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El arquero y el gol
José Cantero
joscantero@yahoo.com.ar

 
 
 
  El fútbol tiene esas cosas
de pasión y sentimiento,
esas cosas que tan solo
se las siente bien adentro,

Pues a veces te critican
y te mandan al infierno,
y más tarde en un instante
sos un ángel de los cielos,

No hay medida, ni barrera,
en el canto futbolero,
que de pronto sos un héroe
o culpable sin remedio

Esta historia es de un partido
de una fiesta a puro aliento,
pues aquel que lo perdiera
se enterraba en el descenso

Los dos colas se jugaban
esa tarde a cielo abierto,
la final de esa patriada
que tenía solo un premio

Esa ansiada permanencia
entregaba su boleto,
solamente al que ganara
al final de aquel encuentro

El partido comenzó
con coraje y con esfuerzo,
con más garra que con fútbol
yo diría a puro nervio

La visita a todo o nada
empujaba en cada centro,
y fue así que en un ollazo
sin pensarlo tuvo el premio

La pelota que llovía
sin destino y sin un puerto,
se escapó burlonamente
de las manos del arquero

Rebotando y despacito
se metió casi sonriendo,
el que no se sonreía
fue Reinaldo Samaniego

Samaniego hijo del diablo
le gritaron a concierto,
hoy nos vamos por tu culpa
sin remedio hasta el descenso

El partido no variaba
ni tampoco el uno a cero,
ni tampoco los insultos
que apuntaban al arquero

El alambre sujetaba
esas fieras al acecho,
que querían echarle mano
al arquero por el cuello

El partido se moría
y con el también los sueños,
de seguir en la primera
que se iba en ese encuentro.

Y fue entonces que el empate
les cayó casi del cielo,
fue de un loco zapatazo
que llegó de treinta metros

Había alargue si empataban
y penales de por medio,
que seguro en los dos bandos
alargaba el sufrimiento

Cuarenta y cinco del segundo
ya marcaba el minutero,
y fue entonces que hubo un corner
y esperanzas de festejo

Como un rayo fue adelante
a buscarla Samaniego,
fue a lavar tal vez el nombre
de su herido sentimiento

La pelota cruzó el área
y en el último momento,
Samaniego voló alto
casi junto con el viento

Samaniego puso todo
hasta el alma y el aliento,
de cabeza hizo un golazo
entre el cielo y el infierno

El tablón con un delirio
estalló en un grito inmenso,
que vivando sin descanso
bendecía a Samaniego

Esa tarde dos a uno
se escaparon del descenso,
y fue gracias al villano
que insultaron todo el tiempo

José Cantero
de "Saliendo a la cancha"
joscantero@yahoo.com.ar

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