Melchor Marín, el protagonista de Terra Alta, se muestra aquí más agresivo y desencantado. Además, su moral y su conducta han adquirido mayor furor contra los hombres golpeadores –a quienes individualiza les aplica una tremenda paliza–. Y ha asumido la venganza –incluso matando– como un derecho justo.
Su escritura es ágil, de excelente calidad, la cual se puede apreciar a través de sus descripciones: “…y la sierra de La Fatarella, cuya cresta se recorta a su izquierda, contra el cielo inmaculadamente azul, erizada de blancos molinos de viento que giran con morosidad en la calidez inmóvil de la mañana de julio.” /”…y lo acaricia con las yemas del índice y el pulgar, dejando vislumbrar por un segundo la carnosa profundidad del desfiladero que separa sus senos.”
Cercas incursiona en el género policial procedural, ya que Melchor forma parte de una comisaría, y es muy original porque no pierde de vista a los personajes, cuya psicología revela a través del comportamiento: su escritura está vinculada al conductismo. Los diálogos extensos, que no pocas veces relatan la historia, deslumbran, sobre todo los que mantiene con un personaje que no sabemos quién es hasta los tramos finales de la narración, lo cual provoca una lectura adictiva. Su diseño de personajes es magnífico, parecen seres humanos insertados en la escritura. El caso planteado, y que Melchor tiene que resolver, es localizar a los extorsionadores de la alcaldesa de Barcelona, a la que amenazan con difundir un video porno en el que ella intervino en su juventud.
Melchor emplea muchos apotegmas que obligan al lector a reflexionar, por ejemplo: “El dinero es una cosa mágica, una cosa inmortal y trascendente. El dinero es la hostia. Es algo muchísimo más fuerte que el poder, porque el poder depende de él, y además sobrevive a todo, empezando por los cambios de poder” /”…la política es una extensión de los negocios…”/“Ella (la alcaldesa) es el verdadero animal político, la que tiene el instinto asesino que tienen los políticos auténticos.”/ “Créeme: no hay nada peor que un periodista. Salvo un político, claro.”
Hay guiños autorreferenciales, como cuando a Melchor le preguntan varios personajes si leyó Terra Alta, de Javier Cercas, y él contesta que no conoce a la obra y tampoco al autor. Tiene también una pésima opinión sobre el sistema político de Cataluña, ciudad a la que considera dominado por la corrupción y la ineficiencia burocrática.
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