“El
carnaval” |
RELATOR: Va rodando ya la luna va rodando allá en el cielo, desfilando en su carroza adornada de luceros. Coloridas serpentinas contonean en el viento, con la copla que aparece retumbando en cada pecho. Hoy de nuevo el carnaval revolea su pañuelo, disfrazado de alegría en su propio desentierro. Las comparsas van y vienen desnudando cada sueño, con el parche de sus cajas que murmuran con sus ecos. Ya los duendes de la noche salen todos al encuentro, del querido carnaval que contagia con su aliento. El rey Momo con las murgas trae el ritmo en cada nervio, agitando las caderas pa´ que baile el mundo entero. Vibra el corso de entusiasmo a través del sentimiento, con su canto que le da rienda suelta a los festejos. Se desata el carnaval con el coro de sus versos, con el júbilo en el aire correteando a cielo abierto. Las caretas y disfraces colorean a Febrero, y el papel picado cubre como lluvia el firmamento. Trae el florido carnaval lanza nieves al acecho, persiguiendo as las mocitas pa´ blanquearle los cabellos. Cada reina en el desfile puebla el aire con sus besos, con rumor de cascabeles que en la sangre van latiendo. Hoy despierta el carnaval entusiasta y bullanguero, el querido carnaval tan querido y pintoresco. EL CARNAVAL: Hoy he vuelto pa´ traer lo mejor de mi cantar, pa´ mostrarles en el corso el color de mi disfraz. Es mi lema la alegría que yo entrego sin dudar, desenrollo serpentinas que utilizo pa´ enlazar. Soy hermano de la tierra mi destino es alegrar, canta adentro de mi alma el idioma universal. Sin fronteras voy y vengo sin papeles que firmar, nunca nadie me detiene aunque porte un antifaz. Voy dejando donde paso ese eterno suspirar, esa inmensa algarabía que regalo sin cesar. Siempre vuelvo pa´ Febrero pa´ poder desenterrar, el color y el entusiasmo de mi propia identidad. Pinto sueños en el alma con agüita pa´ mojar, hechizando corazones que se agitan al bailar. Una flor y una sonrisa cuelgo siempre en el ojal, y una luna de farol que alumbrando viene y va. Con los pitos y matracas le doy rienda a mi compás, invitando a todo el mundo pa´ que venga a festejar. Yo le doy para adelante alegrando nada más, nunca tuve una tristeza, ni una pena pa´ llorar. Voy dejando en los balcones pa´ sentir felicidad, soy de apodo: Arranca penas y de nombre: Carnaval. LA COPLA: Hace un año que te espero querido hermano del alma, pa´ soltar estas coplitas con desfile de comparsas. Le pongo luz a los versos desde el mar a las montañas, pa´ que retumben al viento con el sentir de tu magia. ¡Ay! hermano de mis sueños carnaval de muchas razas, vas sembrando con el baile tu alegría que contagia. Son tus sueños de colores de fervor y de esperanza, ese canto transparente que a las penas las espanta. Soy la copla carnaval vieja copla enamorada, que se une a tu desfile con violines y guitarras. Soy la copla que se arrima entre pitos y matracas, desnudando el coplerío que me brota desde el alma. LA COMPARSA: Tengo el canto a flor de piel que palpita sin horario, ese canto carnaval que he guardado todo el año. Que se sale de la vaina pa´ salir a todos lados, a cantar con tu alegría los dos juntos abrazados. Pa´ dejar en cada pecho, pa´ pintar en el espacio, tus colores encendidos a través del empedrado. Tengo el canto a flor de piel ese canto desatado, con fulgor de lentejuelas que en los trajes van brillando. A tu júbilo me sumo con el ritmo y con el paso, con tuntunes que del alma con mis alas voy soltando. Cada traje es una flor que se muestra desfilando, en las murgas y comparsas compartiendo el entusiasmo. Tu llegada es una fiesta que muy juntos celebramos, con el corso de testigo ¡que te viva en sus aplausos! Soy comparsa, carnaval, que te nombra con su canto, que te siente aquí en el alma en las venas palpitando. Yo te doy la bienvenida con tantanes retumbando, yo te ofrezco la amistad extendida de mis manos. EL CARNAVAL: Muchas gracias vieja copla por tu copla enamorada, muchas gracias por tu canto mi querida y fiel comparsa. Muchas gracias a la gente que contenta me acompaña, que se pinta de colores desnudando toda el alma. Desentierro mi alegría pa´ que vaya con sus alas, más allá del horizonte sin fronteras, ni distancias. Que el sonoro tamboril nos envuelva con su gracia, a través de cada murga que a los corsos engalanan. Desentierro el sentimiento el misterio de esa magia, tradición del entusiasmo que se enciende y que contagia. Aquí está el “Arranca penas” con la pólvora y las ganas, desplegando la bandera de su marca registrada. Pa´ ahuyentar a las tristezas sin rebenque y sin espada, con el júbilo tan sólo que yo cargo como armas. Voy pintando mil sonrisas endulzando madrugadas, con la fuerza de mi aliento que regalo sin palabras. Suelto riendas a los vientos con el corso a mis espaldas, revoleando serpentinas que flamean a sus anchas. Aquí está el “Arranca penas” y a mi lado me acompañan, la comparsa a puro canto y la copla enamorada. RELATOR: Se presenta el carnaval pincelando de motivos, cada espacio y cada calle de pueblitos escondidos. Ya la copla y la comparsa a su paso se han unido, con los duendes de las murgas, con el corso de testigo. Gigantescos caretones muestran todo su equilibrio, desfilando sin problemas al compás de cada ritmo. Caprichosos lanza nieves desenfundan tiro a tiro, nieve blanca y espumosa con el dedo en el gatillo. Vendedores ambulantes desembarcan con su oficio, ofreciendo con su venta un paisaje colorido. La comparsa con su canto con tambores y con pitos, a través de cada salto viene abriéndose camino. Va poniéndole a la noche el encanto de su brillo, con sus plumas de colores que cautivan con su hechizo. El papel picado cae como gotas de rocío, derramando sobre el corso ramilletes de suspiros. Ya la copla enamorada suelta todo el coplerío, su simpleza en cuatro versos decidores y floridos. Liberando ese mensaje tan auténtico y florido, con su hermano carnaval al compás de cada ritmo. LA COPLA: Yo soy la copla señores hermana del carnaval, por el corso voy y vengo copleando sin descansar. En cuatro versos describo mil historias que contar, y a cada estrofa le pongo la fuerza de mi cantar. Pinto el alma de colores, de colores de verdad, me hago sangre en la comparsa bailando con su compás. Voy tejiendo con mis versos en cada pecho un altar, le doy alas a los sueños pa´ surcar la inmensidad. En la música me encarno invisible para dar, en cada letra el mensaje de un himno de libertad. Soy un río que desciende con su eterno murmurar, un potro brioso y salvaje dispuesto pa´ galopar. Envuelvo con mis coplitas al que me quiera escuchar, voy encendiendo faroles en el alma pa´ alumbrar. La luna brilla en mis ojos me da letra pa´ cantar, y cantando voy y vengo con mi copla pa´ alegrar. En ancas llevo a la noche pa´ que pueda desfilar, al compás de los tambores que retumban sin cesar. Yo soy la copla señores y tengo pa´ regalar, pa´ dar a diestra y siniestra las coplas del carnaval. LA COMPARSA: Aquí llega esta comparsa pa´ ahuyentar a las tristezas, pa´ que baile el carnaval por las calles y veredas. Pa´ que sienta todo el mundo en el alma y en las venas, la alegría desmedida que se expande sin fronteras. Pa´ que vengan las mocitas al vaivén de sus polleras, envolviendo cada sueño con la cinta de sus trenzas. Pa´ que baje desde el cielo desnudando su belleza, esa luna presumida que se peina con estrellas. Pa´ que el duende de los corsos tire al aire su careta, desatando el entusiasmo con cabriolas y piruetas. Pa´ que todo el mundo cante pa´ que todo el mundo sienta, al florido carnaval galopando sin las riendas. Pa´ que el sueño de la copla nos inunde con sus letras, como un río cantarino que retumba entre las piedras. Pa´ que el mundo con la gente hoy se olviden de las penas, desfilando en las carrozas junto al lado de las reinas. Aquí llega esta comparsa con la puerta siempre abierta, pa´ que salga el carnaval pa´ mojarnos con su fiesta. EL CARNAVAL: Yo me llamo carnaval vengo siempre pa´ Febrero, soy hermano de la copla del rey Momo su heredero. Con albahaca y serpentina bajo un cielo de luceros, en el corso cada noche disfrazado me presento. Cargo pomos de alegría con agüita de por medio, salpicando con mi agüita voy mojando al mundo entero. De farol tengo a la luna que me alumbra desde el cielo, soy el único que asiste a su propio desentierro. Yo desfilo con el paso redoblado de mis sueños, soy la fuerza en las comparsas y canción en los copleros. En el silbo de los pitos yo me encarno con mi aliento, y le doy a la trompeta con profundo sentimiento. Siempre tengo una sonrisa pa´ echar mano en el momento, regalando esa sonrisa por el corso voy y vengo. Soy la fiesta colorida el sentir de cada encuentro, que al vibrar con los tambores se desata desde adentro. Yo me llamo carnaval disfrazado me paseo, soy hermano de la copla, del rey Momo su heredero. LA COPLA: Vamos todos a coplear de la noche a la mañana, que mi copla es carnaval desde el llano a la quebrada. Ha llegado el carnaval encarnado en cuerpo y alma, ese loco carnaval disfrazado de esperanza. Cuando llega el carnaval con los pitos y matracas, desde el pecho el entusiasmo relinchando se desata. No hay palenque que resista su estridente carcajada, esa inmensa algarabía que cautiva y que contagia. Se presenta siempre alegre con desfile de comparsas, esas mismas que lo siguen al confín de la distancia. Divertido con su paso mil colores nos regala, pa´ levarnos sin montura hacia el cielo con sus alas. Ese loco carnaval suelta el potro de sus ansias, machadito de alegría sigue firme con su marcha. Tiene cuerda para rato día y noche se la aguanta, con su baile nunca duerme, ni se acuesta, ni descansa. Vamos todos a coplear de la noche a la mañana, que hoy ha vuelto el carnaval encarnado en cuerpo y alma. RELATOR: El corso muestra la fiesta con sus luces de neón, esa fiesta bullanguera del carnaval en acción. Que pinta con el pincel del baile y la diversión, pa´ que baile todo el mundo al ritmo de la emoción. El carnaval, la comparsa y la copla con su voz, cantando vienen los tres pa´ comenzar la función. La luna redonda brilla con luz prestada del sol, mientras deja el carnaval a cada moza una flor. Redoble de tamboriles acompañan al tambor, el corso con sus colores despliega su pabellón. La copla tira sus versos llegando a cada rincón, regalando sensaciones con encendida pasión. Sin descansar un momento arrancando admiración, va adelante la comparsa hasta el último sudor. El carnaval moja y moja con la agüita de su amor, a puro baile sin pausa muestra todo su esplendor. El carnaval, la comparsa y la copla a viva voz, sueltan riendas a los vientos a través del corazón. LA COMPARSA: Pa´ desfilar en el corso me preparo todo el año, espejitos, lentejuelas, de a poquito voy juntando. Ilusiones voy cosiendo, hilvanando con mis manos, pa´ costearme este gustito me la paso trabajando. Cada uno su granito con lo suyo va acercando, pa´ formar esta comparsa entre todos los muchachos. Pa´ tener esta comparsa muchas horas dedicamos, le ponemos alma y vida y el fervor del entusiasmo. Lleva tiempo todo eso ir corriendo a los ensayos, de que sea un relojito cada baile y cada paso. Cada pluma es una flor, un penacho coloreado ese traje es la armadura que en el corso presentamos. Cuando llega el carnaval es un sueño realizado, es la puerta de un recreo que nos lleva a todos lados. La comparsa es el folclore en el corso desfilando, es la tierra que se encarna con las voces de su canto. La comparsa es carnaval es la sangre palpitando, al compás de los tambores en el pecho retumbando. LA COPLA: Soy la copla enamorada y aquí traigo el coplerío, pa´ que arranque el carnaval con su paso mil suspiros. Desentierro al carnaval siempre fiel al compromiso, pa´ que vuelva generoso derramando su cariño. Suelto versos a los vientos y papel picado tiro, cada estrofa es un mensaje zapateando en los oídos. Me hago canto en la comparsa en sus voces dulce trino, esa letra que se eleva desfilando al infinito. Soy la copla enamorada que hace coro con los grillos, que le escribe con sus versos siempre al viento un estribillo. Con el toque de las murgas fluyo libre como un río, del lucero de los cielos soy reflejo de su brillo. Pa´ que bailen las comadres a la calle las invito, pa´ encontrar a los compadres revoleando el pañuelito. Soy la copla enamorada y abro sendas y caminos, pa´ que llegue el carnaval derramando su cariño. EL CARNAVAL: Soy el loco carnaval el querido “Arranca penas”, con la copla y la comparsa voy andando a rienda suelta. Desde el corso a los salones voy pintando cada fiesta, y pa´ todo el que me busca yo le doy una respuesta. Con colores divertidos del disfraz a la careta, así enciendo corazones de los pies a la cabeza. Por el corso voy saltando ser alegre no me cuesta, alegrando a cada paso nunca freno mi carrera. Cada año me despierto pa´ Febrero pa´ esta fecha, con la copla y la comparsa que mi cuerpo desentierran. No le aflojo nunca al tranco y pal´ baile no doy tregua, llevo pilas de repuesto pa´ seguir la noche entera. Hechizando voy y vengo con las murgas en las venas, con el canto distinguido de la copla con sus letras. Tiro flores, tiro sueños, que regalo sin problemas, soy el loco carnaval el eterno “Arranca penas”. RELATOR: Siempre vuelve pa´ Febrero el querido carnaval, con el júbilo en la sangre para dar y regalar. Con la copla y la comparsa no se cansa de bailar, al tantan de los tambores que no dejan de sonar. Con agüita fresca viene decidido pa´ mojar, contagiando con su risa, con su gracia sin igual. Le da cuerda a la alegría que es su don particular, que derrama en cada calle noche y día sin parar. Ya se abraza con la gente, por el corso viene y va hechizando con su magia, con su baile y su disfraz. El papel picado vuela cubre el corso sin cesar, con la voz de las comparsas en continuo desfilar. Se despliega su bandera colorida de verdad, derrochando algarabía que le sobra por demás. Van la copla y la comparsa desnudando su cantar, abrazadas a la euforia del eterno carnaval. |
José Cantero
© José Cantero Verni
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