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... Tira al monte |
| La pezuña que en la piedra sabe del brinco temprano, le señala a la majada alocado itinerario. Suben las cabras al monte, algunas lo hacen llamando con su balido el ancestro caprino que mora el pago. Otras ramonean yuyos con capricho extraordinario para almacenar reserva que justifique el retraso. A veces cambian el rumbo buscando el dulce bocado de la siembra jardinera en travieso descalabro. Un despliegue de colores sobre un verdoso gamado, multiplica los pelajes en movimientos variados. Los chivitos que las llaman desde el corral, se han quedado a la espera que sus madres retornen a amamantarlos. Y si acaso un viento norte les ponga un rumbo contrario, la majada siempre vuelve aunque sea con retardo. Acompaña la riqueza del puestero solitario, y es recurso en tiempos duros de la gente de mi pago. Aunque parcelen las tierras y los campos sean cercados, nuestras majadas de chivas se opondrán al desarraigo. Por eso en la historia gaucha hondas raíces dejaron, y la riqueza caprina fue nuestro primer halago. |
Jerónimo Castillo
De
“Vecindad cerril”
Capítulo de la tierra
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