“La vorágine” - José Eustasio Rivera
Hugo Andrés Correa

Porque la letra mata, pero el Espíritu da vida

(II Cor., 3, 4-6).  

Introducción

Aproximación a la Vorágine

«El hombre a pesar de la libertad de su pensamiento, debe rendirse ante la finitud de su tiempo, sin que el otro tiempo le permita ninguna absolución». «Loco gasté mi juventud lozana / en subir a la cumbre prometida, / y hoy que llego, diviso la salida / del sol tras una cumbre más lejana».

Jose Eustasio Rivera

El trabajo escrito planteado entorno a La vorágine de José Eustasio  Rivera, representa la aproximación a conceptos propios de la literatura realista colombiana.

Se esboza, además, en realizar un acercamiento a la realidad social vivida por los caucheros en la época (pues la obra es considerada también como un documento de denuncia social); a los paisajes de las selvas del Orinoco y del Amazonas descritas por Rivera, y en general a un texto que representa el inicio de la narrativa regionalista en Colombia por medio de la novela.

Se efectúa un bosquejo de los personajes que participan en la trama de la novela, entre ellos de Arturo Cova. Se da cuenta de una biografía completa del autor y se establece una serie de objetivos a alcanzar mediante la realización del trabajo.

Objetivo general y específicos

Objetivo general

Realizar un análisis literario completo de la obra La vorágine de José Eustasio  Rivera.

Objetivos específicos

Establecer mediante la obra una aproximación a la literatura realista.

Realizar una aproximación a la narrativa regionalista.

Reconocer el valor literario de la obra La vorágine.

Establecer las diferencias entre los personajes, mediante un análisis psicológico de su pensamiento.

Producción de textos tipo ensayo, relacionando diversos aspectos de Arturo Cova y su comportamiento.

Producción de un texto argumentativo refiriendo  los distintos acontecimientos de la novela con el titulo.  

Biografía

 

JOSÉ EUSTASIO RIVERA

Escritor huilense (San Mateo, hoy Rivera, febrero 19 de 1888 - Nueva York, diciembre 1 de 1928). José Eustasio Rivera nació en el camino que iba de San Mateo a Neiva, en el seno de una familia modesta, de escaso poder económico y dedicada a distintas labores relacionadas con el campo. Su padre fue Eustasio Rivera, casado con Catalina Salas, matrimonio del que nacieron once hijos. Educado por religiosos, Rivera estudió en los colegios Santa Librada de Neiva y en el San Luis Gonzaga de Elías. Desde el colegio, sobresalió por sus habilidades para las matemáticas y las letras. Muy pronto comenzó a ser reconocido por sus poemas y sonetos. De 1906 a 1909 son los poemas "Gloria", "Tocando diana", "En el ara", "Duo de flautas", "Triste", "Aurora boreal" y "Diva, la virgen muerta", este último dedicado a la memoria de su hermana Inés. Rivera desarrolló un estilo muy personal en el que se aproxima a la geografía Colombianaza. En términos generales, la totalidad de la obra de José Eustasio Rivera se encuentra relacionada con el sentido trágico de la vida.

En 1906 Rivera ganó una beca para ingresar a estudiar en la Escuela Normal de Bogotá. En 1909 se trasladó a vivir a Ibagué y trabajó como inspector  escolar.

Escribió algunos dramas teatrales como Juan Gil. En 1917 se graduó como abogado con la tesis "Liquidación de las herencias". De una selección de más de 300 sonetos escritos desde su infancia en Ibagué, surgió Tierra de promisión.

Después de la muerte de su padre, en 1922, Rivera se trasladó a Sogamoso y comenzó a escribir La Vorágine. Por esta época fue designado secretario abogado de la Comisión Limítrofe Colombo-Venezolana, y el 19 de septiembre de 1922 partió con esta Comisión rumbo a Girardot. Siguiendo la ruta del río Magdalena abajo, pasaron por Barranquilla, Puerto Cabello, La Guaira y Puerto España. Entraron por el Orinoco hasta Ciudad Bolívar, antigua Angostura, y llegaron a Caicara a finales de octubre. Antes de la confluencia del río Meta con el Orinoco, en los raudales de San Borja, José Eustasio Rivera, cansado por el abandono en que los tenían los gobiernos de Colombia y Venezuela, decidió renunciar a la Comisión y continuó solo el viaje. El 20 de diciembre llegó a San Fernando de Atabapo, sobre la estrella fluvial del oriente que conforman las desembocaduras de los ríos Orinoco, Guaviare, Atabapo e Inírida.

En un caserío en Orocué, contralo paludismo y allí se reencontró con Melitón Escobar, su antiguo compañero de comisión. A finales de enero de 1923, se reintegró nuevamente a la Comisión. Salieron de San Fernando, bajaron a Yavita, Maroa y Victorino, en plena selva, y sin mapas, ni los más elementales instrumentos de trabajo, trazaron los límites, en compañía de los ingenieros suizos con los que viajaban. Según anotaciones en el diario del médico venezolano de la Comisión, doctor Ramón Ignacio Méndez Llamozas, «fue en los largos y tediosos días de la permanencia en Yavita, que José Eustasio Rivera escribió muchos de los capítulos de La Vorágine, y fue allí donde le oí leer algunas páginas de la obra». A finales de mayo regresaron a San Fernando, y Rivera decidió, con Melitón Escobar, retornar al país.

Durante el viaje de vuelta, Orinoco arriba, Rivera se dedicó a tomar nota y a recoger toda la documentación existente sobre el abandono en que vivían los colombianos en las fronteras. Así conoció la explotación inhumana de los caucheros en las selvas de Colombia, Venezuela y Brasil, y la fatídica historia de los capataces de la Casa Arana, que dominaban los territorios entre los ríos Putumayo y Caquetá. El 18 de julio de 1923, Rivera envió desde Manaos al Ministerio de Relaciones Exteriores, sus denuncias sobre las injusticias y crímenes cometidos a los colombianos en las fronteras. El 12 de octubre regresó a Bogotá. Entre abril y mayo de 1924, luego de organizar una Junta Patriótica de Defensa Nacional en Neiva, se dedicó a escribir artículos de denuncia en la prensa nacional, pero sus advertencias y peticiones no fueron acogidas.

La Vorágine se publicó en abril de 1924, en la Editorial Cromos de Bogotá. La novela fue escrita durante dos años, y corregida en seis meses, entre Sogamoso, San Fernando de Atabapo, Yavita, Maroa y Neiva. Según Isaías Peña, algunos de los elementos que confluyen en la novela son: «El sentimiento trágico de la vida, como lente condensador, y los celos como ingrediente permanente de la relación de pareja».

La historia de Arturo Cova, protagonista de La Vorágine, es la historia nuestra, es la historia desolada de los caucheros esclavizados en las fronteras de Venezuela, Brasil y Perú. Sin caer en la sociología literaria, Rivera logró fundir magistralmente la tragedia colectiva de los caucheros, con la tragedia individual de Arturo Cova, su vida y su turbulento amor. «Pocos autores como Rivera en Colombia y en el continente latinoamericano anota Isaías Peña- han tenido ese don de hacer hervir la conciencia de los personajes de una obra. Por eso hombre y naturaleza en esta novela son un río («grávido») que nace, crece, da muchas vueltas, se enturbia, se golpea en los raudales, se ahonda, se embruja y se pierde en el mar o en el cielo». En 1925, Rivera fue elegido miembro de la Comisión Investigadora de Relaciones Exteriores y de Colonización.

Publicó entonces una serie de artículos en El Nuevo Tiempo de Bogotá, bajo el título "Falsos postulados nacionales". En estos artículos, Rivera denunció todo tipo de irregularidades, especialmente en la contratación del oleoducto Cartagena-Barrancabermeja. Estas denuncias, que involucraban desde el presidente Pedro Nel Ospina hasta el ex ministro Esteban Jaramillo, provocaron un gran escándalo en el Congreso y en el país entero. En 1926 apareció la segunda edición corregida de La Vorágine, y Rivera empezó a escribir su segunda novela, La mancha negra, perdida años después en Nueva York. En 1928 viajó a Cuba, a representar a Colombia en el Congreso Internacional de Inmigración y Emigración de La Habana. Después de cumplida su misión, se embarcó para Nueva York. Allí fundó y dirigió la Editorial Andes, y contrató con Angel Flores y con Earl K. James la traducción de su novela. Simultáneamente, buscó las conexiones necesarias para pasarla al cine, sin resultados positivos a causa de sus exigencias nacionalistas. Más adelante, publicó la quinta y definitiva edición de La Vorágine, con más de tres mil correcciones. El 1 de diciembre de 1928, a los 40 años de edad, José Eustasio Rivera murió en su apartamento de la calle 73 en Nueva York, de muerte misteriosa.

Su cuerpo embalsamado recorrió sin descanso, durante un mes y nueve días, distintos lugares: primero en la Sixaloa de la United Fruit Company, luego en el vapor-correo Carbonell González, por el río Magdalena, y al final por el ferrocarril central, recibiendo en cada puerto y en cada pueblo los homenajes que nunca recibiera en vida. Sus restos se encuentran en el Cementerio Central de Bogotá, donde fue enterrado el 9 de enero de 1929.

Análisis de la obra

ARTURO COVA

PERSONAJE PRINCIPAL DE LA NOVELA

Es un personaje indudablemente paradójico, en constante confrontación consigo mismo y sus ideales; muchas veces se muestra inseguro y frágil, pero a la vez representa gran vitalidad en la narración.

Algunos críticos han establecido que en realidad Arturo Cova es una representación que José Eustasio Rivera, realiza en su obra de si mismo (ver biografía de José E. Rivera al inicio).

Muchas veces es de alguna manera exagerado ,y su pensamiento se contradice, pero siempre en sus diálogos denota cultura, en medio de una relación de constantes altibajos con las mujeres.

Es un joven que salió huyendo con Alicia (ya que sus padres la querían casar con un terrateniente) siendo este el inicio de la novela.

Arturo Cova, el protagonista de "La vorágine" proviene del Tolima; es un personaje que se siente perdido en medio de su travesía, en donde se pregunta por su viaje por la selva y las situaciones que ocurren a su alrededor; se cuestiona constantemente por un “algo” que oriente su existencia.

El se caracteriza por una inmensa inestabilidad psicológica; en su comportamiento están presentes numerosos altibajos de ánimo.

Es un ser que idealiza su realidad y que posteriormente descubre que sus condiciones son diferentes a las que el inicialmente deseo, es decir el contexto al que se enfrenta realmente.

El mismo personaje se considera una persona autoritaria y miserable, en el  mundo que el mismo ha creado en su mente.  

La relación de las mujeres con Arturo Cova

“Antes de que me hubiera apasionado por mujer alguna, jugué mi corazón al azar y me lo ganó la Violencia. Nada supe de los deliquios embriagadores ni de la confidencia sentimental ni de la zozobra de las miradas cobardes. Más que el enamorado, fui siempre el dominador cuyos labios no conocieron la súplica. Con todo, ambicionaba el don divino de amor ideal, que me encendiera espiritualmente, para que mi alma destellara en mi cuerpo como la llama sobre el leño que la alimenta.”

Arturo Cova asume un conjunto de actitudes y comportamientos que rebajan injustamente la dignidad de las mujeres con las que el se relaciona en su viaje; a pesar de que se siente muy atraído por ellas y es indudablemente mujeriego.

Generalmente piensa en la perfección de las mujeres (las idealiza) y dedica gran parte de su tiempo a analizar sus vivencias y reflexionar sobre ellas (desde una visión poética); sintiéndose muchas veces inconforme, asume una actitud en la que el mismo se predestina al fracaso en el amor.

Cova busca un “amor ideal” que sea capaz de llenar las expectativas que ha mantenido. El se relaciona afectivamente con varias de las mujeres mencionadas en el libro, entre ellas Griselda (la mujer de Fidel Franca) que finalmente insta para que se fugue con Barrera, y Clarita que lo atiende muy bien. El es abstraído por la Madona, que logra representar algunos de los aspectos que mas lo atraen como la autoridad y el dinero que ella posee.

/ En aquel momento me sentí pusilánime. No era que mi energía desmayara ante la responsabilidad de mis actos, sino que empezaba a invadirme el fastidio de la manceba. Poco empeño hubiera sido el poseerla, aun a trueque de las mayores locuras; ¿pero después de las locuras y de la posesión?.../ Dice Arturo Cova con relación a Alicia

El considera que el amor que el ha logrado adquirir de las mujeres es por causa del azar; y que el lo ha retribuido guiándose por los instintos mas profundos de su ser.

Las mujeres en el libro se encuentran paralelas a la selva y las luchas personales de Cova, en donde las mujeres son quienes lo llevan a analizarse a si mismo.

Las mujeres de "La vorágine" son colocadas en el lado de la selva en la lucha de Cova contra la naturaleza: así pues su papel es destructor. La fuerza y el misterio de la selva son paralelos a los de la sexualidad femenina. Ambas desencadenan en el protagonista una relación amor-odio; el hombre necesita de la jungla y de la mujer para llevar a cabo su introspección.

“Aquella noche, la primera de Casanare, tuve por confidente al insomnio.

Al través de la gasa del mosquitero, en los cielos límites, veía parpadear las estrellas. Los follajes de las palmeras que nos daban abrigo enmudecían sobre nosotros. Un silencio infinito flotaba en el ámbito, azulando la transparencia del aire. Al lado de mi chinchorro, en su angosto catrecillo de viaje, Alicia dormía con agitada respiración.

Mi ánima atribulada tuvo entonces reflexiones agobiadoras:

¿Qué has hecho de tu propio destino? ¿Qué de esta jovencita que inmolas a tus pasiones? ¿Y tus sueños de gloria, y tus ansias de triunfo, y tus primicias de celebridad? ¡Insensato! El lazo que a las mujeres te une lo anuda el hastío. Por orgullo pueril te engañaste a sabiendas, atribuyéndole a esta criatura lo que en ninguna otra descubriste jamás, y ya sabías que el ideal no se busca; lo lleva uno consigo mismo. Saciado el antojo, ¿qué mérito tiene el cuerpo que a tan caro precio adquiriste? Porque el alma de Alicia no te ha pertenecido nunca, y aunque ahora recibas el calor de su sangre y sientas su respiro cerca de tu hombro, te hallas, espiritualmente, tan lejos, de ella como de la constelación taciturna que ya se inclina sobre el horizonte.”  

 

Relación de los distintos acontecimientos con el titulo de la novela

El titulo la vorágine hace referencia a la lucha entre el individuo y su ambiente; es la lucha de Arturo Cova con la naturaleza, la selva, la barbarie e incluso la injusticia, que en su caso desea intentar acabar en relación a los caucheros.

El viaje en medio de la selva es la “Vorágine” de varios personajes, por lo exótico, lo profuso, lo formidable, lo desenfrenado y lo fabuloso del entorno en que ellos se relacionan.

“Vorágine” significa, entre otras cosas, “remolino”. La palabra refiere a un hecho de la naturaleza y, por tanto, un objeto inanimado; pero a la vez implica la acción de engullir y, en consecuencia, la representación de la naturaleza como una entidad capaz de realizar actos amenazantes y asombrosos.

Finalmente es la selva la que lo engulle, la que cautiva al personaje.  

Espacio donde se desarrolla la novela

 

 

Elementos presentes en la obra

Tomados de monografías.com

¿Por qué la Vorágine?

La Injusticia Social

José Eustasio Rivera. Como hombre político y funcionario publico que fue supo, vivió de cerca y fue testigo de los atropellos que contra los trabajadores Comitán las casas explotadoras de caucho en las selvas del amazonas lo que los impulso escribir su novela fue, en principio la intención de denunciar esa escandalosa situación, pero no a través de tediosas exposiciones parlamentarias de memorables o crónicas de efímera vida sino presentándola del modo mas vivido y realista, es decir, a través de una historia que permaneciera lo más verídica posible y que además cautivara por su interés y calidad estética.

La Selva

Puede decirse que la selva es algo más que un tema en la Novela de Rivera: es al tiempo, una especie de personaje ubicuo y maligno es paisaje y escenario es rareza geográfica antes prácticamente no auscultada el modo directo y realista por un escritor, y es, también un fenómeno estructurador capaz de señalarle a la obra un derrotero preciso e identificador: por algo se tiene La Vorágine como novela por excelencia de La Selva.

Nos sustraemos de tratarla más pormenorizadamente en el capitulo de personajes por resultar casi inasible como tal, aunque es evidente que cumple funciones que la caracterizan dentro de este grupo. Como "tema" su tratamiento también es complicado, por que no es un asunto univoco y simple. Quizás lo mejor sea empezar a definirla por lo que no es.

La Violencia

Este, que es un fenómeno omnipresente en nuestra historia republicana, no ha sido, no obstante, un tema de fácil manejo para nuestros escritores. Cuando se lo enfoca muy frecuentemente se le reduce a una acumulación sensacionalista y hasta tediosa de cadáveres. Rivera supera este riesgo con poesía con un lenguaje y cosmovisión realista que a la par románticos, con la creación de una personalidad caprichosa e impredecible -Cova – y de un personaje invisible y todo poderoso, como lo es La Selva. Curiosamente, este tema, sin ser el principal parece el más actual de la novela, dado que es uno de los problemas jamás superados en nuestro país.

Amor y Honor

El amor no se evidencia como en tema de mayor peso en la novela, pero hay que recocer que sustenta como un principio la huida de las mujeres de Cova y Franco y la misma búsqueda que estos emprenden. En oportunidades parecería más apropiado hablar de desamor que de amor, pues la de estos hombres son pasiones que surgen en situaciones confusas, una vez superadas las condiciones de su origen, tienden a convertirse en pesadas cargas en las que hay no poco de odio, insatisfacción, celos, fastidio, traición y utilitarismo. Los personajes femeninos son los que sin duda, más caro pagan las consecuencias de este confuso sentimiento; a los hombres les quedan los sinsabores de la vida y la libertad coartada por responsabilidades que lamentan haber asumido.

La Eterna Guerra Entre Voluntad Y El Azar

Para cualquier lector de La Vorágine hay una pregunta que siempre se mantendrá vigente: ¿en qué momento la huida de Cova y Alicia se entronca en un problema social como lo es la explotación en las caucherías? La urdiembre que conecta estas dos historias es imprevisible y, por ello, cabria tildarla de azarosa. Este azar – que no tiene los visos de un destino que obre de maneja fatal e ineludible, como una especie de inteligencia que acomoda fríamente los hechos para conducirlos a un fin premeditado – opera contra los propósitos y la voluntad de los personajes. Esta ultima sin embargo, se mantiene y es una constante que revela la esperanza nunca perdida y la conservación de la dignidad human, que en algunos personajes secundario ha desaparecido por completo. Estos resignados y vendidos que han abdicado al ejercicio de su voluntad no merecen, casi siquiera ser rescataos, pese a que un intento en tal sentido, casi siquiera ser rescatados, pese a que un intento en tal sentido a través de notas al consulado, se hace al final de la obra.

Hombre y selva

Uno de los personajes principales del relato es la selva tropical, una fuerza que termina absorbiéndolo todo. La Vorágine descubre en una vertiente naturalista que la intensidad de la lucha entre el ser humano y la naturaleza salvaje, esconde la explotación del hombre por el hombre y la destrucción simultánea de las personas y la selva:

¿Yo he sido cauchero! ¡Y lo que hizo mi mano contra los árboles puede hacerlo contra los hombres!

El problema no es el caucho, es una costumbre sistemática:

La costumbre de perseguir riquezas ilusas a costa de los indios y los árboles...'

La naturaleza se defiende, pero además es invocada por los oprimidos:

¿Por qué no ruge toda la selva y nos aplasta como a reptiles para castigar la explotación vil?

La selva no quiere aplastar a todos, acude en auxilio de quienes descubren sus milagros. Una palmera de cananguche ayudó a Clemente Silva a encontrar el camino cuando estba perdido:

¿Sería cierto que la palmera encumbrada en aquel destierro, como un índice hacia el azul, estaba indicándole la orientació? Verdad o mentira, él lo oyó decir. ¡Y creyó! Lo que necesitaba era una creencia definitiva. Y por el derrotero del vegetal comenzó a perseguir el propio. Fue así como al poco tiempo entró en la vaguada del río Tiquié.

Contrasta con el desespero y la fe de las víctimas, la imagen civilizada de los líderes y empresarios de las repúblicas latinoamericanas que en realidad es la otra cara de la moneda de las bárbaras condiciones a que someten a sus pueblos:

¿Cómo pensar que nos apalearan, nos persiguieran, nos mutilaran aquellos señores de servil ceño y melosa charla que salieron a recibirlo en La Chorrera y El Encanto

El Estado es el cómplice necesario:  

Hasta el gobernador negociaba en cucho... El gobernador de esta comarca es un empresario...

"Señor Juez cuando se desocupe de pesar el caucho, háganos el favor de abrir las oficinas...

A algún visitante (un biólogo francés) se le ocurre denunciar las violaciones de los derechos humanos:

"Estos crímenes que avergüenzan a la especie humana deben ser conocidos en todo el mundo".

Envió notas a Londres, París y Lima, acompañando vistas de sus denuncias, y pasaron tiempos sin que se notara ningún remedio...  

La respuesta llega:

"¿Por qué pretende este aventurero ponerle pauta a nuestro negocio? ¿Quién le otorgó permiso para darlas de retratista?... ¡El infeliz francés no salió jamás!"

Desaparecido, desparecidos, drama que han vivido miles en toda Latinoamérica. La novela llega al corazón de la situación del continente, de los ecosistemas agredidos y de las gentes despojadas.  

Tribu indígena de la obra

GUAHIBO:

Otros nombres: No tienen otro nombre conocido. Distribución: La mayoría habita en Colombia. En Venezuela se encuentran en los llanos del Estado Apure y, más al este, en la región de San Juan de Manapiare.

Número: Se calcula que hay más de cinco mil en Venezuela.

Idioma: Es una lengua independiente que no ha podido ser relacionada con las demás conocidas.

Vivienda: Tienen casas rudimentarias reducidas a un muro-techo y otras ovaladas, con paredes de barrotes y hojas de palma y con techo también de palma.

Agricultura: Los grupos que viven a las orillas de los ríos aprovechan la selva de galería para practicar una sencilla agricultura de quema y tala; la recolección tiene para ellos mucha importancia ecológica.

Caza y pesca: La mayoría se dedica a la caza y a la pesca.

Utiles: Su especialidad es la cerámica pintada.

Matrimonio: Son monógamos; la poligamia es exclusiva de los caciques y brujos y es una manifestación de prestigio social. Se casan, en general, entre miembros de la misma banda que es la unidad social más extensa a que pertenecen.

Jerarquía: Cada banda está dirigida por un cacique, cuya función se supone que es heredopaterna.

Ritos: Las técnicas shamánicas incluyen las siguientes secuencias: canto con maraca, fumigación del paciente con tabaco, masaje y succión de la substancia patógena.

Muerte: El lugar donde entierran a sus difuntos se convierte por ello en tabú. Hacen entierro secundario de los huesos.  

Glosario

vorágine. (Del lat. vorāgo, -ĭnis). f. Remolino impetuoso que hacen en algunos parajes las aguas del mar, de los ríos o de los lagos. || 2. Pasión desenfrenada o mezcla de sentimientos muy intensos. || 3. Aglomeración confusa de sucesos, de gentes o de cosas en movimiento.

arriscadamente. adv. m. Con atrevimiento y osadía.

chinchorro. m. Red a modo de barredera y semejante a la jábega, aunque menor. || 2. Embarcación de remos, muy chica y la menor de a bordo. || 3. Hamaca ligera, tejida de cordeles o fibra.

cabestro. (Del lat. capistrum). m. Buey manso que suele llevar cencerro y sirve de guía en las toradas. || 2. Ronzal que se ata a la cabeza o al cuello de la caballería para llevarla o asegurarla. || 3. cabestrillo (ǁ cadena delgada de oro o plata). || llevar, o traer, del ~ a alguien. frs. coloqs. agarrar de los cabezones.

pajonal. m. Terreno cubierto de pajón. || 2. Am. Mer. y Hond. herbazal. || 3. Arg. y Ur. Terreno bajo y anegadizo, cubierto de paja brava y otras especies asociadas, propias de los lugares húmedos. || 4. Cuba. Pelo enmarañado de una persona.

moriche. m. Árbol de América intertropical, de la familia de las Palmas, con tronco liso, recto, de unos ocho decímetros de diámetro y gran elevación; hojas con pecíolos muy largos y hojuelas grandes y crespas, espádices de dos a tres metros, y fruto en baya aovada, algo mayor que un huevo de gallina. Del tronco se saca un licor azucarado potable y una fécula alimenticia, y de la corteza se hacen cuerdas muy fuertes. || 2. Pájaro americano, domesticable, más pequeño que el turpial, de pluma negra y luciente y muy estimado por su canto.

caño. (De caña). m. Tubo corto, particularmente el que forma, junto con otros, las tuberías. || 2. Tubo por donde sale un chorro de agua u otro líquido, principalmente el de una fuente. || 3. Chorro de agua u otro líquido. || 4. albañal (ǁ conducto de aguas inmundas). || 5. En el órgano, conducto del aire que produce el sonido. || 6. Cueva donde se enfría el agua. || 7. En las bodegas, subterráneos donde están las cubas. || 8. Galería de mina. || 9. En las marismas, brazo de agua poco profundo. || 10. Mar. Canal angosto, aunque navegable, de un puerto o bahía. || 11. Mar. canalizo. || 12. Ven. Curso de agua de caudal irregular y lento, sin ribera arenosa, por el que desaguan los ríos y lagunas de las regiones bajas. || 13. ant. Mina o camino subterráneo para comunicarse de una parte a otra. || ~ de escape. m. Arg., Bol., Par. y Ur. Tubo de escape.

zurra. f. Acción de zurrar (ǁ las pieles). || 2. coloq. Castigo que se da a alguien, especialmente de azotes o golpes. || 3. coloq. Continuación del trabajo en cualquier materia, especialmente leyendo o estudiando. || 4. coloq. Contienda, disputa o pendencia pesada, en que algunos suelen quedar maltratados. || 5. C. Real y Tol. sangría (ǁ bebida refrescante).

mata1. (Quizá del lat. tardío matta, estera). f. Planta que vive varios años y tiene tallo bajo, ramificado y leñoso. || 2. Planta de poca alzada o tamaño. Mata de tomate. Mata de claveles. || 3. Ramita o pie de una hierba, como de la hierbabuena o la albahaca. || 4. Porción de terreno poblado de árboles de una misma especie. Tiene una mata de olivos excelente. || 5. lentisco. || 6. Col., Cuba y Ven. vegetal (ǁ ser orgánico que crece y vive, pero no muda de lugar por impulso voluntario). || ~ de la seda. f. Arbustillo de la familia de las Asclepiadáceas, de uno a dos metros de altura, de hojas lineares y lanceoladas, y flores blancas en umbela, que se abren en estío. Vive en África y en Arabia y suele hallarse en el Mediterráneo. || ~ de pelo. f. Conjunto o gran porción de la cabellera. || ~ parda. f. mata baja y espesa de encina o roble, chaparro. || ~ rubia. f. coscoja. || saltar alguien de la ~. fr. coloq. Darse a conocer tras haber estado oculto. || seguir a alguien hasta la ~. fr. coloq. Perseguirlo y acosarlo con ahínco. || ser todo ~s y por rozar. fr. coloq. U. para referirse a un negocio enmarañado que dificultosamente se puede desenredar o aclarar. □ V. salto de ~.  

Bibliografía

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Oviedo, José Miguel. Historia de la literatura hispanoamericana. 2 vols. Madrid: Alianza Editorial, 1995-1997. Una historia literaria viva, enjuiciada y valorada desde perspectivas actuales, por un gran hispanista.

Sáinz de Medrano, Luis. Historia de la literatura hispanoamericana. Madrid: Ediciones Taurus, 1989. Ensayo sobre los autores y movimientos literarios del siglo XX de la literatura hispanoamericana.

Shimose Kawamura, Pedro. Historia de la literatura latinoamericana. Madrid: Editorial Playor, 1992. Sucinto panorama de la literatura latinoamericana realizada por el gran crítico boliviano.  

Hugo Andrés Correa 
Colegio Londres 
Sabaneta, Colombia, 2006

Publicación autorizada, para Letras-Uruguay, por parte del autor, el día 4 de febrero 2008

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