Veinticinco finales |
Casi, casi era la frase, el apodo de este cuadro, siempre estaba casi a tiro de ganar un campeonato pero siempre la faltaba para el peso algún centavo, y en el último suspiro se quedaba a contramano Las finales que jugó le sumaban veinticuatro veinticuatro y ni una vuelta a los hombros había dado Parecía un maleficio muy difícil de ignorarlo, que las copas siempre fueran a parar a los contrarios Este Club tenía esa racha, esa suerte de epitafio, que de luto sé vestía pues nos iba para el diablo Conversamos con los hinchas esto había que cambiarlo encontrarle alguna ruta al naufragio de este barco No podía ser posible la amargura ya era un llanto, que los sueños de campeones se escaparan tantos años Este Club necesitaba que se hiciera algún trabajo, una suerte de exorcismo bendecido por los Santos Y fue entonces que trajimos con los hinchas al estadio, una bruja con más fama que Irineo Leguizamo Este Club tiene una traba que ya lleva ochenta años, dijo entonces la hechicera con un búho sobre el brazo. Este Club juega el domingo la final del campeonato, le dijimos casi a coro entre todos los muchachos Ya son estas veinticinco las finales del reparto, y queremos dar la vuelta esa vuelta que esperamos Traigan tres colas de perro y el bigote de dos gatos, una pata de gallina y un velón con ruda macho Comenzó a saumar la bruja desde el campo hasta el vestuario, los tablones de la cancha y las redes de los arcos Este Club será campeón ha quedado liberado, ganará por cinco a cuatro no hay manera de evitarlo Recogimos el dinero Y a la bruja le pagamos, no veíamos la hora de enfrentar a los contrarios. Y llegó ese domingo que era el sueño más deseado, el partido dio comienzo a la orden del silbato. Nos sentíamos seguros alentando a los muchachos, al rival hoy lo comemos como tiras de un asado. En los treinta del primero cuatro goles les marcamos y con esos cuatro goles a parar se fue al descanso, Falta uno, solo uno, a los cinco del contrato, esos cinco que predijo esa bruja con sus labios La locura era total esa tarde en el estadio, pues la gloria con la copa casi estaba de este lado La visita se jugó con los dientes apretados, con tres goles se acercaban y querían empatarlo Para suerte de los nuestros a dos juntos le expulsaron, y aún con nueve en una contra igualaron cuatro a cuatro. Tres minutos sólo tres, le quedaba al partidazo, y fue así que vino el gol entre gritos y entre abrazos. Fue una hazaña incalculable para darle mil aplausos, que perdiendo cuatro a cero lo ganaran cinco a cuatro El partido terminó y no hubo comentarios, se escapaba nuestra copa que se fue con el contrario Ya sumaban veinticinco y caímos derrotados, de perder tantas finales ya con soda lo tomamos |
José Cantero
de "Fútbol, Tablón y Goles"
© José Cantero Verni
ISBN: 978-987-05-1034-5
joscantero@yahoo.com.ar
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