Una colorada (vale más que cien descoloridas)

Niños en la Jungla
Lilia Cisneros Luján

De los millones de niños que han celebrado el fin de semana o lo harán hoy, son casi el 20% de la población los que en el futuro serán llamados analfabetos funcionales, debido a su incapacidad de usar herramientas sencillas como lectura, escritura y aritmética para resolver de manera eficiente situaciones comunes de la existencia.

Al haber cursado completa o incompleta la primaria engrosarán las estadísticas de población alfabetizada que en América Latina, con variables menores entre países, oscila en el rango del 95% ¡que gran alcance, 95 de cada 100 adultos saben leer y escribir! Sin embargo, el problema de la humanidad es mucho mayor al 5% de personas que ni siquiera comprenden a cabalidad su lengua nativa.

Del aproximadamente 70% de adultos que si rebasaron estudios de primaria, es decir saben leer y escribir, poco más de la mitad no lee ni escribe y, comentario aparte de aquellos que sin grado académico y sin formarse en esta estadísticas del desastre, sí desarrollan aptitudes sobre todo artísticas[1] lo más grave es que una parte casi mayoritaria de la población, parece haber detenido su desarrollo cognitivo o en términos vulgares su posibilidad de considerase una persona madura[2].

Mientras la población no encuentra como evitar que roben su auto, su cartera o su casa; un buen número de pequeñas empresas, casas de beneficencia y hasta escuelas son vandalizadas por este tipo de personas incapaces de dimensionar el daño que hacen al robarse el motor de un equipo médico o los enseres de una cocina dispuesta para ofrecer comida a personas marginadas. ¿Qué hace con un jefe de mantenimiento incapaz de aplicar las más sencillas normas escritas en el manual interno de su competencia? ¿Por qué un oficial de seguridad se molesta y reacciona como su enemigo si le pide que busque en su reglamento escrito aquello por lo cual le ha detenido? ¿Le ha ocurrido que luego de pedirle al solicitante de empleo que llene un formulario este se escurre y prefiere no seguir con su proceso de selección?

¿Por qué lo hacen? ¿Por qué inducen a jóvenes y hasta niños a ser parte de la delincuencia? Las respuestas son múltiples: que si la autoridad no hace nada, que si los jueces los sueltan el mismo día que los presentaron aunque el delincuente se haya detenido en flagrancia; que si son pobres y los jefes de pandillas les ofrecen “algo” aunque sea para comprar su “vicio”; que si nada más se suben a un ladrillo de poder[3] y de inmediato sacan lo que tienen dentro de corrupción y maldad. Lo cierto es que como dijo la esposa de un presidente norteamericano: “La Presidencia no cambia a un candidato, sino que revela quién es” y aplicado a muchos otros casos podemos decir que lo mismo ocurre con muchos otros investidos de poder aunque este no sea muy grande y eso ocurre porque tanto el poderoso como el delincuente común tienen grandes trabas para su propia conciencia del YO, lo cual les impide funcionar de manera autónoma y por ello pasan su vida apoyándose en la madre, la esposa, el hijo heredero, las amantes o concubinas y hasta el compadre o el mejor amigo.

A la luz de los estudios de la psique, el nivel académico no es pues el único factor que contribuye a la proliferación de mediocres y corruptos, conozco doctores de diversas carreras universitarias menos hábiles y estudiados que otros con apenas su licenciatura y se de autodidactas mucho más sabios que los egresados de universidades de postín aun cuando apenas hayan cursado la secundaria.

¿Como se puede controlar a estas mayorías que en términos de desarrollo pasan la vida en condiciones similares a las de un rebaño o a las bestias de una jungla donde para vivir se asesina al otro y hasta lo come? ¿Será llamando su atención por medio de imágenes impresionantes, escandalosas y desagradables como van afectando la sensibilidad? ¿Cuánto de esto daña a niños cuya afectividad se distorsiona prematuramente y peor aun si los responsables de su desarrollo son incapaces a su vez de poner límites? Son menores de edad, los que llegan a extremos peligrosos por la búsqueda de vivencias cada vez más atrevidas, en  las cuales no solo dejan de considerar su riesgo sino el daño que pueden provocar en otros ¿Qué tal el llamado de la ballena azul que ha llevado a varios menores de edad al suicidio? ¿Cuántos padres están al tanto de las “proezas” sexuales, de riesgo mortal y mental a las que sus hijos responden? Los padres del siglo XXI ¿están en la capacidad de entender y por tanto regular el acceso de información-por Internet, televisión o cine- que en esencia tiende a negar las capacidades constructivas enalteciendo lo destructivo?

Un ignorante es aquel carente de lo necesario para contribuir a su propio mejoramiento y al de otros sin importar que traigan en la mano el último modelo de teléfono inalámbrico, es aquel que quizá lee y escribe y hasta tiene título universitario o patito pero su perceptibilidad, siempre está sometida al miedo y la tensión emocional. Son vastos los estudios que señalan el alto porcentaje de criminales que nunca han leído y mucho menos saben redactar ni dos frases[4].  Y en medio de esta jungla humana, es deseable que cuando menos este 30 de abril muchos niños aprendan que el mejor festejo no es por el juguete, la fiesta y los dulces, sino el de la certeza de que hay cerca de ti alguien que te ama y espera criarte con valores y afectos que te permitan enfrentar un mundo apocalíptico.

Notas:

[1] Los músicos de Oaxaca y en general los niños de la etnias de esa región, están reconocidos como superdotados

[2] Un  café con Dallal. eduardodallal.blogspot.com 

[3] Y ese poder va desde portar un uniforme de vigilante hasta convertirse en presidente de una nación

[4] En el año 2000, se estimó que el 60% de los adultos en prisiones estatales y federales en los Estado Unidos de América sufrían de esta condición y que el 85% de los criminales menores tenían problemas asociados con la lectura, escritura y matemáticas básicas, lo cual no debe interpretarse como una relación de causalidad.

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