Durante una semana en Berlín, fueron
analizados por especialistas -como Moujahed Achouri, Director de la
División de Tierras y Aguas de la FAO- aspectos que deberíamos estudiar.
Refiriéndose al SIPAM
cuyo conocimiento ecológico tradicional, parece ser el mejor seguro para
el suministro continuo de múltiples bienes -alimentos, medicinas-
servicios y seguridad de los medios de vida para millones de comunidades
locales y poblaciones indígenas, más allá de sus fronteras; los 500
asistentes al encuentro dado como parte de la agenda del año
Internacional de los Suelos, anotaron que para mantener una tierra sana
–lo cual entre muchas otras cosas previene la desertificación- el
conocimiento más importante es el que mantienen poblaciones y
comunidades indígenas debido a su cercanía con la naturaleza. Por tal
condición es natural entender que en la tierra se contienen millones de
organismos vivos -desde microbios invisibles, bacterias y hongos hasta
la macrofauna más familiar, como lombrices y termitas- los cuales,
aunado a las raíces de plantas y otros residuos agrícolas u orgánicos,
interactúan entre sí y con las diferentes plantas y animales del
ecosistema formando una compleja red de actividad biológica.
Así pues, los organismos mundiales han asumido que un parte de suma
trascendencia para el desarrollo sostenible es el conocimiento ancestral
de una parte de la humanidad que, al ser discriminada, no encuentra más
camino que la migración –local o transfronteriza- para garantizar las
mínimas condiciones de vida. Si bien los agricultores dependen de suelos
sanos para asegurar el sustento, también los suelos dependen de estos
agricultores para mantenerse vivos, cosa que no ocurre cuando la persona
abandona el terruño y se endeuda a fin de conseguir el pago para un
traficante que le garantice salir de su entorno miserable y llegar a un
lugar donde los sistemas agrícolas modernos los someten, no solo a la
esclavitud laboral sino lo que es mas grave a la ensoñación de
producciones extensivas con el uso excesivo máquinas y fertilizantes que
afectan no solo su salud sino la de aquellos que consumirán tales
productos. ¿Esta parte de la humanidad es también víctima de la guerra
química?
Los agricultores tradicionales –a los cuales un presidente de México
condenó a convertirse en jardineros en los Estados Unidos- respetan a la
“madre tierra” y son capaces de producir alimentos nutritivos y de alta
calidad, basados en un enfoque holístico y multidisciplinario, como los
apoyados por los SIPAM en Asia o América Latina,
que además de producir alimentos mantienen el patrimonio agrícola
mundial ¿Por qué en México se favorece a los constructores de vivienda
asentada aun en suelos agrícolas en vez de apoyar este tipo de programas
para los cuales hay subvenciones no solo de la FAO como facilitador,
sino de diversas agencias mundiales? ¿Con que criterio se privilegia la
actividad de los productores de transgénicos en vez de empoderar y
desarrollar las capacidades de los agricultores pequeños y/o familiares
y las poblaciones indígenas para la gestión sostenible de sus tierras
carentes de recursos hídricos? ¿Pretenden extinguir a la población
mexicana no solo por el tema de alimentos sin valor nutritivo sino por
la monopolización del agua?
México es quizá uno de los mejores ejemplos de la degradación de los
suelos –por erosión y compactación- lo cual además de destruir la
biodiversidad, reduce el carbono orgánico
y aumenta consecuentemente la acidez y la salinización contribuyendo al
desequilibrio de nutrientes en el planeta.
Los expertos asistentes a Berlín insistieron en las ventajas de aplicar
tecnologías de gestión sostenible, empezando por documentar las
existentes. ¿Se resolverían problemas de salud como la obesidad, la
diabetes, la proliferación de tumores, simplemente con volver a los
cultivos naturales? Qué es más rentable ¿caminar por la ruta de revertir
la degradación de los suelos o anunciar la cancelación de uso de
aspartame en las bebidas dietéticas de cola?
Por lo pronto el 2015 y su celebración mundial se terminara en unos
meses ¿Continuará vigente el propósito de conservación de los suelos
cultivables? o seguiremos construyendo casas de concreto que en breve
nadie habitará debido a la alta mortalidad por desnutrición u otras
enfermedades vinculadas con la alimentación. El asunto de la salud
humana tiene mucho que ver con la salud de los suelos donde se asientan
las familias para sostener la vida y producir lo que se come. Esto debió
ser parte de la educación para el desarrollo sostenible cuya década
también concluye este año y no puede separarse de los programas del
Segundo Decenio de las Naciones Unidas para la Erradicación de la
Pobreza -2008-2018- el correspondiente para los Desiertos y la Lucha
contra la Desertificación -2010-2020- y el de la Diversidad Biológica
-2011-2021- todo lo cual ocurre en nuestra casa planetaria, donde no
podemos presumir de eficientes mayordomos, gerentes o administradores.
Referencias:
Sistemas importantes del patrimonio agrícola mundial.
Los sistemas agrícolas y forestales tradicionales fortalecen los suelos
al enriquecer y proteger su diversidad biológica, amenazada por la
humedad, la acidez, la tala indiscriminada y la urbanización.
En China con la combinación de peces y arroz cultivado con tales
sistemas; o el mismo producto en las terrazas Filipinas y los huertos
familiares en toda Asia y ciertos puntos de América Latina como sería el
caso de la terrazas del Lago Titicaca, o el corredor Cusco y Puno en el
Perú. La gestión integrada de recursos en la isla Chiloé en Chile, es
otro más de los ejemplos y pruebas de gestión sostenible de los recursos
naturales de los SIPAM basados en la protección y el respeto de los
suelos transmitido de generación en generación.
Profesor Rained Horn, Presidente de la Unión Internacional de la Ciencia
del Suelo (UICS) parte de la Alianza mundial sobre los suelos (AMS) de
la FAO.
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