Vedado, murió en el 2001, militante PCC) cuya hermana Yolanda Vidal era pionera de su casa en esta cuadra, construida por su mamá María Julia (la de los altos la construiría Sastre al casarse con Irma hacia 1950); Yolanda (la única que no obtuvo carrera, era maestra de kindergarten) siempre admiró a su madre porque sin haber podido estudiar, fue capaz de construir esa casa y dar carrera a sus hijos. El padre Vidal, Coronel del Ejército mambí y representante a la Cámara, trabajaba lejos (tal vez, en Pinar del Río, procedían de Guane) cultivando tierras y vendiendo, y la madre vino a la capital (donde moriría) a dar carrera a sus seis hijos: un varón, que se hizo médico, y de las cinco hembras, María Antonia “Nona” casó con un hermano de Menelao Mora Morales, uno de los asaltantes en 1953 al Palacio Presidencial (dicho esposo era abogado y estuvo preso durante la Revolución); otra casó con otro abogado y la otra, se fue a EUA. Sastre, nacido en New York (EUA), era hijo de Felipe (llegó aquí desde una finca en Bayamo) en segundas nupcias con Mercedes; de sus tres hijos Sastre Vidal, Luis se hizo matemático muy reconocido, aunque murió en un accidente en los años 80´s, y Ramón Felipe (Rafe) y Jorge, ambos médicos, se irían a EUA. El padre Sastre había dejado una hermana viviendo hacia Bauta o Guanajay, que también se fueron del país.

[78] Entre ellos, de raíz anglocaribeña, la familia Bell Brown, él bodeguero y luego zapatero, ella, Carmen, lavaba y planchaba para la calle, cuya hija Silvia ha llegado a ser periodista de altas responsabilidades.

[79] En honor a José Luis Arruñada Martin, combatiente del M-26-7 detenido en Belascoaín y San Lázaro, Centro Habana, el 27 de noviembre de 1958, estudiante de Ciencias Comerciales; tenía 19 años al morir.

[80] Flores y Guzmán, 2007. 1913-1997; hijo de finlandés y de madre de origen alemán residentes en Finlandia, fue inscrito por su nacimiento en Petrogrado, Rusia, y tras Finlandia, pasó a vivir en Bélgica, pues su padre era agente de una compañía belga de seguros. Se formó en Bélgica, donde incursionó en la ingeniería y en Ciencias Comerciales y Consulares, y se casó con una cubana: Sara Martínez Nogueira, con la que tuvo dos hijos: Andrés y Pedro. Como belga, integró los convoyes de la Marina Aliada durante la Segunda Guerra Mundial, y en España fue apresado por los nazis, hasta que es liberado en Bruselas, donde trabajó en la metalurgia hasta ser despedido por su afinidad con la causa aliada, sin dejar de laborar artesanalmente en la fabricación de resortes. En Bélgica estudió Educación Física y tuvo una activa vida deportiva, especialmente en deportes de combate: boxeo, lucha y judo. Tras la guerra integró el equipo belga de judo, con gran participación internacional. Por iniciativa del maestro Kawashi (fundador del judo europeo) y respaldado por Paul Bonet Maury, vicepresidente de la Federación Internacional de Judo, tras haberse formado en Bélgica, introdujo el judo en Cuba y colaboró en la creación de la Unión Panamericana de Judo. Es el Comité Olímpico Belga el que lo recomienda a Cuba en enero de 1951 para formar profesores y propiciar la apertura de los centros de judo en nuestro país. A finales de 1951, ya ciudadano cubano por derecho matrimonial, crea la Federación Cubana de Judo de la que sería director técnico; en 1952 (cuando llega la delegación de judo de más alto rango que haya visitado Cuba, representantes directos de Kodokan Judo de Japón) celebra el primer Campeonato Nacional de Judo, y en 1953 en La Habana (Capitolio Nacional), el primer Congreso y Campeonato Panamericanos con Canadá, Estados Unidos, Brasil, Argentina y Cuba, con lo que a partir del desarrollo del judo cubano, promueve la Confederación Panamericana de Judo. En Bélgica, donde el judo despuntaba ya en 1936, Kolychkine había estado entre los primeros en enseñarlo y entre los fundadores en 1949 de la Asociación Federal Belga de Judo y Jujutsu, y celebran el Primer Campeonato Nacional de Bélgica.

[81] Que visitó el cuarto dan francés Jan D´Herdt, invitado al primer Campeonato Nacional de Cuba en 1952, y luego en 1956, 1955 y 1957, Instructor de profesores de los Cuerpos de Seguridad de Francia, Holanda y Bélgica.

[82] Ferro, 1995. Registraron todas las taquillas en vano, aunque en la planta había propaganda y una pistola en las taquillas, que no descubrieron. Ese mismo año Robinson trajo un equipo moderno llamado Muñeco que procesaba hasta 105 camisas por hora, operado por una estadounidense que vino con él. Los pantalones venían con las costuras abiertas y el planchado era en cadena entre dos personas que percibían 120 pesos mensuales.

[83] Quien en los primeros años de Revolución tendría a su cargo las Escuelas Nacionales de Arte en Cubanacán (en lo que hoy es el vecino municipio capitalino Playa) y alcanzaría renombre internacional.

[84] Foto gentileza de Maikel Arista-Salado y Hernández, y Roberto Carlos Hernández Núñez.

[85] Fallecido en accidente automovilístico tras haber sido empleado de la Compañía de Electricidad, propiedad estadounidense, con buen salario, pero por sus actividades sindicales había sido separado de su cargo cinco años, aunque con compensación salarial gracias a la lucha de los obreros.

[86] Entonces de 17 y 21 años de edad, concluido el bachillerato Nené y estudiante de Arquitectura Aymeé.

[87] Casa calificada “en un  barrio de clase media situada en una calle en forma de herradura, era de dos plantas, con las habitaciones en la parte alta. Tenía garaje y ofrecía las comodidades y condiciones necesarias para la atención que se quería ofrecer”, (ibídem: 35-36) al fondo del Cementerio Chino.

[88] (Sic) Ya una vez, al salir de esta casa de “las norteñas” Haydée Santamaría Cuadrado “Yeyé” y Armando Hart Dávalos, éste distraído se encaminó a uno de tales automóviles y sólo la rápida y disimulada reacción de Haydée pudo evitar que lo tomara.

[89] Para proclamar al mundo las tensiones revolucionarias en Cuba, frente a la falsa imagen de tranquilidad y prosperidad que pretendía mostrar el régimen de Batista para no perder la confiabilidad y estabilidad del turismo, de los capitales extranjeros, y del imperialismo. La idea del secuestro, apoyada entre otros por Marcelo Salado y Enrique Hart Dávalos, nació cuando Fangio ganó el Primer Gran Premio de La Habana el 25 de febrero de 1957, certamen que ahora se repetía como “Fórmula I, Segundo Gran Premio de Cuba”, justo el 24 de febrero en conmemoración del Grito de Baire en 1895, y para el que Fangio regresaba a competir con una Maserati sport entre 23 competidores extranjeros, pero por el secuestro no pudo participar. A esta casa “norteña” Ángel Fernández Vila “Horacio” (de Propaganda del M-26-7) fue el chofer que trasladó a Fangio de calle 22 # 1060 en la periferia de la barriada aledaña El Carmelo, acompañado por Oscar Lucero, Manuel Uziel y Arnol Rodríguez, aconsejados por el propio Fangio de que no aceleraran para que todo les saliera bien; esta casa la habló Oscar Lucero con Agnes poco antes, a pesar de estar algo “quemada” (o sea muy usada y conocida por compañeros que habían caído presos); sin embargo, nunca fue descubierta; no se podía quedar en la casa inicialmente concebida de calle 22 pues ahí recién habían tenido que improvisar la atención a las graves heridas en acción, del Ingeniero Juan Ramón García “Ramonín”, que intercambió palabras con Fangio. La “norteña” estaría bajo la protección del luego mártir de la Revolución el nadador Marcelo Salado, quien varias veces habló con el secuestrado; se ha referido como jefe máximo de esta operación, a Faustino Pérez Hernández (“Ariel” o “El Médico”, jefe del M-26-7 en La Habana, quien más conversó con Fangio); y como jefe de la captura, a Oscar Lucero Moya (“Héctor”, capitán de milicias y pionero de esta lucha insurreccional, cristiano bautista, quien seleccionó a los combatientes para ello y preparó todos los pormenores) en su carro “El Monje Negro”, en un grupo integrado por su esposa Blanca Niubó “Sarita” (quien a la sazón tenía tres meses de embarazo, la única que iba sin arma); Manuel Uziel (cuya casa fue la primera a la que llevaron a Fangio, a quien cambiaron de carro), Primitivo Aguilera “El Pibe” (que conducía un Plymouth verde donde se llevaron a Fangio), Reynaldo Rodríguez, Manuel Núñez, Ángel Payá, Carlos García Villarreal “Cara Pálida” (que conducía el tercer carro de la operación, un Buick gris) y Ángel Luis Güíu “William”. Al frente de la devolución desde “la norteña”, estarían Arnol Rodríguez Camps (quien también dialogó en determinadas ocasiones con Fangio y por el M-26-7 fue Responsable Provincial de La Habana y Delegado Nacional de Propaganda), Emma Montenegro (en su automóvil, donde frecuentemente trasladaba a Faustino; había visitado a Fangio en esta casa “norteña” con su madre la periodista Emma Pérez, quien también charló brevemente con el as), Berta Fernández Cuervo “Flavia” y Rafael Piniella al volante; y colaboraron en el secuestro en general, Lisandro Otero (periodista de Bohemia); Elio Constantín (cronista deportivo de la Revista Carteles y el periódico Diario Nacional); Carlos Lechuga (periodista del periódico El Mundo y el canal 2 de la televisión), y la Dra. Ada Kourí, especialista en Cardiología. Fangio referiría en esta casa la buena atención, pudo ver y escuchar televisión y radio, comió… los secuestradores se disculpaban pero le explicaron sus causas; Silvina, al inicio dubitativa por el secuestro entre el delito común y el hecho político y aun recordando el fatal secuestro del hijo de Lindbergh el aviador, fue la anfitriona cuya hospitalidad (que tan bien hablaba de los raptores y del Nuevo Vedado apenas recién conformado) tanto significó para el más feliz resultado del secuestro, atendiendo al ilustre huésped entre amenas conversaciones de los más variados temas. Supo del interés de sus secuestradores por los estudios, interrumpidos por haberse cerrado la Universidad; Oscar y Uziel, estudiantes universitarios, habían trabajado en una agencia de publicidad realizando encuestas. También llegó a esta casa Juana, la señora que llevaba años trabajando con esta familia “norteña”: bastante afectada y temerosa aun por haber perdido a su hijo entre los mártires del Corynthia, Juana supo de Fangio, pero venía con su pequeño nieto que no tenía clases, y debía evitarse que el niño conociera del campeón, quien durmió en el cuarto de la planta alta con ventana a la izquierda. El almuerzo del 24 fue típico arroz con pollo, ensalada de espárragos, tomate y lechuga, yuca con mojo y plátanos fritos (bananos según Fangio; ibídem: 42); guayaba con queso y melocotón (duraznos, según Fangio; su preferido) en almíbar. No quiso ver mucho la carrera de autos por TV confesándose “un sentimental”, aunque le causó gracia que al inicio por radio lo habían visto aparecer en Luyanó; sentado en la terraza supo del deplorable accidente en la carrera en la que no pudo participar, con seis muertos y más de 20 heridos, por lo que se suspendió la carrera y se reconoció ganador a quien en ese momento se encontraba al frente, el inglés Stirling Moss; Fangio comentaría que tal vez lo hubieran salvado de la muerte, y reconoció el buen trato y admiración de sus captores, incluidos los autógrafos que firmó (Ibídem:65). El único periodista extranjero que se le permitió entrevistar a Fangio en esta casa “norteña”, fue el mexicano Manuel Camín, quien había entrevistado a Fidel Castro en la Sierra Maestra y esta entrevista suya, como otros anuncios de los raptores a fin de tranquilizar a amigos y familiares de Fangio, aparecieron en Ultimas Noticias y Excelsior (México) Un bromista dijo a las autoridades que Fangio estaba en Calzada de Luyanó y Guasabacoa, a donde se dirigieron perseguidoras, motocicletas, automóviles del SIM, lo que desviaba su atención. Para su devolución a la Embajada argentina a solicitud del propio Fangio, salieron de esta casa y bajaron por 26 al norte en el aledaño Carmelo hasta 17 hacia calle 12 entre 1era. Y 3era., en medio de la débil influencia de un tiempo “norte” retrasado y con muy pocos transeúntes ante la represión oficial de decenas de perseguidoras y autos camuflados, algunos con chapas de La Florida.

[90] Aun se debate si fue aquí la sede central del BRAC y/o del Buró de Investigaciones dirigido por Mariano Faget (sin descartar quizás par de colaboradores al M-26-7, González-Lanuza, 2007:23), órgano represivo de la dictadura batistiana, y por tanto, si es justo este nombre o no.

[91] El dogma simplista y estigmatizador del “problema ideológico”, esgrimido a menudo por regionalistas, oportunistas, escaladores y pancistas de todos los tiempos que se enmascaran en cada contexto histórico.

[92] Es sintomática una expresión de una moradora de La Dionisia, donde refería que las discusiones eran en la calle, mientras en El Nuevo Vedado, eran por teléfono.

[93] Así se alimentó el imaginario con tan legendarias figuras que incluían a la hija de la Fornés con el actor mexicano Mario Medel, la luego actriz y cantante Rosa María Medel, y a Tania, la hija de Armando Bianchi (ambas artistas)¸ escaleras que por los apagones que arreciaron con el “Período Especial” imposibilitando el ascensor y sumadas a las que tuvo que subir y bajar al filmar Quiéreme y verás (1995) llevaron a la vedette a las muletas y ser reoperada (Ibidem:236) y además de la avanzada edad de la madre que atendía en esta casa, a buscar una vivienda en bajos; entre otros tantos reconocimientos más que merecidos, se le otorgaría en enero del 2001 el Premio Nacional de Teatro, en su tercera edición, así como por otras varias manifestaciones del arte en las que protagonizó las más altas cimas, al menos en la música, el cine, la televisión y la radio, y para toda la cultura cubana.

[94] Entrevista a Lic. Oscar Cabrera Ferrer, visitante de la Fornés.

[95] 1912-1990. Llegó a dirigir la Casa de las Américas durante años y vivió hacia el reparto Las Torres en 24 entre 39 y 41, dejando un hijo adolescente y su viuda Flor Ceballos quien, superada la afectación por la pérdida del hijo en accidente automovilístico (2003), continuó liderando años después el Club del (perro) Poodle cubano.

[96] Vivían al fondo del Cementerio Chino los esposos José Núñez Booth y Margot Colosía, cumbres en la escultura y pintura cubanas respectivamente; la actriz Mercy Aguilar en 39 entre 24 y 26, etc.

[97] Poco después del triunfo, llegaron a las 6 a.m. porque iban a terminar temprano para participar en un acto revolucionario, pero por una interrupción eléctrica no se pudo trabajar y al reclamar el pago el dueño (Robinson) se molestó; ellos dijeron que no se marcharían hasta recibir respuesta y después, tuvo que pagarles ese día al 100 %. Robinson les situó guaguas en el centro para el acto del Palacio Presidencial donde hablaría el Comandante Camilo Cienfuegos, pero por discrepancias con él, los trabajadores optaron por irse a pie. Fue esta la primera unidad nacionalizada entre las tintorerías y lavanderías, obteniendo el número Unidad 2001, proceso que inició con un paro dentro de ella: todos los trabajadores salieron a la calle y los carros permanecieron parados al frente; en mitin, gritaban “nacionalización”. Robinson se negó a atenderlos, y por acuerdo unánime buscaron el apoyo de todo el sector, fueron en sus carros tintorería por tintorería cerrándolas y sumando a los restantes trabajadores que acudían con sus carros llenos de obreros apoyando la nacionalización, desde las unidades Lindsay, Chantres, Pedro, etc. Al día siguiente, Robinson abandonó la planta: entraron los trabajadores y ocuparon los distintos puestos, y René Lara, secretario general sindical, se mantuvo un mes sosteniéndola.

[98] De donde derivará la fundación de la Asociación Nacional de Economistas de Cuba (ANEC) y el 26 de noviembre será decretado como Día del Economista y del Contador en Cuba.

[99] Con todas las interinfluencias consecuentes con el oeste neovedadense a través de la calle Loma, incluso con otra arquitectura de edificios al estilo microbrigadista para sectores militares y otros.

[100] Uso actual como sitio histórico (por haber sido esta la última residencia del Che en Cuba antes de morir en combate en Bolivia el 8 de octubre de 1967) y vivienda.

[101] Juan y Pepilla comienzan entonces sus paseos vespertinos por esta barriada, mientras el custodio convivía anexo al jardín donde cultivarían con especial amor la Helicornea o Ave (Flor) del Paraíso, semejante a un gladiolo rojo. Mantendría desde entonces activa vida política y cultural al frente de la Universidad de La Habana, el Movimiento por la Paz y la Soberanía de los Pueblos, la Sociedad Cubano-Mexicana de Relaciones Culturales, embajador y Delegado Permanente de Cuba ante la UNESCO y miembro fundador del Comité Central del PCC desde su fundación el 2 de octubre de 1965 y hasta su muerte, en este hogar.  Hasta esta casa llegó Marinello con las cenizas del líder Julio Antonio Mella asesinado en México, de donde las había traído desde agosto de 1933 y que las había conservado en diversas moradas, hasta que a los cinco meses de mantenerlas en su cuarto de esta casa neovedadense las entrega a solicitud del PCC para su ubicación definitiva en el obelisco a Mella, frente a la Universidad de La Habana (hacia La Rampa). En esta casa Marinello forjó una patrimonial biblioteca (luego al servicio comunitario) y sus aposentos luego serían sala, sala de conferencias, salita de exposiciones y un breve hall. Sendos cuartos de dormir serían luego la oficina del director de esta institución museo que veremos devenir en 1990, y la oficina de la museóloga; y la cocina, la oficina de la secretaria.

[102] Por ejemplo, la casa de Raúl Castro Ruz en Avenida 26 entre Zapata y 31, edificación con abundante vegetación tan orgánica por el parque al frente, que remeda el camuflaje sobre todo hacia sus alturas; o la de una de sus hermanas casi al fondo, en La Torre y 24 hacia San Antonio Chiquito del Nuevo Vedado; vivió Eduardo Muncio quien había dirigido Cultura en el país antes de que en diciembre de 1976 deviniera Ministerio, y que al fallecer deja a su viuda Lucila González (39 e/24 y 26); y entre otros militares de alto rango que vivieron en esta barriada, se cita el General Arnaldo Ochoa, hasta que fuera apresado en caso difícil y televisado (1989) por vínculo con drogas y fusilado al considerarse traición por su alto puesto, al margen de méritos antes reconocidos, sobre todo militares por ejemplo en África.

[103] No se continuaron para hacer el Zoológico Nacional de Cuba mucho más al sur, de Boyeros hacia Arroyo Naranjo, que sólo se lograría décadas después con una concepción supuestamente más ambientalista y contemporánea en que los animales no estarían encerrados sino cada uno en su medio ambiente natural… lo cual sería polémico si realmente se ha logrado tal objetivo o no estarían más que en un medio “medio ambiente” (Pérez, 1991), caso en el cual son más difíciles de atender que en este Jardín Zoológico de La Habana, que así se ha mantenido no obstante y lógicamente, mucho más céntrico y accesible que el nuevo hacia la periferia y sobre todo, con las dificultades de transportación, por lo que este del Nuevo Vedado (como muchos le conocen) ha quedado como un centro autofinanciado con dos cafeterías, una pequeña tienda y una Clínica Veterinaria, y un aproximado de 1,200 especies de animales; consecuente con su nombre, la flora es otro de sus grandes valores y entre otros méritos que lo singularizan, ha logrado la reproducción de orangutanes en cautiverio. En toda su historia, sus directores han sido el Dr. Carlos Aguayo, Dr. Abelardo Moreno, Dr. Denys Legón y la Dra. Elsie Pérez Dulón; ya en el siglo XXI aun sin nombrar, Lic. Sergio Leyva, Lic. Mario Montero, Ana Ibis Villanueva y nombrado desde el 2005, Lic. Juan Alberto Cepero González.

[104] Incluye golfito y parque para niños, a ambos lados del río (comparte con el municipio Playa) y también más reciente aun el aprovechamiento de su anfiteatro para conciertos y presentaciones de trovadores como Gerardo Alfonso y otros artistas reconocidos y aficionados, sobre todo ambientalistas.

[105] Parque que la Revolución convirtió en parque infantil y se ha conocido también por la literatura como Parque del Framboyán dada la planta homónima, y tarja que al iniciar la década finisecular, el Museo Histórico Municipal calificaba en buen estado de conservación, accesible, con uso actual como sitio histórico y parque, con valor histórico y propiedad estatal.

[106] En lista casi interminable, la Dra. María Antonia Oti Gil (su hermana Conchita, abogada, hoy radica en España) hoy con su esposo el Dr. Pedro González, familia emparentada con Silvia Gil (de la Casa de las Américas) y su esposo el intelectual Ambrosio Fornet, y frecuentada en su adolescencia por el célebre dramaturgo José Triana, sus hermanas Lida (actriz, hoy en Madrid) y Gladys (pintora, hoy en New York) y su esposa Chantal Dumaine (francesa, pareja hoy en París), y muchísimos profesionales de otras esferas, como la profesora de Física Ana María Bonnill y el médico pintor, Enrique Brito, de tradición familiar médica; Julio García-Espinosa (hermano de Pedro, de artes plásticas, y Humberto, actor en radio y televisión), fundador del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos al que con el neorrealismo italiano, fue precursor desde la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo a la que se dedica cada Semana de la Cultura Municipal la tercera semana de marzo; entre otros muchos según cada momento.

[107] Cuando por las carencias del llamado “Período Especial” se decidió trasladar al edificio FOCSA en la Rampa para estar más cerca de las restantes emisoras habaneras y poderlas trabajar mejor.

[108] Era la época de los planes de “Escuelas al Campo” durante 45 días, que la secundaria pasaba en regiones de la llamada “Habana Campo” y el pre (en este caso, Instituto Pre-Universitario del Vedado “Saúl Delgado” en el Reparto Medina del algo más alejado Reparto Vedado) durante 70 días sobre todo trabajando tabaco en la provincia Pinar del Río. Sin lugar a dudas dentro de todos estos contextos, si bien estudiar en el pre del Vedado era ser el chico (o chica) chic entre todas las instituciones capitalinas y en el imaginario habanero y de todo el país (más moderno, más “adelante”, “pepillo(a)” más genuino, “de clase”), dentro de este entorno del pre del Vedado en concreto, ser egresado de la Arruñada (la Escuela del Nuevo Vedado) daba un toque más “chic” aún.

[109] Donde trabajaba Onelia Obeso Collazo desde 1970 vendiendo todo excepto carnes, con leches previas a la compañía Nestlé de leche condensada; con el economista Ramón.

[110] De antes de 1950, la primera y única cuando nacía el cuchillo de 26, era del garaje de la casa que hicieron “la bodeguita de Tomás”, llamada así por el que trabajaba en ella, tal vez españoles; la casa ya existía, que luego fue de Teresa Cobas, que presidiría aquí el Comité de Defensa de la Revolución, CDR.

[111] Finalmente imputado a Luis Posada Carriles, de origen cubano residente en Miami y procesado en vano en Venezuela por tan espantoso sabotaje.

[112] Con cinco rubros fundamentales (Literatura Oral, Fiestas, Música, Artesanías y Danza) se dedicaba a colectar los valores de estas manifestaciones de la cultura popular en todo el municipio, que mientras tanto, día a día continuaba escribiendo su historia, ahora en un nuevo contexto.

[113] Nacido el 2 de noviembre de 1898 en Jicotea, Las Villas. Su nombre se le daría a instituciones como el Centro (hoy Instituto) de Investigación y Desarrollo de la Cultura Cubana Juan Marinello, fundado en La Habana Vieja y actualmente en la barriada de La Plaza al este.

[114] Donde se han exhibido (a veces por única vez) filmes y ciclos de filmes (no pocas joyas del llamado séptimo arte sobre todo actual de cada momento del Festival) y otras polémicas de la cinematografía universal, y ha recibido múltiples personalidades del mundo cinematográfico nacional y universal y de toda la cultura en presentaciones especiales, premiaciones y homenajes, para enorme atracción de población flotante de toda la ciudad e incluso, de otras provincias, que a menudo han atiborrado la sala reclamando un sano derecho para apreciar estas obras incluso frente a la policía por el consecuente tumulto para la Avenida 26 (a veces obstaculizada por ello) y la opción del personal del cine incluso, de repetir funciones de madrugada, con tal de satisfacer tan justas necesidades.

[115] Cruz, 2008. Ha evolucionado hasta devenir actualmente (tras reparación general, aunque no llegó a tener un mal estado) institución patrimonial dirigida por su viuda (Lic. Aleida March de la Torre) y sus hijos (Dra. Aleida Guevara March, y Lic. Camilo Guevara March que atiende los proyectos alternativos) así como la Dra. María del Carmen Ariet (Coordinadora Científica) el Centro de Estudios Che Guevara, básico en la jornada Camilo-Che cada 8 al 28 de octubre, en buen estado de conservación, accesible, valor histórico y propiedad estatal. Cuenta con los fondos bibliográficos y fotográficos de su biblioteca incluidos materiales inéditos incluso como Centro de Referencia Nacional, encaminándose en una doble proyección, científica y comunitaria, con talleres (computación, cerámica y fotografía), sala de proyección, de lectura, de exposiciones (con una muestra permanente y otra temporal, de artistas jóvenes que cultivan la temática del centro) y de conferencias.

[116] Que en Nuevo Vedado se centraron (lógicamente) sobre todo hacia las zonas menos urbanizadas, sobre todo el impacto que llegaba desde la vecina barriada de La Plaza al este: Colón entre Factor y Marino, Conill entre Ayuntamiento y Ermita, Tulipán, etc.

[117] Con la natural consecuencia de nuevas inmigraciones de todo el país, si bien en esta barriada en general conforman islas dispersas por (quizás, casi) todo Nuevo Vedado a manera de nuevos focos con diversos grados de integración (o no) a la identidad arquitectónica raigal de cada comunidad, al margen de las necesidades sociales que satisfacían, sobre todo ante el impulso arrollador de una inmigración que llegaba a ser indiscriminada y por las nuevas necesidades sociales de las nuevas generaciones que al alcanzar la adultez, requieren su propio hogar.

[118] Continuadores del Atlas de la Cultura Popular Tradicional elevando su rigor científico, despuntaban en Cuba desde 1986; el Equipo Municipal de Estudios Culturales se conformó en septiembre de 1988.

[119] Así por ejemplo, se confirmó que entre la penúltima y última década del siglo XX, entre los índices de fluctuación laboral del municipio sobresalía la ECOA # 6 (Empresa Constructora) en Nuevo Vedado, barriada que contaba además con apenas el 7 % de toda la población artística e intelectual que residía en el municipio Plaza de la Revolución; esta cifra es relativamente baja con respecto al resto municipal, mas es alta con respecto a otras comunidades capitalinas y del resto del país, si recordamos que dicho municipio era (y se mantiene) como el de mayor población de artistas e intelectuales residentes, a lo que hay que agregar que en cifras absolutas, por sus rasgos ya referidos urbanísticos, arquitectónicos y sociales del Nuevo Vedado, la población era menor que en las barriadas en torno (Couceiro y col. 1992b).

[120] Al fondo inicialmente y siempre marginado de la Necrópolis Cristóbal Colón, lo cual la originó.

[121] También se evidenciaron en Nuevo Vedado otros “puntos de interés” (a no perder de vista para su más inmediata atención) por el preocupante grado de deterioro que mostraban y según los planteamientos en las reuniones de rendición de cuentas del Poder Popular.

[122] Los estudios de demandas y necesidades culturales y de empleo del tiempo libre entonces indicaban hábitos y otras costumbres de vida cotidiana que preferían la televisión y la radio, lo que se explica por la variedad de opciones en la diversidad y universalidad de la programación televisiva y radial, con estudios pormenorizados al respecto, pero también por la raíz y tradición de cultura doméstica local y el ambiente familiar transgeneracional, así como la difícil problemática del transporte, sobre todo en esta barriada (ver nota 125) Tras estos medios de difusión se prefería la playa y el cine, actividades que implicaban salir de la comunidad y por mayor tiempo, el encuentro con la naturaleza que es la playa; nótese que el cine es prácticamente la única institución artística de la barriada, además de que también llega mediante la televisión. A menudo “la playa” era la llamada Playita de 16 en la vecina barriada de Miramar allende el río al noroeste, hija del Nuevo Vedado con muy similares características y considerada ya entonces tradicionalmente, “la playa de los pepillos” (playa chic, afín al Nuevo Vedado). Agréguese que por sus raíces sociales y los nuevos inquilinos desde inicios de la Revolución, era más común encontrar vecinos con automóviles que les facilitaran entrar y salir de la barriada, sobre todo en aquellas comunidades neovedadenses más intrincadas como el Reparto Kohly, aunque no sólo. Las restantes preferencias detectadas entonces volvían a vincularse a su cultura doméstica que les identificaba; en orden decreciente: conversar con amigos y familiares, atender plantas en el hogar, leer periódicos o revistas, sentarse o acostarse a descansar sin dormir, leer un libro, tener y cuidar animales, bailar (la primera que trasciende a la cultura doméstica, aunque no necesariamente) y tomar con amigos y familiares. Le suceden alternativamente, las que exigen salir de la comunidad (ir al teatro) y las que no (ir a vídeos… en esos años, el cine Acapulco no sólo fue de los primeros en incorporar las salas de vídeo, nacidas en 1988 en La Rampa con tres salas en los bajos del hotel Habana Libre; sino que pronto y casi hasta la actualidad, esta del Acapulco llegó a ser la Sala de Vídeo Municipal, con una programación más allá y más dinámica que los cines, al margen de que en el vecindario ya empezaban a aparecer los vídeos particulares); ir al campismo (fuera de la comunidad y por más tiempo, encuentro con la naturaleza) y pasear y jugar dominó, cartas y otros juegos de mesa, raigal tradición de identidad comunitaria. Las preferencias que le suceden no rebasan del 10,8 % en la población, desde ir a actividades recreativas con niños, y otras que se multiplican casi tanto como los sujetos. En general, la comunidad muestra alto sentido y sentimiento de pertenencia, conservaban el ancestral orgullo de pertenencia y salvo excepciones, aquellos que manifestaron interés de irse de la comunidad era para otros países, pero casi nunca para otras comunidades cubanas, a pesar de reconocer las pocas instituciones artísticas y otras en El Nuevo Vedado.

[123] El interés por el Carnaval, a pesar de ser la principal fiesta popular tradicional habanera, aquí no lo es, sino las descargas con allegados, cumpleaños, Nochebuena y otras de la cultura doméstica tradicional; el Carnaval jamás tuvo espacio en el territorio hoy neovedadense que lógicamente, como cada cultura comunitaria, opta por otras opciones festivas más acordes a su propia identidad. En el mismo orden pero en mucho menor medida, se comporta la realización práctica de estas festividades, debido a la más difícil posibilidad real de ejecución de tales preferencias, a partir de las exigencias de todas y cada una de ellas; además de aquellas mucho más generales fiestas por fin de año y año nuevo, otras tradicionales y a la vez tan generales como familiares y hasta íntimas, caso del día de las madres, de los enamorados, etc. y otras fiestas nacionales y sociales en general, por sectores laborales según instituciones, por cuadras según efemérides políticas, nacionales o de organizaciones de masas atendidas por las políticas, etc.; las más particulares, como fiestas (casi siempre en torno a cenas) familiares e intimistas: cumpleaños, para los que el Zoológico ha sido sede; bodas, aniversarios y otras individuales, de parejas, familias, entre amistades y vecinos, descargas, disfraces que se revitalizan muy esporádicamente, intercambios de regalos o simplemente, obsequiar; etc. y la simple necesidad cotidiana de jolgorio sin pretextar celebración.

[124] Era difícil encontrar una tendencia religiosa ausente del Nuevo Vedado, donde predomina el cristianismo (sobre todo catolicismo papal) celebrando misas (las llamadas del gallo fundamentalmente en iglesias papales) con sus cantos y a veces, procesiones internas dentro de cada recinto; y las que trascienden a la comunidad e incluso a cada hogar, como el Día de Reyes, Nochebuena, Navidad, Epifanía, Semana Santa entre marzo y abril, con su guano bendito y otras identidades… y el espiritismo de mesa, la masonería, los rosacruces, la teosofía, prácticas del yoga y del hinduismo, etc. Y sobre todo desde La Dionisia, la santería (con fiestas en algunos focos comunitarios según casas de santeros, sobre todo para Yemayá o la Virgen de Regla, Santa Bárbara o Shangó, Oshún o la Caridad del Cobre, Obbatalá o la Virgen de las Mercedes, San Lázaro o Babalú Ayé para la salud, Eleggua quien abre y cierra caminos…) y el palo monte, entre otras, nunca exclusivamente en manifestación ni comunidad.

[125] Con una sola vía rápida de comunicación y con más escasas opciones de transportación con respecto a sus vecinos norteños: por la Ave. 26 comunican Playa y Diez de Octubre las rutas 69 y 79 (y antes, la 179), y la 27 (y antes, la 227) Cerro con el resto del municipio, Centro Habana y Habana Vieja, hoy el P-3 al Carmelo norteño y al sur, a Diez de Octubre, San Miguel del Padrón, Guanabacoa y Habana del Este; en los 70´s, aun la 19 apoyaba a la 27, y la 119, incluso atravesaba Nuevo Vedado. Muchas casas no tenían teléfono y para los públicos casi siempre había que ir a la Ave.26, apenas sin sanitarios públicos salvo las instituciones.

[126] Donde radicaba el bloque de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) con su secretaria general Francisca Llanes ayudada por Andy, en el local de la Zona de los CDR, con flores, pañoletas, comidas y bebidas, cinco dominicanas con acompañantes, el cine club municipal Enrique Díaz Quesada (presidido por David, el cantante y guitarrista Hermes, y otra pareja) la cantante Normita Díaz, la actriz de radio y TV Diana Rosa Suárez con poemas del uruguayo Mario Benedetti, su colega Humberto García-Espinosa, María Elena Pena (cantante residente en El Nuevo Vedado) y jóvenes trovadores de la cuadra con muy alta calidad, canciones y poemas de los pioneros y niños más pequeños. 

[127] El Dr. Armando Hart Dávalos, entonces Ministro de Cultura, develó una tarja que indicaba que allí había vivido dicho intelectual. Dentro del patrimonio que atesora, se destacan los libros, artes decorativas, muebles y numerosos documentos, entre otros bienes que testifican la vida y obra de Marinello cuya figura, obra y época (sobre todo tercera década del siglo XX cubano) deviene objeto de estudio y razón de ser de esta nueva institución  para su investigación, preservación y promoción a toda Cuba y a todo el mundo. Su director fundador es el Lic. Manuel Corrales González, al frente de un equipo muy reducido.

[128] Como concejo se definieron ese año correctamente al referirse a la división político-administrativa que atienden los concejales en la cultura hispanoamericana. No obstante, al haber perdido esa cultura, se mal entendió como error gramatical y se ha generalizado su homófono consejo (Couceiro, 2009:177, nota 83).

[129] El municipio Plaza de la Revolución constaba en un inicio de seis consejos numerados del 1 al 6; la división obvió los estudios previos de historia e identidad local, que ciertamente en general eran muy deficitarios, pero éste era uno de los municipios que había logrado resultados para que la división coadyuvara a la revitalización de los tantos valores comunitarios detectados, lo que de inmediato propició la lucha de los investigadores de la cultura municipal para su readecuación (Couceiro y col, 1992a); seguirían enriqueciéndose los resultados investigativos del municipio de Cultura que apuntaba a los valores neovedadenses, como de otras comunidades del municipio.

[130] Rodríguez Pérez, 2010: el norte (concejo 1) más vinculado a las zonas del barrio Carmelo: en concreto su reparto Rebollo y la comunidad 12 y 23, y el sur (concejo 6) enlazado con Aldecoa y Puentes Grandes.

[131] Festividad municipal desde 1978 (tercera semana de marzo, en homenaje a la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo) pero cuya expansión por las diversas comunidades del municipio se logra sobre todo con los concejos populares y en Nuevo Vedado, cada vez más con los simposios y fórum citados en este texto, además de las acciones de sus promotores en instituciones y comunidades, como peñas, conciertos, bailables, vídeos, homenajes, exposiciones, deportes, juegos y otros eventos, igual que para celebrar las Jornadas por la Cultura Cubana hacia cada 20 de octubre desde el Decreto Ley que lo promulgó en 1980.

[132] Con lo cual se rompería el estrecho concepto imperante de la cultura e incorporaría (entre otros) el tema entonces incomprendido y subvalorado de la cultura ambiental y la ecológica (aún faltaban años para Eco´Brasil), reconociendo su valor al Zoológico; y además, volcaría los ojos de todo el municipio a este centro sur municipal, con mucho menos opciones recreativas que el norte costero.

[133] Para ello, se pretextó la falta de limpieza en el Zoológico cuando un objetivo era justamente, apuntar al salvamento de tal institución al valorarla en todas sus dimensiones como sede por su alto alcance patrimonial para todo el país. Se frustró el cambio de sede (que recayó por segunda vez consecutiva en la Casa de Cultura Municipal, en el aledaño Carmelo al norte), pero no el espíritu concebido: la Sesión Plenaria del evento fue con el debate sobre el Jardín Zoológico de La Habana a partir de una Conferencia Magistral (Pérez, 1991) que con otros ponentes y participantes en general abordaron por primera vez en el país en un evento cultural integral (concepto a la sazón muy cuestionado de lo que estas acciones eran pioneras) el tema ambiental y el ecológico ampliados a una cultura de amar y preservar la fauna y flora silvestres y domésticas, desde entonces y hasta la actualidad cada vez más sistemática y profundamente en el municipio en cuestión; pero el patrimonio neovedadense trascendió más decisivamente protagonista en el evento con el Cementerio Chino (Monterde, 1991) y el Cementerio Bautista (Guerra, 1991)

[134] Diariamente se veían en los parques en el llamado Proyecto de los Adultos Mayores en el municipio y cada tercer martes a las 2 p.m. tendrían su Peña con los Abuelos (con música y bailes) en la Biblioteca Memorial Juan Marinello.

[135] Al haber quedado más favorecido por la entonces reciente revitalización desde 1990 y 1991, a partir de los propios Estudios Culturales del municipio, del San Jerónimo de Puentes Grandes, su fiesta patronal, a pesar de que la barriada de Puentes Grandes en sí desde el nacimiento de los municipios de 1976 y hasta la actualidad, está dividida entre cuatro municipios, junto con Playa, Cerro y Marianao.

[136] Hasta la costa con 39,560 habitantes (que incluían el norte neovedadense), por los astilleros homónimos desde 1961 en la desembocadura del río, nombre de un caballo alado de la mitología coreana.

[137] Festividad impulsada por cada municipio a veces con bailables y representaciones, con conferencias, conversatorios, charlas y otras, y con más tímida repercusión en algunas comunidades más apartadas, como El Nuevo Vedado, igual que las ofrendas florales en bustos, monumentos y tarjas según efemérides, con alegorías en matutinos de las escuelas y algunos otros centros militares y laborales en general.

[138] A pesar de objeciones que temían un supuesto agravio a la República Popular Democrática de Corea. Desde Nuevo Vedado se continuó revolucionando en este evento, ahora con el tema del alcoholismo y el de la homosexualidad en época tremendamente revolucionaria para ello (sobre todo para debatir en el santo recinto sede) mediante el Dr. José Luis Arenas vecino del barrio neovedadense del parque del BRAC; trabajo polémico pero con un tribunal sumamente trascendente, que dio alto vuelo al debate e incorporó definitivamente este tema a estos eventos municipales antes del emblemático filme Fresa y Chocolate y casi quince años antes de las campañas antihomofóbicas del Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX). Otros neovedadenses y de su entorno presentaron en este evento un rincón haitiano, y para el IV Simposio de 1995 en el hospital Calixto García hacia La Rampa, mediante Aracelys Pérez (en colaboración con Luz María –Lupe- Alonso Cruz), Presidenta de la Asociación Canaria de Cuba “ACORAN” del municipio, residente en Colón # 201 entre Panorama y Bellavista, el tema de los canarios y sus descendientes en el municipio en cuestión con sus manifestaciones artísticas (música, danza, artes plásticas…) y otras culturales, como la salsa verde.

[139] Entre 1991 y fines de 1994 vive en casa de sus suegros en 40 # 108 apto.10 entre 36 y Zoológico, casa construida sobre la ladera de una loma en baja, el pintor y artista de la plástica Lázaro Armando Saavedra González, profesor del Instituto Superior de Arte y único miembro del Grupo Puré que permanecería en Cuba, luego al iniciar el siglo XXI, inspirador y guía del Grupo Enema. Mucho más años ha vivido en la comunidad (que podemos considerar reparto) Conill, la cardenense María Gattorno, relevante promotora que a la sazón atendía la Casa de Cultura Comunal en la vecina barriada de La Plaza al este, donde en la defensa del rock (entre otras urgencias de nuestra cultura) logró la primera peña de rock en Cuba llamada por sus seguidores, “El Patio de María”; y con ella su esposo entonces, el trovador Ireno García.

[140] Sobre todo, visitantes extranjeros con el turismo, en auge con el Período Especial en los años 90.

[141] Por los medios de difusión masiva, la cercanía (relativa) de La Rampa y El Vedado y sobre todo, su raíz esencialmente cosmopolita y metropolitana.

[142] En honor a la verdad hay que decir que de hecho, nunca había sido reconocido oficialmente, ni siquiera entre los “43 barrios” de La Habana republicana; en el nuevo contexto del Gobierno Revolucionario, el populismo y los prejuicios antes señalados hacían que Nuevo Vedado fuera un topónimo de poco gusto y demasiado comprometedor políticamente para ser enarbolado por los supuestos altavoces oficiales… por el momento, hasta que grados más profundos del desarrollo exigirían ópticas más consecuentes para con las raíces genuinas de cada comunidad; en este caso era muy viable, dado que todo ese tiempo los neovedadenses, nativos o aquellos inmigrantes que supieron crecerse como hijos adoptivos del Nuevo Vedado (muchos entre sus más auténticos hijos fruto de la tradicional hospitalidad neovedadense, demostrada con Fangio en 1958 y mantenida sistemáticamente en lo que denomino “la trascendencia de lo cotidiano”, Couceiro, 2009) supieron conservar su estirpe social que no reñía en lo absoluto (más bien, propiciaba) la esencia revolucionaria de esta barriada en numerosos sentidos.

[143] Donde la comunidad más afectada continúa siendo Aldecoa, obviada (por tanto, identidad amenazada) en franca desventaja entre ambos colosos: Puentes Grandes al oeste, y Nuevo Vedado al norte y noroeste.

[144] Con no neovedadenses que traían hasta del Cerro hacia el sudeste allende La Plaza, Aldecoa y demás.

[145] Era para que “tuviera” “cultura popular”, incapaz de comprender cada cultura comunitaria desde cada comunidad, sordos a estas investigaciones. Entre los tantos valores que sí identificaban y constituían el más caro patrimonio local, a partir de las investigaciones, podía entenderse el propio trabajo y educación comunitaria tan revolucionaria que vimos remontarse a 1887 en el Cementerio Bautista. Dada tanta y tan diversa inmigración, en ocasiones con serios conflictos entre sus identidades interiores y la identidad exterior (no sólo entre individuos, también entre instituciones y/o sectores entre sí y con cada comunidad), llegados (no siempre insertados) por oleadas disímiles en comunidades tan metropolitanas y cosmopolitas donde la contemporaneidad y la tradición tensan en dinámica tan peculiar que también las identifica; y el conocimiento empírico (imaginario comunitario frente al aplastante imaginario extracomunitario, siempre estereotipando imágenes, y a menudo traicionando identidades locales) de los ancestros nativos, que se porta desigualmente a las nuevas generaciones, urgía, y aun urge, la educación científica de los valores comunitarios integralmente, que alimente y generalice el sentimiento y el sentido de pertenencia en lo más humilde y genuino de estas comunidades (nativos e hijos adoptivos) a la que textos como este se proyectan, en consecuente aplicación del sistema de programas y proyectos culturales sobre la base científica aportada por los Estudios Culturales desde 1988; nuevo concepto a revestir en la actualidad el llamado trabajo comunitario que ha tipificado cada vez más oficialmente la cultura cubana de la década finisecular y se estimula, por fortuna, desde vísperas del siglo XXI.

[146] Elena Calvo Estévez (Elenita), la entonces especialista de tal cine comprendido en el sistema del Centro Provincial de Cines (CPC) de la Ciudad de La Habana en la barriada del Carmelo al nordeste, fue la única que se aventuró a acoger el proyecto del (hoy Dr.) Avelino Víctor Couceiro Rodríguez, a la sazón investigador de la Dirección Municipal de Cultura pero al mismo tiempo, entre otras acciones, profesor del mismo CPC y especialista sistemático del proyecto cinematográfico Yara en La Rampa, para avanzar con un primer ciclo de cine contra la homofobia. Es de suponer que éste contexto de mayor nivel cultural (al menos según el imaginario y los sondeos previos) así como un relativo mayor alejamiento del cine de otros contornos comunitarios de mayor población, ayudaran al éxito de tan revolucionaria empresa, que se adelantaba más de diez años a las gestiones del CENESEX. Sin embargo, la incomprensión de la administradora entonces frustró el intento y Elenita tuvo que cambiar de trabajo, de lo que sólo el mismo Couceiro pudo realizar acciones salteadas sin cumplirse el fin tan bien diseñado inicialmente.

[147] Por el Día de la Cultura Cubana a las 6 p.m. en 26 y 33, dirigido por la bailarina y coreógrafa Bárbara Santana Alonso, haciéndose sentir desde el Comité de Zona de los CDR de Avenida 26 y 31; en otras acciones, serán la ocasión para festejar el lunes 14  de febrero del 2000, el Día de los Enamorados.

[148] Se proyectaba anual en la ya citada Biblioteca Memorial Juan Marinello, dirigidos siempre por Manuel Corrales al frente de un pequeño equipo; entonces la museóloga era la Lic. Maritza  Gutiérrez Rojas, la bibliotecaria Dania Salvat, una auxiliar de biblioteca (Andrea Rodríguez), una auxiliar de limpieza (Erminia Miranda), cuatro hombres se turnaban como Cuerpo de Vigilancia y Protección (CVP), y se preparaba la plaza de secretaria y la de especialista para Actividades Culturales. Dependencia directa de la Biblioteca Nacional José Martí en la aledaña barriada de La Plaza, ello recuerda tanta obra que sobre Martí escribió Marinello. Poco después, esta biblioteca cerraría por razones de mantenimiento.

[149] Así por ejemplo, la Dra. Sonia Almazán del Olmo (Jefa fundadora de la Licenciatura en Estudios Socioculturales en Cuba) residente con su esposo el Dr. Jacinto Valdés-Dapena Vivanco y su familia, en el reparto Kohly (topónimo local que casi se perdía al oficializarse allende el río pero no aquí, otro valor en revitalización) al Bosque del Nuevo Vedado, fue invitada y se integró al Cuerpo Asesor del Comité Gestor de la Sociedad Cultural José Martí cuando este fue constituido en la Casa de Cultura Municipal en el aledaño Carmelo, a las 3:00 p.m. del 16 de julio de 1999, con lo que asimismo, se celebró por primera vez el topónimo municipal Plaza de la Revolución en su 38 aniversario. También en este año 1999, entre los Premios Nacionales de Cultura Comunitaria que por primera vez se entregaron, no faltaron residentes y gérmenes en El Nuevo Vedado, como Nisia Agüero Benítez.

[150] Como los círculos infantiles Amiguitos de Polonia (29 y 26), Barquito de Papel (47 y Ullóa), Futuros Hombres de Acero (35 # 1528), Futuros Pioneros (Callejón de los Protestantes y 41, en La Dionisia), Mañana (33 y 26), Mariposas de Colores (41 y 24), Rosa de Luxemburgo (Loma y Conill) y 10 de Abril (25 # 1656); las escuelas primarias Combatientes de Bolivia (47 # 760), Gustavo y Joaquín Ferrer (26 # 8624), Luis Arcos Bernes (27 # 1501), Mártires del III Frente (36 # 78); las secundarias Huberto de Blanck (28 # 655), José Luis Arruñada (Bellavista #715) y Josué País (Ave.41 y 36); y la especial Sierra Maestra (Ave.41 # 855) La Huberto de Blanck ha aclarado que su nombre no es un error sobre el del reconocido músico holandés independentista en Cuba del siglo XIX, Hubert de Blanck; sino uno de los mártires del Corynthia (28 de mayo de 1957), llamado Huberto de Blanck.

[151] Solita, había sido profesora de Periodismo en la Facultad de Letras de la Universidad de La Habana; hija de la comunista ourensana exiliada en Cuba, Jesusa Prado López.

[152] El domingo 13 de febrero del 2000 a las 10 a.m. hay una actividad infantil con el proyecto Acapulco a corazón abierto en el parque Acapulco; entre las actividades sistemáticas del Jardín Zoológico de La Habana se destacan el martes 8 de febrero del 2000 a las 2 p.m. el Festival Pioneril (que como otros festivales de aficionados y vida aficionada en general, han hallado espacio en escuelas, centros militares y laborales, diversas instituciones y asociaciones según cada contexto, con diversas formas de exhibición, exposición, representaciones, festivales, premiaciones…), y el viernes 14 de abril a las 2 p.m., “Mi Naturaleza y su hábitat”; a las 10 a.m. del miércoles 5 y del jueves 6 de abril del 2000, respectivamente, se fundan las Cátedras Martianas de las escuelas Mártires del II Frente y Gustavo y Joaquín Ferrer, y a la misma hora del sábado 8 se hace una actividad infantil en el Círculo Mi Trencito; a las 2 p.m. del lunes 10 en 25 entre 30 y 32 hay una actividad central por el 40 aniversario de los Círculos Infantiles en Cuba.

[153] Vivía la artesana Marta Planes en el barrio del parque del BRAC hacia el fondo del Cementerio Chino, frecuentada íntimamente por Elizardo Sánchez, portavoz de la ilegal Comisión  Cubana  de  Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN); y el martes 18 de abril del 2000 una movilización por la Avenida 26 desde 37 hacia el reparto Kohly frente a la Embajada Checa en Cuba, protesta por la acusación de la República Checa contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra, Suiza.

[154] El jueves 16 de noviembre de 2000 el Centro Experimental de las Artes Visuales en 23 y C (Reparto Medina del Vedado) para la VII Bienal de Artes Plásticas de La Habana, celebraba la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana con la exposición Los Gritos de mi Silencio, de su profesor nacido el 14 de febrero de 1974 en El Carmelo pero residente sobre todo en El Nuevo Vedado, con obra pública ya desde 1994 antes de estudiar en San Alejandro, Ariel Barreto Amaro, lamentablemente fallecido en plena juventud creadora víctima del sida en julio de 2009.

[155] Se pueden citar en las artes visuales, miembros de la Unión de Periodistas de Cuba: UPEC (Mirta Adolfina Abad Pérez y Miriam Alquízar Soto), y otros: Eufemia Álvarez del Castillo (UPEC y UNEAC), Gustavo Ramón Acosta Pérez (UNEAC), Ángel Alderete Gómez (fotógrafo, de cine, radio y TV, UNEAC), Moisés Finalé, Rebeca García (ceramista que colaboró con la Sociedad Cultural Nuestro Tiempo), el escultor René Negrín Méndez (viviendo, también diseñador en el Zoológico), el diseñador René Martínez Sopeña; Gustavo Pérez Monzón, y la investigadora y profesora Dra. Pilar Fernández, quien dirigió el Museo Nacional de Bellas Artes; de Literatura: Nora Badía, Eduardo Robreño (UNEAC) e Ivette Vián; Raúl Alfonso (teatro), los actores Mario Balmaseda, Ovelia Blanco, Odalys Fuentes, Frank González; humoristas como Chano Isidrón (música) y Raziel Isidrón (actor) y Eduardo del Llano hijo del célebre economista de igual nombre; en la música, Joaquín Clerch (guitarra), Felipe Dulzaides, Fabio Landa con su esposa María Luisa, Gonzalito Rubalcava, la cantante María Elena Pena y el trovador Carlos Varela; el fiscal Juan Escalona; en la política Fernández Mel, del ballet, María Elena Llorente y Laura Alonso; la intelectual y pedagoga Vicentina Antuña, el investigador Julio Le Riverend quien dirigió la Biblioteca Nacional; el M.Sc. y reconocido arqueólogo Racso Fernández Ortega, y se muda al Nuevo Vedado el Dr. Julio Rolando Rensoli Medina, historiador; entre los deportistas relevantes, Cristina Welsh Cardoso (volleyball, venía de Jaruco) y los boxeadores Douglas Ramírez, Emenegildo Báez (ambos por el barrio del Framboyán) y Teófilo Stevenson (reparto Kohly), y el volleyballista Idalberto Valdés Pedro (reparto Conill). Aldo (del dúo rapero Los Aldeanos), en sus canciones ha publicitado su dirección personal en 26 y 47, Reparto Kohly; a las decenas de miembros de la UNEAC que ya vivían aquí, se agregan en el 2009 en su Asociación de Música, Miguel Ángel Bárzaga Sánchez; en la de Cine, Radio y Televisión, Raquel María García Riverón, Liuver Losada Hernández y Bruno Suárez Romero; en la de Artes Escénicas: Heydi Batista García, Dianik Flores Martínez, Ricardo Isidrón Díaz, Evelyn Robaina Gazmuri y Mariluz Ramírez Pérez; y en Literatura, Andrés Zaldívar Diéguez. Otros que han tenido acción en la historia del Zoológico, son Ramón Crusellas y el profesor universitario Víctor Rodríguez. La pintora Alicia Leal Veloz se inspira y recrea al río Almendares en su obra.

[156] Como diversas formas de “jineteros” (masculino y femenino) que en el caso del Nuevo Vedado han sido más bien residentes, permanentes o sobre todo, temporales, casi siempre en alquiler, legal o ilegal.

[157] Ya no en la tolerancia ni el paternalismo sino con el más imprescindible respeto a toda otredad incluso en aspectos tan vitales y espinosos como la racialidad, la religiosidad, la sexualidad y la ecología, entre otros; al respecto en esta barriada se dieron aún esporádica y por ejemplo, ocasionalmente, algunas de las llamadas “fiestas gay”, aunque con disímiles reacciones según contextos, además de campañas nacionales e internacionales como la lucha contra el sida mucho más allá de cada 1 de diciembre, todo lo cual se evidencia en su cine y su sala de vídeo, en las aulas, centros de trabajo, diversas instituciones, calles, transportación, comunidades, casas y en cada seno familiar.

[158] Su sucesora en el consejo Idania Garrido, trataría luego de mantener una promoción similar del área. En el cine Acapulco Arango había convocado y asumido la participación comunitaria con la actriz María Ester Monteluz y su compañero, el actor Guillermo Figueroa Filgueira, residentes en el municipio Diez de Octubre pero con obra sustancial en esta barriada, donde fundaron el proyecto La semilla está en el barrio (Arango y col, 2000) premiado en el Simposio de la Ciudad 2001, entre otros reconocimientos; en el mismo cine germinó el proyecto de Teatro de Judith Martínez, y el proyecto Munanzo Munanzo, de Rigoberto Mitjans (coordinador del trabajo comunitario por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, UNEAC, a la que pertenece por Cine, Radio y Televisión) y su compañera Nancy Sánchez Marlotica (cuyo mural pedagógico tanto tendría que ver con la referida tradición revolucionaria para la pedagogía cubana en El Nuevo Vedado), aún cuando emana y se desarrolla desde la vecina barriada de La Plaza al este, ha hallado subsede también en el cine Acapulco desde la dirección de Vilma de la Paz, para su espacio sistemático Cine con Filo; cine que se ha mantenido abierto al trabajo comunitario mediante peñas y otras acciones con mayor o menor nivel de sistematicidad (llegará a incorporar el fisioculturismo, la lucha contra el sida y contra la homofobia) y el 20 de mayo del 2001 a las 2 p.m. acoge la Gala Municipal por el 40 aniversario del Movimiento de Artistas Aficionados con una actividad infantil con música, danza, teatro y artes plásticas, del proyecto La semilla… dirigido por Monteluz; como casi todo septiembre era subsede del Festival Nacional de Cine y Vídeo Cine´Plaza, y el 20 de octubre, a las 10 a.m. se celebra el Día de la Cultura Cubana con la peña infantil del proyecto comunitario Acapulco a corazón abierto. Del 11 al 14 de diciembre, entre las 2 y las 4 p.m., entre otras escuelas primarias del municipio, hay actividades infantiles en la Luis Arcos y en la (entonces llamada Escuela Unificada) José Luis Arruñada, donde se repiten el 2 de enero del 2002 a las 2 p.m. por el nuevo año, así como en el parque del Buró o del Framboyán (28 y 30) y en el parque del Acapulco. En el 2002, para el 19 de enero a las 11.00 a.m. se promovió un “Encuentro entre Rumberitos” con el proyecto comunitario de Pogolotti (municipio capitalino Marianao) y el barrio de la Marina (ciudad Matanzas) en el cine Acapulco, y en el parque al frente el 27 de enero a las 10 a.m. vuelve el proyecto Acapulco a corazón abierto; el 23 de marzo del 2002 a las 8 p.m., en la Semana de la Cultura Municipal, el cine Acapulco es sede de la Gala Cultural en reconocimiento y homenaje al primer aniversario del grupo infantil Los Atrevidos, y al proyecto comunitario La semilla está en el barrio con los grupos de este proyecto: el cuarteto vocal Proyecto A, el grupo danzario Mariposa de Plaza, el trío de rap 1617 y el proyecto folklórico Los rumberitos de Matanzas. Aun en el Plan Vacacional del 2002 se coordinaban actividades para la Biblioteca Memorial Juan Marinello, como el 26 de julio a las 4 p.m. la actividad para jóvenes “Entre amigos” con estudiantes de la escuela Julio Antonio Mella, y al día siguiente a las 10 a.m. la payasita Florecita y el proyecto comunitario del consejo Plaza actuarían para los niños en “El jardín de Marinello” (peña infantil mensual en la biblioteca memorial Juan Marinello), que al igual que el domingo 31 de agosto disfrutarían de juegos, canciones y talento infantil aficionado; y el 21 de agosto a las 2 p.m. la cantante Marta Sánchez y sus invitados animarían la peña de los abuelos.

[159] A partir de los empeños de Héctor Curbelo y otros del núcleo zonal del PCC, según información de Florencio Hernández González, director de la Biblioteca Ismaelillo.

[160] El evento fue inaugurado con una demostración comunitaria de Sicoballet por el grupo de la profesora Claudia Margarita Figueroa Velar en el parque Acapulco (quien con su hija María Antonia Figueroa y con Alina Canasí, había obtenido Gran Premio representando al municipio en el Simposio de la Ciudad 2001 por su trabajo con síndrome de Down), y clausuró en la sala del cine con otra muestra por la profesora Georgina María Fariñas García, creadora del método de Sicoballet y premiada en el mismo Simposio de la Ciudad 2001 (y luego a nivel nacional), por su obra con limitados físicos motores severos.

[161] La barriada a homenajear sería la inmediata al sur sudeste: Aldecoa. Pero la Sesión Plenaria y una Comisión presidida por el Dr. Ángel Pérez Herreros (antes residente neovedadense), sesionaron muy felizmente en el Jardín Zoológico de La Habana.

[162] A la que se vinculaban en Lombillo y Tulipán (extremo este de la barriada del Nuevo Vedado hacia La Plaza) y que ha evolucionado hasta ser actualmente el proyecto Ismaelillo que Florencio Hernández presentó al XIII Simposio con el título Empeño en la creación de una biblioteca comunitaria.

[163] 2008. A partir de más de cinco años de investigaciones especializadas en la Simbología y concretamente, en la Heráldica, y de resultados de investigaciones como los que ofrece este texto, este joven residente en Playa y estudiante de Derecho en la Universidad de La Habana a la sazón miembro de la Asociación de Jóvenes Artistas de Cuba “Hermanos Saíz” y Organizador de la Sección de Base Municipal de la Unión de Historiadores de Cuba en Plaza de la Revolución, lograba para que este último municipio fuera el segundo del país con escudos barriales, tras fundamentaciones desde el 2005, su exposición Plaza Heráldica en la Casa de Cultura Municipal de Calzada y 8, en noviembre del 2008, en saludo a la fundación de la villa de San Cristóbal de La Habana. Su escudo para El Nuevo Vedado y según su identidad aquí estudiada, lo propone “de color azul, con un palo de plata (blanco), que simboliza la calle 26, eje alrededor del cual se va tejiendo la barriada. La calle 26 es una arteria vial principalísima que conecta el Norte del municipio, y de la ciudad, con las barriadas del Sur. A cada lado del palo aparecen dos venados afrontados, también de plata, que representan la famosa escultura de Rita Longa “Grupo familiar”, también conocida como “los venados del Zoológico”, que justamente dan la bienvenida al transeúnte al Parque Zoológico de la Habana “La Edad de Oro”, verdadero patrimonio cultural de la nación, fundado en 1939. Sobre cada venado aparece una flor de lis, que simboliza la opulencia. Sobre el palo de plata aparecen cuatro rosas de gules (rojas), que representan la importancia de la jardinería como elemento arquitectónico, y por lo tanto, parte de la identidad del “neovedadense” (…) Descripción de las armas conforme al Blasón: ARMAS: En azur, palo de plata cargado de cuatro rosas en la misma posición, entre dos venados rampantes, acompañado cada uno en jefe de una flor de lis, todo del mismo metal.”

[164] En el Plan Vacacional del 2009, Ismaelillo mostró su Taller de dibujos y el de manualidades con la profesora Belkis Marabal, los aficionados las mañanas en el parque de Tulipán y Loma y por la tarde, el Plan de la Calle con el grupo Carnavaleando en el parque del Acapulco, el club de los 120 años en el cine Acapulco con Gerardo Feal, y las descargas de Martha Sánchez y Jesús Fleitas en el “Encuentro Sorpresa” en la sala de vídeo de Colón y Panorama; en la Semana de la Cultura de marzo del 2010, Ismaelillo exponía dibujos y las manualidades de “Imaginación”, y el martes 16 a las 3 p.m., un panel sobre cultura comunitaria, con el Dr. Avelino Víctor Couceiro, Migdalia Castañer, Orosila Muñoz y otros invitados, además de libros en la librería Jicotencal en Bellavista entre Tulipán y Loma, los dibujos infantiles sobre la localidad, “Cucú el Cuentero” y el sábado la Verbena “Noche Azul” con la orquesta Salsa Única en el parque de Loma y Tulipán, el bailable de Hilda Goirría y su grupo en La Dionisia, escenificaciones infantiles y el concierto de Isis Flores contra las infecciones de trasmisión sexual y el sida en el parque Acapulco, el Proyecto Acapulco (abuelos) en el cine homónimo, las fogatas nocturnas con el Grupo Tambores Tiempo Habana y otras manifestaciones.

[165] Como, entre otros tantos además de los avizorados desde los resultados investigativos del presente texto, el topónimo Nuevo Vedado por primera vez oficialmente (1996), y reconocer en el Acapulco el corazón neovedadense (2003), así como los apuntes durante casi 20 años para la presente historia.

[166] Cada uno de ellos con sus zonas diversas, y cada una de estas, con sus disímiles focos comunitarios, a saber de norte a sur: el barrio del parque del BRAC o del Framboyán, donde la comunidad de 23 y 26 se expande entre este norte del Nuevo Vedado y esta parte suroccidental del Carmelo al norte, conformado de 1909 (por el Puente de 23) a 1959 (por el parque actual); barrio cuyo sur entronca y deviene (como tipifica todas estas comunidades urbanas) el barrio del Cementerio Chino (1893) a sus ambos lados y su fondo, seguido por el barrio del (parque) Acapulco y hacia la ribera del Almendares al oeste, el barrio del Nuevo Vedado del Río, por Herradura y Norte hacia el sur; del otro lado de la Avenida 26 al sur de Zapata, el reparto Las Torres (tal es la calle central, con antecedentes en el siglo XIX) que continúa a su sureste con el barrio antes marginado hoy insalubre, La Dionisia (1939) y el (del Cementerio) bautista (1887) o protestante, y más al sur, el (reparto) Conill (o de Santa Ana) y luego, el barrio del Zoológico (1939), cuyo fondo rodea por todo 26 hasta 41 y Aldecoa. Al frente sureño del Jardín Zoológico de La Habana allende la Ave. 26, se expanden el Reparto Kohly del Nuevo Vedado de Avenida del Zoológico con la Loma de los Tres Perros a Ave. Kohly al bosque y río (antecedentes en el siglo XIX), por lo que a cuyo fondo y extremo sur y suroeste se encuentra el barrio del Bosque del Nuevo Vedado desde el restaurante El Bosque y su rotonda inmediata hacia el norte y oeste, a devenir el Nuevo Vedado del Río.

[167] Con cortes sincrónicos en la dimensión diacrónica, combinando el método comparativo y el histórico-lógico, tras la retrodicción que permitió aportar una historia del Nuevo Vedado.

[168] Bien sea por su propia etnogénesis, por los medios de difusión masiva o por las constantes migraciones, así como la nacionalidad y universalidad (por regiones tanto nacionales como del mundo) incentivadas tradicionales en una nueva identidad comunitaria en interinfluencia también con sus respectivas elites para una dinámica rural-suburbano-urbano según cada contexto focal.

 

 

Avelino Víctor Couceiro Rodríguez
vely175@cubarte.cult.cu

 

 

 

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