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Malvinas y el MERCOSUR
Walter Bonetto
walterfbonetto@yahoo.com.ar

La situación de Malvinas es un conflicto de intereses  que tiene en acentuarse y amenaza con hacerle notar su peso a Gran Bretaña. Los ingleses en el año 1982  ganaron con lo justo  la guerra en los mares del sur  a un altísimo costo de vidas humanas, aviones, fragatas de combate,  naves de transporte, y hasta con grandes  averías en su principal porta aviones  que se salvó    milagrosamente de no ser hundido, a pesar que esto último siempre lo negaron, pero la Fuerza Aérea Argentina tiene documentos innegable del ataque. Ya pasaron décadas de aquella desigual batalla en donde Argentina pagó también su alta cuota de sangre con la perdida de 649 valiosas vidas humanas, mas el equipamiento militar, pero el país usurpador persiste en no negociar la soberanía defendiendo  la posición hipócrita que manifiestan de la “auto determinación de los pueblos”, algo que ellos mismos en su historia jamás respetaron aunque ahora la usan como recurso final, como chicana para no ceder.

Fue en estos días que el Ministro de Asuntos Exteriores Ingles Henry Bellinghan, realiza unas declaraciones públicas tan desafortunadas como irresponsables, en donde dice que el bloqueo de buques ingleses con destino a  Malvinas es “ilegal y vergonzoso y que el reclamo de Argentina es grandilocuente y actúa de manera ilegal”. Cuando cualquier ciudadano analiza estas arrogantes, soberbias y atrevidas declaraciones, observa claramente las fanfarronerías de los británicos y el concepto dominante que ellos mantienen sobre los territorios usurpados desde más de un siglo pretendiendo  hacerle  creer al mundo que son victimas de una injusticia, cuando en realidad son los promotores de un gran  atropello.

Si consideramos que bloquear según la definición de la palabra, seria: “Realizar una operación militar o naval consistente en cortar las comunicaciones de una plaza, de un puerto, de un territorio o de un ejército.”  En este caso podemos entender que nada se ha bloqueado, solamente  no se le da abastecimiento a barcos británicos con destino a las islas Malvinas. Lo que ocurre que más que “el bloqueo” que ellos manifiestan, están preocupados en perder un fluido intercambio comercial, cada día más significativo que desean realizar en esa región en donde han incrementado la exploración de yacimientos petrolíferos en los mares del sur y también la actividad pesquera, esta última junto a otros países europeos y asiáticos, que ahora se internan en una plataforma marítima que está  en litigio, aprovechando la ocasión y cargan sus bodegas de rica pesca sin mayores inconvenientes. 

La decisión de los países vecinos de Argentina integrantes del MERCOSUR le pesa mucho a Inglaterra, pero esos países no hacen otra cosa que solidarizarse con un país vecino al ver la injusticia de una nación colonialista. Por lo tanto la Presidenta Cristina Fernández manifestó públicamente: “Malvinas no es una causa argentina, es una causa global, porque en Malvinas se nos están llevando recursos pesqueros y petroleros. Y cuando se les terminan los recursos, los que tengan recursos piensen que los que tengan la fuerza los van a ir a buscar a dónde sea y cómo sea”, dijo la presidenta argentina, en el plenario de la cumbre del Mercosur.

Como podemos apreciar, aquí existe una causa estratégica de defensa de recursos naturales que los ingleses “los vienen a buscar como sea”, amenazando hasta con un submarino atómico y  están explotando de manera arrebatada. Esto lo están haciendo sin demostrar vergüenza alguna, a la luz, ante los ojos del mundo y pretendiendo que el contexto de la naciones de América del Sur le acepten el despojo que están cometiendo en esta parte del continente y todavía los asistan en sus tropelías dándole abastecimiento a sus barcos; es realmente una calamidad. Hacerse los preocupados y ofendidos ante los reclamos argentinos y ante el apoyo de los países del MERCOSUR es solamente una situación hipócrita que no responde a ningún derecho ni regla internacional justa. Lo justo en este caso tendría que ser la negociación ante las Naciones Unidas, pero para eso los británicos manifiestan “tener la agenda cerrada”. Si las naciones de Sudamérica se mantienen unidas es posible que deban “abrir la agenda”  y que entiendan que las “colonias” fueron de otros siglos.

De todos modos y en declaraciones recientes el jefe de la armada británica  manifiesta que las medidas argentinas son agresivas y es quien propuso enviar un submarino nuclear a las islas, situación  tan arrogante como descabellada que sorprende y asusta. Argentina actualmente no demuestra una conducta agresiva, solamente busca apoyo de sus vecinos para que esta potencia colonialista abra su agenda y negocie ante la ONU la situación de las islas.

La medida del MERCOSUR logrando la adhesión de los países vecinos de Argentina puso de muy mal humor a los ingleses quienes fueron en gran medida sorprendidos por este disparo internacional, pensando siempre que ellos podían influenciar para que esto no llegara, pero lamentablemente llegó, y no les alcanzará un  submarino atómico para revertir la situación. Ahora el MERCOSUR fue puesto a prueba con la lealtad de los países miembros en una causa totalmente americana ¿Serán capaces de defenderla sin que nadie deserte? Es este el gran desafío, en definitiva el resultado final y el éxito en estas medidas, dependerá de la unión de las naciones de América de Sur  para que no se dejen tentar con la fuerte presión que están ejerciendo los  británicos para romper de cualquier manera esta decisión. Ante esta situación están trabajando para influenciar a países como Chile, Uruguay y Brasil, induciéndolos a  que cambien de posición y les permitan reabastecer sus barcos para llevarse y seguir despojando de recursos a estas regiones. Sería extraordinario que América del Sur “despierte” y rechace totalmente a estos invasores.

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