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Las visitas presidenciales a la ciudad de Río Cuarto
Walter Bonetto
walterfbonetto@yahoo.com.ar

Río cuarto tuvo quince visitas presidenciales desde 1875 a 2006. Aún no éramos ciudad  cuando a fines de 1875 llega por primera vez un presidente de la república a nuestras tierras. El Doctor Nicolás Avellaneda (periodo 12-10.1874 al 12-10-1880)  inauguraba la línea de Ferrocarril Andino hacia la ciudad de Villa Mercedes  y luego de aquel acto, en horas de la tarde, llega a Río Cuarto para conocer de cerca tan nombrada población del sur de Córdoba. Miles de personas lo esperaban en el andén del ferrocarril, el Coronel Racedo fue el encargado de organizar toda la ceremonia. Saludos protocolares, formación militar, banda de música  y todos querían saludar, aunque de lejos al presidente de los argentinos. Por la noche se le ofreció un baile a su honor  con todas las autoridades  y público invitado; mientras que al día siguiente el General Roca ofreció un almuerzo, en donde no faltaron  exquisitos platos, cerveza, y cigarros.  A los treinta días  posterior de la visita del  Doctor Avellaneda,  Río Cuarto  comienza a ser ciudad,  aunque dicen que el mérito a este nombramiento se lo debemos al mismo Gobernador de Córdoba, Doctor Rodríguez que también estuvo presente en los agasajos al presidente. 

Después de siete años de la visita de Avellaneda,  Julio Argentino Roca,  que en su primer periodo como Presidente de la Nación, (12-10-1880 al 12-10-1886), arriba a la ciudad de  Río Cuarto. Llegó  a las cinco y media de la tarde  por ferrocarril el día 11 de diciembre de 1882 y fue agasajado con mucho entusiasmo en esta ciudad. Miles de personas lo recibieron; arcos de flores, bandas, luces, pañuelos en alto de miles de personas, y carteles de bienvenida; todo adornaba la ciudad para recibirlo. En aquella oportunidad recorrió las calles céntricas en un lujoso carruaje tirado por caballos, propiedad del hacendado y empresario  Ambrosio Olmos, quien viajó junto al primer mandatario. También fue invitado por el mismo presidente a subir al coche el sacerdote  Fray Quirico Porreca. El vehículo oficial   era seguido en otros carruajes  por toda  la comitiva de funcionarios y autoridades que formaban una caravana que era saludada con  entusiasmo  por la numerosa gente reunida sobre las veredas que esperaban con entusiasmo el paso del Jefe de Estado. Por la noche fue agasajado con un baile en su honor en el Club Social terminando todo esto en una gran fiesta popular.   El 6 de abril de 1884, vuelve a venir el General Roca cuando regresaba de  Mendoza  en donde había  inaugurado  una exposición industrial,  en esta oportunidad se detuvo unas horas en el Ferrocarril Andino,  lugar que lo esperaban con un banquete. El Presidente desde los balcones de la estación saludó  emotivamente a una enorme cantidad de público congregado y presenció  un desfile militar para luego continuar viaje hacia la Capital Federal. Su última visita  como Presidente fue el día 9 de abril de 1885, que  junto a su comitiva  iba en tren  rumbo a Mendoza para inaugurar el último tramo del  Ferrocarril Andino; en esta oportunidad se detuvo unos instantes para  saludar desde los balcones de la estación ferroviaria a una gran muchedumbre que lo estaba esperando, calculada en más de 3000 personas.

Luego de aquella última asomada de Roca por los balcones de la estación del Andino pasaron más de sesenta año y ningún otro presidente nos visitó. “El imperio” parecía como olvidado y la pampa ya no resultaba tan peligrosa. Había nuevos aires que pretendían borrar huellas pasadas  para comenzar a vivir y entender nuevos tiempos  para una república un tanto pujante que crecía significativamente y se contagiaba en gran medida de matices europeos. Ya el indio no era el problema, había llegado el ferrocarril, el telégrafo y la carabina Remington, la fórmula mágica que permitió un exterminio indiscriminado; no precisábamos ni la zanja, ni los tratados de paz, y menos aún hacer reservaciones dignas y respetadas para los pobres infieles. La antigua posta desaparecía y las tropas de carretas estaban condenadas al exterminio. Los cambios eran tremendos,  el interior estaba más tranquilo en este orden, aunque aquella tierra arrebatada al aborigen pasaba a manos de terratenientes europeos para “consolidar relaciones”;  huellas de la historia difíciles de entender o errores de un pasado que nos avergüenzan.

Transitando aquellas huellas como parte central de un país que quería ser república, encontramos que aquella rutina de ausencia se cortó en el verano de 1948,  ya el imperio tenía más de 50.000 almas que lo amaban y lo construían;  el General Perón era el Presidente y apareció un sábado 21 de febrero junto a su esposa Eva Duarte. No venía el Primer Mandatario por temas de estado, venía haciendo su campaña proselitista, pero en fin, la ciudad recibía  al tercer Presidente de los argentinos y era la quinta visita presidencial a Río Cuarto.

Perón y su esposa llegaron a la plaza San Martín, conduciendo el mismo presidente, un automóvil con que se trasladaban  en medio de miles de personas que ya lo estaban esperando con gran emoción y ansiedad.  Por el cielo bramaban aviones del Aeroclub, la Banda del Regimiento 14 y las campanas de las Iglesias echadas al viento; todo daba un marco especial a la visita del primer mandatario. El palco se instaló frente a la Catedral y la Plaza Roca desbordaba de personas.  Primero habló Eva Duarte, emocionó a miles de mujeres que con ansiedad la contemplaban; luego  Perón dio un discurso en frente de una verdadera multitud casi nunca vista. Terminado los discursos, al atardecer,  Eva Duarte y Perón abandonaron el palco y salieron por la Iglesia Catedral a través de una puerta abierta para esta ocasión, pero antes de salir en el interior del templo, un coro cantó el Ave María y Evita  se emocionó hasta las lágrimas. Luego  la comitiva se trasladó a una cena  al Casino de Oficiales de la Base Aérea en Las Higueras y el matrimonio presidencial durmió en la habitación Nª1 del mismo casino. Al próximo día continuó viaje en el mismo automóvil con que había llegado. La visita presidencial se había cumplido, los seguidores de Perón quedaron eufóricos de alegría y llenos de esperanza por lo vivido en aquellos momentos importantes de la historia de los riocauartenses.

Luego de la visita del Presidente Perón  y su esposa Eva Duarte,   pasaron 8 años y en este periodo sucedieron acontecimientos lamentables en la patria. Así es como  la “revolución libertadora” hizo lo suyo y los argentinos continuamos divididos y en decadencia por décadas. El Teniente General Pedro Eugenio Aramburu,  -un riocuartense nacido en 1903- era el Presidente de Facto y  llegaba a su ciudad natal el día 7 de abril de 1956. Luego de estar un momento con su familia en su casa paterna ubicada al frente de la Plaza Racedo, se dirigió acompañado por autoridades militares, municipales y eclesiásticas al Palacio Municipal  donde concedió varias audiencias para después brindar una conferencia de prensa y dirigirse al público que lo aguardaba en la Plaza Olmos. Uno de los principales objetivos de esta visita fue consolidar objetivos de la revolución,  especialmente en esta ciudad que fue el lugar de gestación de la misma. Nuevamente viene el Presidente Aramburu el día 17 de agosto de 1957, con motivo de la inauguración de las obras de remodelación de la Plaza San Martín y el emplazamiento de las cuatro estatuas simbólicas esculpidas por el artista local Líbero Pierini que se encuentran en la misma.

Trece años después otro Presidente de Facto llega a Río Cuarto, el 18 de abril de 1970 arribaba  el General Juan Carlos Onganía para rendir homenaje al General Lucio V. Mansilla al cumplirse el centenario de la Excursión a los Indios Ranqueles. Al año siguiente, en el mes de mayo visita la ciudad el Presidente Provisional de la Nación, General Alejandro Agustín Lanusse, quien  concurre a un multitudinario acto frente al Palacio Municipal, y en donde había  unas diez mil  personas y firma el decreto  19.020 que  promulga la creación de  la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Pasaron  nueve años, y llegamos al 5 de agosto de 1980, autoridades, colegios con banderas, y la ciudadanía en general de la ciudad de Río Cuarto ovacionaba a su paso hacia el Palacio Municipal al Presidente de la Nación,  Teniente General Jorge Rafael Videla, quien aterrizó en helicóptero en las inmediaciones de la plaza San Martín. El  Intendente de la ciudad el doctor Raúl Biglione lo recibió junto a su comitiva partir de las 11:15 hs.  En la Municipalidad también fue recibido con caluroso y muy emotivo afecto, siendo saludados por algunos ex soldados y suboficiales del  antiguo “Regimiento 14”, dado que cuando estaba asentado en la ciudad, y siendo un joven oficial,  Videla había prestado servicios. Minutos después se le presentó al Presidente   un proyecto de usar el puente ferroviario como alternativa de adaptarlo para paso de vehículos, en especial para unir el centro con la Universidad Nacional. El Salón Blanco de la Municipalidad estaba colmado de público y se habían invitado a trece instituciones, de las cuales dos no hicieron acto de presencia, la Sociedad Rural, y la Comisión de Amigos de Río Cuarto. Al día siguiente páginas completas de la prensa local, tanto oral como escrita, hacían elogiosos comentarios de la visita presidencial con la inmensa cantidad de público e instituciones oficiales y privadas que acompañaron de manera emocionada este acontecimiento.

En el país  las cosas cambiaron y la democracia se hizo presente,  así llegamos al 11 de noviembre de 1986 en donde la ciudad festejaba sus dos siglos de existencia y el Intendente Miguel Ángel Abella, junto a todo el pueblo recibía  al Presidente de la Nación Doctor Raúl  Alfonsín.  Frente al Palacio Municipal una multitud aplaudió al Jefe de Estado tras su enfático discurso, aunque en un momento debió polemizar con estudiantes universitarios, quienes le reclamaban mayor presupuesto para la casa de altos estudios, mientras que el Presidente les respondió: “nenitos de mamá” lo que enfureció a unos cuantos de ellos.

El 21 de septiembre de 1993 llegaba a Río Cuarto a las 11:30 hs el Presidente de la República el Dr. Carlos Saúl Menem en compañía del  Ministro de Economía Dr. Domingo Felipe Cavallo. El Presidente  subió a un micro acompañado por la comitiva oficial;  una vez transpuesto el puente carretero, y llegando a plaza San Martin, al micro que lo transportaba le fueron arrojados huevos (en total  siete), en señal de protesta por parte de la agrupación Tupac Amarú. Menem realiza un discurso ante unas diez mil personas.  Finalizado dicho acto  se trasladó hacia la margen sur del río Cuarto  a la altura de calle Las Heras  donde en el futuro será emplazado el nuevo puente carretero.  Aquí el Presidente hizo uso de la palabra como así también el Intendente Rins; ambos dieron la inauguración oficial a la obra del puente y colocaron la piedra basal.  El 8 de abril de 1995  nuevamente  viene el Dr. Carlos S. Menem,  lo hace en función de ser candidato a la reelección, pero además visitará el nuevo puente sobre el río, el cual estaba en proceso de ser habilitado.

El  16 de setiembre de 2003 llega Río Cuarto en su primera visita oficial como Presidente de la Nación el Dr. Néstor Kirchner, a quien lo acompañaba el Ministro de Obras Públicas Ing. Julio De Vido y el Ministro del Interior Dr. Julio Fernández.  La caravana que lo trajo desde el aeropuerto de Las Higueras, cubrió varios kilómetros y la gente se agolpaba al costado de la ruta esperando su paso, quienes sólo se contentaban con verlo pasar  Entre los hechos que se pueden destacar el Presidente firmó los contratos para la construcción de las Represas el Chañar y Achiras y la reparación de la ruta 158,  atendió los reclamos de  deudores hipotecarios representados por el señor Osvaldo Bergonz. El 14 de diciembre de 2006 Visita por segunda vez a la ciudad de Río Cuarto como  Presidente de la República el Doctor Néstor Kirchner.  En un acto en la cancha de Estudiantes anunció obras para el sur de Córdoba por más 800 millones de pesos y confirmó que una importante autovía se comenzará a construir en el primer trimestre del año próximo. En esta ocasión  venía acompañado por la primera dama, Cristina Fernández. Con esta visita se concluyen las visitas presidenciales a nuestra ciudad las cuales siempre despertaron grandes expectativas y esperanzas y trajeron anécdotas simpáticas y risueñas por los acontecimientos protagonizados.

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