Teatro venezolano en Francia: Festheve 2008
Susana D. Castillo

Durante el mes de octubre del año pasado, y dentro del marco del Año Internacional de las Lenguas decretado por la UNESCO, tuvo lugar el Tercer Festival de Teatro Venezolano en París convocado por la Asociación Ciel d'email, entidad dedicada a la difusión de las expresiones culturales de la República Bolivariana de Venezuela en Francia. 

La programación de este evento presentó un formato distinto al que se había venido dando desde 1998 bajo la dirección de la actriz franco-venezolana Yahaira Salazar. Así, la escogencia de las obras para este tercer encuentro fue limitada a creadores residentes en Venezuela. Por otro lado, los montajes de las obras, en su versión original en español, fueron omitidas presentándose únicamente lecturas dramatizadas en la traducción al francés.

 

Cinco fueron las voces emergentes escogidas para su lectura dramatizada en traducción al francés: Hasta la vista beibi, de Juan Ramón Pérez (Puerto La Cruz), Se acercan las elecciones, de José Parada Ramírez (Mérida), La tarde de la iguana, de Juan Martins (Maracay), El enano y su domador, de Carlos Russo (Caracas) y Buenos días Noruega, de Fermín Reina (Maracay). Al margen de esta selección de nueva dramaturgia, en  categoría especial, se dio lectura a dos piezas de autores ya reconocidos en el medio teatral. El mago del patíbulo de Edilio Peña (en versión al francés) y Yo soy Carlos Marx de Gennys Pérez, única escritora incluida en este encuentro. Este texto también fue el único presentado en español durante la serie de lecturas dramatizadas del Tercer Festival.

 

Russo y Pérez, dramaturgos innovadores

 

Los críticos literarios que realizan sus comentarios basándose en los libretos o textos en español para sus reseñas, encontraron dos valiosas fuentes durante la realización del Festival. El enano y su domador de Carlos Russo, gracias a la gentil colaboración del autor quien facilitó la obra en su idioma original, y Yo soy Carlos Marx de la mencionada dramaturga Gennys Pérez. De hecho, Yo soy ....fue publicado en Caracas (Fundación Editorial El perro y la rana, 2007) al otorgársele el Premio Nacional de Creación Contemporánea y Dramaturgia Innovadora. Ambos textos -explosivos, fustigadores e imaginativos- ameritan comentario aparte por el impactante logro de sus propuestas. 

 

La pieza de Russo, cuyo montaje se anuncia en Francia bajo el director Freddy Rojas (Ecuador), alude a las múltiples expresiones de soterrada violencia que el habitante urbano de este siglo viene asimilando de manera sistemática. No es el objetivo de esta creación el denunciar los ataques bélicos de un sistema inescrupuloso sino el hurgar en las expresiones íntimas de la interacción cotidiana, aquellos gestos que de tan familiares terminan enquistándose en la siquis de hombres y mujeres provocando  conductas distorsionadas. De ahí que los personajes russianos -seres desolados y ávidos, a la vez- busquen su razón de ser en mórbidos vínculos que los conducen finalmente a experiencias desvalorizantes y sadomasoquistas. La violencia doméstica, la complicidad tácita ante agresiones sexuales, la subordinación y dependencia emotiva frente a personajes hostiles y amurallados, todo ese mundo fantasmal y árido en el terreno de la fisicalidad y la emotividad de las relaciones lo recorre el joven autor Russo (1976) en el desconcertante y tierno monólogo de "La mujer barbuda" que antecede al ágil diálogo central.  La obra está basada en fuertes contrastes. Así, la trama -donde se despliegan situaciones extremas- está ubicada en un ámbito circense con música y aires de fanfarria. La ternura poética, que brota en buena parte de sus parlamentos, está en contraposición directa con los ritos de crueldad ejecutados por implacables personajes como el Domador o por víctimas de conductas masoquistas como el Enano o La mujer barbuda. 

Russo reconoce la influencia de escritores europeos en su trabajo. De manera especial, la de la británica Sarah Kane (1971-99), dramaturga suicida que en sus cortos años de vida y con apenas cinco piezas, dos artículos y un film, sacudió las bases de la escena anglosajona. La autora dejó asimismo seguidores en ese su afán de lograr un amor redentor plasmando para ello situaciones descarnadas de violencia doméstica, abuso sexual y tortura sicológica. Russo también reconoce la influencia del alemán Marius von Meyemburg quien cultiva la tendencia teatral que ha sido llamada "de fuego y  furia" en la que se expone la destrucción de la estructura familiar por una indiferencia inexplicable. 

El aporte logrado por Russo en la obra presentada para el estreno internacional es su intento de re-sensibilizar al espectador (devolverlo a un estado inicial de sensibilidad) para alertarlo de la violencia prevaleciente en su entorno. Para ello, como en el teatro de Kane, Russo sacude al público ubicándolo ante escenas de horror ya en marcha, protagonizadas por entes carentes de empatía, contaminados todos por el fenómeno intangible de la violencia. Es de anotar que esta atrevida fórmula difiere de la utilizada en la dramaturgia previa en su desinterés en apelar al intelecto del espectador. Hay una renuncia tácita al uso del raciocinio y la lógica. Lo inusual en esta estrategia de Russo es que, al mismo tiempo que lanza un ataque yugular, transmite un rayo esperanzador ya que se dirige a la fibra misma de las emociones, buscando así un vínculo redentor, visceral y unificador  entre los seres. Esta actitud está resumida en un parlamento de La mujer barbuda: "El amor es caníbal." Otras piezas teatrales de Russo son: El mecanismo del amor, El nacimiento de la violencia, Papi dijo que me amaba y Carne.

 

Fuera de la categoría de obras inéditas, el Festival presentó la lectura en español de la inquietante obra Yo soy Carlos Marx. La lectura dramatizada de la misma estuvo a cargo de los actores españoles Oliver Peissel, Victoria Sáez y Sofía López Cruz. Yo soy ....es un texto estructurado en diferentes niveles  que se entrelazan con destreza a lo largo de su desarrollo. En un primer plano, se presenta la vida cotidiana de Carlos y Jenny, una pareja cuya trayectoria azarosa ha empezado en Europa y cuyo paupérrimo presente los muestra refugiados en una alcantarilla de una deshumanizada urbe. Apoyándose mutuamente, alternando sus estados de ánimo que irán de la desolación a la violencia pasando por la ternura y el humor, los personajes reconstruirán su lucha estéril, discutirán sus creencias ideológicas y evocarán en el aferrarse a sus ideales, a otra pareja que la Historia ha inmortalizado dentro del siglo XIX: la del filósofo y teórico Karl Marx y la aristócrata prusiana Jenny von Westphalen, su culta esposa, diestra editora de sus textos, pilar económico y madre de sus siete  hijos. Los personajes iniciales, Carlos y Jenny, fervorosos defensores de la reivindicación social, alternarán su identidad -en un magistral juego de los dos niveles- con la de los personajes históricos.

 

El recurso del desdoblamiento no sólo se da en los personajes y en el tiempo dramático  sino también en el plano espacial. De ahí que las situaciones se ubicarán ya en París como en Caracas, donde se enmarcarán las remembranzas de anhelos y tragedias, de esplendor y miseria, de pasión y distanciamiento. El devastador final de la obra, que arrasará con ese mundo de ellos, deja al espectador sin una solución explícita. En su lugar, lo coloca frente a un final abierto que revisa acaso un hito histórico producto directo del siglo decimonónico, y que propugna a la vez reinterpretar los ideales actuales dentro de la realidad específica del presente siglo considerando sus desafíos inéditos. Sobre esta obra, la  autora ha declarado: "Esta pieza posee la voluntad de comenzar a hacer un teatro de resistencia que impulse el sentimiento de la crítica social y política, que luche por proteger los espacios teatrales para que el arte teatral no sea arrasado por la radicalidad política, el fanatismo y la exclusión." ("El teatro para el pueblo," mayo 2008). Entre las obras de Pérez se incluyen Tócame (2001), El secreto de la felicidad y Lobas (ambas del 2002) y Casi obsceno (2006).

 

Homenaje a Cesar Rengifo, padre del teatro venezolano

 

Un acierto de la organización, sin duda alguna, fue realizar este Tercer Festival en Homenaje a César Rengifo (1914-80). De alguna manera, este merecido tributo a un humanista y creador multifacético de la integridad de Rengifo sirvió de eje armonizador para el grupo heterogéneo de participantes y espectadores que se desplazó diligente por distintos recintos culturales de la ciudad Luz. Es de anotar que este emotivo homenaje fue realizado en estrecha colaboración con el Instituto Universitario de Teatro, IUDET (ahora UNARTE). De manera especifica se contó con la entusiasta presencia del dramaturgo José Gabriel Núñez, rector de la Institución (ahora jubilado) y uno de los más cercanos discípulos de Rengifo. Festheve 2008 también contó con el apoyo de la Delegación de Venezuela ante la UNESCO en Francia y la de la Dirección de Asuntos Internacionales del Ministerio de la Cultura de la República Bolivariana de Venezuela al igual que la colaboración del Centro de Artes La Estancia.

 

La primera mesa redonda tuvo lugar en el recinto de la Asociación Ciel d'email el 16 de octubre con la re-visión de la obra de Rengifo a cargo del dramaturgo Núñez quien señaló la limitación y esquematismo de la crítica tradicional mayoritaria sobre la obra del homenajeado a quien se encasilló dentro del realismo histórico. Núñez equiparó el aporte de Rengifo a la escena venezolana con aquél realizado por Ibsern al teatro occidental no sólo por su relevancia temática -específicamente en el ciclo petrolero en el caso de Rengifo- sino por el cuestionamiento crítico de la estructura social, la penetración sicológica de sus personajes y el enjuiciamiento certero sobre la situación de la mujer. Precisamente durante la realización del Festival  circularon ejemplares recientes de la revista THEATRON, del mencionado IUDET, en la que empiezan a aparecer ensayos críticos más perceptivos sobre Rengifo -tal vez ayudados por la óptica distanciadora del tiempo- que revelan el monumental aporte de este creador a la escena venezolana. Por su parte, Susana D. Castillo presentó "Semblanza de un visionario" donde se proyectaron aparentes nexos entre hechos biográficos significativos y los rumbos de la concepción artística de Rengifo, basándose para ello en conversaciones con el autor registradas  durante la última década de su vida incluyendo una emotiva grabación, poco antes de su desaparición. 

 

Otra de las ponencias críticas fue presentada en La Maison des Cultures du Monde por la delegada venezolana ante la UNESCO, Rebeca Sánchez Bello, en la que se expuso una visión panorámica de la producción del escritor, charla esta ilustrada con escenas de varias de sus obras. Entre otros actos se incluyó la entrega de un cuadro del diseñador y pintor Oscar Aguilera, quien exponía su obra en París para esas fechas, a los familiares del homenajeado.

 

La periodista Francesa Cordido Rengifo, nieta del consagrado autor, agradeció - en nombre de la profesora Angela Carrillo viuda de Rengifo y demás familiares- tan solemne tributo "no sólo por el gesto de mantener viva una obra que ha trascendido su momento histórico sino también por el hecho de recordar a un hombre cuyo mayor compromiso fue con su país y con aquellos menos afortunados en la distribución de la riqueza." La creación de una exposición pictórica permanente de César Rengifo en París figura entre los proyectos derivados de este Homenaje.

 

Finalmente, como síntesis de los componentes de este evento especial, se proyectaron dos programas audiovisuales. El cortometraje "Entrevista a Rengifo,"(1970) realizado por Pedro Riera, también discípulo del autor, y el documental "Los Comparseros"(2007), espectáculo de Miguel Issa en colaboración con J.G. Núñez y la actuación de los estudiantes graduados del Departamento de Danza del IUDET. En esta creación se fusionaron los símbolos distintivos de la dramaturgia y de la plástica de Rengifo para proyectarlos en armoniosas coreografías donde se intercalaban parlamentos y personajes extraídos de sus obras. El hábil manejo de la iluminación y la ambientación musical fueron elementos decisivos en el logro de este proyecto universitario. 

La traducción, recurso esencial del multiculturalismo

 

Ya que el móvil central de la sección dedicada a la dramaturgia fue la diseminación de las voces emergentes en su versión al francés, la inclusión de los traductores en las innumerables actividades del Festival fue enriquecedora e imprescindible. Vale destacar la constancia del aporte de José Luis Sánchez,  Bernardette Chaude-Morel, Claude Demarigny (delegado del CELCIT) y de la misma organizadora Salazar quienes trabajaron en conjunción con los grupos parisinos propiciando así una tersa traducción y un enlace más estrecho entre los hacedores del teatro de diversas latitudes. Fue asimismo fundamental la participación de La Maison Antoine Vitez, Centro Internacional de traducción teatral en Francia con su representante Claude Murcia quien tradujo en esta ocasión al laureado dramaturgo venezolano Juan Marins. No es casual que el proyecto de una Antologia recopilando las obras de los tres Festivales esté ya en marcha. De la misma manera la difusión de este material se ha empezado a utilizar en programas quincenales realizados a través de radio Phurielles en intercambios referentes a las expresiones culturales latinoamericanas.


Para concluir, debe anunciarse la Convocatoria para el IV Festival de Teatro Venezolano en París para el 2011 coincidiendo así con el Año Internacional de América Latina en Francia. Es de augurar la continuidad de esta encomiable labor de difusión coordinada por la Asociación Ciel d'email bajo su directora Yahaira Salazar, aporte cultural que sin duda alguna alcanzará  mayores repercusiones si se reanudan los montajes y/o lecturas dramatizadas de las obras en su idioma original tal cual se ofreciera en anteriores festivales.

Susana D. Castillo

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