El
candombero |
Tenía aquel Uruguayo ese perfil futbolero, de pura sangre Charrúa saltándole en cada nervio Había venido hace mucho allá de Montevideo, con la ilusión en el alma y una valija de sueños Llegó como lateral para jugar el ascenso, poniendo siempre la hombría pues nunca arrugó ni un metro Aquel Oriental dejaba en cada cruce el aliento, con esa garra Uruguaya que llevan todos adentro Mordía en toda la cancha sin aflojar un momento, aquel Jacinto Várela que llamaban Candombero Su apodo tomó prestigio y se quedó en el recuerdo, en una actuación notable que aún la relata hasta el viento. Jacinto pintaba canas pero aun seguía en el puesto, con ese cuatro en la espalda grabado de nacimiento En un partido de bravos con los tablones repletos, se jugaba de visita con los que iban primero El juez pitó su silbato y dio comienzo el encuentro como un huracán furioso los locales se vinieron Y allá Jacinto en lo alto despejaba cada centro y en cada pierna arriesgaba dejando en lonjas el cuero El partido era vibrante sin dar, ni pedir resuello, Jacinto se la jugaba poniéndole a todo el pecho Los locales no aflojaban se venían a degüello, y chocaban con la garra, la fuerza del Candombero En un corner solitario que fue a favor de los nuestros, Jacinto se fue adelante para colgarse del techo La pelota vino en comba Jacinto le dio de lleno, con un frentazo impecable batió esa tarde al arquero Ese gol era locura heroísmo a tanto esfuerzo, faltaban veinte minutos, que parecían eternos Cuando cinco le restaban hizo un penal nuestro arquero, con dos amarillas, pobre se fue a las duchas primero El cambio estaba agotado y a Jacinto le dijeron, ponete el buzo y los guantes y a la suerte echale el resto Separaban doce pasos a la gloria y al infierno, la visita y los locales guardaban hondo silencio. El once le dio un bombazo para partir hasta el cielo, Candombe fue al mismo lado con más fortuna que acierto La pelota dio en sus manos y fue a caerle de nuevo, al once que de un fierrazo casi le arranca hasta el pecho Volvió a tapar el remate Candombe con el pellejo, y en un mano a mano heroico casi se quiebra los dedos Candombe viejo y peludo lateral de pie derecho, que gracias a tu coraje lo bajaron al puntero Tenía Jacinto Varela ese perfil futbolero, con esa garra Charrúa que todos llevan adentro Te quedaste para siempre grabado aquí en el recuerdo, en esa tarde gloriosa mi querido CANDOMBERO» |
José Cantero
de "Fútbol, Tablón y Goles"
© José Cantero Verni
ISBN: 978-987-05-1034-5
joscantero@yahoo.com.ar
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