Indianidad y descolonización en el hispanoamericanismo del patriota revolucionario
Francisco
de Miranda
Orlando Camacaro |
Lugares comunes en las manipulaciones mantuanas y eurocéntricas
programa radial con las comunitarias del Estado Miranda) |
"Acordaos de que sois descendientes de aquellos Ilustres Indios, que no queriendo sobrevivir a la esclavitud de su patria, prefirieron una muerte gloriosa a una vida deshonrosa".
Francisco
de Miranda
.
[1]
-
Manifiesto
de 1801.
|
Esas
caras múltiples de esa misma cara, de ese mismo rostro envuelto en múltiples
rostros, es el mismo rostro uno y único de Francisco de Miranda.
De pueblo, tierra y sangre derramada por
la libertad de América. Rostro de múltiples facetas que
permanecen ocultos cuando se escamotea y manipula la unidad de su
pensamiento y la diversidad
de
su geografía de pueblos y culturas implicados en un mismo proyecto
continental. Es
Miranda uno y múltiple, de ayer, de hoy y de siempre, como
un abanico abierto de posibilidades cada vez que interrogamos
el
pasado desde el presente y
el
futuro desde el presente.
Esa
unidad de pensamiento quizá
-por
su extensión y complejidad- no esté del todo a nuestro alcance en estos
momentos.
Pero sí estamos en
condiciones de asegurar que su vida estuvo siempre marcada, para siempre
marcada, por reivindicar con orgullo el pecado original de haber nacido en
América y he aquí, la huella digital y
el
mito motor, que le llevó hasta su muerte a buscar –como después le
tocaría a Simón Rodríguez y
Bolívar- un proyecto histórico específicamente americano. A
pesar de ser visto Miranda, como el más europeizado de los líderes de
nuestra
independencia, es
paradójicamente, el iniciador más sensible de nuestra
indoamericanidad desde su hispanoamericanismo. Ni siquiera la
fuerte influencia anglosajona o francesa, pudieron jamás conseguir
apartarlo de estas dos fuentes irremplazables de su pensamiento. Desde
Inglaterra, Francia o Rusia, sus pasos, sus observaciones, sus
anotaciones, sentimientos y reflexiones, eran por la libertad de aquello
que Martí llamó siempre Nuestra América, declarando el Prócer cubano
de antemano, que América no caminará sin el indio. Y si algo de original
vamos a buscar en Miranda, hemos de buscarlo- por aproximaciones-
en "lo más originario, antiguo, constante y específico
del país y del continente en todo su devenir histórico". Pero también
en la originalidad de lo hispanoamericano y de lo iberoamericano, de lo
afroamericano y de lo asiático americano. Y, dicho sea de paso, lo asiático-americano,
nos retorna sin apartarnos del presente histórico, a nuestra doble
originalidad asiática y africana, atendiendo a los orígenes más
remotos, de África al Asia y Oceanía, del inicial poblamiento
americano.
Es
aquí donde
se vertebra en sus múltiples
originalidades la unidad del género humano y es aquí donde reside la
verdadera universalidad del caraqueño y no sólo en el aporte europeo a
la formación de su pensamiento.
Fue
Miranda nuestro primer interlocutor
del
Sur con el Norte. Y ello con voz propia, sin intermediarios y como ángel
guardián del continente para impedir con su alta diplomacia, que las
potencias europeas de la época se repartieran y desmembraran
las colonias españolas en América, como ya lo venían
haciendo con el Caribe. Este triunfo diplomático y libertador de Miranda,
casi nunca se ve y por el contrario se habla del deprimido y del
fracasado. Reproduciendo todavía las viejas consignas del imperio español. Pero vayamos ahora a los enfoques fragmentarios que vuelven superficial y sin real articulación en su unidad y diversidad el pensamiento revolucionario del patriota independentista Francisco de Miranda. Letanías de un rosario de lugares comunes -Una letanía de los lugares comunes sigue ocultando y manipulando la coherencia, profundidad y originalidad americanista del pensamiento filosófico, ideológico y político de Francisco de Miranda. Lugares comunes que degradan y mutilan su espacio propio de pensador independentista, condenándolo y condenándonos a nosotros hasta hoy a la eterna prisión en la Carraca del europocentrismo y del logocentrismo del capitalismo neoliberal dominante. De la lógica del capital. Veamos esos lugares comunes (y los comentarios críticos al margen en cursivas): [2]
-
Precursor
de la Independencia.
(Miranda es
más que un Precursor, tiene proyecto histórico propio, no es un
proto-independentista. Es
un
independentista a secas, en sentido pleno, con enfoque continental
y
una visión integral de la mundialidad de su tiempo). Además
de tiempo anticipado es proyecto (anticipado).Es utopía política (en
movimiento). Que otros proseguirán hasta hoy.
-El
caraqueño
universal.
A
veces diera la impresión
que
lo hace universal, no lo caraqueño o lo americano, sino sólo lo europeo:
Que
peleó en
Pensacola y en
la
Revolución
Francesa… y
estuvo por Rusia, más que su búsqueda y su ser propiamente
americano. Universalidad es sinónimo para la ideología dominante de
expansionismo imperial
occidental.
-Que
conoció a
Catalina de Rusia
y recibió su
protección.
Ocultando las
contradicciones reales, de tipo geopolíticas por el control en el Pacífico
Norte de América, entre
Rusia
y España, en ese momento.
Destaca así, que
personajes como Voltaire y Diderot, podían ser protegidos por Catalina de
Rusia, por sus ideas, pero un americano como Francisco de Miranda, sólo
podía ser protegido por razones donjuanescas o cualquier otro motivo
oculto, menos por sus ideas
(Carmen
Bohórquez, Discurso de Orden en la Asamblea Nacional. 12
de Marzo de 2006. Colección Ideas Claves. MCI. Caracas.2006.p.
23.)
Mantiene
Miranda –en ese viaje-
una extraordinaria personalidad y una increíble fidelidad a
su proyecto originario. Personalidad y fidelidad que no pudieron mantener
después –como legado- las clases dirigentes del continente. Si algo podía
resultar penoso y de riesgo para el país, era cualquier visita de un
dirigente de este país y del continente al continente europeo. Lo primero
que se ponía en claro era la vergüenza étnica, el racismo contra su
propio pueblo, el endorracismo,
la
no-identidad y la capacidad
para
entregar todo a las grandes potencias.-
-Que
los colores de la bandera eran en homenaje a sus amores con
Catalina de Rusia
(banalizando
el contenido indianista, cósmico, anticolonial e independentista). Sería
interesante revisar las reflexiones de Gilberto Antolínez en "Hacia
el Indio y su mundo". Universidad Centro Occidental. Barquisimeto.
1980. Antolínez plantea que
inspira
a Miranda la cosmovisión indígena de Los Andes: los colores primarios
representando el arcoiris. "Tal vez tengamos nosotros hoy, la bandera
más bella del mundo", me comentaba una niña cuando le presentábamos
esa identificación de la bandera
con
el arcoiris.
Quien
dude de la cosmovisión indígena de la bandera mirandina, que mire
detenidamente la primera bandera independentista de 1811. La
que
pasan por alto los críticos.¿Por qué?
Si
después Miranda trató de darle, como suponen algunos investigadores, un
sentido polisemántico,
"
relacionándolo con la teoría del color de Newton o el triángulo del
color de su contemporáneo Goethe, formado por estos tres colores bajo el
principio de simetría y complementariedad", no tiene por qué
negar su
planteamiento
indianista original. Sería en todo caso, lo que
Mariátegui llamaría después, "unir el mito a la
ciencia". Hay infinidades de casos en ciertas continuidades entre
Mito y Ciencia, lo cual no niega tampoco las discontinuidades.
-Que
se entrevistó con los personajes más importantes de la época
.
Nadie lo pone en duda. Aparte del extraordinario conocimiento que mostraba
de la realidad del mundo en su momento histórico.
No hay persona en Europa y en el mundo, más enterado de la situación
de los Estados Unidos, la naturaleza de su guerra con Inglaterra y los
cambios recientes, que Francisco de
Miranda, expresaba el
Presidente
norteamericano, Adam,
dicho
sea de paso, para quien Miranda no era santo de su devoción.
-Que
fue el archivólogo más importante de la ilustración.
Lo
que permite a algunos, presentarlo como un "racionalista a
ultranza", al margen de cierto romanticismo, de sus sueños, de sus
heterodoxias (consulta el horóscopo para ver si la independencia está
cerca o lejana.). No estamos negando con ello que sea el archivólogo más
completo e importante de la ilustración.
-Que
era
"muy culto", estudió los clásicos griegos y
hablaba
como seis o siete
idiomas.
Sí,
también es verdad, pero en su corazón latía
la lengua de la tierra de origen, de la cual nunca se apartó. No
olvidemos, que
Miranda habló y escribió el castellano primero que otros
idiomas, por tanto aprendió a pensar y sentir en castellano y no en inglés
o en francés.
[3]
Su "alta cultura", nunca lo apartó de la cotidianidad, vale
decir, de la cultura total. El estudio de los clásicos griegos no lo
apartó de su tiempo y de la crítica oportuna a las bases aristotélicas
de las justificaciones de la
conquista
de América. Sobre los clásicos griegos de Miranda demos la palabra a García Bacca y a Miguel Castillo Didier, entre otros.
-Nuestro
primer crítico de arte.
(Sin
comentarios. Que hablen los especialistas). Han hablado bastante y tal
vez, no lo suficiente. -¿Qué era simplemente un hijo de la Ilustración europea? (vale decir, ¿sin cabeza propia para pensar en americano y que de allá para acá lo enviaban como un "civilizador", sinónimo de un europeizador?). Y en lo peor –mejor para muchos- como un vulgar "agente inglés", tal como lo manejaba la corona española y ciertos mantuanos. [4] . Si algo pone Miranda en el tapete, como lo ha visto también la Dra Bohórquez, es la negación de nuestro ser americano, por parte de España, nuestra negación ontológica para convertirnos en colonia. Lo que sí no parece comprenderse del todo, es que el punto de conexión más profundo de Miranda en la búsqueda de nuestro ser americano, no es sólo el hispanoamericanismo sino el ser mismo de la indianidad del continente, la americanidad autóctona. Vale decir, lo más originario del continente. Pero sin asumirla como la única originalidad. Con fuerza telúrica o de la tierra de origen, sin desconocer la humanidad de otros continentes. Sin recaer en un telurismo inverso. Se trata de liberar a la América y a los americanos de pila, de la condena de ser americanos de la tierra. Está condenado de antemano todo el que nace aquí, sea cual sea la procedencia de sangre o de cultura. Pero el pecado original del indio es el más grave de todos, el que va a la raíz de todos los males: porque alude al dueño del territorio. Y toda conquista y colonización requiere de "espacios vacíos", territorios "sin dueños". Tropezarse con el indio concreto, de carne y hueso, lleva a destejer todo el tejido colonial. Entonces aparecen los límites de la nueva clase que aspira el poder y refuerza con su "ilustración" el bloqueo cultural que ha impuesto la sociedad de castas. Es este mismo bloqueo cultural y espiritual, unido al poder económico de los mantuanos, lo que desmoviliza políticamente a la indianidad y a los pardos y por supuesto, a los esclavizados. La "cultura única mestiza", será después el telón de fondo para poder afirmar que los pueblos indígenas y afroamericanos y los mismos pardos, han quedado "sin cultura" o como parte de "la barbarie": sólo sobrevive la "cultura hispánica". Entonces, la llamada "civilización" está ahora en el mantuanaje criollo y en el proceso de "criollización" del resto de la población. De allí que la condición de "vecino" en la sociedad colonial, tenga como requisito tener propiedades para ejercer sus derechos civiles y políticos. Con esta cruda realidad se encontró Miranda y los primeros libertadores. Aunque todo libertador pleno trata de ir más allá de los límites de la nueva clase emergente. Vale decir, que dialécticamente, la colonia había preparado en tres siglos a la nueva clase que iba a sustituir el poder colonial hispánico y le iba a dar continuidad a la conquista y colonización. Y a los nuevos imperios de Occidente.
No es Miranda el primero que reconoce que hay una negación expresa del propio ser americano. El cuestionamiento de la conquista parte de la misma resistencia indígena, al ver negada desde el primer momento su propio ser, desconocido en sus idiomas y culturas, en la convivencia con la naturaleza y sus territorios, manifestaciones telúricas y cósmicas, en sus visiones del mundo y de su historia oral. Sólo que el indígena hace el cuestionamiento, desde su propia filosofía, desde su visión del mundo. De allí que prefirieran morir a vivir de rodillas. Miranda por eso los convierte en paradigmas de la libertad.
Era
imposible para Miranda, en nuestra opinión, buscar una originalidad
americana, ignorando o desconociendo
al aborigen de todo el continente.
Aparte
de ello hay que recordar, que la América
indohispánica, no era
simplemente,
un pueblo europeo transplantado, como Estados Unidos y Canadá.
Tampoco el
mestizaje
podía ocultar del todo
la
diversidad cultural y lingüística de sus primeros
poblamientos y pobladores. Y las diversidades intrínsecas a la
sociedad colonial de castas, pasando por afroamericanos, isleños o
blancos de orilla, vale decir, no peninsulares.
Dentro de su visión de conjunto y el manejo de conjunto y
particularidades
Recordemos además
que Miranda es el que hace el primer esbozo de un planteamiento
continental
americanista y universal.
, no podía
escapársele del
párpado
inquieto de
sus
investigaciones y acciones libertarias, los primeros habitantes.
Si no se le escapó el
aborigen a los que pretendieron fundamentar las bases
morales, jurídicas y religiosas de la conquista ¿cómo podía
escapársele al
primero que
trata de fundamentar
el ser
propiamente americano para una
independencia
y en el fondo, una descolonización? Descolonización que queda planteada
y bloqueada, no desarrollada hasta ahora.
-
Que
era autodidacta y no llegó a tener el título de bachiller?
Si
el poeta es un legítimo invento del hombre, el autodidacta es un
invento
del individualismo
burgués europeo.
Sólo que
el poeta existe, pero el autodidacta no. Si el hombre es un ser social, la familia, la escuela, la comunidad, son los primeros maestros y las primeras escuelas. Además en el caso de Miranda fueron varios los maestros de primera línea que participaron en su formación inicial, como lo demuestra Tomás Polanco Alcántara. [5] Que se ponga en duda que recibió el título de bachiller, en aquel momento. No hay pruebas escritas. Ildefonso Leal asegura que no alcanzó a graduarse de bachiller (conversación personal). Lo cierto de todo, es que la mayor formación de Miranda, la de mayor duración, la adquirió en la Universidad de la vida. Ver. En: Tomás Polanco Alcántara, "Francisco de Miranda: ¿Don Juan o Don Quijote?" Edit. Melvin. Caracas. 1996. pp. 28-31, quien fundamenta su posición sobre las investigaciones de la Universidad Colonial del académico Ildefonso Leal.
-
Que quería entregar
Las Guayanas a los ingleses.
Algo que era contrario, de raíz
a
su pensamiento independentista y a su proyecto de preservar la unidad de
la América indohispánica. Pero también hay que tener claro, que
Miranda no tenía todas las piezas del ajedrez político en sus manos
.Los ingleses siempre le tuvieron la vista puesta a Guayana, como se ha
mostrado con la pérdida de la Guayana
Esequiva.
Aparte de
ello, no había punto más estratégico y posible donde ubicar
su casa de exilio con más permanencia
que en Inglaterra, además de la movilidad que le permitían
las islas del Caribe, en manos de Inglaterra, como se demostró en sus
viajes emancipadores.
De allí
que el Punto Fijo de América permaneciera en Londres, donde nacieron
sus dos hijos.: Leandro
y
Francisco.
-Que
quiso independizarnos con un ejército extranjero.
(Se
olvida que
Miranda no venía
del interior del país sino de Europa y Estados Unidos, vale decir, del
exilio. Es lógico que esto fue una limitante, que se prestó a
especulaciones por parte de los realistas y de los mismos mantuanos monárquicos,
incluyendo el alto clero reaccionario). Tampoco podemos olvidar, que
muchos de esos integrantes de ese ejército, hoy son parte de nuestros mártires.
Ellos en todo caso no venían como invasores, al estilo de los viejos y
nuevos conquistadores, a los que todavía le rinde culto la oligarquía
caraqueña, bogotana y continental. Estos jóvenes acompañantes de
Miranda que murieron cuando fueron apresados en el intento de desembarco
en
Ocumare de La Costa sus
nombres son todavía desconocidos por los venezolanos y americanos. Así
como se conocen más los barcos de Colón,
que los barcos de la expedición revolucionaria del patriota
Francisco de Miranda. No debemos olvidar, que los presos de la tripulación
de Miranda que caen
en
manos del poder español, murieron algunos de ellos ahorcados, con
la bandera tricolor en las manos, para ridiculizar al jefe del
pelotón. Mientras a los otros, les colgaban telas, amarilla, azul y
roja a sus alrededores, en forma burlesca. De esa manera asumieron
nuestra nacionalidad en el martirio. Al pie del cadalso.
-Que
como "agente inglés" venía a quemar iglesias y a quitarnos
el catolicismo para imponernos el
protestantismo
.
Nada más tonto y ridículo. El obispo de Mérida
Monseñor Hernández Milanes, lo llama
"nuevo belial" (o nuevo diablo), monstruo, insensato,
rechazado y botado de todas las naciones, al desembarcar en La Vela de
Coro un día como hoy de 1806.. Estos improperios continuaron contra Bolívar.
Y siguen contra
Chávez y
contra Evo Morales
hasta
hoy. Es el mismo mensaje reaccionario y decadente de las iglesias de las
cúpulas. Lo cual significa, hoy
como
ayer,
un reto para las iglesias de base.
[6]
-Que
fue recibido por
Napoleón
y éste
lo llamó
"Quijote sin locura
y
que tiene fuego sagrado en el alma".
Lo
más importante a destacar es que los emperadores nunca podrán tener
para sí, ni comprender o explicarse el fuego sagrado de los
libertadores. Por eso les causa asombro, curiosidad, cierta molestia
y desconcierto, cuando hay hombres y mujeres que están más
allá del inmediatismo del "cuanto hay pa'eso"….. Napoleón
siempre tenía una reserva oculta contra Miranda.
.
-Que supuestamente
le gustaba "el lujo y la vida buena",
(sin
pensar lo que significó el sacrificio de su amargo desarraigo y las
penurias en el
mar océano
y en las cárceles, viéndose al borde de la guillotina varias veces).
Como embajador de la independencia de América en muchas ocasiones tenía
que ajustarse a las normas y el tipo de vida de los palacios de los
emperadores. Pero sin dejarse absorber por ellos. Guardando distancia
con dignidad,
como en
efecto lo hizo).
-Que
le gustaban las mujeres y su personalidad era atractiva a las mujeres.
Visión Donjuanesca.
(Bueno,
todo el mundo sabe que las mujeres, desde la dominación patriarcal
ancestral, y desde su aguda intuición y su extraordinaria sensibilidad,
sienten la atracción
por el fuego sagrado de los libertadores y, así, una profunda
admiración –otras veces envidia de incomprensión,
reproduciendo la dominación -
por
sus propias libertadoras).
[7]
-Que
manejaba la diplomacia desde la más terrenal a
la más sublime.
(
Lo que le permitió
triunfar en sus propósitos fundamentales: impedir el reparto de América
Hispana por las potencias europeas.
Su endeudamiento, aquí y allá y más allá en pro de la
libertad de América, es una de las cosas que más angustia le causó y
lo que se prestó a ciertas confusiones y denigraciones por parte de los
financistas al ver los reveses sufridos en los intentos de desembarco
en
Ocumare y en La
Vela de Coro. Todos sus recursos personales y su propia vida, los empeñó
y entregó en pro de la independencia.)
-Que
se entrevistó con los que después iban a ser
los nuevos libertadores de Sudamérica. (
Sin
duda, fue el Maestro de los Libertadores de Sudamérica).Llama
particularmente la atención los Consejos del Viejo Miranda al Joven
O'Higgins.
-Que
participó en la
Independencia
de
Sudamérica.
(No
tiene discusión y
este fue
su propósito originario que lo llevó por Europa y el mundo y lo trajo
de nuevo a su tierra de origen)
-Que
trató de
desembarcar en
Ocumare y no pudo y luego llegó hace 200 años a la Vela de
Coro y nos trajo la bandera.
(Sin
duda que fue el abre brecha, que hizo caminos). Pero nos trajo y nos dejó,
algo más que la bandera. Nos dejó proyectos de largo alcance histórico
y caminos abiertos.
-Que
después
capituló ante
Monteverde
(de
donde partieron las visiones apresuradas de "cobarde" o
"traidor", al margen de la lucha política, social y militar
de ese momento histórico, de los reveses que sufría la
Primera
República y
de la adversidad a la independencia por parte del alto clero
reaccionario y la manipulación de la fe en
las castas sometidas, produciendo la rebelión de los esclavos de
Barlovento desde Caucagua hasta Curiepe).
-Que
tuvo "mala suerte" y muchos tropiezos en su vida.
Olvidando
que toda labor pionera tiene tropiezos, avances y retrocesos parciales.
Miranda sabía
que se
jugaba el todo por el todo y nunca se llamó a engaños. Por lo general,
casi siempre son los pioneros los que toman los tragos más amargos de
su proyecto histórico
.
Si alguien puede
confesar que vivió plenamente, ese
fue el
patriota
revolucionario Francisco de Miranda.
-Y
que murió preso en
La
Carraca.
(Presentado
siempre con esa imagen de deprimido y fracasado, sin recoger
su legado y sus aportes a una causa que no ha concluido).No
olvidemos que está planteada una segunda independencia. - Portador ante nosotros de la igualdad, la libertad y la fraternidad de la Revolución Francesa . (Olvidando que el proyecto independentista mirandino nunca cupo en esa igualdad, fraternidad y libertad del embudo. Y ni siquiera, la propia "plebe" de Europa). En esa igualdad, libertad y fraternidad de la Revolución Francesa, nunca estuvo prevista la libertad de América, salvo por las constantes insistencias y "entrepituras" de Miranda. Y de sus propios aportes a la Revolución Francesa.. De los propios aportes de América al concepto y sentido de independencia, contraria a imperio. Se anticipa a la integración, proponiendo el no desmembramiento de las colonias españolas en América y un proyecto de Independencia integral.
Y
así
se va simplificando e
individualizando la vida de todos los patriotas:
-El
Negro Miguel, el que se alzó una vez en las minas de Buría con
los esclavos negros y algunos indios y se quiso coronar rey, junto con
Giomar su mujer. 1552.
Sin
ver su entronque con la resistencia indígena jirahara que duró un
siglo y con todas las luchas afroamericanas, antes y después de su
alzamiento. Sobre todo, la alianza secreta india y afro.
-Guaicaipuro,
un Cacique que peleó contra los españoles. 1560-68.
(Sin
ver el significado de
su
alianza de pueblos y caciques desde Cúpira hasta el lago de Valencia y
la resistencia indígena, antes y después de Guaicaipuro. Sin ver su
carácter de prototipo de la resistencia indígena, representativo de
los pueblos y Caciques
frente
a la conquista y colonización. Su sentido de símbolo de unidad de los
pueblos y movimientos indios de hoy.)
Bolívar
y Guaicaipuro han sido los personajes más polémicos para entrar en el
Panteón
Nacional y al mismo tiempo los que han tenido mayor consenso
popular.
-Bolívar,
El Libertador, que nació en Caracas el 24 de julio de 1783 y libertó
cinco naciones. Que formó la Gran Colombia (1819-30)
y convocó el Congreso de Panamá (1826).
Sin
ningún manejo de sus documentos esenciales y de la unidad de su
pensamiento político..
-Simón
Rodríguez, el Maestro del
Libertador.
Sin
ver el valor propio de este solitario y la vigencia de su revolución
educativa.)
-Manuela
Sáenz, la Libertadora del Libertador.
Sin
ver el peso
específico de
esta heroína en la guerra de independencia .Además de ser el prototipo
de la participación de la mujer.
-Sucre,
el
Gran Mariscal de Ayacucho y fiel amigo del Libertador.
Sin
tomar en cuenta que Bolívar y Sucre, son
Libertadores de Sudamérica y muy familiares, junto con San Martín
en el Río de La Plata, con la independencia del Alto Perú (ahora
llamado Bolivia). Las luchas independentistas en Bolivia comenzaron, con
las revueltas indígenas a mediados de 1600.
-Urdaneta,
el más fiel de los amigos del Libertador y fundador de la Sociedad
Bolivariana
.
Sin conocer de fondo su conducta, su papel en la independencia y en la
unidad político-territorial de Venezuela y de La Gran Colombia. Su
figura debe aparecer hoy al lado de Bolívar, Miranda y Sucre.
La llamada bandera mirandina de las castas
-La
llamada bandera de las castas para formar su ejército en pie de
igualdad, con indios, negros y pardos; no faltan hoy investigadores que
pretendan negar la paternidad mirandina en la confección de esa
bandera. Sin embargo, la misma reposa hoy en el Archivo de Indias de
Sevilla como legítima bandera mirandina: negra, roja y amarilla.
Hoy se retoma dentro de la unidad y diversidad cultural del
Estado Miranda como la nueva bandera regional del Estado
Bolivariano Francisco de Miranda. Se le anexa un sol naciente, que es
propio de la bandera naval de Miranda y
las estrellas que registran sus diversas subregiones. Creo que
asumir esta bandera hoy hace justicia a la causa mirandina, retomando el
sentido de dignidad por parte del Consejo Legislativo Regional y
del Ejecutivo Regional encabezado por el Gobernador Diosdado
Cabello Rondón.
[9]
Es
falso que la misma no haya sido sometida a consulta histórica.
La
historia está
allí presente, en todo lo que fue una búsqueda mirandina de la
igualdad durante la colonia. Indios, negros y pardos en pie de
igualdad para conformar el ejército libertador
no puede tomarse como una bandera racista. Todo lo contrario, la
igualdad es incluyente, la desigualdad
excluye. El sol naciente por sí mismo, nos remonta a la bandera naval de Miranda y nos hace recordar aquella luna llena que entraba en menguante, simbolizando que el imperio español comenzaba a declinar. Como comienza hoy una luna de menguante histórico para el imperialismo norteamericano. Una construcción histórica exclusiva y excluyente Es una construcción histórica exclusiva y excluyente, que siempre esconde la dimensión continental de las luchas de independencia. Se construye una historia patria sin sus antecedentes y presente indígena y afroamericano y sin las conexiones de la historia del continente en sus distintos períodos históricos. Tal como pudo verlo en su tiempo Enrique Bernardo Nuñez.
Y se cae además en la trampa de tener que optar entre Bolívar o Miranda, entre Bolívar o San Martín, entre Bolívar o Piar. Siempre con un método comparativo y competitivo: ¿cuál de los dos fue más grande o más importante? ¿Bolívar o Miranda? ¿Bolívar o San Martín? ¿Reconocer la obra de Piar es negar hoy a Bolívar? Olvidando que cada uno de estos héroes tienen un lugar en la historia y que todos, con sus diferencias, han cumplido y siguen cumpliendo un papel irremplazable en la construcción de nuestra historia de la liberación. Con sus aciertos y errores y cuyas vidas no se explicarían nunca al margen de la real participación de nuestros pueblos en las guerras de independencia. Es de humanos errar. La única manera de no errar es no participando en la historia y en la vida social de los pueblos. No se trata por ello de negar o esconder las contradicciones sociales, de negar la dialéctica histórica. Se trata de entender el pasado con todas sus contradicciones, sin desconocer la obra común de la primera independencia.
Se legitima al fin y al cabo, conquista y colonización europea –y con ello al capitalismo- como fases o períodos necesarios y "salvacionistas".
Pero volvamos al personaje Francisco de Miranda: -Se restringen las fuentes del pensamiento mirandino a las fuentes intelectuales y bibliográficas, olvidando las fuentes del espíritu y conocimiento popular que están siempre presente como savia nutriente de vida, en su visita a los mercados, cárceles, plazas públicas, escuelas, hospitales, psiquiátricos, cementerios, en algo que va mucho más allá de lo que hoy los científicos sociales llaman "trabajo de campo" y el uso de "informantes" (de paso, invisibles), que expropia el etnoconocimiento y la etnociencia de los pueblos sometidos. Y que además en la construcción de su objeto, revelan las opciones e intereses del investigador. Los temas "no significativos" o "de poco interés", quedan marcados por el punto de vista del investigador. Y el investigador, en la mayoría de los casos, al margen de los procesos históricos y sociales, reales y concretos. Como quedaron ayer y hoy nuestras universidades, al margen de la independencia. Buscando la ilustración en el pueblo/pueblo
-
Su diario contacto con el pueblo/pueblo, dondequiera que se encontrara,
es fuente permanente de aprendizaje, y esta es la llave secreta para
impedir que se lo traguen los libros y sus bibliotecas, así como las
altas cumbres del poder donde se desenvuelve.
Nada ni nadie, ni los libros, ni los personajes famosos, ni
los
amoríos, ni las
tentaciones del poder civil o militar,
podrá separarlo de la praxis colectiva, del pulso diario y del
alma de los pueblos. Y de su proyecto americanista de largo alcance histórico.
Es en la vida cotidiana donde se alimenta lo más extraordinario de su
vida de político actuante, de pensador edificante, de soñador y
constructor de utopías. Y como constructor de utopías quiere encontrar
La Ciudad del Sol de Campanela en el mundo de los incas. En el
libro abierto que limpia a diario la polilla y las páginas
amarillentas, con las precisas notas de sus observaciones de instante en
instante, en cada deshierbe de rastrojos e impurezas. Desde que amanece
hasta la media noche. Son sueños cuyas raíces
están prendidas de la vida misma en el hacer cotidiano. La
ilustración no está sólo en los libros, ni en las bibliotecas. Está
en la totalidad de la vida humana, en la totalidad de la acción política,
social y cultural. Y en el libre comercio, que la metrópoli española
impedía y que hoy sigue impidiendo el norte de América y el norte de
Occidente. Quizá para encontrar la Ilustración en el pueblo/pueblo,
llama "Ilustres Indios", con mayúscula
a
los
Caciques Mártires, que
prefirieron morir dignamente bajo los muros, de México, Perú o Bogotá,
que vivir de rodillas, condenando el horror de la conquista (Manifiesto
de 1801).
En
el terremoto de 1812, en Caracas, Miranda instala su cuartel en una
carpa en la plaza mayor y se pone al frente de la recolección de
escombros, brazo a brazo con el pueblo. Como lo hiciera después Gandhi
en la India en la recolección de excrementos. Los Libertadores, son
antes que nada, hombres de acción, pero nunca pragmáticos. Y esto les
compenetra profundamente con los pueblos en un diario aprendizaje. Algo
fundamental que los preserva del burocratismo y la corrupción, acompañado
de la ética de su proyecto histórico, de la moral revolucionaria y de
la propuesta de una nueva civilización. Pero fundada en la historia y
la cultura propia, si no quiere reproducir un nuevo colonialismo. Un
colonialismo interno.
Miranda
es lo más alejado de cualquier fundamentalismo. Frente a las pastorales
en su contra del alto clero reaccionario, él tiene bajo la manga las
contrapastorales de los curas rebeldes de su tiempo. De los jesuitas
expulsados, apelando
incluso hasta
La
Destrucción de Las Indias de Bartolomé de Las Casas. No se deja
atrapar por el anticlericalismo reinante en la naciente burguesía. En
sus recomendaciones
al
joven O' Higgins le hace saber la necesidad de detectar con prudencia y
con método, donde están
los
sectores y personalidades más sensibles a la causa de la independencia.
Quiénes han leído o están leyendo los "libros prohibidos"
por la inquisición.
La prudencia
y
la tolerancia la recomienda
por
el miedo y el terror que ha instalado la
dominación imperial.
¿Dónde está el Miranda que fue sensible a todo lo viviente? -El Miranda humano y eco-humanista. Riguroso en el comer. Sensible a la vida y a todo lo viviente: a la naturaleza, al mar-océano, a las plantas, a los animales silvestres y domésticos. A su flauta mágica y a la música del viento en la danza de las gaviotas. El que protesta ante el injusto derribamiento de un bosque de pinos, el maltrato de un perro callejero, el saqueo del patrimonio cultural, los derechos de la mujer. Ese Miranda está vivo y en reclamo perpetuo frente a la crisis planetaria y cultural, generada por el capitalismo neoliberal. ¿Dónde está? Lo queremos tener presente en los enfoques integrales que se hagan de sus biografías y de sus obras imperecederas. Miranda contra la carrera política personal
-
Se olvida en este caso, que
Miranda, dada la magnitud y trascendencia de su proyecto
continental de
Independencia, supera
las tentaciones de cualquier carrera política, militar o
profesional
e
individual de cualquier índole, para
someterse al sacrificio y
a
la prueba de fuego de una entrega total y permanente como compromiso de
vida. Miranda usa
los títulos, verdaderos o falsos, no para vanagloria personal
sino para ponerlo en función de un proyecto colectivo que lo trascendía
a él mismo. Los usa con el mismo sentido instrumental de sus disfraces,
su peluca o sus lentes verdes, sus pseudónimos y pasaportes falsos.
Después de cumplido cada papel,
se ríe de ellos y los deja en desuso y aparece desnudo ante sí
mismo, simplemente como
Francisco de Miranda. Vale decir, como hombre de carne y hueso,
pero sin dejar de sentirse un predestinado a la
independencia de su patria. Hay un cierto mesianismo que impulsa
su vida, desde lo más recóndito de su mundo interior, como un fantasma
que lo invade y persigue en
la
cárcel y en la muerte.
-
Se construye el perfil de
su personalidad olvidando la unidad en su
irreductible, compleja y polifacética conducta. Y en la unidad y
profundidad de su proyecto.
-
Se oculta al
Miranda ético, irreductible, que no se deja halagar, ni
se deslumbra ante la
Europa de su tiempo y de todo el lujo de los palacios y poderío
de los imperios.
-
Si
el problema de
Miranda fuese de dinero, ya lo tendríamos resuelto. Pero es un
hombre enamorado de la libertad y la independencia, decía
Pitt, el primer Ministro inglés
.
[10]
¿Dónde está el Miranda del naciente indoamericanismo hispanoamericano? -Se olvida su naciente indoamericanismo y cuando se reconoce como parte de su pensamiento, se le ve como simples "trazos" o "barnizados" superficiales que encubren una especie de calco en bruto de la Constitución Inglesa. Sin embargo, no hay nada que lleve a Miranda más a lo pragmático, rompiendo con libros, moldes y modelos preconcebidos, que su proyecto constitucional. Proyecto que rehace tres y cuatro veces atendiendo a los vientos políticos del momento. Buscando una síntesis de instituciones indígenas, africanas o europeas. Que lo logre o no, no descalifica, ni deja pasar por alto su sensibilidad humana y su aguda intuición de moverse en una realidad muy plural y radicalmente diferente a la Europa del exilio, como también de la América del Norte. Se olvida las limitantes ante Europa y ante los mantuanos criollos, para presentar un Proyecto Constitucional que fuera al fondo de lo social y de sus reales aspiraciones igualitarias. Probablemente tuvo muchas cartas debajo de la manga, como buen diplomático. Sobre todo, en materia social, cultural y educativa. Las cuales no salieron a flote, porque nunca tuvo el momento oportuno: de ver la consolidación de una independencia e integración, con un equilibrio frente al mundo europeo y el naciente imperialismo norteamericano. Frente a estas limitaciones habló más con los símbolos, que con la palabra escrita. En sus distintas banderas se sintetiza una cosmovisión, donde lo universal se entronca con lo local. Y en cada estallido, retoma el continuum de la historia. El contenido real de la bandera tricolor
-Se oculta el significado real de la bandera. Sus tres colores primarios como símbolo del
arcoiris, inspirado, como lo vio Gilberto Antolínez, en la cosmovisión indígena de los Andes. La primera bandera independentista -La primera bandera republicana después del 5 de Julio de 1811, vigente hasta 1818, traía a la Madre India en el primer plano del escudo de armas. La Madre India es la Primera Madre de América y Madre común de las primeras generaciones de mestizos y de las generaciones por venir. ¿Pueden imaginarse ustedes cual sería –en ese momento- la reacción de los mantuanos ante la más subversiva de nuestras banderas? En su reivindicación de la Madre India toma cuerpo su vieja lucha por los derechos de la mujer. Sabía o intuía que sin reivindicar la Madre, no podemos restablecer el lugar del Padre. ¿Por qué toma Miranda a la india como prototipo de "la mujer", "la novia", "la esposa", "la madre"? Son preguntas que nunca se hacen nuestros investigadores, deseosos siempre de buscar en el otro continente, los orígenes de todo y de "todos"… ¿De "todos"? Es el silencio de la exclusión y de un proyecto exogenético de nacionalidad de la clase dominante. Incluyendo a muchos de los llamados intelectuales de izquierda. [11]
Muy sutilmente se admite, que los mantuanos nunca confiaron en Miranda y en su proyecto, algo que tuvo que ver con las causas de su capitulación ante Monteverde. ¿Qué hubiese pasado hoy, si el gobierno bolivariano del Presidente Chávez hubiese adoptado esa bandera de la Madre India como nueva bandera del país? ¿Cómo hubiese sido el grito al cielo del mantuanaje criollo al ver una Madre India en la franja amarilla, al pie del mástil? Resulta curioso, que Miranda en 1811 no pensara en el caballo como símbolo de nuestro escudo de armas. Quizá porque estaba muy fresca la imagen de verlo y de sentirlo como un símbolo de conquista, en una especie de prolongación del cuerpo del hombre en el animal, formando en el estereotipo una misma figura. Todavía no era o no podía ser, un símbolo de libertad. Y sin embargo, cuando lo incorporan al escudo de armas, el caballo estaba maniatado en su propio cuerpo, como viendo hacia atrás, el fantasma y el horror de la conquista. No viendo hacia la independencia. Autorreprimido para ver y sobre todo, para construir un proyecto civilizatorio distinto. Era todavía un caballo colonizado, sumiso, que se negaba al sentido de libertad y a la participación y construcción colectiva.
El manifiesto mirandino de 1801
-El Manifiesto mirandino de 1801 ¿no le dice nada hoy a los que niegan el naciente pensamiento indoamericanista en el hispanoamericanismo de Francisco de Miranda? Proyecto y alta política para no perder la brújula
//-¿Olvidamos que todavía en 1815 la Santa Alianza acusa a los patriotas de querer restablecer la "barbarie" indígena en América? Por eso, la Carta de Jamaica es más una estrategia hacia fuera, que un mensaje hacia adentro. Algo que parece costarle entender en su "lectura entre líneas" a Elías Pino Iturrieta y otros mantuanos. Usando algunas frases descontextuadas para legitimar el colonialismo interno sobre indios, afroamericanos y pardos. Y desde su
antibolivarianismo, usando a Bolívar para ello, en su dialéctico malabarismo. Socialismo del siglo XXI y liberación nacional ¿Se olvida que los mismos movimientos revolucionarios, hasta los más radicales, llegaron a priorizar las luchas de liberación nacional sobre la revolución social? Hoy sin embargo la revolución bolivariana, une las luchas de liberación nacional al proyecto social y cultural de socialismo del siglo XXI. Pero las condiciones son otras. No por ello, dejaremos de encontrar tropiezos en el proyecto integracionista, bloqueado por ahora por los gobiernos de la comunidad andina y el ALCA. Pero, preguntando a los pueblos, caminamos… bajo el liderazgo del Comandante Chávez. Y nos abrimos caminos por el MERCOSUR. El viaje independentista hacia el Sur ahora es al revés, entroncando los Andes por Bolivia, con Evo Morales. Hasta provocar nuevos estallidos en el corazón de los pueblos que retomen el continuum de la historia. Seguros estamos, que la batalla más dura, le volverá a tocar a la América Andina, india y bolivariana, desde donde el imperio trata de trancarnos la salida hacia el Pacífico, en el siglo XXI, donde el eje del comercio mundial se traslada del Atlántico al Pacífico. Allí seguirá teniendo eco, genio y figura el proyecto, en su unidad y diversidad del pensamiento mirandino, entroncado con el proyecto bolivariano y el socialismo del siglo XXI. No estamos forzando la barra para inscribir a Miranda, Bolívar y Simón Rodríguez en el socialismo. Lo que sí aseguramos es que sus proyectos iniciales y la segunda independencia que hoy comienza, no tendrán cabida sino en el socialismo y que siempre estarán negadas por el capitalismo y el neoliberalismo. En el mismo sentido planteamos que no habrá identidad nacional y continental al margen de la diversidad cultural y de la interculturalidad en el socialismo del siglo XXI. No habrá socialismo sin eco humanismo y sin ambiente total como legado para las nuevas generaciones. De la misma manera, el capitalismo, incompatible con el ambiente, es incompatible además con la existencia de los pueblos indígenas, afroamericanos, criollos y mestizos múltiples. Es por tanto necesario ubicar los tres grandes proyectos de la dominación: el proyecto hispánico de la "cultura única mestiza", el proyecto de los llamados "pueblos nuevos" y el anglonorteamericano de los pueblos transplantados de inmigración europea, tomando como modelos a Estados Unidos y Canadá. Los dos primeros proyectos plantean una segregación encubierta. El anglonorteamericano, la segregación abierta y descarada. Ningún proyecto de la liberación podrá quedarse anclado en esos tres proyectos de la dominación a riesgo de naufragar en aguas extrañas. Como lo hizo Miranda en 1806, tenemos que buscar mar territorial y luego cabeza de playa para entrar a tierra firme. De lo contrario el proyecto de liberación quedará diseñado en forma exógena. [14] En un nuevo proyecto exogenético de nacionalidad y de integración.
Aquella bandera mirandina e indianista de 1811 deberá flamear de nuevo, en las más altas cumbres de Los Andes, hasta la nueva redención de los Hijos del Sol. Hacia el nuevo amanecer de Ayacucho en el siglo XXI, que tendrá el socialismo y el comunalismo como escudo de armas, reivindicando a la Madre India y a la Madre Tierra para restablecer el lugar del Padre, superando el patriarcalismo y el racismo clasista de la imperial e imperialista sociedad occidental y capitalista dominante. Basta ya de padrastros y madrastras….
|
Referencias:
[1]
La descendencia indígena
aquí
aludida por
Miranda, no es sólo
una descendencia de
sangre
sino también cultural. Pero vale la pena destacar que en el mundo hispánico,
como parte de
la
colonización y del
proyecto
de la
"cultura única
mestiza", se trató de confundir
siempre
raza y
etnia, para
presentar
el mestizaje del
español
con el indio y el afrodescendiente como
instrumento social de blanqueamiento,
de
desindianización
y
desafricanización.
Aparte de ello,
siempre se trató de desarrollar un antagonismo étnico con
los pueblos indígenas para negarlos como dueños del territorio y
un antagonismo racial con
el
afroamericano,
con
la finalidad de
diluir ambas herencias culturales y presentar la herencia hispánica
como la única sobreviviente en el torbellino de la manipulación del
mestizaje. Es así como con el nombre genérico de pardos se
designa en lo esencial a todo el que no es blanco, generalmente al mestizo
y
se encubre la sobrevivencia de la indianidad de la gran mayoría
de la población y luego de la herencia afrodescendiente. Se trata de
mecanismos compulsivos, pero sutiles para desentendernos por endorracismo,
vergüenza étnica y vergüenza de clase, de nuestros propios orígenes,
siendo el origen indígena el más fustigado y reprimido por la condición
misma de aborígenes..
Cuando
Miranda habla de esa descendencia indígena, no está haciendo un
artificio intelectual, sino que está dando en la llaga de lo que ha
tratado de mantener oculto y reprimido una dominación de
tres siglos, pero que se prolongará también después de la
Independencia por
dos siglos más, para convertirse en una dominación de medio
milenio.
Por
eso
hoy,
asumir la
diversidad cultural y la interculturalidad es fundamental
para la inclusión de los múltiples sujetos
y de
su papel como
actores de una revolución. Son instrumentos claves de la historia, la
antropología, la sociología y de todas las ciencias humanas, para
despejar y construir una
identidad
indoamericana caribeña, que nos
incluya
a todos. Recuerda Darcy Ribeiro que Gilberto Freire en Casa Grande y
Senzala, comienza a hacer justicia a la herencia indígena del
Brasil, pero ha
estado tan
encubierta esta herencia, que Freire se queda corto, destacando que es
mucho mayor de lo que pudiera
parecer
a primera vista. No es por tanto de extrañar, que el rostro más oculto para nosotros hoy de Miranda, de José Martí, de Mariátegui y del mismo César Rengifo en nuestro caso, sea precísamente el que da cuenta de su vigorosa indianidad y todo aquello que rompe la falsa dicotomía del racismo entre "civilización o barbarie". Recordemos que Miranda ya en su tiempo identificaba con monstruosidad y barbarie a la dominación española, así como se hace hoy contra el imperio: socialismo o barbarie capitalista. Esto no es tampoco un retorno a la ideología del "buen salvaje" . [2] Entendemos por "lugares comunes", las constantes e insistentes repeticiones sobre ciertos rasgos de la personalidad y la obra de Francisco de Miranda, que permiten mantener el planteamiento en un nivel superficial, a ras de piel, estereotipado, sin profundizar en nada y sin encontrar la unidad y diversidad de su personalidad y de su pensamiento. Lo que invita a la manipulación y el construir en cada momento histórico un Miranda a la medida de los intereses de la clase dominante Y por último, termina reproduciendo el racismo cultural de Occidente al tratar de negar todo rasgo de originalidad y trascendencia al pensamiento y obra del patriota revolucionario Francisco de Miranda.. [3] Este es el sentido que toma hoy dentro de la educación intercultural bilingüe la prioridad de la lengua y cultura materna sobre la lengua y cultura dominante. Para que el niño al desarrollar el pensamiento complejo aprenda a pensar y sentir en su propio idioma y cultura de origen. [4] La grafitis que divulgaban los españoles en las principales ciudades de las Antillas hasta Caracas decía:
"Y aquel vendido al inglés. Esto con la finalidad de desprestigiar a Miranda, al usar sus reveses parciales para descalificar su obra de abre brecha. Y desmoralizar la continuidad del Proyecto. Discurso de Germán Fleitas Nuñez en Ocumare de La Costa. 27 de abril de 2006, citando a Edgardo Mondolfi. Quien encuentra al referido cuarteto, llevado a las paredes de las principales ciudades.
[5]
Señala
Polanco Alcántara como maestros de Miranda a los siguientes: …"el P. Santaella, don Narciso Yépez, el Dr Francisco José Urbina, el P. Lindo y Velásquez".. Archivo del General Miranda. Edic.. 1930, Tomo III, p. 432. El Dr Gabriel Lindo fue adherente a la Independencia y murió en Cádiz, prisionero, en 1817. [6] (2) En tiempos de la Independencia otro versito se dejaba colar para dar cuenta de la división de la iglesia frente al desafío de la independencia:
"Las monjas se han dividido
Juvenal Herrera Torres, Bolívar y su campaña admirable. Ministerio de educación superior. Caracas, marzo de 2003. p.77.
Monseñor Hernández Milanés era el obispo de la Diócesis de Mérida a la cual pertenecía también Coro en 1806. Y su visita pastoral por esas regiones coincide con la llegada de Miranda. Entonces lanza sermones, pastorales y panfletos contra el supuesto invasor dándole una serie de calificativos impresionantes para manipular a la feligresía. La cita la hace Mariano Picón Salas en su Miranda de Monte Ávila Editores Latinoamericana. Caracas. 1997. p. 194. [7] Nos referimos aquí a una actitud recurrente del colonizado y de la colonizada, que en un primer momento reaccionan contra su propia gente y particularmente contra sus propios profetas, libertadores o libertadoras. La mujer patriarcalista quiere ser como el hombre, el negro víctima del racismo quiere ser como el blanco, el indio quiere ser como el criollo. El obrero como el patrono. La clase media como promayamera, se ve en el espejo de Mayami Nuestro… Esto hay que verlo como parte de los primeros choques en el proceso de descolonización. [8] No faltan hoy quienes tratan de confundir planteando que el Consejo Legislativo Regional, además de cambiar la bandera regional, le quiere quitar el nombre de Miranda al Estado. sólo porque se agrega, como a la República, Estado Bolivariano Francisco de Miranda (y en lo local, Municipio Bolivariano, Guaicaipuro). No se trata de quitar o cambiar nombres. Se trata de agregar la condición constitucional de bolivariano. [9] No faltan hoy quienes tratan de confundir planteando que el Consejo Legislativo Regional, además de cambiar la bandera regional, le quiere quitar el nombre de Miranda al Estado. sólo porque se agrega, como a la República, Estado Bolivariano Francisco de Miranda (y en lo local, Municipio Bolivariano, Guaicaipuro). No se trata de quitar o cambiar nombres. Se trata de agregar la condición constitucional de bolivariano. [10] Esta actitud de Pitt es muy conocida, pero nos permite ubicar el oro de alto quilate de la ética mirandina. De su moral revolucionaria. [11] Por proyecto exogenético de nacionalidad entendemos la marcada tendencia de las castas y clases dominantes a buscar siempre un origen y desarrollo del país y del continente del otro lado del océano, de Europa hacia América. [12] Chiva era para mí, sinónimo de misionero capuchino y de dominación cultural. El propio Miguel de Unamuno reconoce a la introducción del caballo en América un papel de dominación, infraestructural, mucho mayor que el de la misma evangelización, al cambiar el sentido del tiempo y del espacio interno. Y no faltan quienes atribuyan a la barba su papel en la formación del estereotipo de " semidioses". Aquellos hombres de escaupil, con chiva y a caballo…espada en mano, cortando lenguas y cabezas en aquel horrible proceso de conquista. [13] No deja Miranda por ello de haber sido un crítico empedernido de las desviaciones de todas las corrientes que participaron en la revolución francesa, así como de la decadencia de la Europa que conoció palmo a palmo, pasando por su sistema carcelario. Como también lo hizo Simón Rodríguez, con aquel radicalismo de llamarnos a ser originales y no imitar a Europa. Ni a los Estados Unidos. Este planteamiento embrionario está también en el pensamiento mirandino. [14] Un socialismo del siglo XXI, mediante una visión dialéctica y multilineal de la historia y las sociedades, deberá superar el enfoque unilineal y unilateral entre premodernidad-modernidad-postmodernidad para poder restablecer el continuum de la historia.
[15]
Hay dos cosas en la vida de Francisco de Miranda que se usan para tergiversar su pensamiento, el incanato, para presentarlo como neomonárquico y la figura de Colón, usada para reivindicar el culto a los conquistadores. En ninguno de los dos casos, la figura y el pensamiento mirandino dan para reivindicar un nuevo imperio o una nueva monarquía. Se trata de la búsqueda de una nueva síntesis entre instituciones indígenas, africanas y europeas.
Del Incanato toma lo esencial para refundar una visión específica de Sudamérica. En cuanto a la figura de Colón, no debemos olvidar que Miranda está moviéndose en un contexto europeo y como hemos dicho, era muy frágil de ser acusado de querer restablecer la supuesta "barbarie", como acusaban a Bolívar y a los patriotas todavía en 1815. Pero el que tenga dudas sobre el rechazo mirandino al culto a los conquistadores, que se lea entre líneas su famoso Manifiesto de 1801, donde hay un cuestionamiento radical del culto a los conquistadores y una reivindicación de los Caciques Mártires, así como un cuestionamiento de fondo a las bases morales, jurídicas y políticas de la conquista, dándole continuidad a la obra de teólogos, filósofos y juristas.. En el fondo del fondo, no hay nostalgia imperial, ni culto a los conquistadores, ni retorno a la monarquía en lo esencial de su pensamiento filosófico, ideológico y político. De Colón, quiere reivindicar el hecho histórico, del tropezón con este continente, pero no un nuevo culto a los conquistadores. Por otra parte, Estados Unidos se había apoderado del nombre de América. Usa el nombre de Colombia para diferenciarnos en aquel momento de los Estados Unidos. |
Orlando Camacaro
Ir a índice de América |
Ir a índice de Camacaro, Orlando |
Ir a página inicio |
Ir a mapa del sitio |