Semana Cívica José Trinidad Cabañas |
Tegucigalpa al nacer Cabañas Por Lic. Miguel Cálix Suazo |
Hoy hace 205 años –cuando nació Cabañas- en la llamada Villa de San Miguel de Tegucigalpa y Heredia se vivía una vida apacible, carente de muchos de los servicios modernos que proporciona la energía eléctrica, tales como el alumbrado general y los medios de comunicación para difundir las ideas. Esta pequeña villa, en que se daba gran importancia a las buenas costumbres, estaba formada por solamente 86 familias de españoles y 507 de ladinos, de todos los cuales se conocían 233 solteros. La villa era cabeza de la Subdelegación de Tegucigalpa, que a su vez estaba constituida por 159 familias de españoles, 1,650 de ladinos y 975 solteros. El mayor porcentaje era de indios -principalmente en Comayagüela- y de mulatos, que se empleaban en las minas. Los criollos, que eran los nacidos de españoles e indias, controlaban los medios de producción. La producción de plata que durante tres siglos había convertido a la Villa en el “Tesoro” del Reino de Guatemala, había entrado en decadencia y hacía 17 años aquélla había perdido su categoría de Alcaldía Mayor otorgada desde 1578, con lo cual había dejado de ser autónoma y pasado a ser dependiente de la Intendencia de Comayagua. La Villa llevaba seis años de estar reclamando ante la Corona española –por intermedio de la Capitanía General de Guatemala- su antiguo estatus, lo que sólo pudo recuperar en 1818, cuando faltaban tres años para la declaración de su Independencia, ocurrida el 28 de setiembre de 1821. |
En
la Plaza Principal –donde hoy se halla la bellísima Plaza Cívica
“Francisco Morazán”- se llevaba a cabo la mayor actividad comercial y
cultural y en sus alrededores había un conjunto de hermosos edificios,
como el de la Catedral, el Cabildo o Ayuntamiento y el de Los Portales,
que había pertenecido a la Cofradía del Señor de la Fe; y otros, que
eran propiedad de las principales familias, como la de don Antonio
Tranquilino de la Rosa, don Ponciano Planas y la familia Urmeneta. Cerca
de esa Plaza Principal, con rumbo al Oriente, casi al final de la calle,
destacaba el Templo de San Francisco y su Convento, frente a una plazoleta
en cuyo centro había una pequeña fuente pública. A un lado de esta
plazoleta había una construcción de adobe y tejas, con balcones
enrejados y arcos de piedra tallada, y fue allí, en donde el 9 de
junio de 1805 abrió sus ojos por primera vez el que se convertiría
en el más honrado hombre que ha producido Honduras y Centroamérica, José
Trinidad Cabañas Fiallos, hijo legítimo de don José María Cabañas y
doña Juana Fiallos. Al Oeste de la Plaza y muy cercana a ella, 13 años
antes había nacido quien más tarde sería el alma de la Historia de
Centroamérica, José Francisco Morazán Quesada, que ya había aprendido
a escribir con elegancia y las primeras reglas de la Aritmética, así
como Gramática Latina, servida por Fray José Antonio Murga en el
Convento San Francisco ya mencionado. Al nacer Cabañas, Simón Bolívar en el Monte Sacro de Roma prestaba juramento de liberar a las colonias americanas del dominio español… |
Lic.
Miguel Cálix Suazo
Premio Nacional de Ciencia “José Cecilio del Valle” 2008
Presidente Instituto Morazánico
mcalixs@yahoo.com
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