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Canción para esperarte
Ronald Bonilla

En mi libro SED DE OTRAS PIEDRAS, de lo cotidiano salta este poema, quizá como homenaje a mi compañera, la poeta Lucía Alfaro y su deseo de cantar el dolor de los niños vejados y abandonados, muchos de los cuales pululan por las calles de nuestras inciertas ciudades. Espero les guste este coloquio de amor.

A veces cuando te miro
ya no soy más distancia,
ya yo no soy…
Todo el olvido se torna mediodía.

Y a veces si me caminas,
si me caminas por dentro
como una flor enhiesta,
yo viajo entre tus dedos:
ya soy tu lengua o tu saliva lenta.

A veces cuando me tocas,
cuando algo me dices con tu nombre abierto,
y cuando te estresas y cuando te estrecho…
A veces cuando te escucho,
te escucho emulando las laderas,
diluida impenitente de sonrisas,
cansada de tantas brasas y de tantas zagas,
pero aun vienes, orfebre
inevitable de mis noches.

A veces cuando te siento,
cuando te amo y cuando canto
orillado a tus contornos.

A veces cuando los trenes…A veces en los caminos…
Cuando te enciendo, cuando pululas…
Me estás llenando como abarcando al mundo,
aunque nos duelan los niños
que todavía viajan en tus palabras.

Sólo a veces…a veces
cuando te espero.
Cuando los barcos…
Cuando los ecos…

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