El
bombo |
Para el partido del domingo tenía todo bien cubierto, quería estar en los tablones contagiando con mi aliento Pues jugábamos finales de local y a estadio lleno, la victoria casi casi, coqueteaba con los nuestros Llevé el bombo de un amigo que había sido del abuelo, que tenía mil batallas en el ruedo futbolero Me pidió que lo cuidara con la vida y el pellejo, ese bombo era una gloria, una pieza de museo Y a la cancha me mandé a dos horas del comienzo, la ansiedad me carcomía en el alma y en el cuerpo Comencé a tocar el bombo con pasión y sentimiento, pegadito al alambrado conteniendo a cada nervio Ese bombo retumbaba galopando por mi pecho, con un grito de campeones desfilándome por dentro No cabía un alfiler cuando aquello dio comienzo, si temblaban los tablones excedidos por el peso En el campo los actores se entregaban por enteros, pues ninguno ni cansado aflojaba en el cotejo Y fue así que en el segundo vino el gol después de un centro, a ese gol de la victoria lo hizo el once de los nuestros. Se produjo una avalancha y yo estaba allá en el medio, si los mismos camaradas con las suelas me aplaudieron. Abrazado con el bombo en picada fui cayendo, si a ese gol del campeonato lo gritaba contra el suelo. Si enrollado me quedé dolorido hasta los huesos, con el bombo hecho pedazos ya camino al cementerio El partido se ganó y hubo cantos de festejos, yo en la cancha con el bombo que ya estaba casi muerto No sabía que decirle a mi amigo y compañero, el tumulto me había roto ese bombo de su abuelo. Por un lado estaba alegre por el otro sin sosiego, ese bombo legendario lo mas triste es que era ajeno. |
José Cantero
de "Saliendo a la cancha"
joscantero@yahoo.com.ar
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