Atacama y Copiapó en el inicio de la historia de Chile |
Resumen Postulamos que para la generación de la historia como ciencia, debemos tener la rigurosidad de no considerar historia solamente el pasado, ya que la historia como lo planteará Le Goff, es más bien la ciencia del cambio de las sociedades, por lo que en estricto rigor historia serán los hitos que generan procesos de cambio y desarrollo. Sobre esta base proponemos nuestra hipótesis de trabajo, que es que los pueblos precolombinos de la región de Atacama y Coquimbo, en específico los Diaguitas, presentan un mayor avance cultural de la etapa prehispana. Como así también que la bajo estos presupuestos teóricos de la historia, esta comenzaría en el Valle de Copiapó, el 26 de octubre de 1540. La
propuesta de este ensayo viene a ser un resumen de mi Tesis Doctoral,
en él postulamos que
los pueblo prehispánicos que viven en la actual región de Atacama y
también Coquimbo son los más
desarrollados culturalmente hablando en comparación
al resto de la etnias nacionales, y sobre todo manejamos como hipótesis
de trabajo que la historia de Chile de acuerdo a criterios históricos
tiene su origen en la región de Atacama y en el Valle de Copiapó.
Ubicamos el comienzo de la historia no con la llegada de Diego
de Almagro en 1536, sino que con la Toma de posesión de Chile,
realizada por Valdivia en 1540, esto debido a que pensamos que la ciencia
histórica puede y debe priorizar
aquello hitos que son trascendentes y que generan procesos de desarrollo,
social, político, económicos, científico, jurídico, etc. En definitiva
a los hitos que generan el acto cultural.
Ellos son los llamados a dar valor a la historia. Es así como
pensamos existe en el desarrollo de la historia un suceder que debe ser
estudiado desde la óptica del conocer
(o ciencia histórica) en su doble
dimensión Tiempo y Espacio, que de manera más específica lo dividimos
como : 1. Los Hitos y Los Procesos. 2.
Contexto ambiental. Sin
duda, que hitos y procesos los relacionamos más íntimamente, con la
dimensión temporal o cronológica. Ricardo Krebs, nos dirá al respecto
lo siguiente: “La cronología es inherente a la historia”[1].
Gracias a lo temporal podemos
conocer y comprende los fenómenos y hechos ocurridos a la mujer y al
hombre de manera sistemática y secuencial. El
hito puede ser asimilado a
hecho histórico puntual, también podemos
entender que son los grandes
momentos o marcas indelebles en la marcha de la humanidad, los hitos dan
origen y fin a los procesos. Por proceso entendemos el
desarrollo a través del
tiempo de una sucesión de hechos y acontecimientos que marcan nuevos
rumbos en el avance de la humanidad,
teniendo como protagonista a la mujer y el hombre, sujetos históricos de
la sociedad. La
segunda dimensión, o contexto ambiental, es comprender que la historia se
desarrolla en un espacio geográfico determinado,
esta dimensión espacial y/o territorial que tiene la historia nos
permite la localización del desarrollo de los fenómenos y hechos históricos
en un medio geográfico preciso. Ricardo Vera Tornell, en una suerte de
metáfora concibió el desarrollo histórico como una gran obra teatral,
donde la dimensión espacial cumplía el papel de ser el escenario, donde
se desenvuelve la trama y los
actores No
obstante lo anterior debemos si aceptar
la propuesta de la corriente cultural y de la moderna historiografía
de que todo es historia. Nuestro
principal observación a esta
posición es que aceptando lo anterior, nos parece como expusimos
anteriormente que hay hechos
o hitos más relevantes que
otros, esto de ninguna manera
busca revalidar la vieja historia política que destaca nombre de
reyes o políticos, y una interminable sucesión de batallas.
Tuñon de Lara, nos ha dicho que la
Historia tradicional evoca en muchas mentes las horas agridulces de
la infancia en las que era imprescindible aprenderse de memoria la lista
tan larga como incomprensible de reyes, o el relato de guerras cuya
significación queda fuera de nuestro alcance.[2]
Similar
concepción plantea Eduardo Galeano, con relación a la historia
tradicional en
América Latina: "La Historia oficial latinoamericana se
reduce a un desfile militar de próceres con
uniformes recién salidos de la tintorería[3]"
. Dado
que no pretendemos realizar una historia tradicional sino que entender la
Historia como generadora de conciencia e identidad, es que presentamos
este ensayo para la discusión, critica y como no a la corrección de los
errores que en él existan. Pero, adoptamos
una postura teórica con relación a la Historia no basta ser pasado para
ser historia[4],
sino que hay que ser hito generador de proceso, y también adoptamos una
postura reivindicativa con respecto al papel
de la historia en la sociedad, ella genera identidad y es
absolutamente esencial para cualquier plan o proyecto que busque la
mejora de vida de las personas, sin ella no hay futuro consensual y
seleccionado, la historia en último caso nos permite no ser una masa
corderil, y poder ser
protagonista en la construcción de nuestro destino.
Finalmente decir que de manera muy resumida nos adentrarnos en dos ideas: La importancia de la etnia Diaguita y el comienzo de la historia de Chile, todo ello ocurrido en nuestra región y con gran desconocimiento real y teórico sobre ello. Los diaguitas de los Valles Transversales Los
denominados pueblos prehispánicos chilenos, son todos aquellos pueblos
que vivían y se desarrollaban en lo que hoy es nuestro país, con una
cronología aproximada desde el
siglo XII d. C., en adelante. La
mayoría de estos pueblos
tenían distintas especializaciones en cuanto al trabajo, y por supuesto
al desarrollo socio económico y cultural.
Al llegar al siglo XV
de nuestra era, postulamos como una de las hipótesis
en nuestro trabajo de investigación que los Diaguitas eran el
pueblo más avanzado del universo prehispánico chileno. Su origen se remonta a los primeros pobladores que llegan al continente en este caso el horizonte paleoindio, para luego evolucionar a partir de los grupos humanos de: Huentelauquen, El Molle y Las Animas, ellos serán antecesores y la base del pueblo Diaguita. |
HUENTELAUQUEN |
Pueblo o Cultura | Desarrollo cultural | Cronología Aproximada |
EL MOLLE |
AGROALFARERO TEMPRANO: Principios de la agricultura ganadería y una cerámica muy poco refinada |
0 a 800 d.C. |
LAS ANIMAS, en sus etapas I,II,III y IV |
AGROALFARERO MEDIO: Importante Desarrollo agroganadero, cerámica más pulimentada y con variación de colores |
905 a 1100 d.C. |
DIAGUITAS |
AGROALFARERO TARDIO: Importante desarrollo político y socioeconómico, cerámica pulimentada |
1200 a 1650 d.C. |
Actualmente
los arqueólogos Miguel Cervellino, Hans Niemayer y Gastón Castillo, han
propuesto que para la zona comprendida en el valle del río Copiapó, la
aparición de la llamada Cultura Copiapó que se ubicaría cronológicamente
entre Animas y Diaguitas, con una característica cultural
definida, cerámica negro sobre rojo[5].
Nosotros
no compartimos plenamente esta
propuesta ya que pensamos que una evolución histórica y cultural tan
similar en cuatro valles, incluido Copiapó, donde destacan similitudes y
en algunos casos completa coincidencia en lo religioso, en la organización
socio – política, la utilización agrícolas de las tierras,
manejo similar del pastoreo, vestimentas y uso de los tejidos de
forma similar, empleo y
trabajo idéntico en los
minerales, y orígenes evolutivos comunes, con una cronología aproximada
desde el año cero de nuestra era, de ninguna manera es indicativo de
diferencias, sino que más bien a una visión critica solo encontramos
equivalencias. Por lo anterior, nos
parece que sus disimilitudes no son
profundas y marcadas como para postular que son culturas
diferentes. Adentrándonos
en la vida de los Diaguitas podemos decir que este pueblo tenían una cerámica
rica y variada, donde destacan sus trabajos zoo y antropomorfos,
escudillas, jarrones patos, aríbalos, jarro zapato, y también algunos
figuras más exóticas como el packcha, en cuanto a sus colores variaron entre el negro y rojo ( ambos
en base a oxido de hierro) y
blanco, a base de caolín
(arcilla pura), luego se derivo a un color un tanto amarillento. Sus
diseños como los triángulos antepuestos por el vertice
reticulados y guardas en cuadriculado o tablero de ajedrez
aparecen profusamente [6].
Políticamente
se organizaron en Señoríos duales al modo de la división Andina en dos
mitades, un señoríos en el nacimiento de valle y otro en la
desembocadura. Fueron agricultores y ganaderos, cultivaron papa, maíz,
zapallo, quinoa, el regadío
fue a través de terrazas, acequias y canales y la tierra era comunitaria.
Del ganado extrajeron carne y lana. Trabajaron los metales y fueron
hábiles metalurgistas destacando en este aspecto el
centro de fundición Viña del Cerro. Presentan también similares
estructuras urbanas en todos los
valles, etc. Otro rasgo demostrable de este pueblo fue e papel relevante
que cumple la mujer, participando incluso en asambleas políticas y como
lo documenta el cronista Pedro Mariño de Lobera, en la actuación de Lainacacha, en
salvar la vida de
Pedro de Miranda y Alonso de Monroy[7].
Este Hecho también es ratificado por el cronista Antonio de Herrera que
llama a Lainacacha, Cacica. Todo ello nos lleva a postular que los Diaguitas, son el pueblo culturalmente más avanzado del conjunto de pueblos precolombinos chilenos, y son ellos los que recibirían el primer y mayor impacto de la conquista (1540 d.C.), y con ello se dará inicio a la historia nacional. El inicio de la historia de
Chile Nuestra
región de Atacama
a pasos de haber cruzado el umbral al tercer milenio,
ha hecho una fuerte apuesta por un desarrollo integral que vaya en
beneficio directo de todos sus ciudadanos. Pero en
las construcciones proactivas, y para que estas sean sólidas
es imprescindible volver la mirada al pasado y sobre esa base entender el
presente y proyectar el futuro, como dijera el historiador español Tuñon
de Lara: Es evidente que si un pueblo no ha comprendido su pasado y no
sabe como y por qué ha llegado a ser lo que es, ese pueblo no podrá
prever ni afrontar el porvenir. [8]
Nosotros
quisiéramos ser un aporte en este proceso de creación en la región,
y lo haremos dando una
mirada al pasado para intentar esclarecer hechos y acontecimientos
que a nuestro entender no han sido suficientemente estudiados y
divulgados, sobre Copiapó, Huasco, Chañaral, y en general de
la región de Atacama. En
este acaso específico nos referiremos a lo que hemos denominado el inicio
de la historia de Chile. Es difícil establecer hitos precisos en el
devenir histórico de la humanidad, pero si en algo podemos estar de
acuerdo es en que el lenguaje escrito es un buen indicador de la presencia
de la historia, lo que no quiere decir que con anterioridad a el no haya
historia, solo que esta es más imprecisa en función de las fuentes a
las cuales se pude recurrir. De
allí, y sobre la base de los documentos históricos con los que contamos
y basándonos en la importancia para la generación de
los procesos históricos, nos atrevamos a hacer una nueva propuesta
para la discusión: LA HISTORIA DE CHILE NACE EN ATACAMA Y EN EL
VALLE DE COPIAPO, esto habría
ocurrido el 26 de octubre de 1540 d.C, con la toma de posesión de Chile,
en el valle de Copiapó. Hecho localizado
en Chamonate o Toledo.
Oriel Alvarez, nos dice que también pudo ser cerca de los espacios
cercanos a la actual planta Ojancos.
Lo importante a destacar es que los españoles acercaron su toma de
posesión a las riberas del río. Pedro
de Valdivia toma posesión a
nombre del rey de España y en representación de Francisco de Pizarro,
este trascendental hecho habría quedado certificado legalmente por Luis
de Cartagena, el que actuó
como escribano y notario, a
la vez que el hecho fue relatado por Gerónimo de Vivar,
cronista acompañante
de Valdivia, quien nos describe así este momento: "En
jueves XXVI días del mes de octubre
del año de nuestra salud de mil y quinientos quarenta , ante un
escribano del rey y de
representación real, el general tomo posesión en nombre de su
majestad..Hizo las diligencias que en tal caso se requerian,. diciendo en
voz alta que emprendía y emprendió y tomaba
y tomó posesión en aquel valle de Copiapó en nombre de su
majestad. Ese valle de indios como de toda la
gobernación que de allí en adelante tenía."
[9].
Esta
crónica tiene la validez de
que el relator era parte de la expedición de Valdivia
y por lo tanto debió ser un
testigo presencial de los hechos. Como,
también este escrito tiene el mérito de estructurarse temporalmente en
las cartas de Valdivia, de allí la
coincidencia de información entre las cartas de Valdivia y los escritos
de Bibar, según lo ha establecido, también,
Mario Orellana en sus estudios . Según
el historiador Copiapino Carlos María Sayago, producto de estos hechos de
dominio de este nuevo territorio, se le denomino a todo la cuenca del río
Copiapó; Valle de la Posesión
. – Sayago en su estudio utiliza como fuente principal al cronista Pedro
Mariño de Lobera, el cual deja también una importante relación con
respecto a los hechos ocurridos en Copiapó, pero,
su crónica debe ser confrontado para
un estudio en profundidad sobre
los orígenes de la Historia en Chile. También utiliza una Historia de
Chile del sacerdote José Guzmán. También
es posible mencionar como fuentes y cronista para estudiar el inicio de la
historia de Chile y el pasado copiapino , a Alonso de Góngora y Marmolejo,
al ya nombrado Pedro
Mariño de Lobera, Gonzalo Fernández
de Oviedo, Antonio de Herrera, Diego de Ocaña, Bernardo de Lizárraga,
Garcilaso de la Vega, y las cartas de Pedro de Valdivia, entre los más
destacados. Tenemos
entonces que si analizamos los
antecedentes históricos de la toma de posesión, ya sea desde
una óptica teórica, o desde la perspectiva de la importancia de
la fijación de hitos para el desarrollo del proceso evolutivo de la
historia de Chile, la
historia habría comenzado en este momento, jueves 26 de octubre de 1540
d.C. Por lo tanto pensamos
que no es posible atribuir
este mérito a Magallanes ( 1
de noviembre de 1520 d.C.), cuyo destino es otro y su paso por Chile es efímero.
Sergio Villalobos lo ha denominado primer contacto como consecuencia
secundaria de la búsqueda de un paso a las islas de la especierías. [10]
- Tampoco sería posible
atribuir el honor de dar inicio a la historia chilena a la expedición
de descubrimiento del adelantado don Diego de Almagro, ya que este a su
llegada a Chile en 1536 d.C.
( hecho que también ocurre en el valle de Copiapó), no toma
posesión de los nuevos territorios y por lo tanto
no se establecen procesos, y si
bien hay documentos, no hay escritos
legales que vinculen a Chile
con el imperio. Además Almagro solo tiene la intención de
reconocer pero jamás de quedarse e iniciar un proceso nuevo dentro del
contexto de la conquista de América.. Esto último es señalado por el
mismo conquistador de Chile, Pedro de Valdivia, en una de sus cartas al
emperador Carlos V, al
expresar lo siguiente sobre la expedición de Almagro:
“ No hay hombre que quisiera venir a esta tierra y huían de
ella, por lo mal infamada y desamparada que la dejo el adelantado don
Diego de Almagro, y como de la pestilencia huían de ella.”[11] Por
lo tanto podemos concluir que su paso a pesar de ser
una huella histórica importante, esta no es de vital importancia
para el desarrollo de Chile como país,
como ocurrirá con la
llegada de Valdivia en el siglo XVI. De allí que sería más pertinente
denominar a esta empresa como los prolegómenos de la historia nacional,
como lo hemos propuesto en una ponencia y artículo publicado con ocasión
del IV encuentro argentino chileno, realizado en la Universidad Nacional
de Cuyo, ciudad de Mendoza en octubre del 2000 [12].
(Esta propuesta fue aceptada por Bernardo León y Leonardo Jefss,
comentarista de la mesa n° 9, donde se presentó la ponencia). Al
día de hoy es pesquisable que nuestra historiografía, salvo muy honrosas
excepciones dan cuentan de que la Historia de Chile comienza en Copiapó
el 26 de octubre de 1540. Y lo
que tal vez es peor los atacameños en general tampoco lo conocen, y
por supuesto en los colegios básicos y liceos secundarios no es un
tema de central importancia,
y en ocasiones se ignora. Esto lejos de ser una critica es una preocupación.
Esperamos
en este tercer milenio, productos de nuevas investigaciones resurja el
pasado como elemento de construcción de identidad, la cual la entendemos
finalmente como el sentido de pertenencia cultural. Las
tendencias actuales suelen ser más pragmáticas, producto a mí parecer
de apresuradas conclusiones sobre lo que significa el éxito en la vida,
y en una región que crece y trata de desarrollarse, pareciera no
tener tiempo para dedicar una mirada en profundidad
al pasado, ignorando la rica y brillante historia de la región.
De allí nuestro interés en poner al alcance de la gente los
hechos del pasado. Atacama y Copiapó además de ser el inicio de la
historia es
una pagina brillante en el siglo XIX: Convirtiéndose
en el eje central de bonanza económica chilena,
producto del descubrimiento del mineral de plata de Chañarcillo el
16 de mayo de 1832. En la punta de lanza de la industrialización
nacional, con la puesta en funcionamiento del
primer ferrocarril de Chile
(abril de 1851). Atacama es
la reserva de moral y la encarnación del
espíritu libertario con Pedro León Gallo en 1859 y su revolución
constituyente, como la denominará Oriel Alvarez, Destacar la figura de
José Joaquín Vallejo, Jotabeche, el escritor costumbrista más
importante del siglo XIX, Guillermo Matta, político y poeta,
representante de la generación del 42, Carlos María Sayago, Historiador
y Político, Salvador Reyes premio nacional de Literatura. Como no
destacar a Marmaduque Grove, propulsor de La República Socialista y
fundador del socialismo Chileno. De allí nuestro esfuerzo por resaltar estos hitos de la historia, ya que con su difusión, estudio e internalización, esperamos entregar nuevos elementos y nuevas herramienta de análisis, que sea punto de referencia para la comprensión del presente, y para poder proyectarnos ahora de forma más segura y bien seleccionada al futuro que deseamos. Cronistas:
HERRERA, Antonio: Descripción de las Indias y Tierra Firme
del Mar Océano que Llaman Indias Occidentales, Colección de Historiadores y
Documentos Relativos a la Historia Nacional, Tomo XXVVII
MARIÑO DE LOBERA, Pedro: Crónica del Reino de Chile, En: Colección de Historiadores
de Chile y Documentos Relativos a la Historia Nacional Tomo VI.
VALDIVIA, Pedro: Cartas de
Relación, Ed, Universitaria ( varias ediciones)
VIVAR, GERONIMO: Relación
Copiosa y verdadera del Reino de Chile, Ed. Colloqium Verlang,
Berlín, 1979.
ÁLVAREZ, Oriel: Atacama de
Plata, Impreso en Oro
Impresor, Santiago,1979
AMPUERO, Gonzalo: Cultura
Diaguita, Serie Patrimonio Cultural, Santiago, 1994.
GALEANO, Eduardo: Memorias del
Fuego, Los Nacimientos, Ed. Siglo XXI
CORTES L.,Guillermo: Los
Diaguitas: Historia del Pueblo de los Valles Transversales, Tesis
Doctoral Salamanca, España, 1998.
KREBS, Ricardo. El Tiempo en Las
Ciencias, Ed. Universitaria MERELLO,
Italo: Historia
del Derecho, Ediciones de la UCV, 1996.
NIEMAYER, H, CERVELLINO,M.,CASTILLO, G.: Culturas
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Gobierno Regional, Copiapó, 1997
ORELLANA, Mario: La Crónica de
Gerónimo de Bibar, Ed. Universitaria, Santiago, 1995 SAYAGO,
Carlos María: Historia de
Copiapó, Ed. Francisco
de Aguirre, 1973. TUÑON
DE LARA, Manuel: Que es la
Historia, Ed. Salvat, España, 1988
VILLALOBOS, Sergio: Historia
del Pueblo Chileno, Tomo I, Ed. Zig Zag, Santiago, 1980 VERA TORNELL, Ricardo. Historia Universal, Tomo I, Ed. Sopena, España, 1982 Artículos CORTES, Guillermo: Los Pueblos Originarios de Atacama y su Relación con las culturas del Noroeste argentino, Ponencia, IV Seminario Argentino –Chileno de Estudios Históricos y Relaciones Internacionales, Mendoza, 5 y 6 de octubre de 2000. (En Libro de Resumen ponencias). Referencias: [1]
.KREBS, Ricardo: El Tiempo Histórico,
En: El Tiempo en las Ciencias, Ed. Universitaria, Santiago,
1981, pág.152 [2]
TUÑON DE LARA, Manuel. Por que la Historia, Ed. Salvat, España, 1986, pág.
4 y ss. [3]
GALEANO, Eduardo: Memorias
del Fuego, I Los Nacimientos, Ed. Siglo XXI, España,
1991, pág. Umbral XV. [4]
Cf. MERELLO, Italo.
Historia del Derecho, Ediciones de la UCV [5] Cf. NIEMEYER et al: Culturas Prehistóricas de Copiapó, Edición Museo Regional de Atacama, 1997. [6] AMPUERO, Gonzalo: Cultura Diaguita, Serie Patrimonio Cultural, Santiago, pág. 41 [7] LOBERA,
Pedro. Crónica
del Reino de Chile, Reed. Ed. Universitaria, pág. 82 [8] TUÑON DE LARA, Manuel: Que es la Historia, Ed. Salvat,Madrid, 1988, pág. 64 [9] VIVAR, GERONIMO: Relación Copiosa y Verdadera de los Reinos de Chile, ,Ed. Colloqium Verlang, Berlín,1979, pág. 207. [10] Cf. VILLALOBOS, SERGIO: Historia del Pueblo Chileno, pág. 201 [11] Cf. VALDIVIA, PEDRO: Cartas de Relación, pág.5 [12] CORTES, GUILLERMO: Los Pueblos Originarios de Atacama y su Relación con las culturas del Noroeste argentino, Ponencia, IV Seminario Argentino –Chileno de Estudios Históricos y Relaciones Internacionales, Mendoza, 5 y 6 de octubre de 2000. (En Libro de Resumen ponencias). |
Prof. Dr. Guillermo Cortés Lutz
Autorizado por el autor el día 5 de mayo de 2008.
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