Palabras del Lic. Miguel Calix Suazo al recibir el |
Excelentísimo
Señor Presidente de la República y Presidente Pro Témpore del Sistema
de la Integración Centroamericana, Don Manuel Zelaya Rosales Distinguido
Señor Secretario de Estado en el Despacho de Educación, Dr. Marlon Brevé Respetables
miembros de los Jurados de los Premios Nacionales Distinguidos
miembros de la Mesa Principal Invitados
Especiales Señores
miembros de los medios de información Señoras
y Señores: En
la víspera de la conmemoración del 231 Aniversario del Nacimiento del
gran científico José Cecilio del Valle, reunidos
en este augusto salón que lleva el nombre de FRANCISCO MORAZAN, el hombre
a quien he consagrado la mayoría de mis investigaciones por medio de ocho
de mis doce libros publicados y de otros ocho que están en proceso de ver
la luz pública, vienen a mi mente aquellas palabras que hace siglo
y medio pronunció el apóstol cubano José Martí de que “Honrar,
honra”, expresión en la que todos podemos
estar de acuerdo que expresan adecuadamente el significado de este acto
solemne en que se viene a exaltar la memoria de tres insignes ciudadanos:
PABLO ZELAYA SIERRA, RAMON ROSA Y JOSE CECILIO DEL VALLE, mediante el
otorgamiento de los Premios Nacionales que desde 1949 realiza el
Ministerio de Educación en Arte, Literatura y Ciencia, que este año
respectivamente hemos recibido JESUS ZELAYA, JOSE GONZALEZ y quien les
habla, MIGUEL CALIX SUAZO, tres hondureños que hoy más que nunca
quedamos comprometidos a seguir enalteciendo y emulando a esos preclaros
hondureños. Como
“honrar, honra”, no podemos los tres galardonados dejar de resaltar en
esta oportunidad algunos aspectos de la labor de esas tres glorias de
nuestra Identidad Nacional. Así, el padre de la pintura hondureña, PABLO
ZELAYA SIERRA, oriundo de Ojojona, en donde nació en 1896, es autor de 19
obras, entre las cuales se puede citar “La muchacha del huacal”,
“Las Monjas”, “Hermanos contra hermanos” o “Los Cazadores”,
que hoy figuran en tres colecciones: Banco Central de Honduras, Academia
Nacional de Bellas Artes e Instituto Hondureño de Antropología e
Historia. Murió en el Hospital San Felipe, de Tegucigalpa, muy joven e
incomprendido, con apenas 36 años de edad, justamente cinco meses después
de haber regresado de España, tras residir allá 12 años, de 1920 a
1932. En su juventud se graduó de maestro en la Escuela Normal de
Varones, en donde trabajó como sirviente. Allá por 1916 viajó a Costa
Rica y trabajó como maestro en un pueblo de Nicoya. En 1920 el Gobierno
de Honduras lo premió con una beca para estudiar en la Academia San
Fernando de Madrid, pero seis meses después se la suspendieron; y fue así
que, con gran esfuerzo personal, se quedó en ese país europeo el tiempo
que ya indiqué. POR ESO HOY COBRA MAS SIGNIFICADO que el Premio Nacional
de Arte se llame PABLO ZELAYA SIERRA, el cual este año lo ha recibido mi
buen amigo JESUS ZELAYA. El
escritor RAMON ROSA, en los géneros ensayístico y biográfico, que nació
y murió en Tegucigalpa en 1848 y 1893, respectivamente, es el máximo
representante en Centroamérica del positivismo liberal de Comte
y del utilitarismo de Mill y Bentham; y se le reconoce haber tenido
una gran influencia sobre el desarrollo político de nuestro país, pues
fue el autor intelectual de la Reforma Liberal que con el Presidente Marco
Aurelio Soto llevaron a cabo entre 1876-1882. Entre los ensayos más
significativos de Ramón Rosa sobresalen CONSTITUCION SOCIAL EN HONDURAS,
REVOLU-CION POLITICA Y REVOLUCION SOCIAL, CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE
LA INDEPENDENCIA DE CENTRO AMERICA, LOS PARTIDOS POLI-TICOS, DISCURSO EN
LA APERTURA DE LA UNIVERSIDAD CENTRAL DE HONDURAS Y CONCIENCIA DEL PASADO.
Entre las biografías más importantes que escribió destacan las de José
Milla y Vidaure, el Padre Reyes, JOSE CECILIO DEL VALLE Y DEL BENEMERITO
FRANCISCO MORAZAN. El Premio Nacional de Literatura, pues no puede
denominarse mejor que con el nombre de RAMON ROSA, y este año ha recaído
en mi excelente amigo JOSÉ GONZÁLEZ. Por
su parte, JOSÉ CECILIO DEL VALLE es el más ilustre ciudadano que ha
producido Honduras y Centroamérica y quizá la América, como lo confirma
el hecho de que como científico fue miembro de La
Sociedad instituida en París para la Instrucción Elemental y de L´Academie d´Industrie Agricole et Manufacturie de
París, pro-puesto por el economista italiano Del Veccio. Abarcó en sus
estudios muchas disciplinas científicas y fue un crítico acervo del régimen
colonial, como se corrobora con sus expresiones: “Guatemala
(se refiere al Reino de Guatemala, lo que ahora es básicamente Centroamérica)
fundada el año de 1524, no había
pensado en cerca de tres siglos en la enseñanza de la Economía Política
que tanto le interesa”. “En
América la Estadística ha sido una de las ciencias más olvidadas.
Han corrido tres siglos: se han sucedido unos a otros los que por su
profesión deben poseer los conocimientos necesarios de Geografía; y no tenemos hasta ahora mapas exactos de nuestras
provincias, ni los hay de otras muchas de este
hermoso Continente. Planos preciosos que han sido un secreto que no se
ha publicado hasta la fecha. Memorias interesantes han seguido manuscritas
sin pensarse en su impresión. El
misterio ha sido el carácter de la administración en los periodos
anteriores; y las ciencias no
es posible que progresen cuando los gobiernos no son francos y
liberales”. Esto contrasta
con lo que
caracteriza a su Gobierno, Señor Presidente Zelaya, al haber puesto en
vigencia la LEY DE TRANSPARENCIA Y ACCESO A LA INFORMACION PUBLICA, de la
que estoy seguro usted está cumpliendo y que sabrá poner los correctivos
del caso para que ninguno de sus Ministros y demás Servidores
Públicos la violenten. Sobre
la Ciencia de mi profesión, la Economía, de manera puntual Valle decía:
“PERO SI DEBE HABER CIENCIAS FAVORITAS Y PRIVILEGAIDAS ¿CUÁL
ES LA QUE PUEDE PRESENTAR TÍTULOS MÁS GRANDES QUE LOS DE LA ECONOMÍA
POLÍTICA”?. Y continuaba: (La
Economía) "la ciencia de las sociedades civiles, la que presenta a
los gobiernos principios de administración benéfica, Y
da a los pueblos lecciones de prosperidad". "...ME OCUPARÉ
DE CONTEMPLAR AL ECONOMISTA, QUE ES EL QUE UNE MÁS SENSIBLEMENTE LAS
RELACIONES DE CIUDADANO CON LAS DE HOMBRE DE LETRAS". "LA
SENSIBILIDAD, ORIGEN DE LAS VIRTUDES MÁS DULCES, CAUSA DE LO SUBLIME DEL
HEROÍSMO PRINCIPIO DE TODO BIEN, ES LA QUE ANIMA AL ECONOMISTA, LA QUE LE LLEVA DONDE ESTÁN LOS POBRES,
LA QUE LE HACE LLORAR CON TODOS LOS QUE SUFREN, LA QUE LE OBLIGA A
FORMAR EL VOTO GENEROSO DE VIVIR
PARA SUS SEMEJANTES, OCUPADO EN AVERIGUAR EL ORIGEN DE SUS BIENES Y MALES".
Luego agrega, hablando siempre del Economista: "Del origen de la
riqueza pasa a examinar las causas PORQUÉ
HAY MISERIA EN LOS CAMPOS DONDE SE SIEMBRA, Y RIQUEZA EN LAS CIUDADES QUE
NADA PRODUCEN. Su alma se dilata por todas partes buscando las que
embarazan el equilibrio, o distribución
justa de la riqueza". “¿PORQUÉ HAY PAÍSES DE ABUNDANCIA Y
LUGARES DE MISERIA? ¿POR QUÉ SE ESTANCA LA RIQUEZA EN UNO, O DOS
PUNTOS SOLAMENTE, Y NO SE DISTRIBUYE POR TODOS? ¿PORQUÉ HAY POBRES Y
RICOS? ESTE ES EL PROBLEMA GRANDE DE LA ECONOMÍA POLÍTICA.” "Hay
pobres y ricos. En un área de millares de leguas geográficas cinco
o seis ciudades ricas, y mil pueblos de infelices. En la extensión
del Globo ni un millonésimo de su superficie poblada de hombres
pudientes. En la especie entera los ricos y los pobres acaso en razón de 1 a
100,000". "Almas frías e indolentes, ¿CUÁL ES EL SECRETO DE SERLO EN MEDIO DE TANTOS GRITOS DE INDIGENCIA,
DERRAMÁNDOSE TANTAS LÁGRIMAS, HABIEN-DO TANTOS HOMBRES QUE SUFREN? ¿CÓMO
ES POSIBLE VOLVER LOS OJOS, Y DEJAR DE PENSAR EN CUADRO TAN TRISTE:
CENSURA DEL PODER, OPROBIO DE LA RIQUEZA, HUMILLA-CIÓN DE LA ESPECIE?”.
“TODA
ACUMULACIÓN EXCESIVA ES PELIGRO-SA. TODA DISTRIBUCIÓN JUSTA ES ÚTIL”.
“EL TRABAJO ES EL ORIGEN DE TODA RIQUEZA.
El trabajo es el principio de toda la escala inmensa de todos los valores;
y si son infinitas las formas con que se presenta la riqueza en los granos
del labrador, en los fardos del mercader, en las obras del artesano, uno
es el elemento de su estimación. EL
PUEBLO DONDE HAYA MAYOR SUMA DE TRABAJO DEBE TENER MAYOR SUMA DE RIQUEZA.”.
“No
hay Gobierno sabio sin el genio del cálculo; y no puede haber cálculo
sin Estadística”. “UN GOBIERNO QUE NO CONOCE LAS TIERRAS DE LA NACIÓN QUE RIGE, NI LOS
FRUTOS QUE PRODUCEN, NI LOS HOMBRES QUE LAS PUEBLAN, ES UN CIEGO QUE NO
VE LA CASA QUE HABITA: UN ADMINISTRADOR QUE PARA NO AVENTURAR
MEDIDAS SIN CONOCIMIENTO DEBE SER OCIOSO POR PRUDENCIA”. “Somos
en ignorancia casi absoluta de nuestras provincias. No conocemos el área
dilatada a que se extiende, ni la verdadera posición de los puntos
principales. No conocemos las plantas que hermosean su superficie, ni los
minerales que esconden sus montañas. Vienen
militares a mandar la fuerza pública: vienen jueces a determinar
pleitos: vienen funcionarios de hacienda a dirigir el sistema fiscal. ¿No
vendrán alguna vez un geógrafo
a levantar el mapa de esta parte preciosa de la América, un
botánico a observar los vegetales que la embellecen y un mineralogista
a examinar las minas que le dan riqueza?”. Para
finalizar, queridos amigos y por aquí debí empezar, los tres ciudadanos
que hoy recibimos los Premios Nacionales damos las gracias a Dios y
dedicamos este triunfo personal principalmente a nuestras familias, y en
mi caso particular a la memoria de mi padre MIGUEL ANGEL CALIX MEJIA y de
mi madre MARIA SUAZO DE CALIX, que desde lo Alto todavía alumbran mis
pasos. A mi esposa ZONIA VINDEL DE CALIX, coautora de unos de mis dos
libros sobre la Economía de Honduras que contribuyó a alcanzar el Premio
Nacional de Ciencia “José Cecilio del Valle”, a mis hijos y sus
esposas, que también las considero hijas más que nueras. Dedico el
Premio también a mis cuatro nietos y cinco nietas, que son el tesoro más
grande que poseo y también a mi hermano y tres hermanas y sus respectivas
familias. Y por supuesto, también lo dedico a mis compañeros del
Instituto Morazánico, Academia Hondureña de Geografía e Historia y del
Colegio Hondureño de Economistas, por el apoyo que me han brindado para
alcanzar este galardón. MUCHAS
GRACIAS AMIGOS TODOS. Tegucigalpa M. D. C., 21 de noviembre de 2008. |
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