Pensamiento de Simón Bolívar |
Ideario socioeducativo y moral en el pensamiento del Libertador Simón Bolívar expuesto
en el discurso de Angostura (Una Aproximación y Visión Integral
Prospectiva y Retrospectiva
al Problema) Resumen Las
ideas expuestas a grosso modo, representan parte de la discusión académica,
planteadas en el Diplomado:
Bolívar y Martí Raíces de la Integración Continental. El
estudio planteado tiene como finalidad analizar críticamente el Discurso presentado por el
Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura el 15 de febrero
de 1819. Se toma como delimitante temporo-espacial referencial la
Venezuela de los siglos XVIII y XIX. Tiempo histórico en que se presenta
el nacimiento y muerte de Simón Bolívar (1783-1830) al igual que el
surgimiento de una serie de hechos que se gestan en la Sociedad Colonial
que incidirán de manera directa e indirecta en una marcada crisis
estructural, en la cual estará presente como uno de los principales
gestores históricos al lado de una gran colectivo popular la figura del
Libertador, una vez que se da en Caracas el 19 de abril de 1810.
Movimiento que provoca la Declaración Conservadora de los Derechos de Rey
Fernando VII de parte de la Junta Suprema, pero al mismo tiempo estaría
creando las condiciones para que Simón Bolívar entrara a la Historia
Emancipadora de América con el Discurso pronunciado en la Sociedad Patriótica.
Con el que se inicia una serie de hechos en los cuales Bolívar tendría
el compromiso histórico de dirigir el camino hacia la primera
independencia y liberación de cinco países, con aciertos y desaciertos
pero de igual manera con traiciones y perdones que impidieron la concreción
del sueño de integración de un gran bloque de países hermanos que le
hicieran frente a las pretensiones imperialistas de nuevas potencias en vías
de expansión como lo fue los Estados Unidos de Norte América. Todo esto
él lo analiza con gran claridad en el Discurso
de Angostura. Palabras Claves:
Discurso, Sociedad Colonial, Imperialismo, Moral, Emancipación, Crisis
I
- A Manera de Introducción. Ubicación Teórica-Referencial, Metodológica, Histórica e Historiográfica Se pretende, en este ensayo, aproximarnos a
la comprensión lógica del ideario del Libertador Simón Bolívar,
referente a la Moral y a lo Educativo,
expuesto en el Discurso
de Angostura (15 de febrero de 1819)[1].
Para ello se considera necesario ubicar temporal y espacialmente a la
Venezuela del momento antes de su exposición, lo que permitiría brindar,
una visión panorámica, por demás muy sintetizada del inicio del proceso
Revolucionario-Emancipador de Venezuela haciendo particular referencia al 19
de abril de 1810[2],
bajo una visión histórica e historiográfica. Cada uno de los hechos estará sujeto a una
visión integral del proceso histórico, lo que permitirá vincularlo
–gracias a la aplicación rigurosa del método histórico-, con
nuestro presente. Un presente que, sobre la base de los hechos
acontecidos en Venezuela durante estos primeros años del siglo XXI, exige
ser analizado con una mirada
prospectiva y retrospectiva, es decir en términos temporales-referenciales. Consideramos necesario para una
mejor comprensión del problema, tratar de ubicarlo en el/su contexto
cronológico espacial en el cual se inicia y desarrolla. Por lo cual,
mantendremos una visión de totalidad y de síntesis para poder en cierta
forma reconstruir a grandes rasgos su causalidad y fenomenología en el país,
con un aliento de larga duración. Para el logro de ello recurriremos a los
aportes que al efecto nos han dado los historiadores: Germán
Carrera Damas [1930], Mario Briceño-Iragorry [1897-1958], Manuel Pérez
Vila [1922]. Estos tan sólo por citar algunos. La historia de la historiografía
venezolana podría considerarse que es relativamente nueva. De acuerdo con
la opinión de Germán Carrera Damas (1996), expuesta en el tomo I de su Historia
de la historiografía venezolana (Textos Para su Estudio) para
el inicio de ésta: Quizá pueda tomarse como criterio (...) el momento en que pueda afirmarse la existencia de una sociedad venezolana constituida, no importa que se tratase de una sociedad autónoma o de una sociedad que estuviese inserta en una realidad política global, como lo fue el Imperio Español.[3] Será en esta sociedad, durante el período republicano[4] donde surge la preocupación y necesidad por conocer y valorar la historia, y, en la cual “hubo afán de hacer historia durante los años iniciales de la República, mas el numen que guió a los trabajadores estuvo circunscrito a las grandes hazañas de la epopeya emancipadora”;[5] lideradas por la figura de su Excelencia el Libertador Simón Bolívar,[6] a través de un discurso emancipador,[7] poseedor para la época, de una alta carga revolucionaria, nutrida con los hechos populares-reivindicativos, personificados en su mayoría por los grupos de color: pardos, mulatos, indios, zambos, negros, etc., a parte de la Conspiración de los Mantuanos, de 1808, la cual fracasó, y las cartas que desde Londres escribía Francisco de Miranda al Cabildo caraqueño y al Marqués del Toro en 1809 incitándoles a formar una Junta de Gobierno con plena autonomía política-administrativa los cuales, son descalificados y desconocido por una historiografía mediática, falseadora de la realidad, que niega todo accionar del “pueblo llano”, de “los grupos populares” que precedieron el estallido de aquel 19 de abril de 1810, al ser catalogados como simples “revueltas” o hechos “vandálicos” de “hordas salvajes” sin ninguna dirección y formación. Expresiones con las cuales pretenden “borrar de un plumazo” de la memoria histórica del colectivo venezolano, del hombre común, del “pata en el suelo” y “sin camisa” la realidad de los hechos. Imponiendo la denominada “Historia de los Vencedores”. Con
éste –discurso- estos “trabajadores”,[8] trataban o tratan de “...
conservar glorias que de establecer y explicar hechos”[9]
o sucesos efectuados en el país, durante el desarrollo del llamado
proceso emancipador, para acentuar en la sociedad venezolana del momento
una conciencia histórica que repercutiría en la concertación de un
verdadero sentimiento de patria. Apoyados en la
inculcación de ciertos valores[10]
fundamentales, tales como: a)
El concepto de nación-patria. b)
El culto heroico. c)
El criollo, noción imprecisa que estuvo originalmente destinada a
operar en una fase de definición negativa de la conciencia nacional. d)
La cultura criolla, como expresión de lo nacional independiente, y e)
La valoración liberal del pueblo.
Al respecto, Germán Carrera Damas (1980) señala que estos trabajadores, de las primeras producciones historiográficas, construyen su discurso: ... sobre las narraciones de testigos-actores de la Emancipación, cuyo carácter bélico, sumado al hecho de que sólo recogiesen jirones de todo el proceso y a las circunstancias postbélicas en que fueron historiadas, condujeron naturalmente al predominio absoluto de la narrativa épica, muy acorde, por otra parte, con el tono del romanticismo literario que campeaba. Pero no es esto lo más notable de esa historiografía. Sus significados más reveladores habría que buscarlos por una parte en su contenido ideológico, acorde con las circunstancias de la sociedad venezolana de la época, y en la fijación de una vez por todas de determinadas características metodológicas cuyo influjo aún se muestra poderosamente en la historiografía venezolana...[11] Igualmente,
Germán Carrera Damas, -una vez más- en el Tomo I de su Historia de la Historiografía... nos delimita temporalmente
el inicio de la historiografía en Venezuela. Al
exponer que: La historiografía de la Emancipación marca el nacimiento de la historiografía venezolana propiamente dicha, tanto en razón del acontecer histórico concreto como de su expresión en la conciencia histórica. Pero subsiste una dificultad, nutrida por la distancia que media entre estos primeros planteamientos de lo que sería una temprana conciencia histórica venezolana, todavía más intuida que fundamentada, todavía más aspiración que práctica, pero documentable, y lo que sería la definitiva floración de ella a partir, aproximadamente, de la década del cuarenta del siglo XIX, con la obra[12] de Rafael María Baralt, valorada como presentación sistemática de la nueva conciencia histórica, fundada en una reinterpretación del período colonial y de buena parte de la historia de Europa.[13] Con ello evidencia, el grado de influencia que generó el pensamiento historiográfico europeo, en el territorio venezolano, en aquellos –“trabajadores”- que se dedicaron a la labor historiográfica, pero de la cual, según aclaratoria del Dr. Germán Carrera Damas:
... sólo se podría hablar de historiografía venezolana a partir del momento cuando los venezolanos comenzaron a verse a sí mismos, en sentido temporal y espacial, como venezolanos, y no como súbditos del rey de España o como españoles de América; tampoco como americanos, sino específicamente cuando comenzaron a verse a sí mismos, en perspectiva histórica como venezolanos, diferenciándose positivamente de cualesquiera otros contextos.[14] II
-Visión Histórica-Historiográfica de los Hechos Precedentes al Congreso de Angostura
El pueblo venezolano a raíz del 19
de abril de 1810, estaría impulsando su AUTODETERMINACIÓN, de Libertad,
Independencia y Soberanía; (principios fundamentales para la
construcción de una nueva República) acción que hoy más que nunca
debemos todos, emular e impulsar para evitar ser, sujetos de pretensiones NEOCOLONIALISTAS-IMPERIALISTAS, fundamentadas por la “Doctrina
Monroe”[15]
y representadas por la bota norteña de los Estados Unidos de Norte América,
recordemos aquel pensamiento lapidario de nuestro Simón Bolívar,
expuesto en comunicación enviada a Patrick
Campbell, encargado de negocios de Inglaterra en Bogotá, escrita
en Guayaquil, el 5 de agosto de 1829 en la cual expresa “ Los Estados
Unidos, (…) parecen destinados por la Providencia para plagar a la América
de miserias a nombre de la Libertad”. Los hechos del 19 de abril de 1810, sería
el Movimiento que inicia en Caracas el proceso histórico de la
Independencia de Venezuela, al ser destituidas las autoridades españolas
y sustituidas por una Junta de Gobierno a la cabeza de la cual figuran los
2 alcaldes del Cabildo Municipal, ese día el Cabildo Municipal ejerció
el primer acto de soberanía popular deponiendo a las autoridades españolas
presididas por el Gobernador y Capitán General, Don Vicente Ignacio
Antonio Ramón de Emparan y Orbe, pero de esta acción protagonizada por
el grupo detentor del poder económico colonial, amerita las siguientes
interrogantes: a) ¿Porqué éste acto de fidelidad a la Corona
metropolitana?, b) ¿A caso sería más que un acto de disimulación política,
o sería tal vez una estrategia de persuasión, en espera de la coyuntura
política necesaria para impulsar realmente la ruptura definitiva con el
nexo colonial?, c) ¿Oh sería el primer acto en que se evidencia la Crisis de la Conciencia Criolla, venezolana?.
En razón de ello, consideramos que “siempre será posible discutir
sobre si se trató de estratagema o de argucia. Probablemente abundarán
buenas razones en uno u otro sentido”[16] no se olvide que son hecho
sociales, los cuales tienen que ser captados por la visión acuciosa y
abstracta del historiador, para ser sometidos al análisis crítico
propiamente dicho, apegado –insisto en esto- a la rigurosidad del método
histórico. Por ello, “quizá sea más productivo
indagar sobre las condiciones que hacían necesaria una u otra
alternativas o ambas, combinadas según momentos y personajes”[17].
“Pero cualquiera que sea la justificación del explícito lealtismo del
19 de Abril de 1810, se desemboca en una misma comprobación: la ausencia
de una auténtica conciencia monárquica”[18] correlacionada con la
conciencia cristiana católica, es decir la invocación de uno suscita de
inmediato la del otro. Esto bien podría ser argumentado y sujeto a
estudio, pues en la mentalidad del momento se planteaba la diatriba de “Se
es en Dios como se es en el Rey” quizás aquí, con esta
aseveración estaría la clave que permita la comprensión del hecho histórico
en su complejidad. Hecho en el cual, la mentalidad criolla del
momento, vio que la crisis de la monarquía española, representó una
gran amenaza para su posición como clase dominante, por cuanto faltaba la
clave de la estructura de poder, que bien podría desvanecerse. “Este
fue el caso de Venezuela: los criollos comprendieron que su condición de
clase dominante se vería comprometida si se debilitaba la estructura de
poder fundada en la conciencia monárquica”[19]
por esta razón aquel 19 de abril de 1810, la Junta Suprema de Gobierno se
declararía Conservadora de los Derechos del Rey Fernando VII, desconociendo
la autoridad del Consejo de la Regencia. Pues “los mantuanos fueron
partidarios de que dicha junta se convirtiera en permanente. Los españoles
se oponían a esa pretensión, porque ella significaba compartir el poder
con los criollos”[20]. De la misma manera los mantuanos rechazaron toda vinculación con Francisco
de Miranda: el 24 de octubre el marqués del Toro le entregó al capitán
general una carta que desde Londres le había escrito Miranda el 20 de
julio, en la cual le incitaba a promover la instalación de una junta en
Caracas a través del Cabildo Municipal y a ponerse luego de acuerdo con
los cabildos de Santa Fe de Bogotá y de Quito para lograr, decía
Miranda, ‘nuestra salvación e independencia’[21] En
otro orden de idea, este 19 de abril de 1810, aportaría elementos
necesarios que cambiarían la historia política venezolana, a partir de
aquí, ya no sería lo mismo, pues se estaría preparando la acción
participativa y protagónica del pueblo que en esta fecha vio vulnerado
sus sueños por intereses clasistas del momento, que fue utilizado al
arengar a viva voz contra Emparan “No lo queremos” acción que bien
puede ser catalogado como el primer acto de referéndum popular, que la
historia política-electoral bien podría tomar como antecedentes, pues
allí, está plasmado a pesar de la intención, el espíritu participativo
de un pueblo a decidir los cambios políticos inmediatos. Una vez que se dan los hechos del 19 de
abril de 1810, con sus consecuencias inmediatas, de orden social, político,
militar y económico; comienza en el país el proceso de agudización de
la lucha por la libertad e igualdad, en la cual estará presente a lo
largo de todo el proceso las contradicciones dialécticas que serán el
elemento dinamizador de la Emancipación venezolana. Impulsados por un
conjunto de factores, tales como: a) las ideas del movimiento de la
Revolución Francesa (1789) que llegarían a Venezuela de manera
indirecta, b) por una acentuada decadencia del poder metropolitano, c) por
una complejidad ideológica, en correspondencia a los intereses de clases,
bajo la versión ideológica: antillana, francesa y española, y d) por el
surgimiento sistemático y progresivo de una conciencia nacional y de
clase a lo largo del proceso revolucionario. Hasta el estallido bélico
como expresión de la crisis que justificaría el replanteamiento integral
de la sociedad colonial venezolana. Con este señalamiento estaríamos entrando
en la última parte de estas consideraciones, en la cual se daría
respuesta a la segunda interrogante de este ensayo historiográfico, -al
hecho histórico-, a la Aproximación a la Comprensión Lógica
del Discurso de Angostura. III
- La Moral y lo Educativo en el Pensamiento de Bolívar
A la luz de todos estos hechos, recogidos
ampliamente por la historiografía venezolana, es en donde se resalta la
figura antropológica de Simón Bolívar, no tan sólo por su accionar
militar, sino por la claridad de visión política e histórica, que
alcanzó su madurez en el proceso directo de los hechos, en su
cotidianidad, lo que demuestra, como él, logró entender las
particularidades de su momento histórico. Esto lo manifiesta en cada una
de sus intervenciones de manera progresiva y sistemática.[22] Por lo cual, una vez que Simón Bolívar
efectúa el Análisis Crítico de la situación del país, tanto en el
orden: socioeconómico, táctico militar, político administrativo, geopolítico
e ideológico, entre otros., expuestos en un conjunto de Comunicaciones y
Discursos precedentes al Discurso de Angostura, en los cuales deja ver su
preocupación por el país y los motivos que incidieron en las perdidas de
la Primera y Segunda República; Bolívar plantea con urgencia en el año
de 1818 ante el Consejo de Estado, la convocatoria a elecciones de un
grupo de Ciudadanos, a efectuarse el 22 de octubre del mismo año, quienes
en su roll de Diputados por las provincias[23]
de Caracas, Barcelona, Margarita, Cumaná, Barinas y Guayana, instalarían
el Segundo
Congreso Nacional Constituyente, con el cual se diera una salida
constitucional a la crisis del país y se demostrara al mundo la capacidad
que se tenía para organizar y poner en marcha el Poder Legislativo, a
pesar que no contaban con el control de todo el territorio, porque ello,
“…además de asegurar el respeto por parte de los extraños, daba una
sensación de seguridad a los que se habían acogido al régimen
republicano”[24].
Sobre la base de estas justificaciones, Bolívar logra que los Diputados
electos instalaran el 15 de febrero de 1819, en Santo
Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar), provincia de Guayana, el Congreso
de Angostura, en el que legaría para los estudios históricos-historiográficos
venezolanos y del mundo el tratado sociológico, filosófico, político-constituyente
y educativo en el que se expresa el pensamiento más acabado del momento
para la llamada Gran Colombia
y algunos países hermanos. Este discurso es conocido con el nombre de Discurso
de Angostura, en el cual Simón Bolívar reconoce y exalta la
Soberanía Nacional, al señalar Señor. ¡Dichoso el Ciudadano que bajo el escudo de las armas de su
mando ha convocado la Soberanía Nacional para que ejerza su voluntad! Yo,
pues, me cuento entre los seres más favorecidos de la Divina Providencia,
ya que he tenido el honor de reunir a los Representantes del Pueblo de
Venezuela en este Augusto Congreso, fuente de la Autoridad legítima, depósito
de la voluntad soberana y árbitro del Destino de la Nación.[25] Ya con estas palabras, se deja ver el
ideario revolucionario sociopopular del Libertador, quien no sólo quería
un pueblo libre y fuerte, quería un pueblo con hombres virtuosos e
ilustrados, para que los códigos sociales no resultaran “obras
muertas”. En razón de ello expresó …a
veces son los hombres, no los principios, los que forman los Gobiernos.
Los códigos, los sistemas, los estatutos por sabios que sean son obras
muertas que poco influyen sobre las sociedades: ¡hombres virtuosos,
hombres patriotas, hombres ilustrados constituyen las Repúblicas![26] Esto explica el porqué de la propuesta del
establecimiento del poder moral “cuya función era grandiosa, abrir
camino al hombre Sudamericano que Tocqueville nos pinta en su Democracia
en América lleno de vicios…[27]
y otros males. Para Bolívar la construcción de una gran
sociedad, debe reposar en el pilar moral, visto como el poder que permita
deslastrarse de las malas costumbres, de los vicios y dependencias del
hombre hispanoamericano. Para el logro de tal visión, se inspira en el
antiguo cuerpo de leyes de las culturas clásicas: Grecia y Roma, y de
manera consciente propone ante el Congreso Constituyente reunido en
Angostura un nuevo poder, el Poder Moral[28]
que ejercería una autoridad plena e independiente sobre las costumbres públicas
y sobre la primera educación, bajo la figura compuesta por dos cámaras:
Moral y Educación. Lo que representaría la figura de el Areópago, tomado de la
sociedad Griega Ateniense y de los guardianes de las costumbres Romana
tomaría sus Censores
y Tribunales Domésticos
y de Esparta sus austeros establecimientos o instituciones, con lo que se
formaría, -para Bolívar- tres
manantiales una fuente de virtud para dar a la República de la
Gran Colombia una “…cuarta potestad cuyo dominio sea la infancia y el
corazón de los hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la
moral Republicana”[29] Pero esta propuesta fue rechazada por los
constituyentes, quienes después de acalorados debates decidieron que para
su aplicación era necesario “…consultar la opinión de los sabios de
todos los países por medio de la imprenta. Hacer algunos ensayos
parciales y reunir hechos que comprobasen las ventajas o los perjuicios de
esta nueva institución…”[30]
por lo que se decretó que la propuesta del Poder Moral se publicase como Apéndice
de la Constitución con la intención de que los ciudadanos del
mundo pudiesen considerarla y comunicasen sus opiniones. Hoy día el Poder Moral, tan solo en Venezuela, tras una espera de 180 años,
es una realidad, -¡es letra constitucional!- desde la Constituyente de
1999. En ella se analizó y se tomó la propuesta de Bolívar, por la gran
necesidad de crear instituciones que se ocupasen de velar por superar la
deteriorada salud moral de nuestro pueblo. Donde la realidad sociopolítica
de la Venezuela contemporánea nos ha evidenciado “…que los vicios
subsisten cuando la sociedad no está alerta, y que la corrupción (…)
el tráfico de influencia, el peculado, florecen lo mismo en las
dictaduras que en las democracias”[31]. Sobre la base de este señalamiento,
ofrecido por el Dr. Ramón J Velásquez, el cual compartimos, se considera
necesario observar que estos flagelos, han estado presentes en la
Venezuela de ayer al igual que están en la Venezuela de hoy. Estos fueron
uno de los tantos males que enfrentó, enjuició y denunció el
Libertador. Contra los cuales tomó medidas considerables, quizás algunas
coherentes y otras pocas coherentes, pero todas tras la búsqueda de
subsanar tal situación, es por ello su insistencia ante el Congreso
Constituyente de Angostura de la conjugación del Poder Moral con el
Educativo, indispensables para el buen ejercicio del gobierno. Por ello señaló
“la educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor
paternal del Congreso. Moral y luces son los polos de una República,
moral y luces son nuestras primeras necesidades”[32]. Esta es una de las ideas
que hoy tienen mayor vigencia en nuestra contemporaneidad y, a la cual se
le ha dado vital importancia para la refundación del país[33]. Más cuando se está plenamente convencido,
que el Libertador tenía absoluta razón al pensar y hacer la autocrítica
sociológica referente a la forma de dominio o esclavitud, a la cual el
“Pueblo Americano”[34]
“uncido (…) al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del
vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud”[35]. Por ello, nuestro Libertador, entiende que
para construir una nueva Sociedad, con nuevos fundamentos, exigía la
aplicación de una nueva filosofía educativa. “Él quería forjar una
sociedad más humana, en la cual el hombre no fuese un simple instrumento
de dominación política, y esto no es posible sin la educación”[36].
Pero no era una educación concebida de modo parcial, como mera formación
técnica, sino coma actividad integral, de formación del ciudadano, donde
participen como entes directrices el Estado y la familia, pues el hombre
es o será lo que se haga de él en el sistema de instrucción. Por tal razón, el Libertador, entendió el
papel fundamental del binomio social moral y luces, para la preparación del ciudadano. Por ello
Barboza de la Torre, al analizar el ideario educativo de Bolívar,
concluye que él[37],
siempre colocó …la
moral exactamente al lado de la Educación, al momento de hablarle a un
Congreso revolucionario constituyente, (…) y que lo dijese el hombre
fuerte y poderoso que tenía pendiente (sic) de la cintura una espada,
constituye un acontecimiento extraordinario, donde el protagonista
rutilaba ante ojos y oídos colmados de asombro[38] de
cada uno de los asistentes a tal importante acto constituyente. Quienes
oyeron de boca del Libertador afirmar que Por el engaño se nos ha dominado más
que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la
superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un Pueblo
ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción…[39] Ambos conceptos: Moral
y Educación, expuestos ante el Congreso de Angostura no han
perdido vigencia. Y ellos van a ser, en lo sucesivo una constante
propuesta de Bolívar, en sus escritos y discursos para el desarrollo del
proyecto legislativo. Nuestro Libertador tuvo un concepto muy
elevado de los principios educativos y morales, para él, eran grandes y
significativos, de allí que en sus documentos sean estos, eslabón
principal de sus ideas. Sus juicios en aspectos fundamentales del vivir latinoamericano, mantienen actualidad y muchos de los problemas que el Libertador tenía planteado como gobernante en 1819 o en 1827, siguen vigente. Por ello, se hace necesario recordar que el Libertador Simón Bolívar con unja gran claridad y proyección en el tiempo señaló: “un pueblo pervertido si alcanza su Libertad muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarle que la felicidad consiste en la práctica de la virtud…[40] A 176 años
de la desaparición física de Simón Bolívar, aquel fatídico 17 de
diciembre de 1830. Hoy más que nunca su grito de libertad, su denso y
profundo pensamiento, siguen perdurando en América, con un lenguaje de
nitidez y transparencia admirable que lo ha llevado a remontar las auras
del tiempo, prolongándose no únicamente en su época, sino en la
nuestra, por esta razón se le ha atribuido poseedor de una visión
futurista y hasta apocalíptica. Con lo que se reafirma, una vez más que
la historia es la “ciencia de los hombres en el tiempo”[41].
Simón
Bolívar (1783-1830) tal vez no tuviera para algunos crítico o
detractores la refinada cultura de Miranda, ni los conocimientos militares
de San Martín, pero su pasión por la independencia de América, su
carismático poder de convicción, sus ideas sobre la
integración, la moral y la educación, la fuerza contundente de
sus palabras y accionar al igual que la firmeza de su pluma, entre otras,
hicieron en él, el símbolo y la voz de la libertad Americana, tal como
lo comprendió el apóstol de la Revolución Cubana, José Julián Martí
(1863-1895) en su momento. Al señalar en una de sus obras Hay hombres que viven contentos
aunque vivan sin decoro. Hay hombres que padecen como en agonía cuando
ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de
haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz.
Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí
el decoro de muchos hombres. Esos son los que se revelan con fuerza
terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es
robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va
un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados. Bolívar
de Venezuela; San Martín del río de la Plata; Hidalgo de México. Se les
debe perdonar sus errores, por que el bien que hicieron fue más que sus
faltas. Los hombres no pueden ser más perfectos que el sol. El sol quema
con la misma luz con que calienta. El sol tiene manchas. Los desgraciados
no hablan más que de las manchas. Los agradecidos hablan de la luz. Es
innegable la influencia que ejercieron en Simón Bolívar el pensamiento
de sus maestros[42],
y los acontecimientos sociales de la época que ocurría en el territorio
venezolano al igual que en otras latitudes, pero de la influencia de sus
maestros, de todos ellos se resalta la figura de Simón Carreño Rodríguez,
-el Robinson de América- quien se encargó de su educación, dejando
honda huella en su pensamiento y personalidad, con lo que se evidencia que
los grandes hombres se nutren del pensamiento que refleja la realidad del
Mundo y de la praxis que desarrollan las virtualidades progresivas de la
historia en correspondencia con su tiempo. En razón de ello, entre el
retumbar de los cascos de los caballos y el olor acre de la pólvora,
protagonizaría Bolívar al lado de los grupos populares, la gente de
color del pueblo llano, algunas de las acciones más hermosas y proféticas
del acontecer sociohistórico político y moral de Hispanoamérica para
los siglo XVIII y XIX, proyectadas todas ellas a la actualidad. Por ello recordamos una vez, uno de los postulados del maestro, combatiente y revolucionario, Marc Bloch, -historiador francés-, quien señalaría que “la incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es, quizás, menos vano esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente”[43]. BANKO, Catalina “La Historiografía
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Academia Nacional de la Historia, Caracas, julio-septiembre de
1988, Nº 283, pp.131-141. BARBOZA
DE LA TORRE, Pedro A. “La Originalidad de Bolívar, Como Legislador”
en Bolívar
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pp.183-207 BLOCH, Marc (1988) Introducción a
la Historia. (14ta. Edic) México: Fondo de Cultura
Económica, Brevario, Nº 64. BOLÍVAR,
Simón. “Discurso de Angostura” en Simón
Bolívar Escritos Políticos, Alianza Editorial, 1982,
pp.93-123 BRICEÑO PEROZO, Mario. “El Congreso de Angostura” en Diccionario Multimedia de la
Historia de Venezuela, editado por la Fundación Polar. BRICEÑO-IRAGORRY, Mario (1952) Introducción
y Defensa de Nuestra Historia. Caracas: Ediciones Bitácora. CARRERA DAMAS, Germán (1980) Metodología
y Estudio de la Historia. (2da edic) Caracas: Monte Ávila
Editores. --------------------------------------
(1996) “Para una caracterización general de la historiografía
venezolana actual” en Historia de la Historiografía Venezolana
(Textos Para su Estudio) Tomo I (1era Reimp. de la 2da
edic) Caracas-Venezuela: Ediciones de la Biblioteca de la UCV. --------------------------------------
“Sobre Conciencia Histórica y Momento Histórico en Venezuela Contemporánea”
en Jornada de Historia Crítica, Ediciones de la Biblioteca,
Caracas, 1993, pp.111-123 LABARCA
PRIETO, Domingo A. “Estudio Preliminar” en Bolívar Filósofo y Legislador
(Ciclo de Conferencias 78-80), LUZ, 1981, pp.5-79 PÉREZ
VILA,
Manuel. “Conspiración de los Mantuanos” en Diccionario
Multimedia de Historia de Venezuela. PIVIDAL,
Francisco (2004) Bolívar: Pensamiento Precursor del Antiimperialismo, Caracas,
Dirección Nacional de Ideología y Formación (MVR) PRIETO
FIGUEROA, Luis Beltrán. “El Areópago en el Proyecto de Constitución
de Angostura” en Bolívar Filósofo y Legislador (Ciclo de Conferencias 78-80),
LUZ, 1981, pp.331-351 VELÁSQUEZ,
Ramón J “Bolívar, Filósofo, Político y Legislador”, en Bolívar Filósofo y Legislador
(Ciclo de Conferencias 78-80), LUZ, 1981, pp.301-316 AUTOR: Prof. Jorge Nicolas Campos Reina Magíster en Historia de Venezuela
Referencias
[1] Pronunciado por Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura. [2]
Este hecho es la resultante de una crisis social y política
cada vez más acelerada que se inició en el territorio desde el mismo
instante en que se inició el Proceso de Violencia e Implantación
Colonial, con la cual se inicia lo que GCD ha denominado la Fase de
Planteamiento de la Crisis de la Sociedad Colonial Venezolana. Para
mayor información Véase de GCD La
Crisis de la Sociedad Colonial Venezolana. [3]
Germán Carrera Damas; “Para una
Caracterización General de...”, en Historia de la
Historiografía..., t. I, p.11 [4] En relación con ello, Mario Briceño-Iragorry, nos dice que durante el período Republicano “el aspecto heroico de este período miró a la exaltación providencialista de los hombres, y recién salidos de la matriz colonial, el discurso histórico hubo de adquirir carácter polémico que defendiese las razones de la Independencia. Más que historia crítica se escribió historia política, enderezada a justificar la revolución, y harto especioso sería pedir hoy que los hombres de la nueva república hubiesen tenido para el juicio del pasado la claridad que alumbró en sus últimos años la mente desencantada de Bolívar”(Mario Briceño-Iragorry; Introducción y Defensa de nuestra historia, 1952, p.18) [5] Mario Briceño-Iragorry; Ob. Cit., pp.17-18 [6] Véase: Carrera Damas Germán (1973) El Culto a Bolívar. (2da Edic) Caracas, Ediciones de la Biblioteca de la UCV. [7] “... con este discurso se pretende resaltar la justicia de la lucha del pueblo contra sus opresores y justificar la nueva organización política que ha sustituido el sistema de dominio hispánico...” (Catalina Banko; “La Historiografía Venezolana...”, en Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, Nº 283, julio-septiembre, 1988, p.132 [8] Calificativo dado por Mario Briceño-Iragorry, a los que se abocaron a escribir la historia de Venezuela. [9] Carrera Damas Germán; Metodología y estudio de la historia, 1980, p.125 [10] Véase: “Sobre Conciencia Histórica y Momento Histórico en Venezuela Contemporánea” de Germán Carrera Damas; en Jornada de Historia Crítica, Ediciones de la Biblioteca, Caracas, 1993 [11] Carrera Damas Germán; Metodología y Estudio de..., p. 177 [12] Primera producción en el país de gran aliento titulada, El Resumen de la Historia de Venezuela, compuesta con la participación de Ramón Díaz. [13]
Carrera Damas Germán, “Para una
Caracterización General de...”, en Historia de la
Historiografía..., t. I, p.15 [14] Ibídem, p.12 [15] Declaración que recoge los principios de la política exterior de Estados Unidos con respecto a los derechos y actividades de las potencias europeas en el continente americano, expuesta por el presidente James Monroe en su comparecencia anual ante el Congreso de Estados Unidos el 2 de diciembre de 1823, y que llegó a ser la base de la política aplicada por ese país respecto a Latinoamérica. Criticada en su tiempo por la Visión Antiimperialista de Simón Bolívar. Véase: Bolívar: Pensamiento Precursor del Antiimperialismo, de Francisco Pividal. [16] Germán Carrera Damas, Jornada de Historia Crítica, p. 150 [17]
Ídem [18] Ibídem., p.151 [19] Ibídem., p.152 [20] Francisco Pividal, Bolívar: Pensamiento Precursor del Antiimperialismo, 2004, p.37 [21]
Manuel Pérez Vila, “Conspiración de los Mantuanos” en Diccionario Multimedia de Historia de Venezuela [22] Entre ellos se resaltan antes del Congreso de Angostura los siguientes: Discurso ante la Sociedad Patriótica (4 de julio de 1811), Manifiesto de Cartagena (15 de diciembre de 1812), Manifiesto de Carúpano (7 de septiembre de 1814), Carta de Jamaica (6 de septiembre de 1815), y después del Congreso de Angostura los siguientes: Mensaje al Congreso de Colombia (25 de mayo 1826), Mensaje en la Convención de Ocaña (29 de febrero de 1828), entre otros. [23] Cada Provincia estaría representada por cinco Diputados, lo que sumarían un total de treinta [24]
Mario Briceño Perozo, “El Congreso de Angostura” en Diccionario Multimedia de la
Historia de Venezuela, editado por la Fundación Polar. [25] Simón Bolívar “Discurso de Angostura” en Simón Bolívar Escritos Políticos, Alianza Editorial, 1982, p.93 [26] Ibídem, p. 106 [27] Domingo A, Labarca Prieto “Estudio Preliminar” en Bolívar Filósofo y Legislador (Ciclo de Conferencias 78-80), LUZ, 1981, p.61 [28] El poder Moral estatuido en el proyecto de Constitución, presentado por Bolívar, fue considerado por algunos diputados como la idea más feliz y la más propia a influir en la perfección de las instituciones sociales. Por otros, como una inquisición moral, no menos funesta ni menos horrible que la religiosa. Y por todos como de muy difícil establecimiento e impracticable. [29] Simón Bolívar, Ob. Cit., p.117 [30] Luis Beltrán Prieto Figueroa, “El Areópago en el Proyecto de Constitución de Angostura” en Bolívar Filósofo… p. 334 [31] Ramón J, Velásquez “Bolívar, Filósofo, Político y Legislador”, en Bolívar Filósofo…, p.303 [32] Simón Bolívar, Ob. Cit., p.116 [33]
El gobierno Bolivariano, ha creado las Misiones Educativas: Robinson,
Ribas, Vuelvan Caras al
igual que la Universidad Bolivariana de
Venezuela (UBV) entre otras instituciones de carácter
educativo formativo-popular, con la única intención de permitirle al
pueblo venezolano acceder a la educación, y de esta manera saldar
parte de la deuda social para que los sectores populares puedan romper
con las cadenas de la oscuridad, tal como lo visualizó Simón Bolívar. [34]
Expresión pronunciada por Simón Bolívar en el Discurso Pronunciado
ante el Congreso de Angostura (1819) [35] Simón Bolívar, Ob. Cit., p. 97 [36] Domingo A, Labarca Prieto, Ob. Cit., p.64 [37] Se refiere al Libertador Simón Bolívar. [38] Pedro A Barboza de la Torre, “La Originalidad de Bolívar, Como Legislador” en Bolívar Filósofo…, p. 203 [39] Simón Bolívar, Ob. Cit., p. 97 [40] Ídem., p. 97 [41] Marc Bloch, Introducción a la Historia, 1988, p. 26 [42] Simón Carreño Rodríguez, Andrés Bello y el Padre Andujar [43] Marc Bloch, Ob. Cit., 1988, p. 38 |
Prof. Jorge
Nicolás Campos Reina
Autorizado por el autor el
día 3 de mayo de 2008
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