Chespirito en el barril del tiempo |
En días recientes vi en la televisión una entrevista al actor Roberto Gómez Bolaños, comediante mexicano conocido como Chespirito; él es mi Charles Chaplin latino. La entrevista me capturó desde el primer momento porque me cautiva escuchar a la gente que cuenta de su vida pasada sin aspavientos, con todo y sus éxitos o fracasos; confiesan de lo que carecen y poco de sus virtudes y talento. Me llamó la atención cuando habló de su rostro que considera anodino, poco gracioso, y de la envidia sana que sintió siempre por Don Ramón Valdez, su compañero en los episodios del Chavo del Ocho; “ aquel era un hombre muy gracioso” – dijo. Sin embargo ese rostro anodino suyo, de expresión vegetal como efebo de Botticelli, ha causado risa, ternura y reflexión con su lógica de niño desvalido y a la vez empoderado. Habló de sus amores secretos aparte del que siente por Doña Florinda Meza, su actual compañera sentimental. Entre esos amores mencionó a Sofía Loren, la actriz italiana que hizo suspirar por su belleza y, llorar por su actuación a muchas generaciones en “Dos Mujeres”, una película dramática que recrea la Italia de la Segunda Guerra Mundial. Cuando escuchaba la entrevista me inundó un sentimiento de ternura y nostalgia hacia mi difunto esposo ya que muchos de los gestos del comediante y la alusión a sus amores secretos, me lo recordaron, a él y a mi misma . Cuando joven, yo era admiradora ferviente del actor estadounidense James Dean. Al abrir la valijita tocador para darme mis toquecitos de colonia y revisar mi cara, me topaba siempre con esa imagen, mi ídolo de esa época, por la película Rebelde sin causa, con su cabello dorado y su chaqueta negra de cuero. Me quedaba fascinada contemplándolo y pensaba que no lo cambiaría a pesar de que me encantaban también los chicos de Liverpool, los Beattles, que sonaban como una fiebre en la radio después de la película A hard day’s night ( La noche de un día difícil ). Sin embargo, mi admiración hacia James Dean se afianza más cuando veo al Este del Paraíso ( otro de sus filmes - comparable a Petróleo Sangriento de este siglo XXI ). Esa película cambió mi vida y me juré a mi misma que yo conseguiría un hombre así para mí. Muchos años después me vi un día cotidiano en el barril del tiempo, apurada sirviendo el desayuno a mi esposo y a mis hijos. Él, hojeando el periódico y los muchachos tirándose migas de pan. De pronto me comenta : -Mirá hijá, qué lástima, murió Gina Lollobrígida. ¡Qué Mujer, Dios mío! Soñé con ella todo un año después de ver la película Tuya en Septiembre, que filmó con Rock Hudson en las villas de ensueño de las playas de aquel mar azul de la Riviera francesa. Yo reí esa vez a solas al escuchar a mi esposo y estuve segura que, de vez en cuando, es bueno reírse de si mismo y por qué no, de los otros. Ahora, como dice Neruda en Alturas de Macchu Picchu “No volverás del tiempo subterráneo”….. y es difícil a veces el regreso al presente, tan difícil como necesario para poder seguir construyendo nuevos espacios donde encontrarnos con los que nos rodean y con nosotros mismos. |
Elioconda Cardoza
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