El deber de la Belleza |
No nacimos para estruendos de misiles. Ni para ruidos de voces infraternas. No nacimos para sueños devastados Ni para llantos propios de niños ni de ancianos. Ni para ahogar en lágrimas el alma con llantos hacia adentro. No nacimos para sofocar el desamparo en la garganta. Nacimos para que la Vida sea esplendor y no vacío. Para la sed y para el agua. Pienso que los sonidos de la campiña Permitieron a Mahler explicar la polifonía. Llueve en Buenos Aires. Escucho unos solos para piano de Debussy. ¿Manos que transmutan en música O mariposas que danzan sobre el teclado? Música de agua cristalina en el silencio. Aunque el gris y aunque la llovizna. Y Girondo me acontece. Resurgido del abismo Donde la vivencia lo convirtió en olvido. Provisorio. Y me dice que "Nadie escuchó con mayor provecho que Debussy Los arpegios que las manos traslúcidas de la lluvia Improvisan contra el teclado de las persianas" La Belleza está en pie. Llueve y Debussy. Y en víspera de esta noche gris Gabriel Faure y Saint Colombe. Y antes y después Di Lasso y Bach y Chopin. Y. Y con la delicadeza de un colibrí Que danza sobre las lavandas La música conmueve nuestro ser Como latencias de naturaleza Y de amor. El Poder niega la Música. Y hay Música. Porque el Arte. Porque no podrán. Porque nadie matará la música. Ni la poesía. Ni la pintura. Los artistas en este ¿país? Están a la intemperie. Las personas todas estamos a la intemperie. Sin arte no hay alegría. Sin arte no hay luz. Sin arte no hay dignidad. Sin arte no hay vida. Y el Poder brinda con lágrimas de Orfeo. Pero no podrá contra lo inasible. El arte. "...Mi amor y mi corazón eran grandes pájaros que volaban en medio de una multitud de astros" Escribió Robert Desnos. Y si así volamos Unidos Dios Unidos Todos en el Mundo en el Universo todo. Nadie matará la música. Nadie matará la vida. Siento vergüenza y hastío. Por los desalmados. Pero es más grande la fuerza del adentro Siento Sed Bendita sed Que anticipa el agua. Agua. Música. Arte. Vida. Igualdad. Justicia. Libertad. Transparencia Sed Sed como pájaro que vuela Entre la multitud de astros Por el deber de la Belleza. Buenos Aires - 2000 |
©
Cristina Castello
Poeta y periodista
http://www.cristinacastello.com
poesia@cristinacastello.com
Del libro « Soif » («Sed»), francés – español
Publicado en París
Éditions « L ‘Harmattan »
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