Amigos protectores de Letras-Uruguay

Emulemos a Cabañas diariamente
Por Lic. Miguel Cálix Suazo
Premio Nacional de Ciencia “José Cecilio del Valle” 2008 
Presidente Instituto Morazánico

mcalixs@yahoo.com

Una vez más los politiqueros, prematuramente y sin descanso, andan en no disimuladas campañas para procurar cada uno, en su momento, alcanzar el poder, no importando los fines o medios empleados para ello, aunque estén reñidos con la ética e integridad que enarboló José Trinidad Cabañas Fallos, que este 9 de junio cumple 205 años de haber venido al mundo en Tegucigalpa.  

Para comenzar a crear una cultura contraria a tales actitudes, solicitamos a los medios de comunicación no les fomenten tales actividades, y que, por el contrario, junto al CONSEJO NACIONAL ANTICORRUPCIÓN, nos ayuden con la urgente tarea de contribuir a que los hondureños empecemos a reivindicar y emular a Cabañas- el hombre más honrado que ha producido Honduras y Centroamérica; y que de esa manera se posibilite el rescate de los valores éticos, morales y espirituales, que tanta falta nos hacen para evitar caer en mayores y deprimentes niveles de corrupción. Que nos ayuden a hacer llegar al pueblo muchas cosas que se desconocen del más fiel y valiente soldado de Morazán, que fue Presidente de Honduras y se le eligió Presidente Provisorio de Centroamérica en uno de los tantos intentos fallidos de reconstrucción de la Patria Grande. Que dichos medios y el CONSEJO NACIONAL ANTICORRUPCIÓN contribuyan a que los hondureños emulemos a ese paradigma del valor y la honradez, llamado con razón el Caballero sin Tacha y sin Miedo o el Bayardo de Centroamérica, en rememoración de otro Pro hombre nacido en el Sureste de Francia hace varios siglos y que se llamó Pierre du Terral, a quien se le denominaba con tales apelativos.

Hoy que estamos siendo arrollados por esas campañas políticas prematuras –vacías de propuestas de verdaderos Estadistas- ojalá que quienes las llevan a cabo se identifiquen y sepan corresponder a aquella actitud de Cabañas cuando declinó recibir la pensión vitalicia que le otorgó el Estado de Honduras en mayo de 1851, mediante la cual él mismo quería contribuir con sus escasos recursos a ayudarle al Gobierno a realizar su labor. En tal ocasión pronunció estas palabras inmortales: “Y YO, QUE DESEARÍA TENER CUANTIOSAS RIQUEZAS QUE SUMINISTRARLE (AL GOBIERNO), a fin de que cubriese tantas y tan importantes atenciones a que no es posible acudir por falta de medios, ¿cómo habría de querer aumentar sus apuros gravándolo con aceptar una pensión?”. Sentenció además: “Todos los ciudadanos tenemos la más estrecha obligación de ser útiles a la Patria, y defenderla cuando se ve amenazada de algún peligro; y, cuando hemos tenido ocasión de prestarle algún servicio señalado no hemos hecho más que llenar nuestro deber...” Luego agregó que el Decreto del Órgano Legislativo del 11 de mayo de 1851, mediante el cual lo condecoró con el título de Soldado de la Patria “es un premio más que suficiente por los servicios que yo haya prestado, y que DEJA MI AMBICIÓN SUPERABUNDANTEMENTE SATISFECHA, NO SIENDO DESPUÉS DE ESTO DABLE QUE ACEPTE UNA PENSIÓN…”.

Estas palabras debieran estar esculpidas en la mente y el corazón de todos los hondureños, y ellas solas debieran ser suficientes para mover la conciencia nacional para que, sin mezquindades que ofendan su memoria, le tributemos a Cabañas  la justicia que hasta ahora le hemos negado.

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