Antonio Gasalla, actor |
- ¿Qué es el límite? -
Es la línea por la que camino. - ¿Dónde está? -
No sé. Saberlo forma parte de esa cosa mágica que tenemos los seres
humanos. Tiene que ver con la libertad. - ¿Usted es libre? -
Sí, siempre me sentí libre por dentro. La libertad es algo propio: como
el coraje, como la ética o como la dignidad. - ¿Por qué sus personajes son feos y secos
espiritualmente? -
¡Son bichos! - ¿Qué es la belleza? -
Los griegos la identificaron con la armonía física. No estoy de acuerdo;
casi todos los lindos son tontos. - ¿Por qué dijo
que no puede ser elegante? -
Porque si a la elegancia la digita Ante
Garmaz, nunca seré ser elegante. Además, no me saco de la realidad.
Veo la percha. - ¿La realidad es objetiva o subjetiva? - Qué sé yo... es subjetiva. Tanto nos dicen eso de "Primer Mundo" que hay un costadito nuestro que se lo cree. Qué ridículo, ¿acaso tenemos Quinta Avenida? - ¿Cuál es el poder del humor? -
Mucho. Todo lo que contrae impide que alguien lo penetre. El humor afloja
y entonces la gente se entrega. - Usted dijo al Presidente (Carlos Menem) que
empezó como Facundo Quiroga y siguió como Tito Luisardo. ¿Y ahora? -
Y... en eso el Presidente se supera a sí mismo. - ¿Le molesta que fume? -
No, le molestará a usted. - ¿Por qué no tuvo hijos? -
Porque no tuve. - Porque la vida... |
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Porque la vida. Pero el papel de padre también es formar a mucha gente.
Yo lo hago. - ¿Con el aviso de Telefónica hace usted
propaganda de la idea de privatización, o de un servicio? -
La hice cuando ellos ya estaban funcionando acá. Promociono un servicio
de una empresa. - ¿Probó con el 110 o con el 116? ¡No
funcionan¡ -
No probé, pero estamos pegando con la pelota en el poste. Porque si
nosotros privatizamos mal y ellos pueden hacer lo que quieren, hacen lo
que quieren. - No hace una mirada política, pero sí ideológica. -
Ideológica, sí, ideológica. No entiendo a los políticos pero me
divierten. Con el menemismo, todos se pusieron los dientes y se tiñeron
el pelo. - ¿Por qué no hay poesía, ni vuelo lírico
en sus trabajos? -
Porque no me sale. Pero hay cosas de profundidad, para que la gente se
despierte. - ¿La sola lucidez puede hacer perder
frescura? -
Y... la capacidad de razonar es irreversible. Entonces hay ciertas
ingenuidades de la ignorancia
que no se recuperan. - Pero el conocimiento es luz. -
Sí, y cuando las luces se encienden, es
imposible volver a la oscuridad - ¿Qué es el mercado? -
Un lugar donde se compra y se vende. - ¿Y la cultura de mercado? -
Está en los grandes países. Pero acá es distinto. Cuando uno pasa la
espumadera, siempre queda lo peor. Ahora los argentinos queremos ser de
derecha y tomamos lo peor de
la derecha. Es algo misterioso. - ¿El misterio es lo único cierto? -
Por lo menos es bastante reconocible, porque es raro. - ¿Tiene miedo a la vejez? -
No... los viejos no tienen sólo horror. Hay que hacer un esfuerzo,
recuperar la idea de la sabiduría y aprender que la vida tiene períodos.
Puede ser una buena etapa: ya no hay urgencias, ni por qué volverse loco
por pelotudeces. - ¿A usted, la vida lo aplaca o lo exalta? -
Me exalta. Cuando estoy deprimido salgo a la calle y siento que la gente
me quiere. Entonces me recupero. - Pero se aburre... siempre lo dice. -
Sí, porque me gustaría ir más seguido al Metropolitan
de Nueva York. Y no puedo. - ¿La vida es un espectáculo? -
El mundo ofrece un espectáculo ya escrito. Y la humanidad es una gran
escalera, de la cual cada uno es un escaloncito. - ¿Cómo es la otra vida? -
No sé, pero yo apuesto a que hay algo dentro de mí que no se pudrirá en
una tumba. - ¿Y qué hace para que así sea? - Rezo. |
©
Copyright Cristina Castello
Publicado en “Clarín Revista”, entonces revista dominical del Diario
“Clarín”.
Buenos Aires, 28 de noviembre de 1993
http://www.cristinacastello.com
poesia@cristinacastello.com
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