La
Avivada |
Esta historia es una mas como tantas del potrero, esta historia es la del gato personaje futbolero Que vivía en un ranchito compartiendo con su abuelo el pan duro y el olvido la pobreza y el silencio Salía todas las mañanas con su carro y con su perro, y volvía con la siesta con el carro bien repleto, El juntaba viejas cosas bajo fríos y aguaceros y en la cancha y en la vida no aflojaba nunca un metro Aquel gato se llamaba Belisario Juan Calero, Ponía una garra da aquellas cuando jugaba un encuentro. Con el dos en las espaldas se entregaba por entero defendía a todo o nada arañando en el terreno A cada cruce llegaba como un felino, al acecho, y si había que reventarla no se andaba con rodeos. Usaba siempre alfileres ese era su secreto que en pelotas divididas te los clavaba sin miedo Y si había que pelear el siempre estaba dispuesto, ni por asomo achicaba aún solo en un entrevero. Un frío nueve de Julio fría mañana de un invierno, contra el barrio LA TABLADA jugamos en el potrero LA TABLADA de amarillo ese día se vistieron, y nosotros como el INTER, colores azul y negro. Con cien pesos contratamos para que arbitre el cotejo, a un señor de pocas pulgas jubilado de Sargento El partido comenzó con el sudor y el aliento, empujando a los dos bandos ese día a cielo abierto Y en una escapada loca nuestro puntero derecho, se mandó contra la raya y quiso meter un centro Al centro de aquel puntazo lo fue a cabecear el viento, se metió justo en el ángulo sorprendiendo hasta el arquero. Con ese gol de ventaja se vino el segundo tiempo y se largó LA TABLADA jugándose todo el resto Y allí surgió la figura de Belisario Calero, que en cada cruce ponía a las balas todo el pecho. El gol estaba al caer por el empuje de aquellos que querían el empate buscándolo a sangre y fuego Y llegó esa picardía para parar el encuentro, tan solo esa picardía que el gato tenía en secreto La pelota fue a perderse con un despeje tremendo, a un yuyaral que rodeaba a la cancha por entero Entonces como un relámpago el gato salió corriendo, y se metió en esa selva buscando el redondo cuero Y la pinchó sin clemencia con un alfiler de aquellos, de todos los que llevaba escondidos en el cuerpo Había una sola pelota y se pidió el reglamento, no había con que seguir aquel inusual cotejo El referí de un pitazo le dio final a aquel pleito, LA TABLADA protestaba insultando hasta los cielos El partido terminó apenas por uno a cero, y fue por una avivada que aún la tengo en el recuerdo Belisario, Belisario, el gato para los nuestros adonde andarás hermano con tus diabluras corriendo |
José Cantero
de "Fútbol, Tablón y Goles"
© José Cantero Verni
ISBN: 978-987-05-1034-5
joscantero@yahoo.com.ar
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