Ambigua palabra sin patria, criterio obtuso y a contra pelo la geometría del habla, la sobre-nada insulsa, textura y semántica del que no sabe cómo se usa, casi inútil en su retórica, vacua decoración del discurso, decoración de lo pragmático, no incidir en el pensamiento para construir universos con herramienta de lo útil; numen incoloro en despropósito, depreciado el verbo, casi invisible el esplendor del idioma, descarnado demonio y mudo; moneda devaluada en los fondos con pensamiento cosificado, pragmático visor y anular la poesía de la vida. Y la textura estorba en el labio, el ritmo perfora los oídos, la música cansa con arquitectura esquelética; y el torpe abogado se borra el alma, mal usa la rúbrica de su boca inconclusa.