Parábola de la Inconstante

poema de Rosario Castellanos

 

Antes cuando me hablaba de mí misma, decía:

Si yo soy lo que soy
Y dejo que en mi cuerpo, que en mis años

Suceda ese proceso
Que la semilla le permite al árbol
Y la piedra a la estatua, seré la plenitud.

 

Y acaso era verdad. Una verdad.

 

Pero, ay, amanecía dócil como la hiedra

A asirme a una pared como el enamorado

Se ase del otro con sus juramentos.

 

Y luego yo esparcía a mi alrededor, erguida

En solidez de roble,
La rumorosa soledad, la sombra

Hospitalaria y daba al caminante

- a su cuchillo agudo de memoria-

el testimonio fiel de mi corteza.

 

Mi actitud era a veces el reposo
Y otras el arrebato,
La gracia o el furor, siempre los dos contrarios

Prontos a aniquilarse
Y a emerger de las ruinas del vencido.

 

Cada hora suplantaba a alguno; cada hora

Me iba de algún mesón desmantelado

En el que no encontré ni una mala bujía
Y en el que no me fue posible dejar nada.

 

Usurpaba los nombres, me coronaba de ellos

Para arrojar después, lejos de mí, el despojo.

 

Heme aquí, ya al final, y todavía

No sé qué cara le daré a la muerte.

poema de Rosario Castellanos
 

Publicado, originalmente, en: Poemas de Rosario Castellanos Los poetas: Rosario Castellanos

Tomado, por Letras Uruguay, de Biblioteca Omegalfa

Link del texto: Colección Antológica de Poesía Social Vol.95

 

Ver, además:

 

                   Rosario Castellanos en Letras Uruguay

 

Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce   

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

instagram: https://www.instagram.com/cechinope/

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

            

Ir a índice de poesía

Ir a índice de Rosario Castellanos

Ir a página inicio

Ir a índice de autores