Un agosto hace cuatro centurias |
Un destino de piedra y de canto coreado por voces de gélidas flautas, saludaron aquella veintena ante el ojo azorado del pampa. Y en la lluvia incesante del viento, las minúsculas piedras flagelaron la cara. El compás marinero blandido en cartógrafa mano, diseñó la entidad y la progenie saludable del noble puntano. Un agosto hace cuatro centurias nos fundó como estirpe, nos signó caballeros del viento, y el ansiado tesoro que oculta vellocino de Césares cautos, instaló en nuestras tierras amadas la leyenda, el trabajo y el lauro. Y hoy el puño que encierra este logro, lo flamea orgulloso en lo alto, porque cumple un destino de luces con viril y total desenfado. |
Jerónimo Castillo
De
“Vecindad cerril”
Capítulo de la tierra
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