Un logrado prólogo de Diana Maffia afirma que “la novelista triunfa sobre la historiadora, entre otras cosas porque lo que trae nuevamente a la vida con sus libros son amores y pasiones, que requieren tanta más empatía que documentos”.
La escritura de Ana María Cabrera abunda en datos, tanto de la historia argentina, como de los personajes y familiares. También da detalles precisos sobre sus viviendas y las calles. Estudió también la comunidad madrileña del siglo XIX y llega a la conclusión de que era una sociedad prejuiciosa y anticuada, Y pone en boca de Demaría la siguiente queja: “¿Por qué Dios mío, sigue la violencia generada por el hombre que toma a su mujer como un objeto de posesión?”. Esta novela ensayo puede asociarse al espíritu de la obra de Aldous Huxley.
Según especifica la novela, nuestro protagonista, Cristian Demaría, nació el 20 de setiembre de 1849 y falleció el 14 de julio de 1899. Fue un acérrimo defensor de los derechos de la mujer. Su pensamiento a favor del feminismo es propio de un hombre actual y progresista. Entre otros principios afirmó: “…redúzcase la omnipotencia del marido a sus verdaderos límites, si queremos purificar el matrimonio y elevarlo a su verdadera altura. Sólo así estableceremos para ambos los legítimos principios de libertad, es decir el reinado de justicia.”
En 1875 presentó su tesis doctoral que tituló «La Condición Civil de la Mujer».
Cristian Demaría, además de un bello y bien escrito texto literario, transmite un ejemplo ético, que, por suerte, está tomando fuerza en los últimos años.
Ana María Cabrera es profesora y Master de Literatura en la University of California Los Ángeles. Publicó seis novelas históricas con temática de género. Su novela Felicitas Guerrero fue best seller durante 23 semanas y declarada de interés por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación. Ganó beca por concurso de antecedentes del Instituto de Cooperación Iberoamericano en Madrid donde realizó una tesina en la Real Academia Española.
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