Su prosa es exquisita, además de moderna y sutil, con sus precisas y originales descripciones (magnífica la traducción de Jaime Zulaika), cuya originalidad induce a pensar que Houellebecq se propuso escribir una novela de vanguardia. Se debe destacar en ella mucho trabajo y gran capacidad de creación.
Desde el principio se advierte que los personajes y la sociedad francesa están abrumados por un clima confuso de desesperación, cargado de amargura. “… habían seguido caminos diametralmente opuestos y sus destinos, con ese penoso determinismo que suele caracterizar al destino, también eran diametralmente opuestos.” “Quizás en realidad la vida es algo sencillo, se dijo Paul, que casi no hay que saber nada, que basta con dejarse guiar.” Para señalar esta angustia recurre a los sueños y pesadillas de algunos personajes, tornándose Aniquilación en un texto que trata también sobre un mundo fantástico, en el que prima la magia negra y un satanismo cargado de un tono apocalíptico. También es importante la terminología y las referencias budistas.
La informática tiene un papel importante en la trama y el autor revela poseer conocimientos superlativos sobre el tema, y por momentos incursiona en un clima de ciencia-ficción y en el espionaje cibernético.
Otro punto de vista de Houellebecq es no creer actualmente en el amor: “…hoy en día toda pareja casada es casi necesariamente un matrimonio tramitando el divorcio”.
El principal personaje es Paul Raison, inteligente pero de desempeño mediocre como funcionario del Estado, convencido de que el mundo se dirige hace la aniquilación, de allí su indiferencia y abulia hacia a todo lo que le rodea, incluso los seres humanos. En el tramo final del libro se enferma gravemente y se describe tanto la evolución física como espiritual del protagonista. Por eso se menciona constantemente a la muerte, como si estuviera acechándonos y Paul se adentra en un negativismo total “…no podía discrepar con los terroristas si su objetivo era aniquilar el mundo tal como lo conocía…”)
Aurélien, el hermano de Paul, es un tipo atormentado y saturado de complejos como su esposa Indy, con la que mantiene peleas verbales colmadas de veneno.
La política francesa también está presente y se revelan todos los entretelones de una campaña presidencial.
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